viernes, 30 de junio de 2017

CONVERSOS EN CATALUÑA

A finales de los años 50 y principios de los 60 del siglo pasado, se produjo un fuerte movimiento migratorio en el interior de España. No era el primero. Ya había tenido lugar alguno más desde principios de siglo y especialmente durante el tiempo que duró la primera guerra mundial. Las regiones receptoras de aquellos iniciales trasiegos de gentes eran Cataluña y el País Vasco en donde por entonces se instalaban las primeras industrias importantes.

La política franquista aplicada después de la guerra civil trajo consigo que millones de trabajadores del campo se vieran obligados a abandonar las desprotegidas zonas rurales del sur (Extremadura, Andalucía, Castilla la Nueva menos Madrid y Murcia) en una diáspora indecorosa hacia las tierras norteñas de Cataluña y el País Vasco. Allí el régimen invertía dinero público a manos llenas para desarrollar esas regiones, con la ingenua y a la postre inútil intención de acallar posibles movimientos nacionalistas o separatistas en ambos territorios.

La emigración se realizaba en unas condiciones tan lastimosas que el tren que unía Almería con Barcelona era conocido desde antiguo como “el transmiseriano”. Miles y miles de españoles con una maleta de cartón y una mano delante y otra detrás partían hacia las regiones privilegiadas por Franco para servir como fuerza de trabajo barata en la industrialización de aquellas zonas. Posteriormente trasladarían a sus familias para instalase allí definitivamente.

El actual alcalde de Blanes una bella ciudad de la Costa Brava, un tal Lupiáñez, fue uno de aquellos emigrantes que junto a su familia hubo de abandonar las fragosas e impresionantes sierras andaluzas de la Alpujarra en busca de un mejor futuro en tierras catalanas. No había vuelta de hoja. Si permanecían en Andalucía lo más probable es que hubieran pasado estrecheces sin cuento. Era la cruel salida que el dictador y su administración ofrecían a los habitantes de las empobrecidas y casi siempre resignadas regiones del sur: irse.

Pero Franco y sus adláteres no supieron calibrar que los nacionalistas e independentistas catalanes, traidores siempre, seguirían bajo cuerda con su labor de zapa y de conversión a sus ideas de aquellos niños y jóvenes que se vieron obligados un día a abandonar sus tierras de nacimiento para recalar en Cataluña.

Desde comienzos de los años 70 el nacionalismo y el independentismo catalanes empezaron a desenvolver su labor de prostitución de la historia y de adoctrinamiento de toda esta población de aluvión para convertirlos a sus tesis.

Así fueron aleccionados cientos de miles de niños y jóvenes de modo que una buena parte de ellos se convirtieron a la causa catalanista y fijaron en sus cerebros las ideas que les inculcaron, de modo que se transformaron en conversos del independentismo de los “Països Catalans” y en encarnizados enemigos de España. Sus cerebros adolescentes machacados durante años no resistieron el embate.

Como suele ocurrir los conversos a la nueva ideología tratan de mostrarse como los más acérrimos defensores de la misma y para demostrarlo llegan a límites increíbles de verborrea y facundia como a los que ha llegado el señor Lupiáñez, actual alcalde de Blanes por el PSC.

Este ciudadano que al parecer ha estudiado Derecho, da la impresión de que la Universidad no ha dejado en él su impronta de cultura, de raciocinio y de sabiduría.

En su deriva de converso al separatismo catalán ha sentenciado que Cataluña es como Dinamarca y que el resto de España es similar al Magreb para tratar de justificar el referendum secesionista. Y que esas diferencias son las que justifican que Cataluña quiera independizarse de España.

Cataluña no es ya la región más próspera del Estado Español y está lejos de parecerse a Dinamarca. La han sobrepasado otras comunidades autónomas que están superando sus índices de bienestar y de renta. Por otra parte sus políticos son el centro de una corrupción sistémica y a la par han generado una deuda pública insostenible. Para escamotear la situación llaman a la secesión tratando de justificar su postura con el mantra repetido hasta la saciedad: España nos roba.  ¡Con lo que se han aprovechado ellos del resto de la nación¡ Entre otras cosas de todo ese volumen de población que se vio obligada a emigrar allí porque al dictador se le ocurrió la malhadada idea de privilegiar esta región sobre otras que tenían igual derecho a verse beneficiadas.

Comparar a España con el Magreb como hace el edil de Blanes es indicativo de dos cosas: o que este ciudadano no conoce el Magreb y su situación actual ni por el forro, o que si es consciente de ella trata de engañar a los ciudadanos al equiparar dos áreas que no admiten comparación.

Y para colmo resulta que es alcalde del PSC. Ya va siendo hora de que el PSOE suelte este pesado lastre que para el partido representa su socio catalán. Los socialistas, que llevan dando tumbos desde el comienzo de la crisis, son el paradigma de una incongruencia manifiesta puesto que defienden una cosa en España y la contraria en Cataluña. Todavía no he visto que hayan desautorizado las manifestaciones del tal Lupiáñez. A ver si lo hacen de una vez.



viernes, 23 de junio de 2017

¿ESTAMOS ANTE UN NUEVO EPISODIO DE SEQUÍA?

Históricamente la climatología de España presenta ciclos secos caracterizados por una sensible disminución de las precipitaciones la cual viene acompañada, en la mayor parte de los casos, por un incremento de las temperaturas y de la radiación solar.

El clima en la mayor parte de nuestro territorio muestra irregularidades pluviométricas tanto en el espacio como en el tiempo. El cambio climático, cuya certeza está ya avalada por la mayoría de la comunidad científica, parece que dará lugar a un sensible incremento en la frecuencia de esos períodos secos.

En tiempos recientes las sequías de los años 1982 – 1983, 1992 – 1995 y  2005, han sido las más intensas que se han producido en España y en Extremadura.

Los embalses construidos en nuestro país a lo largo del tiempo, permiten acumular agua durante los períodos lluviosos para hacer frente a la escasez de ella en los períodos secos. Merced a los recursos hídricos regulados en estas estructuras podemos satisfacer nuestras demandas de agua para abastecimiento urbano, regadíos y usos industriales lo que permite el desarrollo de los territorios y la mejora de nuestra calidad de vida.

Pues bien todavía hay “iluminados” que se oponen a la construcción de nuevos embalses e incluso opinan que no debieran haberse construido los existentes. Argumentan que a los ríos hay que dejarlos en su estado natural. Si se diera esta situación las consecuencias en España serían: dificultades permanentes para el abastecimiento urbano, prácticamente no podría haber regadíos y la mayoría de los ríos en verano se quedarían secos afectando negativamente este estado a su biodiversidad.

En régimen natural la regulación propiciada por nuestros cursos de agua supondría nada más que entre el 8 y el 9 % de la aportación de lluvia. Gracias a los embalses, la regulación ha pasado a ser de alrededor del 50 %  de las aportaciones en nuestras cuencas extremeñas del Tajo y del Guadiana por ejemplo. Gracias a esta regulación de agua podemos abastecernos de ella en nuestros domicilios, regar nuestros campos para cubrir las necesidades agroalimentarias de España, producir energía hidroeléctrica o termosolar y aprovecharla para la navegación y el turismo.

En España ya hay tres cuencas hidrográficas las de los ríos Segura, Júcar y Duero, en las que hace unos días se ha tenido que declarar oficialmente el estado de sequía.

La situación hidrológica actual comienza a ser de cierta preocupación en las cuencas extremeñas de sus dos ríos principales Guadiana y Tajo aunque todavía no se den motivos para la alarma.

En la parte de la cuenca del Guadiana que afecta a Extremadura estamos a fecha 12 de junio con unos niveles de almacenamiento en los embalses de 4.526,1 Hm3 (56,3 %) cuando el año pasado por estas fechas almacenábamos 5.523,2 Hm3 (68,7 %). Tenemos un 12,4 % menos de volumen almacenado. De los grandes sistemas sólo el Cijara – García de Sola – Orellana está en situación de Prealerta. En Alerta sólo se encuentra el embalse de Llerena que es de pequeña capacidad (2,26 Hm3). El sistema en conjunto está  todavía en Normalidad.

Respecto a la cuenca del Tajo en Extremadura la situación es parecida a la del Guadiana. De un total de 6.407 Hm3 de capacidad total de almacenamiento hay embalsados 3.829 Hm3, es decir el 59,8 %. El año pasado había acumulado el 74,1 %. Tenemos un 14,3 % menos de recursos hídricos disponibles que el año anterior por estas fechas.

La casi totalidad de los sistemas se encuentran en situación de Normalidad, excepto el Guadiloba de abastecimiento a Cáceres que está en Prealerta camino de la Alerta y el  pequeño embalse del Salor (14 Hm3) que se encuentra en Emergencia.

El problema del abastecimiento a Cáceres se resuelve con el trasvase antiguo del Almonte que está en funcionamiento y en el Salor habrá que reducir drásticamente el riego ya que sólo dispone de 5 Hm3 embalsados y no hay alternativas.

Con un cálido verano por delante y el bajo nivel de precipitaciones que estadísticamente se espera en esta época del año, la previsión es que al final del estío la situación no será nada halagüeña, aunque tampoco llegará a ser de emergencia. Pero puede empezar a  ser preocupante.

Dada la situación y las perspectivas que existen es preciso realizar un llamamiento a todos los usuarios del agua para que desde ahora mismo mejoremos la eficiencia en su utilización a fin de prevenir futuros problemas si se mantiene esta tendencia de sequía.

Y esas normas de buen uso del agua hay que aplicarlas desde ya. Precaución en el consumo en los hogares así como en el de las piscinas privadas o públicas; llevar a cabo los riegos de jardines y zonas verdes con dotación deficitaria con el único fin de mantener las áreas irrigadas y en los regadíos aplicar el agua con la mayor eficiencia y extremando la atención en el riego por parte de los agricultores.

De este modo es posible que podamos salvar la situación y volver a la normalidad cuando se recuperen los embalses con las previsibles lluvias en otoño e invierno. Confiemos en que así sea. Pero hay que extremar las precauciones desde hoy mismo. Para poder defendernos mejor si se consolida una nueva sequía.



viernes, 16 de junio de 2017

ZARA Y LA SANIDAD PÚBLICA

En una reciente conferencia pronunciada por Fernández Vara, el presidente de Extremadura ha argumentado que la sanidad pública no puede depender del número de pantalones o de faldas que venda Zara, la empresa textil propiedad de Amancio Ortega,  empresario que atesora una de las fortunas más grandes del mundo.

Lleva a cabo esta reflexión en relación con una donación de 320 Millones de Euros que la Fundación Amancio Ortega ha hecho a la sanidad pública española y que irá destinada a la adquisición de equipos de alta tecnología para el tratamiento del cáncer.

Estoy absolutamente de acuerdo con el presidente Vara en que la sanidad ha de estar garantizada por el Estado y no debería ser necesaria esa donación que ha llevado a cabo Amancio Ortega. Pero admitido ese principio, en mi opinión debemos aceptar y agradecer al magnate gallego su donativo, por las razones que expondré más adelante.

Hay que ir más allá de donde lo hace Fernández Vara. La sanidad además de estar garantizada por los presupuestos estatales y autonómicos generados con nuestros impuestos, debería proporcionar servicios similares a los pacientes en todo el territorio nacional. Y esta premisa no se cumple en nuestro país. No voy a poner ejemplos pues la situación de diferencias en la sanidad entre comunidades autónomas es patente.

En conclusión la sanidad pública debería ser una prestación prioritaria en los presupuestos e igualitaria en toda España. Pero este enunciado en la actualidad no deja de ser más que es una elucubración teórica, que no coincide con lo que realmente sucede.

La realidad es muy otra. La crisis, la falta de ingresos, la deficiente distribución de las partidas en los presupuestos, la apuesta en algunos casos por la sanidad privada y otras circunstancias que sería prolijo relatar aquí, han dado lugar a una serie de recortes en medios técnicos y personal en la sanidad pública que hace que la calidad de la asistencia esté descendiendo a ojos vista, pese a la buena voluntad y a la indudable profesionalidad de nuestros sanitarios.

Si por las razones que fueren la sanidad pública española no dispone de aparatos de vanguardia para el tratamiento del cáncer en cantidad y calidad suficientes y estos pueden ser adquiridos con los fondos aportados por Amancio Ortega, a mi me parece lógico aceptar los mismos y agradecer al donante su altruismo.

Este ciudadano podría destinar estos fondos a otros menesteres puesto que no tiene obligación alguna de entregarlos a la mejora de la sanidad pública. Y la cantidad de 320 Millones de euros va a permitir dotar a un buen número de hospitales de aparatos de última generación que servirán para diagnosticar distintos tipos de cáncer en sus primeros estadios, tratarlos y salvar una apreciable cantidad de vidas humanas reduciendo además sufrimientos a los enfermos.

Diversas asociaciones relacionadas con la sanidad y otras que nada tienen que ver con ella, no ven aceptable este donativo. Unas porque se creen el ombligo de la sanidad española y piensan que su opinión va a misa y es dogma de fe. Las otras porque confundiendo el culo con las témporas, cosa muy común en nuestro país, argumentan sobre las condiciones de trabajo que, según ellos, mantiene el empresario gallego en sus factorías ubicadas fuera de España. Por supuesto que en sus instalaciones, fábricas y puntos de venta españoles cumple nuestra normativa. Y proporciona un buen número de puestos de trabajo. En nuestro país y fuera de aquí. Es una firma que está globalizada en consonancia con los nuevos tiempos. Y la deslocalización de la producción no es exclusiva de Zara, sino de toda empresa de cierta importancia que trabaje a nivel mundial.

También se ha insinuado malévolamente que esta donación le sirve a la empresa textil y a su dueño para pagar menos impuestos. Pudiera ser cierto pero en todo caso se acoge a esta posibilidad porque la legislación fiscal se lo permite. Como a muchos otras personas físicas y jurídicas que utilizan legalmente la vía del mecenazgo o de este tipo de donaciones para reducir impuestos.

Si se quiere evitar en el futuro esta posibilidad la solución es muy simple. En la próxima revisión de la normativa fiscal que se introduzcan las oportunas modificaciones de modo que se impidan estas donaciones y que se exijan la totalidad de los impuestos. Pero con la legislación actual no se debería criticar esta importante aportación de Amancio Ortega.

Y de paso sería muy conveniente reflexionar sobre cuál de estas dos situaciones le conviene más a la sanidad pública. La primera es que se vea favorecida por estas donaciones directas. La alternativa sería que el mecenas pagase una cantidad mayor en impuestos pero estos no se aplicaran a resolver los graves problemas que la sanidad tiene. 

En consecuencia y dada la situación real existente es muy de agradecer la aportación que la Fundación Amancio Ortega hace a la sanidad pública española. Ojalá hubiera muchos donantes como él. Por la parte que me que toca - al parecer Extremadura se verá beneficiada con casi 13 Millones de euros - voto por la aceptación de este dádiva del empresario gallego con la esperanza de no tener que ser usuario de los aparatos donados.


viernes, 9 de junio de 2017

¡QUÉ ENVIDIA¡

Esta semana he tenido que desplazarme a Tarragona para asistir al Congreso Nacional de Riegos a fin de presentar una ponencia sobre la modernización de regadíos en el ámbito de las comunidades de regantes integradas en FERTAJO ( Federación de Comunidades de Regantes del Tajo). Ya les hablaré próximamente de este tema.

Durante el viaje he podido comprobar las diferencias entre la dotación y los servicios ferroviarios existentes en Extremadura y especialmente en el tramo entre Cáceres y Madrid y los que se dan entre Madrid y Tarragona.

Los trenes que hacen el servicio entre Cáceres y Madrid tardan en el mejor de los casos, Intercity o Media Distancia que no pasen por Plasencia, un tiempo de alrededor  de 3 horas y media. Si el tren entra en Plasencia la cosa se alarga.

Este tiempo es siempre teórico. El 90 % de las veces que he utilizado este servicio llega a su destino con retraso tanto entre Cáceres y Madrid como a la vuelta. Tiempos de demora entre 10 minutos y media hora.

Dado que la distancia por ferrocarril entre Cáceres y Madrid es de unos 320 Km, la velocidad media mejor que obtiene el tren en este tramo es de unos 90 km/h. Esto si no hay retraso, cosa poco probable.

Del material rodante que hay que soportar ni les cuento. De desecho de otras comunidades autónomas, sufre frecuentes averías. Entre otras lindezas se dan informaciones erróneas en los paneles anunciadores sobre la estación en la que se encuentra el tren, lo cual puede ocasionar perjuicios a personas no conocedoras del trayecto. En resumen un desastre de servicio.

Entre Madrid y Tarragona la cosa cambia de la noche al día. Un moderno AVE  construido para una velocidad de proyecto de 350 km/h y que actualmente no pasa de 300 km/h, tarda a Calatayud (21.000 habitantes, la mitad que Plasencia) que dista de Madrid 220 km, alrededor de 1 hora  (imagínense los placentinos). A Zaragoza 320 km tarda menos de hora y media (qué dirían los cacereños con ese chollo) y a Tarragona 520 km (2 horas y media).

Los vagones están dotados de todas las comodidades en clase turista, la comparable con lo que circula a Extremadura,  y los paneles proporcionan información exhaustiva para que el viajero sepa en todo momento en donde se encuentra, a la velocidad que circula y la estación en la que ha de apearse.

Este AVE entre Madrid y Tarragona efectuó a la ida paradas en Guadalajara, Zaragoza y Lérida. A la vuelta lo hizo en Calatayud en lugar de Guadalajara manteniendo las paradas en las otras dos capitales.

Dado que hay un servicio de varios convoyes al día las necesidades de todas estas ciudades quedan perfectamente cubiertas en todas las horas del día.

Es evidente que el precio del billete es superior en la línea del AVE. Faltaría más. Pues aún así hay usuarios a los que el precio de este servicio les ahorra dinero. Por ejemplo un empresario de Tarragona puede desplazarse en el día a sus negocios o reuniones en Madrid ahorrándose el hotel que hubiera tenido que utilizar en la capital del reino si el servicio de Renfe fuera similar al que hay entre Cáceres y Madrid. Y también ahorraría el coste del tratamiento médico para hacer frente a  la incomodidad y al cansancio que provoca el deplorable servicio ferroviario que tenemos en Extremadura.

Al término del viaje reflexionaba yo sobre el hecho de que si los extremeños abonamos iguales impuestos que los madrileños, aragoneses y catalanes, por qué razones no disponemos de servicios similares.

Los políticos y economistas al uso, esos grandes cerebros que arrastran a España al desastre, me argumentarían que en Extremadura hay muy pocos habitantes para darles ese servicio. Y yo les replicaría que aplicando ese argumento en poco tiempo, si Dios y alguien más no lo remedia, Extremadura se convertirá en un desierto poblacional. En donde no hará falta tren porque no habrá habitantes.

En todo caso y mientras se produce todo esto a los extremeños deberían reducirnos drásticamente nuestros impuestos. Ya que no disfrutamos de iguales servicios.

Así que si tienen que viajar a Tarragona o a otras ciudades que dispongan de un buen servicio ferroviario experimentarán como yo una sana envidia de aquellos que pueden disfrutar de él. 

viernes, 2 de junio de 2017

¿ESTÁ EN PELIGRO EL TREN DE ALTA VELOCIDAD POR CÁCERES?

La cumbre hispano – portuguesa que se acaba de celebrar en Vila – Real, una bella ciudad lusitana, ha dado a luz unos acuerdos que dejan en una absoluta indefinición las conexiones ferroviarias que partiendo de Sines y Lisboa llegan a Madrid pasando por Badajoz y Mérida. A partir de esta última ciudad no se determina en el comunicado final si el enlace con Madrid será por la vía Cáceres – Plasencia o por la Mérida – Puertollano. Increíble despropósito.

Pues esta ambigüedad, que entiendo se introduce en el comunicado conjunto para dejar las manos libres a España, plantea un inquietante interrogante sobre la realidad de que la provincia de Cáceres pueda disponer de un enlace ferroviario de alta velocidad con Madrid, si se optara por la solución sur vía Puertollano que beneficia exclusivamente a la provincia de Badajoz. Esta última alternativa es apoyada con entusiasmo por diversos estamentos con sede en esa provincia.

La Junta de Extremadura y la Asamblea de Extremadura para evitar posibles conflictos interprovinciales deberían dejar meridianamente claro ante el gobierno central el orden de prioridad en la construcción de las líneas ferroviarias en la región. Y exigir calendarios y presupuestos en su ejecución. Hasta ahora no se ha hecho nada práctico en este sentido.

El corredor prioritario para Extremadura ha de ser el de alta velocidad con doble línea electrificada que discurre por Badajoz – Mérida – Cáceres – Plasencia – Madrid. Esta preferencia se basa en las siguientes razones:

1-    Vertebra Extremadura dando servicio a las dos provincias.
2-    Su distancia a Madrid es más reducida que el trayecto por Puertollano. Por Cáceres y Plasencia hay desde Badajoz a Madrid 437 Km. Por Puertollano la distancia es de 512 Km.
3-    Porque en su día puede prolongarse esta infraestructura hasta la capital lusa como línea del AVE Madrid – Lisboa tal y como estaba previsto inicialmente y cuya plataforma está ya parcialmente construida.
4-    Se daría sentido a la Plataforma Logística de Badajoz y su conexión a las plataformas Expacio construidas en Mérida y Navalmoral de la Mata.

En la mencionada cumbre luso – española también se ha aprobado otro corredor que afecta singularmente a Extremadura: es el que discurre por Aveiro – Salamanca – Irún corredor transeuropeo que se revela como el más corto para dar salida a los productos extremeños hacia Europa y al norte de España y sus puertos. Para poder utilizarlo hay que acondicionar la vía férrea Ruta de la Plata entre Plasencia y Salamanca que se abandonó en 1985, justo un año antes de nuestra entrada en la entonces Comunidad Económica Europea hoy Unión Europea. ¡Vaya ojo¡ Por las razones antes apuntadas la puesta al día y en funcionamiento de la Vía de la Plata con vía electrificada doble sería el segundo trayecto con más prioridad para los intereses generales de Extremadura.

Inexplicablemente la Junta de Extremadura nunca se ha pronunciado sobre esta actuación pese a que es la ruta más corta para la salida de productos extremeños hacia Europa, área de alta demanda de los mismos. ¡En qué estarán pensando¡

Este eje norte - sur habría de completarse con el acondicionamiento en idénticas condiciones del tramo de la Vía de la Plata Mérida – Sevilla como salida hacia los puertos ubicados en la capital hispalense, Huelva o Algeciras.

La tercera intervención en importancia sería el acondicionamiento del tramo Mérida – Puertollano en iguales condiciones antedichas como salida rápida hacia el Levante español, el eje transeuropeo Mediterráneo y los puertos correspondientes: Valencia, Barcelona o Alicante.

Esto es lo que la lógica dicta. El no seguir ese orden de prioridad sería una intervención caciquil que propiciaría continuar con los clásicos enfrentamientos entre las dos provincias. Que no han desaparecido con la instauración de la Comunidad Autónoma. Ni mucho menos. Siguen ahí. Y alguien debía poner pié en pared para evitarlo. Pero no lo hace.

Por otra parte ese tren de altas prestaciones que nos quieren colocar y que es un craso error se mire por donde se mire debería llevarse al baúl de los recuerdos. Si se construye será un retraso notable para la solución definitiva de la problemática ferroviaria de Extremadura que es indispensable para el desarrollo regional.

La cantinela de que no hay dinero para la alta velocidad extremeña es un cuento chino. Para Cataluña, País Vasco y Canarias sí que lo hay. Porque la primera autonomía amenaza con la secesión y los partidos nacionalistas de las otras dos han contribuido a aprobar los presupuestos de Rajoy para 2017. Extremadura también lo ha hecho. Con el voto de los diputados extremeños del PP.

En todo caso me permito sugerir a las fuerzas vivas y a los habitantes de la provincia cacereña, vistos los precedentes existentes, que se constituya de inmediato una Plataforma en Defensa del Ferrocarril de modo que se pueda realizar un seguimiento de las actuaciones ferroviarias que se van a llevar a cabo, y propiciar las oportunas acciones de presión para evitar más perjuicios a nuestra maltrecha economía.

Como Cáceres y su provincia no reivindiquen estas actuaciones volveremos a resultar damnificados en la consecución de un mínimo desarrollo. Así que sería conveniente que permanezcamos  unidos y vigilantes.