viernes, 29 de enero de 2021

 DIGNIDAD Y DECORO

Personalmente nunca he sido una persona con un alto “espíritu militar” que se decía en mis tiempos juveniles. Quizás porque en aquella época de mi mocedad, mandaba Franco y se aplicaba a rajatabla el ordeno y mando en el ejército.

Hoy día las cosas han cambiado bastante en el estamento militar, creo que para bien. Nuestra pertenencia a la OTAN y la entrada en la UE, han profesionalizado sobremanera a nuestras fuerzas armadas y en ellas podemos encontrar especialistas de primer nivel en las diferentes áreas militares, los cuales están a la altura de los mejores y dan la talla en los organismos internacionales y en las misiones exteriores que se les encomiendan. Creo que tenemos unas fuerzas armadas dignas de nuestro país y a la altura de las de los países de nuestro entorno.

La dignidad, junto a otras características castrenses como la disciplina, la obediencia, el esfuerzo solidario y el espíritu de sacrificio son virtudes que suelen estar muy presentes en el estamento militar. Por supuesto también hay fallos e imperfecciones y las fuerzas armadas no son el Edén.

Hoy voy a referirme a una virtud, que, en general, en España entre los políticos, suele practicarse poco: la dignidad. La RAE en una de sus acepciones la define como: gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.

Viene al caso de la dimisión del JEMAD (Jefe del Estado Mayor de la Defensa) el general del ejército del Aire, Miguel Ángel Villarroya, el más alto grado militar de nuestras fuerzas armadas -  la ministra y su cúpula de directores generales  son cargos civiles  aunque puedan estar ocupados por militares - como consecuencia de haberse vacunado contra la Covid 19, parece que subvirtiendo el orden de prelación que se lleva en la sociedad civil, y que no tiene por qué ser el mismo que el que rija en el orden militar.

Los medios de comunicación, muchos de ellos al dictado del populismo comunista que se asienta en el gobierno, han arremetido contra el JEMAD, acusándole de aprovecharse de su cargo, para sacar ventaja en el proceso de vacunación respecto al resto de los españolitos.

Al parecer existía un protocolo de vacunación en el ámbito castrense, que consideraba correcta la vacunación del general Villarroya, junto con otros altos mandos militares. Parece ser que el contenido de este protocolo no lo conocía la ministra. Pero si existía el protocolo y se ha cumplido correctamente ¿dónde está el problema?

El JEMAD, ha presentado de inmediato su dimisión a la ministra que la ha aceptado, por lo que un Consejo de Ministros ha procedido a su destitución. El general Villarroya aduce en su carta de dimisión que lo hace para salvar el prestigio de las fuerzas armadas y así evitar en lo posible ataques indiscriminados desde diferentes trincheras que se dedican a desprestigiar las instituciones al menor fallo que se produzca. Estos mismos medios y redes sociales son los que callan ante los aciertos y la excelente labor llevada a cabo por las fuerzas armadas, que ha quedado puesta de manifiesto tanto en la lucha contra la pandemia, como contra los fenómenos meteorológicos de gravedad acontecidos recientemente en España y que ha tenido el reconocimiento de los ciudadanos.

La dimisión del general es un acto de dignidad y decoro en mi opinión. Dimitir cortando una brillante carrera militar de 45 años, anteponiendo los intereses de las fuerzas armadas, a los personales del alto mando, revela una posición digna que ha de ser aplaudida por los españoles de bien que no tenemos intereses políticos. Y no debería constituir un borrón ni un deshonor en su carrera castrense, sino por el contrario ser considerada como un mérito.

Supongo que la ministra no estará muy contenta al perder un colaborador de esta talla, pero no le quedaba otra solución, para acallar a los que ladran, y que solamente buscan la desestabilización de las instituciones. De paso parece haber servido para que algún colega del gabinete ajuste cuentas con la ministra.

Mientras un militar digno presenta su dimisión, aun convencido de que ha actuado correctamente según el protocolo existente en las fuerzas armadas, cientos de politicastros, amiguetes, paniaguados de toda clase y color y hasta un obispo, también se han saltado el protocolo civil de vacunación conocido de todos y se han aprovechado de sus cargos para sacar ventaja ellos y sus familias. En Extremadura han sido más finos, modificando el protocolo sobre la marcha para acoger a los pecadores, aunque la Junta de Extremadura lo niega con rotundidad. Dicen que lo modificado no servirá de tapadera a nadie. El tiempo lo dirá.

Y salvo honrosas excepciones como algunos consejeros y cargos sanitarios autonómicos, que han dimitido o han sido cesados, los “aprovechateguis” ahí siguen aferrados a sus poltronas y a sus prebendas, esperando que escampe y se olvide el asunto para poder seguir chupando del bote. Porque a muchos de ellos si les quitan el bote se quedan a la luna de Valencia. Tal vez la dimisión del JEMAD les va a dificultar su estrategia. Veremos.

No conozco de nada al general Villarroya. Pero quiero resaltar su dignidad y señorío. Virtudes poco comunes entre los políticos y altos cargos que pululan por España. Que tenga un buen pase a la reserva y jubilación posterior. Se lo merece usted, mi general.

viernes, 22 de enero de 2021

 LA DIÁSPORA DE LOS INVESTIGADORES ESPAÑOLES

Históricamente España ha sido un país en el que no se ha dado a la investigación y a la innovación la importancia que realmente tienen, cuando ambos dominios son elementos imprescindibles para el avance y el progreso de una nación. España en esta faceta también es diferente.

La frase pronunciada en su día por Don Miguel de Unamuno “que inventen ellos”, da idea de la escasa importancia que tradicionalmente se ha dado a la investigación en España. La rotunda sentencia pertenece a un intelectual de primer nivel, que fue rector de una universidad de tanta solera como la de Salamanca.

Es tradicional el poco apoyo que históricamente ha tenido la investigación en España. Severo Ochoa ganador del premio Nobel, lo hizo en razón de su trabajo investigador en Estados Unidos y en su condición de ciudadano americano puesto que tenía dicha nacionalidad. España presume de este premio, pero en realidad es un premio americano. Severo Ochoa había nacido y se había formado en España que no es poco. Incluso leyó su tesis doctoral aquí en 1931. Pero el premio Nobel lo obtuvo gracias a la confianza y apoyo que le otorgó la administración yanqui que puso a su disposición los medios necesarios para llevar a buen término sus investigaciones sobre el ADN y el ARN.

Hace un tiempo tuve oportunidad de ver un reportaje de una cadena de televisión en el que entrevistaban a diversos científicos españoles, la mayoría jóvenes, que investigan en el extranjero. Desde Australia a Estados Unidos pasando por Alemania y Reino Unido, hay una pléyade de investigadores españoles que aplica su talento a proyectos de investigación foráneos y constituyen la diáspora de la investigación española. Porque en España no hay sitio para ellos y se ven obligados a emigrar.

Todos estos científicos han sido formados en nuestro país, a costa del erario español y se han visto forzados a abandonar nuestros centros de investigación para poder conseguir unas condiciones adecuadas con las que llevar a cabo sus trabajos. Es decir, España prepara a estos jóvenes investigadores y otros países se aprovechan del talento español. Una inversión ruinosa. Formar un titulado superior cuesta una elevada cantidad de dinero.

Los investigadores que permanecen en España por diferentes razones se ven con poca remuneración y casi sin medios, siempre pendientes de la espada de Damocles relativa a si habrá o no habrá dinero para sus proyectos de investigación, los cuales quedan al albur de los correspondientes recortes presupuestarios.

En nuestro país cuando viene el tío Paco con las rebajas, una de las actividades primeras en las que se hacen podas presupuestarias es en la investigación y en la innovación. Y así es difícil que un país progrese y esté en cabeza de la ciencia y de la tecnología. Un investigador necesita una estabilidad y medios a lo largo del tiempo para llevar a buen fin sus trabajos. Sin una atención presupuestaria sostenida y extendida en el tiempo no es posible mantener un nivel investigador razonable.

Las cifras de inversión en I+D+i en España demuestran nuestra falta de interés en la investigación tanto básica como aplicada. En el último ejercicio cerrado 2017 se llegó a invertir en España el 1,2 % del PIB en investigación. Países como Suecia, Austria, Dinamarca o Alemania dedican más del 3 % del PIB a investigación y desarrollo, porcentaje bastante superior a España, que ocupa el décimo octavo lugar del ranking europeo con ese escaso 1,2 %.  Estamos en la parte de atrás de la lista.

Aunque en los últimos tiempos ha crecido algo el porcentaje destinado a investigación, seguimos ocupando un lugar que no corresponde a un país que es la cuarta potencia económica de la UE. Lo que confirma el poco interés que para nuestros políticos y dirigentes tiene la investigación en España. Nuestra economía se basa en su mayor parte en patentes foráneas y no españolas que hacen que tengamos que abonar los correspondientes royalties.

Un elevado número de investigadores españoles trabajan fuera de España. Casos como Mariano Barbacid o Valentín Fuster son paradigmáticos de la salida de cerebros privilegiados que han abandonado España y han hecho sus “currículum vitae” de investigación en el extranjero sin que se nos mueva un músculo, ni tomemos decisiones al respecto, para mejorar nuestra situación.

Existía la intención de alcanzar en 2020 el 2 % del PIB para investigación. Pero ya hay opiniones como la de la Fundación Cotec presidida por la ex ministra Cristina Garmendia que consideran inalcanzable este objetivo dada la anormal situación sanitaria y económica en la que estamos. Incluso llegando a ese porcentaje quedaríamos bastante lejos de otros países europeos de nuestro entorno.

Habrá que pensar, siendo optimistas, que los efectos del virus SARS – CoV – 2 pudieran ser un toque de atención que lleve a España a reorganizar su investigación e innovación, de modo que empiecen a destinarse presupuesto y medios que permitan a nuestros investigadores permanecer en España y dedicarse a la investigación de temas que interesen a nuestro país.

Pero nos tememos que nuestra incuria investigadora va a seguir vigente. Para que España siga siendo diferente también en esta faceta científica y técnica.

 

viernes, 15 de enero de 2021

 

EXTREMADURA: ENERGÍA MÁS BARATA

Hace unos días asistí en modo telemático, como manda la pandemia, a un interesante Punto de Encuentro de la Sociedad Civil, entidad que dirige Cecilio Venegas presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. En esta ocasión el tema de debate era muy atractivo: Industrialización de Extremadura, una asignatura pendiente.

Los ponentes participantes rayaron a gran altura, pero quiero destacar la intervención de Fernando López, Catedrático en la escuela de Ingenieros Industriales de la UEX y directivo del Club Senior de Extremadura, que presentó un detallado trabajo realizado por él y su equipo de colaboradores, en el que se estudia la composición del coste de la energía y la posibilidad de conseguir beneficios para Extremadura, reduciendo el coste de la utilizada en la región. Esto permitiría atraer nuevas industrias a Extremadura y de paso favorecer la competitividad de las industrias y actividades regionales ya existentes.

El estudio es riguroso y científicamente avalado por sus autores, todos ellos expertos en el tema y podría convertirse en el primer paso para conseguir un abaratamiento del coste de la energía para los extremeños. Creo que sería un buen mecanismo para que la región comenzara una andadura que la lleve a abandonar el furgón de cola en cuanto a PIB o renta per cápita y poder empezar a converger con los valores medios nacionales.

El estudio da cuenta de que mientras el coste medio de generación del mix energético español se encuentra en 5,32 c€/kWh (el coste de la nuclear está en 1,8 c€/kWh y el de la hidroeléctrica en 0,3 c€ /kWh dentro de los tipos de producción) el precio medio para el consumidor está en 23 c€ kWh. Es decir 4, 3 veces más. Mi conclusión: algunos se están forrando.

Extremadura produce 21.030 GWh de energía (2019). De ellos 4.655 GWh corresponden a energías renovables (23,14%) el resto es no renovable, nuclear en su mayor parte. El consumo de energía en Extremadura es de 4.969 GWh. Con las renovables se cubre el consumo extremeño prácticamente. Exportamos el 76,4 % de la energía que producimos.

La composición del recibo de la energía contiene dos bloques: el bloque de coste de generación que recoge los costes de producción y representa alrededor del 35 % del recibo y el coste regulado formado una serie de peajes y los impuestos que suponen el restante 65 %.

Para no cansarles con números en estos costes regulados o peajes se encuentran costes de distribución, transporte, retribución específica RECORE (Renovables, Cogeneración y Residuos), Sistemas no peninsulares (SNP) y otros de menor cuantía.

El estudio establece un nuevo esquema de costes para Extremadura en el que sobre la  estructura actual,  se establece una nueva reduciendo los costes de generación y en los costes regulados se eliminan parte de los costes de distribución, los costes de transporte (Extremadura prácticamente puede actuar en modo isla), los costes de Sistemas no Peninsulares (es absurdo que un consumidor extremeño tenga que contribuir a que en Baleares y Canarias exista un menor coste de la energía eléctrica cuando son regiones con un PIB y renta per cápita superiores a Extremadura) y otros pequeños ajustes.

El resultado es un ahorro de 324.46 M€ lo que supone una reducción media del coste para Extremadura del 43,12 %. Se reduciría el coste doméstico en un 35 % y el industrial en un 50 %.

 Los nuevos costes se fijan en 427,97 M€, con los que se cubre la generación, los peajes regulados con las reducciones realizadas, y los impuestos. Ello supone que, para una demanda similar a la registrada en el 2019, de 4.959 GWh, el precio medio con el que se debería facturar la electricidad sería de 8,63 c€/kWh.  

Como se deduce de las propuestas del estudio se produciría una importante reducción de los costes de la energía para los usuarios extremeños. Esto significaría un aliciente para la instalación de nuevas industrias en Extremadura y una mejora de la competitividad de las existentes. En el País Vasco que dispone de beneficios fiscales extraordinarios por su cupo, el coste de la energía es inferior al del resto de España. Así que Extremadura no constituiría una excepción, como les pasa a Baleares y Canarias.

La industria agroalimentaria, la extractiva, la siderúrgica y todas las industrias en general se verían beneficiadas y podrían mejorar su competitividad. Sería una cuestión trascendental reducir los costes energéticos en el importante sector del regadío que resultó muy perjudicado por la desaparición de las tarifas especiales de riego en el año 2008.

Creemos que este excelente y documentado estudio de Fernando López y sus colaboradores puede constituir el documento base para que la Junta de Extremadura inste del Estado un tratamiento justo para la región en lo referente al coste de la energía, que nos permita abandonar de una vez por todas el furgón de cola de la economía española en el que estamos.

Extremadura se merece este trato diferencial pues a lo largo de la historia hemos soportado tres colonizaciones energéticas de las que hemos obtenido escasos beneficios: la hidroeléctrica, la nuclear y ahora la fotovoltaica que va a ocupar miles de hectáreas de suelo regional.

Así que ya va siendo hora de que los extremeños obtengamos algún beneficio tangible como es el reducir nuestro coste energético ¿Lo conseguiremos?

 

viernes, 8 de enero de 2021

 

PUENTE ROMANO DE ALCÁNTARA: UN MERECIDO DESCANSO

Desde el año 104 - 105 d.C. este puente, construido en honor del emperador Trajano, lleva prestando un servicio impagable para los ciudadanos al permitir salvar el curso del muy encajado río Tajo. Tras más de 19 siglos de uso, aunque presenta algunos achaques, ahí sigue enhiesto y desafiante a los efectos del paso del tiempo y al del agua que discurre por el río, formando parte de la carretera autonómica extremeña EX – 117 que une la N – 521 y la EX – 108 pasando por Alcántara.

Esta resistente a la vez que esbelta estructura, construida bajo la dirección del arquitecto romano Cayo Julio Lacer, resulta ser un modelo de las obras de ingeniería viaria que se construyeron durante el Imperio Romano. El viaducto está constituido por 6 arcos de medio punto, de luces variables, con una altura máxima de 58,2 m, teniendo una longitud de 194 m. La anchura del puente es de 8 m, de los cuáles 6,7 m corresponden a la calzada, más los pretiles que ocupan 1,3 m.  Los árabes lo denominaron Al Qantarat que significa simplemente: el puente.

Se utilizaron en su construcción sillares graníticos cimentados sobre las rocas pizarrosas del lecho del río. La notable altura con la que se construyó el puente, se debe al hecho de tener que superar las importantes avenidas que antiguamente presentaba el río Tajo en ese punto, hoy laminadas por la construcción, unos 600 m aguas arriba, de la presa de Alcántara (José María de Oriol) (3.160 Hm3 de capacidad), una gran obra de ingeniería hidráulica moderna, de la segunda mitad del siglo XX (1969).

El puente ha sido objeto de diversas restauraciones a consecuencia de daños sufridos en diferentes guerras. Las últimas reformas se hicieron durante el reinado de Isabel II en el siglo XIX y al tiempo que se construía la presa de Alcántara en que se reforzaron algunos pilares que presentaban problemas de descalzamiento.

Debido al paso del tiempo y al hecho de soportar un tráfico cada vez más pesado y más intenso, desde hace ya algunos años pudo constatarse que el puente presentaba problemas importantes de deterioro, que se mantienen en la actualidad, especialmente en la zona de rodadura. Esta situación hace casi imprescindible, tener que optar, bien por una reparación muy intensa con el riesgo que esto supone para mantener el carácter del puente o por la construcción de un viaducto alternativo, para dejar fuera de servicio y protegido, el puente romano que ya ha producido todos los beneficios viarios que podían esperarse de él.

Durante mi estancia en la Dirección General de Infraestructuras y Agua de la Junta de Extremadura entre 2007 y 2011 comencé, junto con la Directora General de Patrimonio, a dar los primeros pasos para solucionar la protección de este puente y evitar males mayores en su estructura.

Hoy veo que la Junta de Extremadura ha optado por la construcción de un nuevo viaducto que se ubicará, según parece, entre el puente romano y la presa y que será la solución, yo creo que la más razonable, para evitar la ruina del espectacular monumento romano y conseguir su preservación.

18 millones de euros y 30 meses que es el plazo de ejecución de la obra, son el dinero y el tiempo que separan a este monumento romano de su merecida jubilación, tras 19 siglos de prestación de servicios para los ciudadanos en diferentes períodos de la historia de España.

La ingeniería romana de estos puentes basada en el trabajo a compresión de los materiales constitutivos, en este caso sillares graníticos que presentan una alta resistencia a los esfuerzos de este tipo, confiere una larga vida a este género de construcción.

Recuerdo lo que ocurría en Salamanca a principios de los años 60 del siglo pasado, en los que yo andaba de estudiante por sus doctas aulas. Se había construido un puente moderno, que no estaba muy allá pues presentaba ciertos problemas de inestabilidad estructural, por lo que en las entradas al mismo figuraba un letrero muy revelador que decía: Camiones de más de 16 t por el puente romano. Ello da idea de las magníficas y resistentes construcciones que los ingenieros romanos llevaron a cabo en la red viaria de Hispania.

Quizás se suscite alguna controversia sobre la construcción del nuevo puente moderno que sustituirá al romano de Alcántara. Todo es opinable y se puede contemplar desde distintos puntos de vista. Pero es imprescindible la construcción de un puente que deje descansar al romano. No parece lógico una reparación y su continuidad prestando servicio.

Yo confío en el buen hacer de los técnicos de la Junta de Extremadura que tendrán a su cargo la supervisión del proyecto y de la ejecución de las obras de la nueva estructura. A muchos de ellos los conozco personalmente pues trabajaron conmigo en los tiempos en que ocupé la Dirección General. Y sé que harán lo mejor para que el nuevo puente no ensombrezca al antiguo. Porque son conscientes del valor de esta joya de la ingeniería romana.

El puente de Alcántara que desde agosto de 1924 tiene el carácter de Monumento Nacional ha de ser preservado y cuidado con esmero, estableciendo la máxima figura de protección que se pueda por parte de la Junta de Extremadura para que quede asegurada por los siglos de los siglos la inscripción que figura en el templete del mismo: PONTEM PERPETUI MANSVRVM IN SECULA MVNDI:  El puente que permanecerá en pie por los siglos del mundo. O algo parecido.

 

viernes, 1 de enero de 2021

 

FONDOS DE RECUPERACIÓN: PRIMER REPARTO, PRIMER PALO.

El pomposo y extenso título que les han adjudicado, Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia, parece tener relación con las elevadas cantidades que se pondrán en juego y es acorde con el desmesurado anhelo que multitud de políticos, instituciones y empresas tienen por hacerse con los sustanciosos pellizcos monetarios que puedan proporcionar.

La palabra resiliencia se ha puesto de moda y la utiliza todo quisque que se precie de ser políticamente correcto que es lo que se lleva ahora. Aprendí su significado cuando estudiaba la asignatura de resistencia de materiales, hace ya un montón de años. La resiliencia es la propiedad que tienen determinados materiales para recuperar su estado inicial una vez que ha cesado la perturbación o fuerza a la que han estado sometidos. La elasticidad de un material era el ejemplo más claro de resiliencia.  

Ha comenzado en España una alocada carrera para hacerse con la mayor parte posible de los 140.000 Millones de euros que Europa nos va a conceder, ya veremos cuando, con el fin de intentar recuperarnos de los efectos de esta cruel y dañina pandemia. De esa cifra algo más de la mitad unos 72.700 M€ serán subvenciones a fondo perdido y el resto habrá que devolverlo en cómodos plazos. Si el PIB español se encuentra en el entorno de los 1,2 miles de millones de euros, los fondos representan menos del 12 % del PIB. Por otra parte, esta notable cantidad se distribuirá a lo largo de varios ejercicios presupuestarios. Veremos si somos capaces de gastarla en su totalidad.

No obstante, como el pastel es suculento, llevamos más de dos meses en los que políticos de toda clase y condición, empresarios del IBEX 35 y de los otros, consultoras, instituciones diversas, intermediarios, muñidores, conseguidores y lobistas de todo tipo y procedencia se han puesto de los nervios y desarrollan una desaforada actividad para llevarse el gato al agua y pillar el máximo que puedan de estos fondos. Se sacan todo tipo de proyectos de los cajones donde yacían por falta de financiación y aparecen profetas del nuevo modelo económico hasta debajo de las piedras.

Los medios de comunicación se hacen eco de la movida existente y algunas instituciones de la sociedad civil opinan y dan cuenta de las acciones que podrían acometerse con dichos fondos.

De las clásicas inversiones en infraestructuras y construcción que era donde se empleaban mayoritariamente las inversiones públicas antaño, hogaño sólo se habla de cambio climático, economía verde y circular, descarbonización de la sociedad, digitalización, sostenibilidad e inversiones resilientes que vaya usted a saber en qué consisten. Con la boca chica se habla de sanidad cuando debería ser lo prioritario. Por si viene otra pandemia cuando salgamos de esta.

Luego está por determinar quién va a repartir los dichosos fondos y si va a existir algún tipo de control en este reparto por parte de la UE. La distribución del pastel parece que va a correr a cargo de Sánchez & Redondo Asociados, a los que sin duda se unirá Iglesias que es el perejil de todas las salsas y que también querrá meter baza y llevarse parte para sí y para sus socios.

El primer reparto de 10.000 M€ del fondo REACT - EU ya ha proporcionado a Extremadura (187 M€) la primera decepción. Con una población del 2,24 % del total, sólo recibe el 1,9 % de esos fondos.

Los criterios de reparto parece que han sido: disminución experimentada en el PIB con 2/3 de peso, desempleo total 2/9 y desempleo juvenil 1/9. En consecuencia, el desempleo representaría pues 1/3 del peso ¿De verdad que Extremadura, última región en PIB y con cifras desesperantes en desempleo y paro juvenil, está en tan buena posición como para resultar perjudicada en la distribución de estos fondos como se verá a continuación?

La cantidad media por habitante en este reparto es de 211 € para el conjunto de España. Pues bien, para Extremadura 176 €, 35 € menos que la media. ¿Quiénes son los beneficiados? Pues los amiguetes del gobierno salvo la excepción de Andalucía (222 €/hab). En el grupo de favorecidos se encuentran: Canarias (290 €/hab), Baleares (256 €/hab), Comunidad Valenciana (248 €/hab), Castilla la Mancha (238 €/hab) y ¡cómo no, Cataluña con 219 €/hab¡ De Navarra y País Vasco ni hablamos: esos ya tienen el chollo con los conciertos y cupos y aun así salen más beneficiados que Extremadura. Además, Aragón, Asturias, Madrid y Rioja también salen mejor parados que los extremeños.

Produce indignación esta nueva tomadura de pelo a nuestra comunidad autónoma. Supongo que nuestro gobierno regional no recibirá impasible como tantas otras veces este nuevo maltrato. Espero que no justifiquen este varapalo con el “principio de legalidad” tal y como han hecho con el más que probable indulto a los golpistas catalanes. ¡Capaces son¡

 Ojalá me equivoque y al final nos den a los extremeños un trato justo y diferenciado que nos sirva para empezar a abandonar la penosa situación económica en la que estamos. Pero veo negro el panorama, después de este primer meneo.

Feliz Año Nuevo, con salud y éxitos para todos mis lectores.