ACCIDENTES DE TRÁFICO
EN 2014
El
año 2014 ha finalizado con un número de víctimas mortales por accidentes de
tráfico en España prácticamente igual a las que hubo en 2013: 1.131 frente a 1.134.
Parece que se atenúa la reducción en el número de víctimas. Además en algunas
regiones como Extremadura el número de fallecidos ha experimentado un sensible
incremento al pasar de 36 a 44.
Para tratar con más profundidad el tema de los
accidentes de tráfico y su número de víctimas conviene hacer algunas reflexiones.
La
seguridad vial se basa en tres actores principales: los conductores, los
vehículos y la infraestructura de carreteras.
Los
conductores teóricamente mejoran su conducción cada vez más: un mayor nivel
cultural y ciudadano, campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT), mejor
preparación en los exámenes de conducir y por qué no decirlo el miedo a multas
cada vez de más cuantía completado con la retirada de puntos, hacen que los
conductores, en principio, se comporten mejor en el manejo de sus vehículos.
Pero también el desarrollo de nuestro país trae consigo algunos aspectos
negativos en relación con ellos: el incremento del consumo de alcohol y otras
drogas principalmente cocaína y marihuana pudiera tener influencia en la
accidentalidad.
Respecto
a los vehículos la crisis que padecemos genera situaciones que han de
considerarse: la primera de ellas es que el parque de vehículos español es cada
vez más vetusto y la segunda que el mantenimiento y conservación de nuestros
automóviles también se ha relajado a consecuencia de que una importante parte
de la población dispone de menos medios económicos para hacerlo. Es frecuente
ver en nuestras carreteras un creciente número de vehículos averiados, cosa que
hace unos años tenía carácter excepcional. En este sentido la baja reducción en
el número de víctimas o el aumento de ellas en algunos territorios, pudiera
tener una concausa en la mayor edad y en una conservación más deficiente de
nuestro parque automovilístico.
El
tercer actor de la trama son nuestras carreteras. La red viaria española ha progresado sensiblemente en los últimos años.
Se ha incrementado notablemente el número de kilómetros de autovías o
autopistas y en este sentido la seguridad vial ha mejorado ya que estas
infraestructuras por su naturaleza tienden a que los accidentes se produzcan en
menor número. Aunque todavía existen muchos miles de kilómetros de carreteras
convencionales en donde se concentran el mayor número de víctimas de accidentes
de tráfico, prácticamente un 80 %.
Por
otro lado la crisis ha afectado negativamente a las labores de mejora
(proyectos de acondicionamiento congelados), conservación y mantenimiento de
nuestras infraestructuras viarias. Es muy frecuente contemplar, junto a trazados
y secciones deficientes, deterioros en nuestros firmes: baches, grietas y
fisuras, pavimentos envejecidos y ausencia o falta de reflectancia en la
señalización horizontal y vertical de nuestras vías que pudieran coadyuvar
también a que no se reduzca tanto como otros años la siniestralidad o incluso
aumente en algunos territorios.
Aunque
hay un aspecto complementario del que la DGT no informa. Y es que el número de
víctimas (o el de accidentes) hay que calcularlos en relación con los vehículos
que circulan. Por eso para determinar con más exactitud y rigor, los accidentes
y las víctimas (muertos, heridos graves o heridos leves) hay que referirlas
siempre al número de vehículos.kilómetro existentes en cada período. Este
último parámetro se determina mediante los correspondientes aforos de tráfico
junto a la longitud del tramo aforado. Sólo, utilizando la ratio: número de
eventos / número de vehículos.kilómetro, estaremos en disposición de evaluar
correctamente y poder comparar unos años con otros.
Ejemplo:
SI en el año x en un tramo de 100 km por el que han circulado 1.000 vehículos
se producen 10 accidentes (muertos) el valor de la ratio es 10/ 100. 1000 =
0,0001. Si al año siguiente, x+1, circulan en dicho tramo 1.500 vehículos y se
produce el mismo número de accidentes (muertos) el valor del índice será
10/100.1500 = 0,000066. La conclusión es que, produciéndose el mismo número de
accidentes (muertes), el índice es peor en el año x que en el año x+1.
Si
no se tienen estas ratios disponibles la comparación del número de accidentes o
de víctimas no tiene sentido. El conocimiento del número y distancia recorrida
por los vehículos que circulan es un factor decisivo para poder efectuar una
comparación correcta. La DGT debería publicar estos índices para tener una
información más rigurosa de la situación de la siniestralidad vial en nuestro
país.
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