viernes, 30 de septiembre de 2022

 

 A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES

Los burócratas de la Comisión Europea en Bruselas, junto con los dirigentes políticos europeos, toman decisiones cada día más sorprendentes.

Abducidos por un ecologismo que tiene mucho de ingenuo o tal vez no tanto y responda a ocultos intereses, han adoptado una serie de resoluciones de gran calado, basadas en discutibles fundamentos científicos y, además, lo más importante, sin valorar las consecuencias económicas y sociales que su drástica puesta en marcha, pudiera traer consigo para los ciudadanos europeos.

Pareciera que las controvertidas decisiones que toman son la respuesta a la presión de lobbies ecologistas muy potentes, que andan por Bruselas intentando imponer sus teóricas tesis.

Haciéndose eco del cambio climático y dando por sacrosantas e irrefutables las tesis del IPCC (Intergovernmental Panel on Climatic Change), optaron por imponer la descarbonización de la sociedad europea, costara lo que costase. Y nos va a costar un riñón la broma.

Comenzaron atacando a las centrales nucleares, que, por cierto, no emiten CO2, ni gases de efecto invernadero, aunque generen residuos peligrosos cuyo almacenamiento está técnicamente resuelto. Increíblemente, algunos países como Alemania, entraron en el juego y han procedido al abandono casi total de su energía nuclear. Cuando en Europa se han visto con la soga del gas al cuello y que las renovables por sí solas no resuelven el problema, por lo menos a medio plazo, los burócratas han tenido que rectificar y calificar la energía nuclear como verde.

En España, donde somos más ecologistas que nadie, seguimos el mismo camino de los germanos y pontificando que las energías renovables eran la panacea universal, también optamos por ir abandonando la energía nuclear y procediendo al cierre y desmantelamiento de algunas centrales. Ahora empiezan a arrepentirse y tendrán que prolongar la vida útil de las pocas que quedan, al menos durante cierto tiempo. O arruinarán a millones de familias y empresas si no lo hacen.

Los alemanes con su errónea política pasaron del riesgo nuclear, al riesgo del gas de Putin porque dependen de él. Y cuando Putin cogió la sartén por el mango y se vio amenazado por las penalizaciones hechas como represalia a su invasión de Ucrania, cortó el grifo del gas y ya veremos cómo pasan este invierno los sufridos teutones, que, por cierto, gozan de un clima invernal bastante crudo. Parece que van a tener que reactivar sus centrales de carbón, que son las más contaminantes de cara al cambio climático. ¡Qué cosas ¡

Nosotros desde España, como somos inefables, en lugar de mimar a nuestro máximo suministrador de gas, Argelia, nos enemistamos con este país, para dar satisfacción a las tesis marroquíes sobre el Sáhara nunca antes admitidas por España, y ahora resulta que compramos más gas a Rusia que a Argelia.

Las consecuencias son, que estamos pagando precios desorbitados por la energía eléctrica, por el gas y por la cesta de la compra, de modo que millones de familias españolas no llegan a fin de mes, y muchas industrias y negocios grandes y pequeños contemplan cierres parciales o el abandono total.

Pero en Europa no sólo han tomado medidas erróneas en el sector energético, que como se sabe es un sector estratégico.

Si uno examina la evolución de la PAC (Política Agraria Comunitaria) de la Unión Europea (UE), observa como el color verde y las exigencias ambientales a agricultores y ganaderos, no hacen más que aumentar en cada nueva versión de la misma que se les impone.

En la nueva PAC 2023 – 2027, destacan además de su complejidad administrativa, la introducción de nuevos eco esquemas (en la última versión se les denomina eco regímenes), que son exigencias medioambientales, que suponen un paso más en la dirección de disminuir producciones en el marco agrario de la Unión Europea.

Esta forma de actuar afectará a un sector estratégico y pondrá en peligro la seguridad alimentaria para los estados de la UE, obtenida con productos propios. Ya se estima que, por este camino verde, las producciones disminuirán en un 15 %. Es el primer paso para el desabastecimiento alimentario de la vieja Europa. Que es la consecuencia de transitar por esta senda ecologista, que se les está obligando a recorrer a agricultores y ganaderos de la UE, si quieren percibir las ayudas de la PAC.  

Estas medidas nos conducirán a la dependencia de terceros países en cuanto al abastecimiento de productos agroalimentarios. Cuando estemos en sus manos nos reducirán las cantidades a suministrar y elevarán los precios. Como ha ocurrido con la energía. Y entonces, los europeos, que somos unos ciudadanos que gozamos de un alto nivel de bienestar, además de frío, pasaremos hambre. Todo a la mayor gloria de la ecología que nos abruma.

Los burócratas europeos, como empiezan a atisbar las consecuencias de las erróneas decisiones que están tomando, ahora parece que quieren establecer, para determinados productos esenciales, normas que dispongan la obligatoriedad de tener almacenados en los estados miembros, unas reservas estratégicas de los mismos.

Parece que Bruselas empieza a caer en la cuenta ahora, de las consecuencias a las que conduce la dependencia exterior de determinados sectores estratégicos, y pretende que los estados miembros lleven a cabo acopios de urgencia, e incluso establecer fases de preparación, alerta y emergencia, según las existencias de las que se disponga.

A buenas horas, mangas verdes. Es lo único que se me ocurre.

 

 

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

LOS REGADÍOS ANTE LA SEQUÍA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Nos encontramos en un grave episodio de sequía, el cual está causando graves perjuicios económicos principalmente al regadío, el uso que más agua utiliza, al ver sensiblemente disminuida la superficie regada en la campaña 2022 por falta de recursos hídricos en diversas cuencas hidrográficas. Pero también está afectando a otros usos como es el abastecimiento urbano o industrial, ya que diferentes núcleos de población tienen dificultades para el suministro de agua.

Voy a utilizar datos referentes a Extremadura, pero la situación que se da en la región extremeña puede ser extrapolable a otras regiones de la España seca.

Veamos qué puede hacer el regadío extremeño y, en consecuencia, también el español para adaptarse mejor a las posibles situaciones de sequía que, según los expertos del cambio climático, serán más frecuentes, al igual que ocurrirá con los episodios de lluvias torrenciales.

El regadío ha de continuar en la línea de modernización de sus estructuras para utilizar el agua con una mayor eficiencia. En esta acertada dirección se viene actuando desde 1998. Los regantes han hecho un considerable esfuerzo, para con ayuda de las administraciones, proceder a la modernización de muchas zonas regables.

Según datos de (Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos, ESYRCE 2021), el resultado de la modernización, es que en Extremadura ya se riegan por métodos eficientes (aspersión, automotriz o localizado) el 74,3 % de la superficie total de riego (el 60,6 % se riega por goteo). En España el riego eficiente asciende al 77,3 % con un 53,7 % regado por goteo.

Hay que continuar con la modernización de las 74.614 ha (25,7 % del total)) que se siguen regando por gravedad en Extremadura y las 864.136 ha (22,7 % del total) que aún quedan en España.

Otra línea de actuación complementaria de la anterior, es la de calcular con la mayor exactitud las dosis de riego a aplicar a las plantas. Para ello han de utilizarse los datos de las estaciones agrometeorológicas (programa REDAREX en Extremadura y SIAR en España) y usar imágenes satelitales para determinar el estado de desarrollo de los cultivos y los Kc correspondientes para determinar la evapotranspiración del cultivo y, en consecuencia, las dosis de riego.

Todo lo anterior, que forma parte del uso de nuevas tecnologías y de la digitalización en el regadío, ha de completarse con la introducción de sensores de humedad que servirán para determinar con la mayor exactitud el momento más apropiado para el riego y, también, utilizar el telecontrol en las zonas regables para un mejor aprovechamiento hidráulico y energético del mismo.

En momentos de sequía hay que reducir los cultivos de elevado consumo de agua, optando por otros de menos necesidades hídricas. En el caso de Extremadura habría que reducir drásticamente la superficie de riego de arroz por inundación, relegándola a los suelos más impermeables, u optar por métodos de riego en seco de dicho cereal.

En este sentido, es muy importante también la aplicación de riegos deficitarios en determinados cultivos, que ahorran agua sin que la producción se vea disminuida o lo haga en una proporción que no afecte a los beneficios de la explotación.

Si se acometen nuevos regadíos estos han de ser de la más alta eficiencia. Como ejemplo los nuevos regadíos extremeños de Monterrubio de la Serena (1.200 ha, ampliables a 2.400 ha) o el de Barros (15.170 ha). En ambos casos son riegos de apoyo a cultivos leñosos. En Barros sólo se necesitarán 43,75 Hm3 para regar la superficie antedicha. Si hay nuevos regadíos la línea de actuación ha de ser ésta. Riegos altamente eficientes con bajos consumos unitarios de agua.

También ha de mejorarse el uso de fertilizantes y fitosanitarios, para evitar la contaminación difusa de los acuíferos subterráneos y la emisión de gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso, a la atmósfera. En este sentido la investigación de nuevos tipos de fertilizantes y biofertilizantes, se revela como prioritaria, para conseguir los efectos deseados, junto con nuevas técnicas de fertirrigación, que sin duda mejorarán la sostenibilidad del regadío.

Pero las administraciones han de tener en cuenta las nuevas circunstancias si como aseguran los expertos en cambio climático, los episodios de sequía y lluvias torrenciales serán más frecuentes y el hecho de que hay que liberar caudales ecológicos para conseguir el buen estado de las masas de agua.  

Estas nuevas situaciones aconsejan actuar en diferentes direcciones.

Incrementar la capacidad de regulación de aguas superficiales mediante la construcción de nuevos embalses. Se aprovecharían mejor los excesos de agua de las épocas de lluvias torrenciales que serán más frecuentes, acumulándolas, para utilizarlas en épocas de sequía. De igual modo, los nuevos embalses facilitarían la laminación de avenidas y la reducción de daños por inundaciones. Y servirían para asegurar la disponibilidad de caudales ecológicos, sin afectar a la garantía de los usos socioeconómicos.

En los diferentes planes hidrológicos hay diseñadas nuevas obras de regulación, cuya construcción se encuentra congelada, debido a presiones de organizaciones ecologistas a las que el Ministerio de Transición Ecológica hace caso de manera preferente.

De igual modo habría de actuarse en el acondicionamiento de los cauces, para evitar que los sedimentos y los árboles y arbustos que crecen en sus álveos, disminuyan su sección hidráulica efectiva y por tanto su capacidad para evacuar avenidas.

Con estas medidas de gestión y nuevas infraestructuras es muy probable que podamos defendernos mejor ante situaciones de sequía como la que estamos padeciendo.

Y hay que habilitar líneas de ayuda y de exenciones fiscales para aquellos agricultores que se vean afectados por la sequía, para reducir el impacto negativo sobre las economías de las explotaciones de los regantes.

Aunque lo importante es que llueva.

viernes, 16 de septiembre de 2022

 

EL DISCURSO DE LANDERO

Como parte del acto institucional conmemorativo del día de Extremadura, celebrado en el Teatro Romano de Mérida, el discurso ciudadano corrió a cargo del destacado escritor extremeño, nacido en Alburquerque, Luis Landero.

En su disertación abordó entre otras cuestiones el tema del tren extremeño. Si la alocución de Landero era el discurso ciudadano, fue razonable que el escritor tratara el tema ferroviario, ya que es una de las preocupaciones más importantes de la inmensa mayoría de los extremeños.

Landero argumentó que los políticos competentes en el tren, no habían actuado de modo “jeitoso”, es decir haciendo las cosas bien. Si lo hubieran hecho, los extremeños ya disfrutaríamos de un tren digno. Luego envió a los infiernos a los políticos responsables de los ferrocarriles, a los que calificó de modo cordial y desde la ironía y buen rollo como “canallas”.

Parece que este calificativo no ha sentado muy bien a los políticos extremeños que han dado muestras de desagrado ante esta parte del discurso de Landero. En realidad, este tema sólo consumió un par de minutos de los poco más de 20 de la intervención. Y, además, recibió ovaciones de los asistentes.

De inmediato el escritor ha aclarado que el cordial calificativo de “canallas” no iba dirigido a los políticos extremeños, sino a los que son competentes en el tema ferroviario y de los que dependen ADIF y RENFE, o sea que se refería a los políticos del gobierno de España de todos los tiempos y de todos los partidos.

A los políticos extremeños al darse por aludidos, se les podría aplicar el conocido dicho:” quien se pica, ajos come". Y es que sus conciencias no deben de estar muy tranquilas, pues, a pesar de no ser directamente responsables de los presupuestos y ejecución del dichoso tren, sí que han consentido con sus silencios, entrega al poder central y falta de reivindicaciones serias, un cúmulo de despropósitos ferroviarios que han afectado gravemente a Extremadura.

En 1985, se dejaron cerrar para viajeros y en 1995 para mercancías la vía férrea Ruta de la Plata. Un eje fundamental y vertebrador del territorio extremeño y la vía más recta y cercana de acceso a Europa y a los puertos del norte español y también al Norte de África desde los puertos del sur de España. Dejaron hacer al gobierno central sin oponerse y nos quedamos sin una de las infraestructuras más importantes de Extremadura. Un error imperdonable.

Y luego ha venido el episodio del AVE a Madrid vía Cáceres. Primero fue AVE que llegaría a Lisboa, después AVE, pero menos, más tarde alta velocidad, luego tren de altas prestaciones, y por último, degenerando, hemos llegado al tren digno. Han consentido que se inaugure una infraestructura incompleta, servida por trenes Alvia de desecho de Galicia, que eso sí, han sido convenientemente tuneados. Y como era de esperar, las averías y retrasos han estado a la orden del día.

Pero siguiendo el discurso de Landero, el escritor calificó a la Extremadura de hoy, como una autonomía moderna, nada que ver con la situación que existía en el año 1960, cuando Landero y su familia se vieron obligados a emigrar, buscando una vida que fuera mejor que la miseria que se les ofrecía en la región. Efectivamente a raíz del Plan de Estabilización de 1958 – 59, comenzó el vaciado de diversas regiones españolas, entre ellas Extremadura, que perdió de golpe una cantidad importante de su población que emigró una parte a Europa y otra, muy importante, a las regiones favorecidas por Franco: Cataluña y el País Vasco. Esto último no lo dijo Luis Landero, pero lo digo yo. Porque es la cruel realidad. O sea que la España vaciada no es de ahora, comenzó mucho antes. En la actualidad continúan los privilegios con esas mismas regiones y Extremadura sigue perdiendo población. Esto también es de mi cosecha.

Por otra parte, los políticos extremeños deberían sentirse satisfechos con la calificación que dio Landero a la Extremadura actual a la que describió como una región moderna.

Y yo añado, que la situación actual no tiene nada que ver con la que había en Extremadura en los primeros años 80 del siglo pasado, cuando se recibieron por el gobierno autonómico las transferencias de las competencias desde el estado central.

Hoy día, aunque en PIB o renta disponible Extremadura se encuentre en el furgón de cola de España, la situación regional es sensiblemente mejor que cuando se recibieron las competencias del Estado. Y eso lo han conseguido los políticos y el pueblo extremeño.

Nuestra red de carreteras autonómicas en la que destacan dos autovías muy modernas, es calificada por la Asociación Española de la Carretera, un ente independiente de la administración, como la segunda mejor de España. Pero también han mejorado sensiblemente la sanidad, con algunas disfunciones y desequilibrios territoriales, y las estructuras de la educación. También lo han hecho las infraestructuras del agua, tanto las de abastecimiento urbano, aunque ahora andemos un poco apretados por la sequía, como las de saneamiento y depuración.

Igualmente tenemos un sector agrario mucho más desarrollado, con un regadío con tecnología avanzada y muy modernizado y una industria agroalimentaria creciendo. Las infraestructuras y el desarrollo turísticos han mejorado sensiblemente.

Pero el tema ferroviario sigue pendiente y los políticos extremeños, en lugar de enfadarse con Landero, deberían dedicar sus afanes a conseguir cuanto antes unas infraestructuras ferroviarias modernas y funcionales, que incluyan la restitución de una nueva vía férrea Ruta de la Plata con prioridad al tramo Plasencia - Salamanca, y que permitan que los extremeños podamos vivir, desarrollarnos y comunicarnos mejor, exigiendo plazos perentorios y presupuestos, ejecutados y no en papel, al gobierno de España.

Por lo demás el discurso de Landero me pareció muy bien construido y reivindicó el orgullo de ser extremeño y la valía de nuestros antepasados que nos transmitieron su sabiduría campesina y su cultura popular. Aunque muchos de ellos fueran analfabetos.

 

 

viernes, 9 de septiembre de 2022

 

EMBALSES IMPRESCINDIBLES

Los burócratas de la Unión Europea (UE), en relación con la hidrología de los distintos países miembros, cometen un grave error. Consideran que el clima en la UE es uniforme, sin darse cuenta de que el clima de tipo mediterráneo que afecta al sur de Europa, es totalmente distinto al del centro y norte de la misma y, en consecuencia, lo es su hidrología.

Y en base a este error, toman decisiones e imponen normativas uniformes que en muchos casos perjudican a las regiones sureñas, entre ellas España. No tienen en cuenta que, debido al tipo climático tan diferente, la regulación natural del agua de lluvia, no es la misma en España, ejemplo de clima mediterráneo y a quien referiré los datos que siguen, que en el centro y norte de Europa.

Estos burócratas abducidos por el ecologismo de moda, pretenden que los ríos funcionen en su estado natural. Como en la época de las cavernas, en donde ni el número de habitantes, ni las necesidades hídricas de las sociedades eran iguales que ahora.

Y en esa línea, argumentan la necesidad de destruir obstáculos artificiales en los ríos, embalses y represas principalmente, y también no tocar los álveos de los cursos de agua, dejando que se vayan invadiendo por sedimentos, árboles, arbustos y malezas, de modo que cada vez tengan menos capacidad de evacuar avenidas.

El clima mediterráneo que predomina en la mayor parte de España se caracteriza porque la distribución de las lluvias es muy irregular en el espacio y en el tiempo. Y por eso es necesario acumular agua de lluvia en embalses durante los períodos húmedos, para utilizarla en los secos.

Esto explica que, desde la más remota antigüedad, se hayan construido en nuestro país presas para mejorar la regulación natural y poder atender las necesidades hídricas de los diferentes usos del agua.

En términos medios, la capacidad de regulación natural en España sería de un 9 % de la aportación natural de cálculo que se da en nuestro país (111 Km3 =111.000 Hm3). Gracias a las obras hidráulicas de regulación construidas (los embalses), esta capacidad sube a un 44 % de la citada aportación. Es variable de unas cuencas hidrográficas a otras. Pero esa es la media española.

Gracias a los embalses construidos en España a lo largo del tiempo, podemos atender todos los usos socioeconómicos del agua que se dan en una nación moderna y desarrollada: abastecimiento urbano de calidad, usos agrarios especialmente el regadío imprescindible en nuestro país para asegurar la suficiencia alimentaria y fijar población en el territorio, usos industriales, usos energéticos no consuntivos o usos recreativos.

En España existen más de 1.200 presas de embalse construidas por los españoles a lo largo de la historia, las cuáles, si llueve con normalidad y no se dan episodios de sequía grave como el actual, nos permiten hacer frente con suficiente garantía a las necesidades de agua del país.

Por eso resulta incomprensible que algún partido político y diversos movimientos ecologistas radicales, estén llevando a cabo una campaña para la eliminación de embalses e infraestructuras hidráulicas en España, basados en las erróneas recomendaciones que se hacen desde Bruselas.

Es posible que existan algunas estructuras de poca importancia que han quedado obsoletas, siendo lógica su destrucción, para mejorar la dinámica de los ríos. Pero esto sería una excepción, ya que los embalses construidos son hoy por hoy indispensables para asegurar los usos hídricos socioeconómicos de los españoles. Y por esto ha de impedirse por todos los medios su demolición, ya que sería un grave perjuicio para los intereses económicos de España.

Argumentos usados por algún partido político radical que nos gobierna, para justificar su derribo, como es el de que los embalses son franquistas, son ridículos. En España se han construido embalses en todos los tiempos y como ejemplo, el de más capacidad existente en nuestro país, el de La Serena (3.200 Hm3), lo fue en período democrático.

Y, por cierto, Franco no construyó ningún embalse. Los forjaron técnicos, empresas y trabajadores españoles. El dictador, bien aconsejado por sus expertos, sólo puso las bases presupuestarias para construirlos.

Hay una razón más que no sólo aconseja mantener los embalses existentes, sino aumentar la capacidad de regulación con la construcción de embalses nuevos, cuya ejecución está congelada actualmente.

Se trata de las consecuencias que ha traído la introducción en la normativa hidráulica española de los caudales ecológicos con carácter preferente y como restricción previa a los sistemas de explotación. Un estudio desarrollado por la cátedra de Hidráulica de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, concluye que la aplicación de estos caudales ecológicos influye negativamente en la disponibilidad de agua para usos socioeconómicos.

La aplicación de estos caudales ecológicos calculados `por métodos hidrológicos usando los percentiles del 5, 10 y 15 % de la aportación en régimen natural, reduce la regulación disponible para usos económicos del 44 % al 30 %, al 27 % y al 25 % respectivamente.

Esta circunstancia es una razón de peso para que haya de aumentarse la capacidad de regulación con la construcción de nuevos embalses, a fin de no reducir la garantía de los usos socioeconómicos, puesto que actualmente los caudales ecológicos hay que suministrarlos a partir de los embalses existentes. Si no existieran los embalses, el caudal ecológico de la mayoría de los ríos españoles en la época de estiaje, tendería a cero.

Por todas estas razones, el demoler embalses, siguiendo las tesis ecologistas amparadas por la UE, salvo casos excepcionales, es un tremendo error que pagaremos caro todos los españoles. Y el Ministerio de Transición Ecológica debería impedirlo. Aunque de este ecologizado Ministerio podemos temernos lo peor. Parece ser que durante el año 2021 se han desmantelado 108 obras de infraestructura hidráulica en cursos de agua en España. Casi la mitad que en toda Europa. Y eso que estamos en una grave sequía.

viernes, 2 de septiembre de 2022

 

EL TIRO POR LA CULATA

Da la impresión de que las sanciones impuestas por la UE a Putin y a los oligarcas rusos, como respuesta a la invasión de Ucrania, en lugar de afectar negativamente al genocida ruso y a sus gentes, a quien están perjudicando con más intensidad es a los ciudadanos europeos.

A raíz de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó hace 6 meses, los dirigentes de la UE, especialmente Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión y José Borrell el encargado de asuntos exteriores, aseguraban que las sanciones impuestas a Rusia iban a hundir en la miseria a este país y de paso a su principal dirigente.

Los efectos reales de las sanciones parece que, aunque afecten también a Rusia, a quienes están causando problemas en mayor medida es a los ciudadanos europeos, y a las industrias y al comercio de la vieja Europa. Da la impresión de que a los jerarcas de la UE les ha salido el tiro por la culata, con sus optimistas previsiones.

Los dirigentes y burócratas de la UE, parece que no han calibrado bien la posible respuesta de Rusia a las muy cacareadas sanciones. No han tenido en cuenta el grado de dependencia del gas ruso que afecta a muchos países europeos.

Los alemanes, especialmente, estarán lamentando el gran error cometido por Angela Merkel, presionada por los Verdes, de cerrar apresuradamente sus centrales nucleares, para pasar a depender del gas que controla Putin. Esta circunstancia también afecta a otros países, entre ellos España que también ha dado de lado a la energía nuclear, y ya compramos más gas a Rusia ¿dónde están las sanciones? que a su suministrador tradicional que era Argelia. Un radical cambio de posición de Pedro Sánchez respecto del Sáhara, llevado a cabo sin encomendarse a Dios ni al diablo, nos ha conducido a un enfrentamiento con los argelinos, que pagaremos antes o después.

La respuesta de Putin a las dichosas sanciones europeas ha sido, presionar con el suministro de gas, reduciendo cantidades y elevando precios, de modo que está llevando a varios países europeos al desabastecimiento, y a que, con vistas al próximo invierno, se vislumbre un escenario de restricciones y, aun siendo verano todavía, ya se empiecen a imponer medidas de ahorro.

Los dirigentes europeos en lugar de buscar repuestas eficaces para resolver el problema han recurrido a lo fácil. Y lo fácil es traspasar las consecuencias de sus graves errores a los ciudadanos, en lugar de buscar soluciones alternativas urgentes que sería lo razonable. Así que, pagaremos los de siempre.

De tal modo que aquellos que se equivocaron en sus previsiones, ahora aplican una gran diligencia en imponer restricciones a los ciudadanos y a las industrias y el comercio de la UE. Y es que, en su prepotencia, en lugar de pedir disculpas a los contribuyentes les imponen limitaciones al uso de la energía de cara al próximo futuro, que se avizora como duro para los europeos, sobre todo si se presenta un invierno frío.

Así apelando a una falsa solidaridad, y asumido por una sociedad aborregada y sin capacidad de respuesta, habremos de limitar las temperaturas de verano a 27 ºC y las de invierno a 19 ºC y buscar un ahorro del 15 % en el consumo de gas, en España parece ser que será el 7 %, solo para pagar los errores de una burocracia que no se entera de que hay sectores estratégicos de los que no se puede depender de terceros países, o bien la dependencia hay que reducirla a la mínima expresión. Ya que estos países suministradores, en cuanto tienen la sartén por el mango, nos imponen condiciones abusivas de precio y se permiten jugar con las cantidades a servir que es lo que en este caso está ocurriendo con el gas ruso.

Y no sólo va a suceder con el sector energético. Al sector agroalimentario con las políticas conservacionistas, fruto de un ecologismo infantil sin fundamentos, que propician la PAC y el Nuevo Pacto Verde Europeo, le va a ocurrir tres cuartos de lo mismo, cuando no podamos cubrir nuestras necesidades alimentarias al reducirse las producciones.

En España, además recurrimos al esperpento, que es un método muy útil para distraer la atención del personal de los graves problemas que nos afectan. Y en lugar de explicar a los españoles cómo se las van a arreglar para reducir la inflación galopante que nos abruma: 10,8 % en julio y 10,4 % en agosto, con una inflación subyacente del 6,1 % en julio y 6,4 % en agosto, se nos ocurren simplezas tales como la de que nos quitemos la corbata en verano, los que la utilicen claro - en invierno todos habremos de ponérnosla - según nos vende el presidente del Gobierno, o que nos pensemos lo que hay que sacar antes de abrir el frigorífico, solución de elevada inteligencia que aporta la ministra de la Transición Ecológica.

Esta ministra es un ejemplo de cómo cambiar de opinión en función de cómo sople el viento. Hace unas semanas aseguraba que en España no habría restricciones energéticas, porque nosotros somos los mejores ya que disponemos de unas reservas de gas de lo más elevado. Ahora con las nuevas normas europeas no las descarta. Con lo que es altamente probable que las haya.

Y como somos más papistas que el papa, desde el ejecutivo central, sin consensuar con ningún sector y especialmente con las comunidades autónomas que han de aplicarlo en sus territorios, se han sacado de la manga un decreto - ley de restricciones que más parece un confinamiento energético y que es el más duro y exigente de Europa. España y yo somos así, señora. Como lo redactan sin valorar sus consecuencias, ya están reculando en algunas restricciones de las propuestas inicialmente porque son sencillamente inviables o chocan con la legislación vigente.

Los españoles pasan de toda esta sarta de ocurrencias que nos proponen unos dirigentes que están superados, y lo único en lo que han pensado los ciudadanos, es en tomarse unas vacaciones, los que hayan podido, claro está, que en todo caso habrán sido más cortas y mucho más caras que las de otros años. Cosas de la inflación.