viernes, 26 de abril de 2019


PROMETER Y PROMETER

En los albores de nuestra reciente democracia, el presidente Adolfo Suárez utilizaba con frecuencia una frase que ha quedado para la historia: Puedo prometer y prometo. En una sesión del Congreso en la que el presidente de UCD volvió a utilizar por enésima vez la archisabida cantinela, un parlamentario navarro creo recordar que de apellido Aizpún, en su turno de intervención le espetó al jefe del ejecutivo: Usted puede prometer y promete; nosotros podemos dudar y dudamos.

Eran tiempos de un parlamentarismo de bastante más nivel intelectual del que hoy padecemos. En las cortes actuales, salvo honrosas excepciones, predomina la mediocridad y con frecuencia se da la pura chabacanería. Una pena.

Los partidos políticos se han convertido en máquinas cuyo exclusivo fin es alcanzar el poder y manejar el presupuesto y a este objetivo primordial dedican todos sus esfuerzos, utilizando cualquier medio a su alcance sea este más o menos ético.

Aplican un principio de actuación que le escuché a unos jóvenes hace un tiempo: prometer y prometer hasta llegar a meter, y una vez que se ha metido olvidar lo prometido. Los mozos de mi generación, en general, no pudimos aplicar este principio.

Cuando llegan las campañas electorales como la que nos encontramos, el españolito de a pie se ve abrumado por una orgía de promesas de todo tipo. Los políticos saben con seguridad absoluta que no podrán cumplirse. Pero ellos las sueltan cada vez con más desfachatez con la certidumbre de que los ciudadanos las creerán a pies juntillas y les votarán en los cercanos comicios.

Si uno sumara el importe económico al que ascienden las promesas electorales, llegaría a la conclusión de que no habría fondos presupuestarios suficientes en 100 años para pagar el total. Pero los políticos siguen erre que erre prometiendo y prometiendo, en la creencia de que los españoles somos tontos del haba y nos lo creemos todo lo que su imparable verborrea nos arroja.

Dicen todo aquello que los ciudadanos quieren escuchar y a ese fin dedican todos sus esfuerzos.

Algunos ejemplos. Todos o casi todos los partidos políticos aseguran a lo largo y ancho de la campaña y fijan en sus programas electorales que las pensiones se revisarán con el IPC  para que no pierdan su poder adquisitivo y aquellas de menos cuantía subirán por encima del mismo. Los pensionistas se muestran muy contentos como no podía ser de otra manera.

En general tenemos una buena sanidad pública en España. Aunque en algunas comunidades autónomas se dan problemas puntuales que desembocan en una sobreocupación de los hospitales en los que se ven con frecuencia acumulaciones de enfermos en los pasillos. Es frecuente también la carencia de personal en una gran parte de nuestros puntos de atención sanitaria, lo que incrementa los tiempos de atención. Pues bien ellos en la campaña juran y perjuran que la cosa quedará resuelta en la próxima legislatura y que las listas de espera se reducirán sensiblemente rozando el cero absoluto. Si les votamos, claro.

Se prometen ayudas y más ayudas a discapacitados, parados de larga y corta duración, familias necesitadas. Todo ello es muy loable pues al necesitado hay que echarle una mano para que no se quede en el camino. Todo el mundo sin distinción suscribiría estos buenos propósitos que nos prometen los políticos.

A los autónomos van dirigidas muchas de estas promesas asegurándoles beneficios sin cuento como son la reducción de las cotizaciones y el incremento de las prestaciones. Todo en un mundo idílico que sólo existe en las mentes de los que prometen y prometen.

A los trabajadores se les aumenta sensiblemente y muy por encima del IPC el salario mínimo interprofesional, sin reparar si esta decisión afecta o no a la actividad empresarial y a la economía nacional.

En cuanto a la creación de puestos de trabajo la cosa comenzó en 800.000 y ya se cuentan por millones los empleos que se crearán. Prácticamente España se queda sin parados. Todo si les entregamos nuestro voto.

Respecto de las infraestructuras se terminarán todos los AVEs pendientes. Que nos lo cuenten a los extremeños que llevamos desde 2010 disfrutando del AVE en las campañas electorales y padeciendo unos trenes tercermundistas en 2019 sin que se atisbe el final del túnel.

Después de prometer todos estos beneficios para los distintos colectivos, estos políticos nuestros no explicitan el modo en que se financiará el incremento de presupuesto que traerá consigo la nueva situación. No se adjunta a la promesa electoral una memoria económica que justifique y asegure la subida. Eso ya se verá después.

Unos dicen que bajarán los impuestos y otros que los subirán pero sólo a los ricos y a las empresas, sobre todo a las grandes con especial inquina con las del IBEX 35. Al final los impuestos se los sacarán, como siempre ocurre, a la clase media que una vez más será la pagana del festejo. Y como es tradicional un montón de promesas quedarán arrumbadas hasta las próximas elecciones. Es lo que hay.



domingo, 21 de abril de 2019


SEMANA SANTA: RECUERDOS DE ADOLESCENCIA

Como ya tengo una edad provecta mi adolescencia tuvo lugar cuando el nacional catolicismo en España estaba en su apogeo, circunstancia que no hay que olvidar.La sociedad española salía de una guerra civil que fue muy desgraciada para todos los españoles sin exclusión. Un desastre que no debería volver a repetirse nunca más.

Por aquel tiempo la religiosidad los inundaba todo. Y especialmente era patente durante la Semana Santa, cuyas celebraciones: Santos Oficios y procesiones desde el Domingo de Ramos al de Resurrección ocupaban una buena parte del tiempo de los españoles. O al menos de muchos entre los que me encontraba.

Era todo muy exagerado. Las imágenes de los templos se cubrían con paños morados que era el color que simbolizaba la penitencia inherente al tiempo de la Pasión de Cristo. En las celebraciones litúrgicas la campanilla, símbolo de alegría, era sustituida por una matraca o carraca de sonido grave como correspondía a este tiempo de tristeza.

Había un ambiente distinto al resto del año que se traducía en la introspección de las personas y se palpaba un gran abatimiento.

Música con sordina en los locales públicos, en los receptores de radio el sermón de las Siete Palabras y las salas de cine o bien cerradas o proyectando películas de ambiente religioso: La Túnica Sagrada, El Beso de Judas o Quo Vadis? hacían de la  Semana Santa una época especial del año. Se compensaba tanta tristeza con el hecho de las vacaciones de las que disfrutábamos los escolares.

La Semana Santa se convertía a causa de tanta religiosidad en un tiempo de reflexión personal sobre el rumbo que habían tomado nuestras vidas, de arrepentimiento de nuestros pecados y de penitencia por ellos.

Los desfiles procesionales reunían una gran cantidad de penitentes que portando cirios  acompañaban a los pasos durante el recorrido de la procesión, así como de espectadores que llenaban calles y plazas, balcones y terrazas, quienes guardaban un silencio sepulcral cuando una saeta rasgaba con sus notas la noche en calma.

En Plasencia donde transcurrió mi adolescencia tenía su guarnición el Regimiento de Órdenes Militares número 37. Las fuerzas armadas integradas en el mismo custodiaban los pasos durante las procesiones y una compañía y banda de música acompañaba al final al cortejo. Terminado el acto los militares desfilaban con gran marcialidad rumbo a su cuartel entre los aplausos de los asistentes. Los gastadores abrían camino al son de marchas militares que con su ritmo sincopado enervaban los ánimos de la población.

Las celebraciones tenían su máximo esplendor en la liturgia de Gloria que se celebraba en la catedral de Plasencia, comenzando el sábado antes de la medianoche y culminando cuando el Domingo anunciaba la Resurrección de Nuestro Señor.

Era oficiada por el prelado de la diócesis placentina, en aquellos tiempos ocupada por un navarro de mucha categoría: Don Juan Pedro Zarranz y Pueyo acompañado del Cabildo Catedralicio en pleno que oficiaban una misa de gran solemnidad y extensa duración.

Un elevado número de fieles, que abarrotaba el templo, asistían embelesados a la ceremonia religiosa. El cénit de la misma se alcanzaba cuando Don Román el magnífico organista de la catedral, según se decía seguidor empedernido del Real Madrid, interpretaba en el suntuoso órgano catedralicio la Tocata y fuga en re menor de Juan Sebastián Bach.

Sus notas cuya resonancia alcanzaba las inmensas bóvedas del templo placentino ponían el vello de punta a los espectadores, que acudían año tras año sólo por el placer  de escuchar esta magistral interpretación.

Culminada esta liturgia de Gloria con el Aleluya la alegría volvía a las calles y plazas de las ciudades que recuperaban su actividad. Jesús había resucitado y el personal que se había arrepentido de sus pecados en la Semana Santa, volvía a las andadas para seguir cayendo en la tentación del Maligno. Y así un año y otro.

Muchos tiempo después y a pesar de los sensibles cambios que la sociedad española ha experimentado, ahora estamos en una democracia que ha costado mucho conseguir, observo que a las celebraciones de la Semana Santa siguen acudiendo millones de fieles en toda España, que en muchos casos tratan de buscar en la devoción a las imágenes que desfilan un asidero por si el más allá existe de verdad.

Salvo algunas exageraciones propias de aquellos tiempos del nacional catolicismo el proceso de la Semana Santa es muy similar ahora al existente cuando yo era un adolescente. Hay pocas diferencias de fondo. Es casi lo mismo.

Hay un sector de la población que desde posiciones políticas anticlericales trata de borrar las Semana Santa del panorama nacional. Pero a la vista de los acontecimientos lo van a tener crudo. Porque la Semana Santa está arraigada en el corazón de muchos españoles. Aunque ahora nos vayamos de vacaciones. Al menos eso creo yo.

Precisamente la Semana Santa y un viaje durante ella, han sido la causa del retraso de esta publicación. Reitero las gracias a los lectores por el tiempo que me dedican.


viernes, 12 de abril de 2019


SIERRA DE CAZORLA, BAEZA Y ÚBEDA: NATURALEZA Y ARTE

Mi primer viaje de jubilado con el Mundo Senior del IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) me ha proporcionado una agradable experiencia que recomiendo a quienes todavía no hayan participado de estos viajes, pues estoy seguro que les resultará muy gratificante hacerlo.

Elegimos junto a María José y Paco, un matrimonio muy amigo nuestro, ella farmacéutica en activo y él médico jubilado, un viaje mixto de naturaleza y cultura por la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, un inmenso parque natural de 210.000 ha ubicadas en la provincia de Jaén, completado con una vertiente cultural como ha sido la visita a dos ciudades cercanas y a cual más bella: Baeza y Úbeda.

En el grupo coincidimos con viejos amigos: los placentinos Gema y Fernando  y los cacereños Paquita y José Miguel. También otras personas conocidas de Plasencia y Cáceres con las que hemos estrechados lazos en el viaje.

La excursión ha sido un éxito desde todos los puntos de vista que puedan analizarse: un grupo de unas 50 personas que se han dedicado a hacer el viaje agradable al compañero, una guía Laura y un conductor Juan dos magníficos profesionales que nos han hecho disfrutar aún más de este periplo, un hotel estupendo y unas comidas abundantes y bien cocinadas. No se puede pedir más. De verdad me ha sorprendido la calidad del viaje. Creo que el IMSERSO se está esmerando con los mayores que en el ocaso de sus vidas tratan de ver y aprender cada vez más. Como si no hubiera un mañana que se dice ahora.

El parque natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas es un espectáculo de la naturaleza salvaje y bravía. Riscos y montañas que albergan lluvia y nieve en las alturas de las cuales nacen los ríos Guadalquivir y Segura: uno corre hacia la vertiente atlántica y el otro hacia la mediterránea.

Visitamos el nacimiento del río Guadalquivir, el río grande de los árabes, en el corazón del parque. Sus aguas en el tramo alto se despeñan desde las cumbres y los ventisqueros dando lugar a un líquido elemento cristalino que se mantiene con sus propiedades en estado prístino. Luego ya en el curso medio y bajo del río se aprovecha este oro incoloro que es el agua para regar el mar de olivos que se divisa desde las alturas de Cazorla y de La Iruela y cuyo fruto se transforma en otro oro de un sabor inolvidable: el aceite de oliva virgen extra. Ahora se abrevia aove. Una delicia.

Llevamos a cabo una marcha por el curso del río Borosa un afluente en la cabecera del río principal por su margen derecha, que corría a raudales con sus caudales incrementados sensiblemente por las lluvias que descargaron antes y durante nuestro viaje y que aunque nos incomodaran un poco, las dimos por buenas por la riqueza que las mismas traían consigo para la economía de la zona. También visitamos el santuario de Tíscar y la cueva del Agua ubicados en unos parajes de una gran fragosidad y de excepcional belleza.

La vertiente cultural culminó con la visita a dos ciudades bellísimas declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2003 con absoluta justicia.

Baeza es la más pequeña de las dos, unos 18.000 habitantes, con un casco histórico en el que existen edificios de singular arquitectura: el ayuntamiento, el palacio de Jabalquinto, la antigua universidad y su catedral con una custodia de gran valor que se expone al público. La mano del arquitecto Andrés de Vandelvira, que fue el introductor en España de la bóveda baída o vaída, también conocida como bóveda de pañuelo, se deja notar en muchos de sus edificios.

Pero en Baeza sobre todo laten la poesía y la figura de Antonio Machado. A la muerte de Leonor y en un estado casi de desesperación encontró en los paisajes y en la tranquilidad de Baeza la calma que necesitaba. Durante el período 1912 – 1919 ocupó la cátedra de gramática francesa en el Instituto de la Santísima Trinidad. Luego se trasladaría a Segovia y Madrid. Pero esa es ya otra historia.

Úbeda, con unos 36.000 habitantes es otra ciudad de gran belleza con unos monumentales edificios que junto con los de Baeza fueron declarados al mismo tiempo Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003.

Conocida como la ciudad de los cerros, por aquello de irse por los cerros de Úbeda, es un centro neurálgico del aceite de oliva y una ciudad de servicios para su amplia comarca.

Pero su belleza radica en los numerosos edificios renacentistas que alberga obra del mecenazgo de Francisco de los Cobos secretario del rey Carlos I, y de Juan Vázquez de Molina secretario a su vez de este mismo rey y de su hijo Felipe II y del talento del arquitecto Andrés de Vandelvira que puso su impronta en muchos de los edificios entre los que destacan: el hospital de Santiago, Palacio del Deán Ortega, Basílica de Santa María y Palacio de las Cadenas entre otros. Una maravilla de ciudad.

En resumen a la vista de la experiencia de este mi primer viaje, no puedo por menos de recomendar los viajes culturales y de naturaleza del IMSERSO. Están bien organizados e incrementan los conocimientos de los participantes, permitiendo además tratar a nuevas personas. Así que, si pueden, apúntense a ellos. No les defraudarán.


viernes, 5 de abril de 2019


LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA Y CATALUÑA

Es sabido que en el cuerpo diplomático español prestan servicio unos excelentes profesionales que acceden a él tras duras oposiciones y que en general han llevado a cabo y continúan haciéndolo una excelente labor.

También los agregados de las diferentes ramas en las embajadas suelen ser personas muy preparadas con una gran capacidad de relación para llevar la mejor imagen de España al exterior.

La experiencia que viví en Brasil en el trienio 1987-89 en la que participé como profesor en los másteres de ingeniería de regadíos que impartimos a ingenieros brasileños me permitió conocer tanto la embajada española como la agregaduría agronómica servida por personas de un alto nivel y categoría.

Pero nuestra diplomacia no es un estamento independiente sino que trabaja según le ordena el gobierno de España y específicamente el Ministerio de Asuntos Exteriores de quién depende el cuerpo diplomático.

Y en el asunto catalán se ha producido por parte de los diferentes gobiernos de España una dejación de funciones muy notable de modo que se ha permitido que los voceros independentistas hayan dado su versión al exterior sin que en ningún momento, nadie de nuestro servicio diplomático, que hubiera sido el más indicado para hacerlo, haya argumentado en contra. Estoy seguro que no ha actuado debido a que las directrices ministeriales se lo han impedido.

Tanto el gobierno popular de Rajoy como el socialista de Sánchez han consentido con una dejación impropia de políticos con sentido de estado, que los soberanistas, con dinero público, hayan montado una red de propaganda fuera de España para difundir sus tesis en los medios de comunicación mundiales y entre representantes de organismos de diferentes países.

El resultado de esta acción continuada en el tiempo es que empiezan a asumirse por bastantes estamentos fuera de España las tesis independentistas: España roba a Cataluña, el estado español es franquista y represor, los golpistas son seres benévolos e inocentes y están presos por sus ideas políticas. En fin todos los mantras que ya conocemos en España pero que han sido difundidos con profusión por los soberanistas catalanes fuera de nuestras fronteras. Han ganado por la mano al Estado Español la batalla de la información exterior.

Un débil y medroso gobernante como Rajoy fue el primero que consintió esta situación por su pánico a aplicar el artículo 155 en Cataluña en el momento adecuado, debido a su tendencia a no incomodar a los soberanistas en la creencia de que volverían al redil. El asunto terminó en un golpe de estado que hoy se juzga en los tribunales. Los independentistas hicieron de su capa un sayo e incluso abrieron “embajadas” en el exterior sin que el gobierno español moviera un músculo para impedirlo. Desde estas legaciones han difundido sus mensajes sin que la diplomacia ni el gobierno español desmontaran sus ilegales y antidemocráticos argumentos.

Lo del sanchismo ha sido todavía peor. A los independentistas se le han reducido todos los controles, especialmente los de las cuentas públicas y el estado español ha desaparecido todavía más de Cataluña. Incluso se les ha ofrecido en una ingenuidad suicida un status de igual a igual con España para una posible negociación todavía no sabemos de qué.

Claro que lo que sucede en España, la kafkiana situación que se da en la que el presidente del gobierno es apoyado y sustentado por los separatistas y filo etarras cuyo objetivo es destruir nuestro país, estoy seguro que es imposible que pueda darse en un país democrático de nuestro entorno.

Entretanto nuestra diplomacia se ha mostrado inerme y pasiva. No se ha usado nuestro servicio diplomático para desmontar ante medios de comunicación y organismos diversos las mendaces teorías del separatismo catalán.

Sólo algún político aislado como Borrell ha intentado desmontar esas tesis. Pero como Ministro de Asuntos Exteriores no ha utilizado adecuadamente nuestras embajadas y sus funcionarios para dar cumplida respuesta a los golpistas.

El corolario de toda esta dejación de funciones es que las tesis golpistas se extienden como mancha de aceite por medios de comunicación y organismos diversos, sin que nadie desde España les haga frente. Al mismo tiempo perdemos fuerza en el contexto internacional en el que cada vez representamos menos.

De ahí que 41 senadores franceses, curiosamente Francia es el país más jacobino del mundo, se permitan criticar el juicio del “procés” poniéndose del lado de las tesis independentistas.

Y que el presidente de Méjico, país en el que estuvo Sánchez hace bien poco en visita oficial, nos exija que el Rey pida perdón de nuestra actuación en el descubrimiento de aquellas tierras. Menos mal que muchos historiadores nacionales y extranjeros incluidos mejicanos desmontan la falacia.

Y aprovechando la debilidad de un gobierno cuya principal virtud es la de mirar para otro lado, el jefe musulmán de Córdoba se permite exigir al Rey que pida perdón por la Reconquista. Acojonante. Con perdón.