viernes, 29 de enero de 2016

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS REGADÍOS

Hace unos días fui invitado a participar como ponente en una Jornada Técnica en el marco de Agroexpo una feria agrícola que se celebra anualmente en la ciudad de Don Benito. Traté un tema de bastante actualidad: El cambio climático y los costes energéticos en los regadíos de Extremadura.

Como creo que su contenido es interesante, me propongo con este post hacer partícipe a los lectores que no han podido estar presentes en la charla, de su contenido en lo que se refiere a la influencia del cambio climático sobre nuestros regadíos. Un sistema de producción de gran importancia en España donde se riegan más de 3,4 Millones de ha cuyos productos son la base de una potente industria agroalimentaria y de la alimentación de nuestra población autóctona y visitante.

El cambio climático pese a que tiene algunos componentes de incertidumbre, a lo largo del tiempo ha habido períodos de bastante variabilidad climática, parece que está, en buena medida, generado por actuaciones antrópicas relativas a la emisión creciente a la atmósfera de Gases de Efecto Invernadero (GEIs).

El Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) que es el organismo internacional que estudia y vigila el cambio climático, en su V y hasta ahora último informe nos da cuenta del incremento continuado de esta emisiones de GEIs que han pasado de 27 Gt de CO2 equivalente/año en 1970 a 49 Gt en 2010, es decir un aumento del 81,5 %.

Este incremento de la concentración de GEIs en la atmósfera produce el denominado “efecto invernadero” que da lugar a un calentamiento progresivo de la misma y a otra serie de consecuencias climáticas que se traducen en la zona mediterránea en: incrementos continuados de la temperatura, disminución de las precipitaciones e incrementos de episodios de fenómenos climáticos extremos como lluvias torrenciales junto a períodos de sequía.

Las consecuencias para nuestros regadíos habrán de ser tenidas en cuenta para adaptarlos a las nuevas condiciones que se avecinan y que se están produciendo de forma paulatina pero implacable.

La reducción en las precipitaciones hará que dispongamos de menos recursos hidráulicos para nuestros regadíos. Estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente evaluaban esta reducción en las cuencas del Tajo y Guadiana, las que más afectan a Extremadura, entre un 4 % y un 6,5 % en un escenario favorable y entre un 9,5 % y 13,5 % en uno desfavorable. En los planes hidrológicos de esta cuencas recientemente aprobados, se valora esta reducción en un 7% en la cuenca del Tajo y en un 11 % en la del Guadiana en el horizonte de planificación del año 2027.

Los incrementos de temperatura junto con el previsible aumento en el régimen de vientos (velocidad) y en la radiación darán lugar a subidas importantes en los valores de la ETo (Evapotranspiración de Referencia) y por tanto en el consumo de agua por parte de los cultivos. Incrementos de temperatura de 1 ºC,  y de un  10 %  de la velocidad del viento y radiación, junto a una disminución de la humedad relativa en un 5 %, dan lugar a aumentos de la ETo cercanos al 20 %.

En resumen tendremos menos recursos hídricos disponibles y además nuestros cultivos necesitarán más agua para su desarrollo.

Para hacer frente a esta situación sólo se nos ocurren dos maneras adecuadas de actuación.

La primera es aumentar nuestra capacidad de regulación de agua de modo que podamos regular y tener disponibles más recursos hidráulicos. Esto exigirá la construcción de nuevas infraestructuras si queremos mantener o incrementar nuestra superficie regada con las adecuadas garantías de suministro.

La segunda línea de actuación consistiría en la utilización de métodos de riego de alta eficiencia que minoren todo lo posible las pérdidas de agua. La introducción de riegos  más eficientes como la aspersión, microaspersión o el riego por goteo, deberá continuar su marcha ascendente, ya emprendida hace algunos años para modernizar nuestras zonas regables, de modo que haya un control exhaustivo de la aplicación de un agua que será cada vez más escasa.

La mejora de la eficiencia del riego casi siempre se consigue incrementando el consumo de energía. Y esto produce un mayor coste para el regante. Sobre todo después de la injustificable subida del coste de la energía eléctrica en los riegos acontecida en julio de 2008. Pero este asunto será objeto de otro post.





viernes, 22 de enero de 2016

JUVENTUD LUCHADORA

Carlos San Juan es un joven farmacéutico cacereño hijo de unos buenos amigos: María José y Paco. Trabaja en la oficina de farmacia familiar junto a su madre que es la titular de la misma. Hace unos días ha defendido su tesis doctoral en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura obteniendo la calificación de “cum laude”.

Carlos representa a una buena parte de la juventud española que posee un notable grado de preparación académica y lucha por hacerse un puesto en la sociedad.

 Es un ejemplo de superación del que dan muestras muchos de nuestros jóvenes. Ha dedicado varios años y numerosas horas de labor a realizar un proceso de investigación académica para conseguir culminar su doctorado. Y lo ha hecho compatibilizándolo con su trabajo en la empresa privada, sin la cobertura que proporciona el estar integrado de lleno en la universidad. Lo que es un mérito todavía mayor y además demuestra un afán de progreso encomiable.

Como contrapunto nos encontramos que para una buena parte de nuestra juventud que tiene una preparación excelente - es fácil hallar jóvenes titulados con dos carreras, uno o varios másteres y el dominio de más de un idioma – la sociedad española se muestra incapaz de ofrecerles un puesto de trabajo digno, acorde con su capacidad y sus conocimientos.

Pese a disponer de un número muy elevado de licenciados universitarios e ingenieros, España está inmersa en un proceso de desindustrialización galopante: prácticamente han desaparecido del mapa la siderurgia y los astilleros y en general la industria pesada y también se han reducido sensiblemente subsectores como el textil o el electrónico por lo que el sector industrial ha pasado de representar más del 30 % del PIB nacional hace unos años a tan sólo un 15 % en la actualidad.

Con la minería y la pesca en claro retroceso; con el sector de la construcción en crisis; con la agricultura y la industria agroalimentaria estancadas cuando deberían ser uno de los pilares de nuestro desarrollo; con recortes en cultura, en educación o sanidad, y con la inversión pública en infraestructuras muy afectada por importantes reducciones, nos encontramos ante un país que no es capaz de renovar su modelo productivo y escapar de la crisis.

Desde que con una torpeza inconcebible en un genio de las letras y con una gran falta de prospectiva Don Miguel de Unamuno sentenció aquello de “que inventen ellos” España no ha sido capaz de dotarse de una adecuada infraestructura científica y tecnológica de investigación e innovación, indispensable para poder ampliar y diversificar nuevos sectores de actividad económica, mejorar la productividad o generar nuevos bienes o servicios de alto valor añadido.

Nos encontramos anclados en el ladrillo y en el turismo que, aunque en estos últimos años funciona bien, tiene un marcado carácter estacional lo cual condiciona la calidad del empleo. No somos capaces de generar en España sectores innovadores basados en las nuevas tecnologías o en novedosos materiales, descubrimientos y diseños que nos permitan llevar a cabo el cambio hacia un modelo de producción más moderno y eficiente.

Miles de jóvenes españoles dotados de gran talento y preparación se ven obligados a emigrar ante la falta de unos mínimos incentivos en el territorio nacional. Formamos a nuestros jóvenes en el seno del sistema universitario español, para una vez adiestrados exportarlos a otros países que se aprovechan, gratuitamente, de nuestro esfuerzo.

Estas naciones incorporan a sus sectores innovadores, de investigación o productivos a nuestros mejores cerebros los cuáles terminan integrándose en esos países, perdiéndose para el nuestro un importante conjunto de personas con una alta cualificación profesional. 

Para salir de esta situación es imprescindible que España regenere e impulse su sector innovador e investigador y a la par se lleve a cabo un proceso de reindustrialización con producción de nuevos bienes y puesta en marcha de sectores innovadores. De este modo nuestros jóvenes podrán entregar su talento y su trabajo al progreso de España. Como ha hecho mi amigo Carlos San Juan con su tesis doctoral.


miércoles, 13 de enero de 2016

OPERACIONES ARITMÉTICAS PARA PEDRO SÁNCHEZ

La idea de Pedro Sánchez de intentar formar un gobierno al que él denomina “progresista” en el caso muy probable de que Rajoy sea incapaz de constituir uno a partir del PP, choca en mi opinión con la aritmética, además de con otras cuestiones definitorias del carácter progresista de la agrupación.

Para conseguir formar ese gobierno se necesita integrar a 176 diputados para obtener la mayoría absoluta del Congreso en una primera votación o bien que en una segunda vuelta se obtengan más votos a favor que en contra.

Sumemos: El PSOE dispone de 90 diputados.

Supongamos, lo que es mucho suponer, que pudiera integrar a los 42 diputados de Podemos. Tendríamos 132. Más adelante hablaremos de Podemos.

De las coaliciones de Podemos una, la denominada En Comú, apoya incondicionalmente un referéndum de autodeterminación catalana lo cual de salida impediría contar con ella. Agrupa a 12 diputados.

Estimemos que tanto  En – Marea como Pod – Com, las otras dos sucursales de Podemos, con 9 y 6 diputados respectivamente pudieran integrarse dado su carácter presumiblemente menos independentista. Serían 15 diputados más. Sumarían 147.

De IU – UP se podría contar con otros 2 diputados lo que darían 149 escaños en la agrupación “progresista”.

Entiendo que sería metafísicamente imposible que el PSOE pacte con ERC que tiene 9 diputados y con Democracia y Libertad que dispone de 8, dado que estos dos partidos están dirigiendo y participando activamente en el proceso de secesión catalana que pretende conseguir unilateralmente la independencia de España.

Tampoco podría contar con los 2 de EH – Bildu por razones obvias.

Le quedarían 6 diputados del PNV y 1 de Coalición Canaria. Sumarían un total de 156.

Como puede deducirse no se alcanza la mayoría absoluta. Es pura aritmética.  

Tampoco se alcanzaría el quorum necesario en segunda vuelta. 156 escaños son menos que 194 pues entiendo que Ciudadanos, los catalanes y por supuesto el PP no se abstendrían y votarían en contra.

En todo caso si se abstuvieran algunos de ellos y permitieran el gobierno “progresista” éste estaría apoyado por: PSOE + Podemos + En Marea + Pod – Com + IU-IP + PNV + CC. Es decir un batiburrillo de siete partidos de los cuáles solamente el PSOE representa a una izquierda progresista, moderada y claramente constitucionalista. El resto son dudosos compañeros de viaje.

IU es una formación conocida de izquierda clásica de base comunista moderna que no engaña a nadie y siempre ha mantenido una posición coherente y totalmente respetable. Se podría contar con ellos que exigirán el conocido programa, programa del inefable Anguita. Podrían ser unos socios válidos.

Con Podemos la cosa ya no se presenta tan clara. Por una razón muy simple: dicho partido pretende ocupar el espacio del PSOE, que es el interesante. Y llevarse por delante 136 años de historia socialista. Procedimientos a utilizar para conseguirlo: los que hagan falta,  porque no tienen escrúpulos. Los “números” montados en la constitución del Congreso, con niño y todo, y la prepotencia de Iglesias en sus declaraciones van en la línea de que aspiran a nuevas elecciones de inmediato buscando el “sorpasso” a los socialistas.

Además de usar métodos maquiavélicos para dividir internamente al PSOE - la distinción hecha por Pablo Iglesias entre socialistas “sensatos” e “insensatos” es de párvulos - los dirigentes de Podemos están dispueston a apostatar y abjurar ante los electores de sus principios básicos de izquierda radical, chavista y syriziana. Son éticamente reprobables. De progresistas no tienen nada, son radicales de extrema izquierda disfrazados. Y no digamos cuando se juntan con fuerzas autonómicas que en muchos casos mantienen perspectivas separatistas encubiertas o claramente expresadas.

Creo que no serían unos recomendables compañeros de viaje para Pedro Sánchez, si es que éste mantiene los principios socialdemócratas que hemos conocido en la transición. Si se radicaliza el líder socialista, eso ya es otra cuestión. Pero si se da esa circunstancia el PSOE dejaría de ser el partido al que millones de españoles han dado su confianza en el período posfranquista.

Así que Pedro Sánchez lo tiene crudo. Tal vez lo más sensato sería mantenerse en la oposición que es donde los electores han decidido que el PSOE, de momento, se sitúe. Es mi opinión personal basada en un análisis lógico. Pero muchas veces la lógica y la política no casan bien. Esperemos acontecimientos.



sábado, 9 de enero de 2016

ALEGRÍAS DE UN JUBILADO

 “La jubilación es la antesala de la muerte”. Esta afirmación puesta en boca de uno de los personajes de la novela de Miguel Delibes La Hoja Roja,  no es del todo cierta en los momentos actuales.

La jubilación tiene lugar en España alrededor de los 65 años y debido a la elevada esperanza de vida de la población fruto de unas mejores condiciones de la sanidad alcanzadas en nuestro país, los pensionistas suelen encontrarse en buenas condiciones físicas y mentales para poder seguir activos algunos años más, aportando su experiencia a la sociedad.

No quiero decir con esto que haya de prolongarse la edad de jubilación; yo creo que los 65 o 67 años que se propugnan ahora son una edad razonable para dejar el servicio activo. Sobre todo teniendo en cuenta que hay que dar paso a los jóvenes. Igual que nos ocurrió a nosotros los ahora jubilados. Nuestros antecesores también se hicieron a un lado cuando éramos jóvenes, para que tomáramos las riendas los que ahora hemos pasado a las clases pasivas como se decía antiguamente.

Y en este sentido es encomiable la actitud mostrada por los que eran mayores cuando yo era joven. En mi profesión - comencé en la empresa privada y a los dos años pasé al Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) - siempre conté con el sabio consejo de los ingenieros veteranos que me ayudaron y me transmitieron sus conocimientos así como las actuaciones que habían llevado a cabo, con sus aciertos y sus errores, lo cual me fue de gran utilidad para desarrollarme profesionalmente.

En eso consiste el relevo generacional. Y tiene que seguir siendo así. Los que se van han de transmitir sus experiencias a las nuevas generaciones, que deberán actuar de la misma manera con los que vienen detrás de ellos. Este es el modo por el que un país progresa y se desarrolla.

Pero los jubilados, al menos a aquellos a los que les apetezca, deberíamos poder seguir pasivamente activos. Sobre todo los que hemos desarrollado un trabajo de corte más intelectual que físico. Quiero decir que la sociedad podría contar con nosotros para que continuáramos aportando nuestros conocimientos y la experiencia adquirida.

Muchos de los que nos hemos jubilado hemos seguido con la mente activa, intentando aumentar nuestros conocimientos ya que actualmente las nuevas tecnologías permiten ponerse al día con relativa facilidad, cuestión que era mucho más difícil de conseguir en tiempos pretéritos.

Para los que mantengan esta actitud, el que cuenten con ellos en determinados momentos es muy reconfortante. Porque esta participación le permite seguir con su puesta al día y transmitir sus conocimientos actualizados. Y eso es muy vivificante para un retirado. Que pueda seguir aportando cosas a la sociedad sin perjudicar ni obstaculizar la incorporación de la juventud a los puestos de trabajo.

Personalmente he tenido una de mis mayores alegrías desde que me jubilé, con motivo de la invitación que he recibido de la dirección de FEVAL para participar en una jornada técnica sobre Regadíos que se celebrará el 27 de enero en el marco de Agroexpo 2016 en la ciudad de Don Benito.

Para mí será un gran honor el poder exponer una ponencia que versará sobre los posibles efectos del cambio climático en los regadíos de Extremadura y los costes energéticos que conllevará.

Y es que muchos jubilados nos conformamos con mantenernos activos y que de vez en cuando se acuerden de nosotros. Y eso nos alegra.

Ya que nuestro contento no puede ser fruto de los “elevados” incrementos en nuestras pensiones que nos ha proporcionado el gobierno: un 0,25 % a lo largo de los últimos tres años, extensible al año 2016, lo que representa para una pensión media de 1.000 € la escalofriante cifra de 2,5 € mensuales.

Incremento que es muy inferior al que ha experimentado la cesta de la compra de los pensionistas. Que no es el que establece el IPC oficial, sino otro muy diferente. Porque al pensionista no le afectan demasiado ni el precio de los hoteles de lujo, ni el precio de los carburantes de automoción, ni el de los vehículos. Analicen el incremento experimentado en ese período en el coste de los alimentos básicos: pan, leche, huevos, legumbres, frutas, carne o pescado, del vestido, de la electricidad, del agua, del gas y de los gastos farmacéuticos. Y extraigan consecuencias.

Por eso el que sigan acordándose de uno le compensa de esas subidas tan rácanas en el importe de la pensión. Y hace más alegre la vida del jubilado. Al menos la mía.

sábado, 2 de enero de 2016

ESPAÑA Y EL CONCIERTO DE AÑO NUEVO

Como todos los años procuro no perderme el Concierto de Año Nuevo que desde la Sala Dorada del Musikverein vienés, construida en 1870, interpreta la Orquesta Filarmónica de Viena y que retransmite, desde que se fundó Eurovisión, nuestra primera cadena de televisión.

Las piezas que se incluyen en el programa no son grandes sinfonías o conciertos sino composiciones ligeras: valses, marchas o polkas de diferentes autores entre los que destacan la familia vienesa de los Strauss: Johann el padre y los hijos Johann, Josef y Eduard.

En la edición de 2016 la dirección de la orquesta ha corrido a cargo de Mariss Jansons un director letón nacido y superviviente del gueto judío de Riga. Con 72 años y algún desajuste cardíaco tiene una vitalidad envidiable.

Ha tenido el acierto de anunciar en el programa, una adaptación para vals de Emile Waldteufel de la rapsodia España, cuyo autor es el compositor francés Enmanuel Chabrier.

Y la inclusión de esta bella melodía, que recoge las peculiaridades musicales de las diferentes regiones españolas, me ha llevado a reflexionar sobre la situación actual que se da en nuestro país, tan admirado por muchos extranjeros y tan denostado por bastantes nacionales.

Una orquesta sinfónica, como la Filarmónica de Viena, es el compendio del esfuerzo compartido, del trabajo en equipo, de la unidad para conseguir un fin - la mejor interpretación de la composición musical de que se trate -  de la interacción positiva entre los diferentes instrumentos que agrupados en cuerda, viento madera, viento metal y percusión se ayudan mutuamente para mejorar la calidad interpretativa, bajo la dirección de una batuta casi siempre manejada por músicos que rayan en la excelencia.

En ella se desarrolla un trabajo de conjunción y ayuda mutua, de solidaridad entre los maestros dentro de su grupo de instrumentos y de los grupos entre sí, la cuerda con el viento y con la percusión con el objetivo común de mejorar sus actuaciones en cada pieza y en cada concierto.

Sería el paradigma al que debería referirse los anhelos y trabajos de una nación para conseguir su progreso y la mejora constante de su desarrollo.

Por desgracia ese no es el caso de nuestra España actual.

La insolidaridad campa a sus anchas por el territorio hispano. Cada comunidad autónoma trata de salvar sus muebles, importándole un bledo la situación de las otras y sin tener en cuenta el desarrollo histórico que ha beneficiado a unas regiones sobre otras por decisiones tomadas por un poder central que, pensando en favorecer el interés español, benefició a unos pueblos de España sobre otros. Los agraciados ahora se olvidan de las ventajas que antaño obtuvieron.

Unos políticos en su mayoría mediocres que en lugar de fomentar el trabajo colectivo, la transparencia y la honradez están sumidos en su juego político que busca un beneficio personal en lugar del beneficio colectivo de la nación.

En el colmo de su ignorancia supina propugnan la división de una nación que existe como tal desde hace cinco siglos, que llegó a ser un imperio en cuyo territorio no se ponía el sol y que a pesar de todos los vaivenes tiene un valor conjunto muy superior al de sus regiones separadas en una demostración de la teoría holística: las partes separadas valen menos que el todo en conjunto.

En fin que la interpretación de España, la rapsodia de Chabrier que en adaptación de Waldteufel se tocó en el concierto de Año Nuevo, me hizo sentirme habitante de una nación importante, admirada por muchos extranjeros que como Chabrier la cantaron en una pieza musical bellísima.

¡Qué lástima que los propios españoles denostemos a España con tanta ligereza¡