LOS JUBILADOS
EN EL DISCURSO DEL REY
Tengo
por costumbre ver y escuchar con atención el discurso navideño del Rey. Al día
siguiente procuro leer con detenimiento el texto completo del mismo para
comprobar con sosiego lo que ha dicho o ha omitido el monarca en su alocución a
los españoles.
En
su reciente mensaje de Navidad, el monarca trató sobre muchas cuestiones que
preocupan a nuestra sociedad y que afectan a nuestra vida diaria, tales como el
terrorismo yihadista, la corrupción, el tipo de empleo y su estabilidad, la
desigualdad social, la violencia de género o el cambio climático.
Por
más vueltas que le he dado no he encontrado en su alocución una mínima alusión
a los jubilados españoles. Somos más de 9 millones. Ni media palabra sobre los
pensionistas. Y eso que muchos de ellos están siendo y han sido la base de
sostenimiento de muchas familias durante la larga crisis que todavía muchas
capas de la población española padecen.
Da
la impresión que los jubilados no estamos de moda. Ni siquiera el monarca se
acuerda de nosotros. Da más relevancia al cambio climático - un fenómeno a
largo plazo, cuyas causas se encuentran en discusión por una parte de la
comunidad científica - que a un colectivo de españoles que durante muchos años
con su trabajo y esfuerzo ha contribuido al progreso de España. Increíble.
Ahora
cuando por razones de edad provecta y estado físico deteriorado este colectivo
espera el apoyo de la sociedad para que les devuelva lo aportado durante muchos
años, bajo la forma de pensiones dignas acordes con las cantidades cotizadas,
solo perciben el silencio y el olvido de la situación en la que se encuentran.
Decepcionante.
Tal
vez el monarca o quienes le asesoran en la redacción de estos discursos estén
mal informados de la situación de las pensiones y de la tesorería de la
Seguridad Social en España.
Es
posible que ignoren, ya que ellos tienen asegurada su jubilación futura con gran
desahogo, que las pensiones se revalorizan en España un 0,25 % anual. De
momento parece que se mantendrá esta tónica hasta el año 2030. Y eso que según
el gobierno ya hemos dejado atrás la crisis y la cosa va como un tiro. Menos
mal porque si no, las reducirían. Y ya veremos si no llegamos a esa situación.
De momento el Gobierno se ha gastado casi la totalidad del Fondo de
Contingencia de las Pensiones que se encontró cuando llegó al poder y que
ascendía a casi 70.000 Millones de Euros.
Si
la inflación en España para los pensionistas la estimamos en un valor medio del
orden del 2 % anual - los componentes de
su cesta de la compra más importantes: electricidad, gas o alimentación suben
más que el porcentaje oficial del IPC que para el año 2017 es del 1,2 % – los jubilados perderemos poder adquisitivo al
menos en un 1,75 % acumulado cada año. Cada ejercicio que pasa y las pensiones
no se actualizan con el IPC - ya llevamos varios años con la revalorización del
0,25 % - los pensionistas perdemos capacidad de compra. En roman paladino:
vivimos peor. Todos.
Por
eso muchos de nosotros esperábamos algún gesto de cariño, de comprensión y hasta de ánimo por parte del monarca para con
este numeroso colectivo de retirados. Pero no se ha producido. Ignoramos las
razones, pero como somos viejos y ya se sabe que el diablo sabe más por viejo
que por diablo, nos las imaginamos. Hoy por hoy los pensionistas no
interesamos. Somos una rémora para la sociedad que además se muestra incapaz de
aprovechar la experiencia de los retirados. Hasta las próximas elecciones en
que los políticos volverán a sus mendaces cantos de sirena para con el colectivo. Como siempre.
Esta
sociedad que está formada en una gran parte por ciudadanos que también llegarán
a la edad de retiro y se encontrarán probablemente con unas condiciones iguales
o peores a las actuales, debería reflexionar sobre el particular y exigir a los
poderes públicos que se solucione, de una vez por todas, el problema de las
pensiones. Hay varios expertos que aportan respuestas al problema y que
consideran que si se hacen las cosas con inteligencia el sistema puede ser
sostenible.
Dada
la situación existente, el colectivo de pensionistas se encuentra muy
preocupado por su futuro y especialmente por la sensible pérdida de poder
adquisitivo de sus remuneraciones de jubilación. Por el camino que llevamos, en
el año 2030 la reducción que habrán experimentado los importes de las mismas
estará en el entorno del 30 %. Ya veremos si queda alguno para contarlo.
Dado
el cúmulo de circunstancias tan negativas que nos agobian los jubilados hemos
echado de menos un gesto del monarca para con nosotros. Somos conscientes de las limitaciones que
tienen estos discursos institucionales del monarca. Pero creo que nos
merecíamos al menos una palabra de aliento de Felipe VI. Pienso que los
pensionistas somos más relevantes para España que el cambio climático por muy
de moda que se haya puesto este fenómeno. En fin otra vez será. Esperaremos.
Mis mejores deseos de
felicidad para todos los lectores en el año 2018, con mi gratitud por el tiempo
que dedican al seguimiento de este blog.