viernes, 26 de marzo de 2021

 

¡VAYA TROPA¡

Contemplo con estupor la noticia de que el Ayuntamiento de Palma de Mallorca va a cambiar el nombre de tres calles dedicadas, dos de ellas a los héroes de Trafalgar (1805) Almirante Churruca y Almirante Gravina y otra a un héroe de la guerra de Cuba (1898) el almirante Cervera. Causa: ser símbolos franquistas y fascistas.

Los partidos del consistorio que apoyan este disparate son el PSOE (este partido ha perdido el norte y quizás otros puntos cardinales más) Unidas Podemos (el perejil de todas las salsas, que quiere que volvamos al modelo de 1936) y los nacionalistas de Més, de los que no se podía esperar menos.

Estos tres héroes de nuestra historia a los que se va a quitar el nombre de sus calles, nada tuvieron que ver ni con el franquismo ni con el fascismo. Fueron españoles muy destacados en su época con heroicidad reconocida por todos los historiadores y por el pueblo español de su tiempo.

Cosme Damián Churruca un destacado experto marino, moriría al mando de su navío el San Juan Nepomuceno durante la batalla de Trafalgar en 1805 con la categoría de brigadier de la armada. A título póstumo se le otorgaría el grado de almirante.

De igual modo Federico Gravina otro insigne marino, perdería un brazo en la batalla de Trafalgar, logrando regresar a Cádiz con su barco Príncipe de Asturias buque insignia de la armada española que él mandaba, a las órdenes del gabacho Villeneuve que dirigía el combinado franco - español. Al cabo de unos meses moriría a consecuencia de las heridas de guerra.

Otro tanto puede decirse del Almirante Cervera, Pascual Cervera y Topete, héroe de la guerra de Cuba (1898) el cual haría frente en Santiago de Cuba a una potente escuadra americana en inferioridad de condiciones. Resultó derrotado y hecho prisionero y respetado por sus captores y al final de la guerra juzgado en España y sobreseídos los cargos que se le imputaban. Moriría en el año 1909.                                                                                                                            
Como se ve, nuestros héroes por la cronología de sus vidas, están muy alejados del franquismo o del fascismo. Cuando ellos murieron ni siquiera habían nacido estos movimientos. Así que ya me dirán. Claro que ahora interesa agitar el antifranquismo y el antifascismo para tapar los 100 millones de muertos y los gulags y las purgas que el comunismo lleva en su haber y que ahora pretenden hacernos creer que será la solución a nuestros problemas, cuando es un régimen fracasado allí donde se ha implantado.

Para justificar su desvarío, tomando a la gente por tonta del haba, argumentan que Almirante Churruca, Almirante Gravina y Almirante Cervera eran nombres de barcos de la armada de Franco. Al parecer dos de esos barcos el Churruca y el Gravina estaban en el bando republicano. A estos ignorantes no les entra en sus sectarias mentes que las calles no fueron dedicadas en su día a los barcos, sino a los héroes de Trafalgar y de Cuba. A las personas que dieron su vida por España y que nuestra historia ha declarado como héroes.

A los que hicieron por nuestra patria infinitamente más de lo que nunca harán estos analfabetos sectarios que quieren destruir la historia de España y manchar el nombre de sus personajes más destacados.

Estos políticos de vía estrecha, de cortas luces, en lugar de buscar soluciones a los gravísimos problemas que padecemos los españoles y los mallorquines: pandemia, paro y ERTES, cierres masivos de empresas y colas interminables en Cáritas y en los Bancos de Alimentos, se dedican desde sus poltronas, remunerados con sueldos astronómicos - ellos nunca estarán en un ERTE o en un ERE - a tomar decisiones fuera de la realidad, que supongo le interesan más bien poco a los palmeños, que continuarán con sus problemas una vez que se haya consumado el despropósito de cambiar el rótulo de las vías. Las calles cambiarán de nombre, sin conseguir borrar la historia ni el prestigio de estos héroes, y los problemas baleares seguirán ahí, sin que se arbitren soluciones a los mismos por parte de esta pandilla de zotes.

Más les valía buscar fórmulas para solucionar la catástrofe económica que se cierne sobre las Islas Baleares y sobre Palma de Mallorca, en donde el turismo está sufriendo una crisis muy aguda, con miles de personas expulsadas al paro, hoteles cerrados y unas perspectivas de futuro bastante poco halagüeñas.

Un estudio de FUNCAS determina que la caída del PIB en Baleares entre 2019 y 2021 será del 12,9 %. La media española será un retroceso del 6,1.

Pues bien, este hatajo de analfabetos en lugar de ponerse manos a la obra y buscar soluciones que palien la catástrofe que está sufriendo la sociedad balear y aliviar los gravísimos problemas que agobian a la población isleña, se dedican a quitar los nombres de unas calles que en su día fueron consagradas a la memoria de unos héroes de nuestra historia.

Lo triste de todo esto es que una sociedad aborregada, sumisa y telecinqueña, volverá a votar a esta tropa de ignorantes que quieren dinamitar España. Y es que tenemos lo que nos merecemos.

viernes, 19 de marzo de 2021

 

PLASENCIA EN DECLIVE: HAY QUE BUSCAR SOLUCIONES

Plasencia es la cuarta ciudad más poblada de Extremadura con casi 40.000 habitantes y la segunda en población de la provincia de Cáceres, por detrás de la capital.

Ocupa una posición geográfica privilegiada en la parte norte de Extremadura y está rodeada de comarcas bien provistas de recursos naturales: agua, agricultura y ganadería, bosques, paisajes bellísimos, zonas turísticas. Es la capital del hinterland formado por las comarcas de Campo Arañuelo, La Vera, el Valle del Jerte, el valle del Ambroz, los valles de Alagón y Árrago, la sierra de Gata y Hurdes.

Tuvo su oportunidad perdida para ser capital de provincia en la división provincial de Javier de Burgos en 1833, pero diversas circunstancias y el caciquismo reinante dieron al traste con aquella ilusión.

No obstante, se constituyó en el núcleo principal de población del norte de Cáceres, por su situación privilegiada en la intersección del eje Navalmoral - Coria (hoy recorrido por la autovía autonómica EX – A1, una excelente obre de la Junta de Extremadura) y la autovía nacional A 66, la Vía de la Plata que une el norte y sur de España.

Plasencia ha sufrido mucho la crisis iniciada en 2008 que afectó seriamente a la construcción, actividad de gran importancia en la ciudad, que es sede de empresas constructoras de primer nivel que trabajan en distintos lugares de España y que vieron reducida su actividad de un plumazo. De igual modo la crisis del Covid 19 también ha afectado seriamente al sector servicios ya que Plasencia es una de ciudad de servicios para las comarcas aledañas. Consecuencia: entre 2016 y 2020, la ciudad ha perdido alrededor de 800 habitantes.

Pero es preciso levantarse de la crisis y reinventar nuevas figuras aprovechando las nuevas circunstancias. La primera oportunidad es la próxima entrada en servicio de la alta velocidad ferroviaria extremeña. Plasencia ha de construir en la línea del AVE una nueva estación de pasajeros y mercancías con una plataforma logística anexa en la que se instalen industrias de diferente tipo y especialmente la agroalimentaria de transformación de sus recursos naturales, aprovechando las energías renovables de sus parques eólicos y fotovoltaicos próximos.

Esta estación intermodal serviría a Plasencia y también a ciudades como Coria o Moraleja y a las comarcas aledañas a Plasencia, en espera de una nueva reconstrucción de la línea férrea Ruta de la Plata, la cual sería el camino más corto de salida a Europa de los productos extremeños.

El hecho de que la nueva estación quede a una cierta distancia del centro de la ciudad (8-9 km) no debe ser obstáculo, si se dota de lanzaderas o autobuses de unión con el centro urbano pues además queda muy próxima a las autovías mencionadas. Eso ocurre en Tarragona por ejemplo cuya estación del AVE se encuentra a 12 km del centro urbano. Y no pasa nada.

Plasencia debe ser impulsada como el centro sanitario de referencia en el eje: Navalmoral – Plasencia – Coria actualmente muy bien comunicado por la autovía autonómica. Por eso su hospital debe ser ampliado en número de especialidades y dotado de carácter universitario y de formación de especialistas sanitarios.

Por otra parte, su Centro Universitario habría de ser potenciado, buscando alguna titulación nueva relacionada con las nuevas tecnologías y los procesos de digitalización que se abren en nuestra sociedad. En este sentido también la UNED, un centro que funciona en un buen nivel, debería ser potenciado con la creación de alguna nueva titulación abierta a las nuevas orientaciones tecnológicas.

Podría ser de interés el ubicar en la ciudad un centro universitario privado como es el ofrecido por la Universidad Católica de Ávila que sería un revulsivo para la ciudad.

Sería muy interesante la ubicación en la ciudad de un Centro de Investigación sobre el Agua, tanto en sus aspectos agrarios como urbanos, ligado al Centro Universitario y al Centro de Agricultura Ecológica y de Montaña.

Y exigir a la Junta de Extremadura que el Personero del Común (defensor del pueblo de Extremadura) tenga su sede en Plasencia tal y como dispone el estatuto de autonomía, dotándole de la infraestructura de medios materiales y personales necesaria.

En materia turística el área de Plasencia y sus comarcas ha de integrarse en el eje entre Madrid y Lisboa, un eje internacional que puede dar mucho juego, una vez se concluya la autovía autonómica EX – A1 hasta la frontera portuguesa en Monfortinho y de allí unirla con la autovía A23 en Castelo Branco, ya en tierras lusas.

Plasencia puede ser el centro de rutas turísticas muy diversas. Rutas de naturaleza como la del Parque Nacional de Monfragüe, muy cercano a la ciudad y con unos valores ambientales y ornitológicos muy destacados; Ruta del cerezo en flor y de paisajes variables de la primavera al otoño en los valles del Jerte, la Vera, Ambroz o Alagón; Ruta de las catedrales con destacada importancia de las de Coria y Plasencia; Ruta de los “cimborrios” que agrupa a las catedrales de Zamora, Salamanca y Plasencia; Rutas turísticas por la Sierra de Gata y Hurdes. Y otras más.

Los paradores nacionales de Plasencia y Jarandilla pueden jugar un importante papel en este desarrollo turístico y servir de lanzadera para una mejora en las condiciones de la hostelería del norte de Cáceres.

En resumen, estas y otras iniciativas han de ser puestas en marcha y apoyadas desde las administraciones públicas. Hay que impedir el declive de Plasencia. Para que la ciudad siga siendo agradable a Dios y a los hombres. Y centro de acogida y de prestación de servicios para todas las comarcas que la rodean.

 

 

 

viernes, 12 de marzo de 2021

 

EL LITIO DE CÁCERES Y CATALUÑA

El alcalde de Cáceres, el socialista Luis Salaya, ha declarado con gran rotundidad y convicción que el litio de la mina cacereña de Valdeflórez, no servirá para alimentar la fábrica de baterías que un consorcio público – privado liderado por Seat – Volkswagen e Iberdrola pretende instalar en Martorell, población catalana próxima a Barcelona.

El gobierno nacional al que se le fue la mano con el lugar de ubicación, adjudicando la fábrica de baterías a Cataluña al declarar que estaría cercana a Martorell, ahora recula y asegura que la situación no está decidida todavía. Dicen que estará ubicada en un área con buenas comunicaciones ferroviarias. Así que descartada Extremadura.

Uno de por sí es partidario del desarrollo y de la industrialización, siempre que se haga con el necesario equilibrio territorial, y que, en principio y con cautelas, sería partidario de la mina de Valdeflórez, pero solamente en el caso de que junto a ella se instalase una factoría de componentes de las baterías que proporcionase un buen número de puestos de trabajo de calidad para la ciudad.

Y por descontado que quedase asegurado mediante las oportunas medidas de protección que la mina, muy cercana al casco urbano de la ciudad, no iba a ser nociva para una urbe que es Patrimonio de la Humanidad desde 1986, ni que su explotación iba a afectar a los recursos naturales, especialmente al agua, de la que Cáceres no anda especialmente sobrada. Sólo en estas condiciones estaría justificada la mina en mi opinión.

Pero no parece ser este el planteamiento y por eso estoy de acuerdo con la posición del alcalde cacereño. Que a su vez refleja la opinión mayoritaria en la ciudad. Tal vez sea más adecuado para Cáceres mantenerse como ciudad cultural y turística de primer orden y la mina de litio, a secas, no parece ser muy compatible con dichas actividades.

Pero no sólo hay litio en las cercanías de la capital cacereña. También existe un importante yacimiento próximo a Cañaveral y en este caso los riesgos para la población son mucho menores al situarse la explotación minera a cierta distancia del núcleo de población. Pero estamos en las mismas.

Desde Cataluña nos vuelven a tratar como si la provincia de Cáceres fuera una reserva de indios, que por la gracia de Dios y sin nada a cambio, tiene que colaborar a la mayor gloria de Cataluña, enviándoles nuestra materia prima, el litio, para que ellos se enriquezcan más todavía y nosotros sigamos por otro montón de años en el furgón de cola de los indicadores de riqueza españoles y comiéndonos el polvo de las minas a cielo abierto. Eso no es equilibrio territorial, eso es jugar con ventaja y querer llevarse para Cataluña el santo y la limosna.

Es curiosa la prepotencia de estas regiones ricas, mimadas por los gobiernos centrales de España de todo signo, incluida la dictadura, los cuales les han concedido todas las ventajas por miedo a su independentismo, habiendo estado sometidos a un chantaje permanente aderezado de un victimismo que les ha permitido gozar siempre de privilegios sobre otras regiones menos díscolas y más resignadas como es el caso de Extremadura.

Consideran que ellos son los importantes y que el resto de España tiene la obligación de subvenir a sus intereses, aun a costa de sacrificar sus recursos naturales sin obtener el valor añadido que les corresponde.  

Ahora con los fondos Next Generation, han visto el cielo abierto para tratar de llevarse la mayor parte del pastel, dejando a las regiones pobres como Extremadura sin la parte de la tarta que, en estricta justicia, les corresponde.

El gobierno central ha de impedir que se sigan manteniendo desigualdades territoriales injustas que vienen de muy antiguo. Ya es hora de que las regiones que siempre han sido a lo largo de la historia perjudicadas, puedan subirse al carro del nuevo desarrollo y al menos acortar un poco las afrentosas diferencias de niveles económicos que hay entre las regiones pobres, suministradoras de materias primas y las ricas que aprovechándose de ellas se llevan el valor añadido.

Esta dinámica hay que cortarla desde ya. Pero no parece que la cosa vaya por ahí. Tenemos el caso de las instalaciones fotovoltaicas en donde las grandes empresas eléctricas: Iberdrola, Endesa, Naturgy y otras, campan a sus anchas por Extremadura y están llevando a cabo una colonización territorial con la ocupación de miles de hectáreas de paneles solares, para producir una energía limpia, que no será utilizada para el desarrollo extremeño, sino a mayor gloria de las regiones industriales que se llevarán la parte del león del pastel.

Extremadura pone la materia prima y otras regiones más avispadas se llevan nuestra energía, o el litio y con ello la mayor parte del valor añadido que esa materia prima genera. Un despropósito.

Me sorprende que la Junta de Extremadura, se conforme con las migajas que dejarán las fotovoltaicas o el litio y no presione al gobierno central y a los consorcios formados por las grandes empresas obligándoles a que parte de la energía producida se aplique a la industrialización de Extremadura: fábricas de componentes, hidrógeno verde…etc. y al autoconsumo de las industrias y de los regadíos existentes o al suministro de energía a precio asequible como incentivo para la instalación de nuevas empresas.

viernes, 5 de marzo de 2021

 

BARCELONA YA NO ES BONA

Un dicho popular muy extendido rezaba: Barcelona es bona si la bolsa sona. Barcelona era en los últimos años, hasta la llegada de este malhadado “procés”, una ciudad cosmopolita, probablemente la que más de España, con un vigor y una fuerza económica y social notable, con recursos industriales, empresariales, culturales, universitarios, de sanidad y turísticos de primera magnitud. Estaba a la cabeza de la economía española.

Claro que la Ciudad Condal también había vivido períodos históricos menos brillantes en los albores del siglo XX, por ejemplo, en el que una Semana Trágica en 1909 había convertido la ciudad en el reino de la anarquía. Y en el período de la segunda república y la guerra civil había habidos períodos de mucha violencia revolucionaria protagonizada especialmente por movimientos anarquistas, que convirtieron a la ciudad en un reducto de violencia extrema.

La dictadura franquista fue muy comprensiva con Cataluña y el País Vasco las regiones con nacionalismos separatistas, que tanto influyeron en la guerra civil. Les dio todas las ventajas para su desarrollo industrial de postguerra, a costa de otras regiones que resultaron devastadas por la guerra civil, pero a las que Franco compensó solamente con algunas migajas: por ejemplo, el Plan Badajoz en Extremadura. Las grandes ayudas de la dictadura se concentraron en los sectores industriales vascos y catalanes, lo que propició una fuerte emigración interior hacia esas regiones privilegiadas desde otras regiones menos beneficiadas en el reparto: Andalucía, Murcia o Extremadura principalmente. La búsqueda de trabajo obligó a la emigración interior hacia las regiones favorecidas por el franquismo.

Se calcula en unos 500.000 extremeños los que tuvieron que hacer las maletas para irse a Cataluña y el País Vasco y también a determinados países europeos: Alemania, Suiza, Francia, Holanda o Bélgica que necesitaban mano de obra a precio asequible.

Barcelona fue una ciudad mimada por la dictadura y la burguesía catalana la beneficiada de la normativa oficial que concentraba las inversiones públicas en la región catalana con la Ciudad Condal a la cabeza.

Las fuerzas separatistas catalanas aprovecharon las cesiones de los gobiernos centrales durante la transición para comenzar una labor de adoctrinamiento desde las escuelas inoculando en los niños y en la sociedad el germen independentista, sin que Madrid, hiciera nada por impedirlo. El idioma fue la base para tratar de ser diferentes y desde un principio se proscribió el uso del idioma español, en beneficio de una inmersión en catalán. Y durante 30 años en una labor de zapa constante consiguieron su propósito.

Viéndose fuertes en sus ansias independentistas frente a gobiernos centrales muy débiles como los de Zapatero o Rajoy se metieron en la aventura del “procés” el cual era azuzado por organizaciones como ANC u Omnium y partidos radicales separatistas como la CUP y su división juvenil Arram.

El ridículo más espantoso de aquella declaración unilateral de independencia que duraría 5 minutos, la fuga de varios de los cabecillas y la detención y juicio de los que se quedaron, con las condenas por sedición de estos últimos, produjeron las primeras protestas en Barcelona, que llegó a convertirse en la ciudad sin ley. Días y más días de quemas de mobiliario público, agresiones continuadas a los Mossos, y pillaje y saqueo de negocios privados convirtieron a una ciudad de primer nivel de España y de Europa, en una especie de pueblo del Oeste americano, en donde los más fuertes y osados campaban por sus respetos, tomando las calles ante la complacencia de los políticos separatistas y del Govern.

En una sociedad catalana dividida, en donde no existía seguridad jurídica alguna, miles de empresas abandonaron Barcelona y Cataluña, dejando a la región sumida en una crisis económica y social sin precedentes.  

Los últimos disturbios habidos en la ciudad, con la justificación mendaz de apoyar al rapero Hásel y a la libertad de expresión, han terminado en saqueos y pillajes contra muchos negocios en los que han robado a mansalva y han causado daños a entidades bancarias especialmente en sus instalaciones y cajeros y a otras empresas, actuaciones que nada tienen que ver con la defensa de la libertad de expresión.

Los gobiernos central, autonómico y local han mirado para otro lado como si no fuera con ellos la responsabilidad de evitar esos desmanes y han consentido una semana de fuego, violencia y destrozos en la ciudad.

Incluso algunos partidos separatistas han propuesto desarmar a los Mossos y buscar culpables en ellos, cuando todas las noches terminan con varios heridos y muchas veces presionados por los manifestantes.

Parece que empieza a haber reacciones ciudadanas y de organizaciones diversas, solicitando que se ponga coto a estos destrozos, que se controle a los cabecillas de las manifestaciones, hay anarquistas extranjeros ¿y a estos los servicios secretos no los controlan? 

Más de 300 organizaciones se han manifestado en la ciudad para exigir a los políticos y al gobierno regional que se dediquen a resolver la profunda crisis económica y social que campa por la ciudad y por la comunidad autónoma en lugar de dar cancha a los manifestantes que día tras día hacen de su capa un sayo y hunden a la ciudad.

A ver si hay suerte y vuelve a cumplirse el dicho: Barcelona es bona. Aunque no suene la bolsa dada la crisis.