viernes, 13 de agosto de 2021

 

DESEMBALSES MILLONARIOS

Hidroeléctrica Española hoy integrada en Iberdrola construyó a mediados del siglo XX, una serie de embalses en cascada dedicados a la producción de energía hidroeléctrica ubicados a lo largo del curso principal del río Tajo en Extremadura. El complejo de embalses en dicho río está formado por los de Valdecañas, Torrejón – Tajo y Torrejón – Tiétar, Alcántara (José María de Oriol) y Cedillo.

La turbinación en cascada de un m3 de agua en los embalses de (Valdecañas, Torrejón, Alcántara y Cedillo) produce aproximadamente (0,233 + 0,1398 + 0,240 + 0,1738 = 0,8 kWh)[1]

 Actualmente el embalse de Valdecañas ha sido sometido por Iberdrola a un drástico proceso de turbinación de modo que su volumen de embalse se encuentra en un porcentaje muy reducido del total (380 Hm3 de 1446 Hm3 de embalse normal) y su cota de agua muy baja lo cual ha dejado al descubierto elementos que nunca o pocas veces se habían visto en superficie: el dolmen del Guadalperal y el convento de Santa Cruz de Alarza entre otros.

 Este desmesurado aprovechamiento ha afectado a usos tales como el abastecimiento de núcleos de población próximos por ejemplo Berrocalejo y a las 1.434 ha de regadío de la zona regable de Peraleda de la Mata declarada de interés nacional en su día y con la toma construida aprobada en su cota de proyecto. En este último caso la Junta de Extremadura y la Comunidad de Regantes han tenido que realizar obras de emergencia para asegurar que la toma pueda captar agua en la nueva situación de desembalse con la cota de agua mucho más baja. Un gasto absurdo que sin la codicia de la empresa explotadora habría podido evitarse.

 La causa de esta desaforada producción hidroeléctrica por parte de Iberdrola está en los pingües beneficios que recibe en su producción de energía hidroeléctrica al vender el kWh hidroeléctrico que a Iberdrola le resulta extremadamente barato de producir, al precio del kWh marginal más elevado que procede de las centrales que utilizan gas. Un chollo.

 De acuerdo con el estudio llevado a cabo por el catedrático de la UEX Fernando López y colaboradores el coste de producción de un kWh hidroeléctrico es de 0,3 c€. El precio medio para el día 12 de agosto de 2021 se situó en 115,83 €/MWh que equivalen a 11,58 c€ por kWh. Puede deducirse el altísimo beneficio que le reporta a Iberdrola la producción hidroeléctrica obtenida en unas instalaciones ya amortizadas y cuyo coste de producción es muy bajo. De ahí el aprovechamiento indiscriminado que lleva a cabo en sus embalses. Se están forrando.

 Por mucha legalidad en su concesión que Iberdrola pueda argumentar, puede explotar entre las cotas 315 y 290, si se llega a esta última cota o en sus proximidades las tomas de abastecimiento y riego iniciales quedan inoperativas. No hay que perder de vista que los usos de abastecimiento y regadíos son prioritarios a los hidroeléctricos.

 Por eso por mucha fuerza e influencia que tenga Iberdrola y mucho pasotismo que ponga la Confederación Hidrográfica del Tajo es preciso desde ahora mismo revisar esa concesión hidroeléctrica, ya que la empresa no tiene la delicadeza de respetar usos que son prioritarios. Y puede hacerlo. No tiene necesidad de bajar tanto la cota. Se embolsa bastante dinero con respetar las cotas iniciales que tenían el abastecimiento y el regadío que además fue declarado de interés nacional. Supongo que el interés nacional ha de primar sobre el interés particular de una empresa. Pero la avaricia es mucha y los controles pocos. Y en este país pasan cosas inconcebibles.

Dada la situación existente es preciso modificar de inmediato esa concesión a la empresa hidroeléctrica estableciendo en los diferentes embalses, entre ellos el de Valdecañas, curvas de hierro que impidan turbinar por debajo de una cota, para que los usos preferentes al hidroeléctrico no se vean afectados. Esta forma de proceder ya se ha llevado a cabo en determinados embalses como el de Gabriel y Galán, para salvaguardar los regadíos del Alagón y funciona perfectamente.

 Ahora que estamos con los nuevos planes hidrológicos del tercer ciclo, sería el momento de revisar esa concesión e introducir las curvas de hierro que impidan estos aprovechamientos incontrolados que se están produciendo actualmente y que afectan a usos preferentes.

 Se ve que Iberdrola manda mucho en la Confederación y hace de su capa un sayo con tal de forrarse. Más preocupante es la postura de la Junta de Extremadura que acepta mansamente esta situación y no solicita la revisión de esta abusiva concesión.

 En mis tiempos de Jefe del Servicio de Ordenación de Regadíos de Extremadura, al menos Iberdrola avisaba y procuró no llegar nunca a situaciones como esta que se vive en la actualidad. Con unos elementos antivortex cuando bajaba mucho la cota, se solucionó el problema.

 Pero ahora hay mucha más especulación con el precio de la energía eléctrica. Y empresas prepotentes como Iberdrola aprovechan para ganar dinero “a esgalla” que dicen en Valladolid. A costa de lo que sea. Hasta de poner en peligro el abastecimiento urbano y los regadíos. Iberdrola se ve que es la que manda en el Tajo.

 El gobierno de España también pasa y no busca soluciones para llevar el coste de la energía eléctrica a precios razonables lo que evitaría la especulación. Y eso que lo iban a reducir. Y está en máximos.

 

Pensaba no tener que utilizar el blog hasta primeros de septiembre, pero situaciones tan deplorables como las que se están dando me impulsan a comentarlas. Volveremos en la fecha prevista. Si no se produce algún despropósito con anterioridad digno de comentarse.

 



[1] Esos datos me fueron facilitados por personal de Iberdrola hace unos años.