TRASVASE A LA DERIVA
La
situación en que se encuentra en la actualidad el trasvase de agua desde el
embalse de Portaje al del Guadiloba, obra que se diseñó para solucionar de una
vez por todas el abastecimiento de agua a la ciudad de Cáceres y a algunos
núcleos urbanos de su entorno, puede calificarse con mucha benevolencia de
sorprendente y si se exagera un poco, solo un poco, de grotesca.
Esta
magna obra se comenzó en el año 2007 creo recordar. Y después de 11 años y 50
millones de euros gastados es posible, según manifestaciones del presidente de
la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) realizadas hace unos días, que
nunca llegue a terminarse.
Todo
va a depender de si los tubos de la conducción del agua pueden utilizar para
llevar a cabo el cruzamiento de los ríos Tajo y Almonte embalsados en
Alcántara, las estructuras de los puentes construidos no hace mucho tiempo en
la autovía A - 66. Si no puede adoptarse esta solución el trasvase de Portaje
se abandonaría definitivamente. El presidente de la CHT, dixit.
Ante
esta insólita situación a cualquier españolito se le ocurren las siguientes
preguntas entre otras. ¿Quién o qué órgano aprobó un proyecto técnico sin que
contuviera las soluciones precisas para cruzar los ríos mencionados en la cola del
embalse de Alcántara, cuando esta obra era la clave del mencionado proyecto?
¿Cómo se puede aprobar y seguidamente licitar y en el colmo del despropósito
adjudicar un proyecto que es inviable en su definición y diseño? ¿Cómo se puede
consentir que una obra de la que ya van gastados 50 Millones de Euros pueda
quedar inútil?
Veremos
en qué termina todo este episodio tan chusco. Supongo que los calculistas y
proyectistas de los puentes de la autovía A 66 se atarán los machos antes de
autorizar que sobre esas estructuras se introduzcan esfuerzos y acciones no
previstas en los cálculos iniciales de dichos puentes. La cosa tiene más miga
de la que parece pues esos tubos aparte de su peso propio y el del agua que
conducen pueden estar sometidos a esfuerzos extraordinarios debido a
transitorios (golpes de ariete) que pueden producirse en la vena líquida. No
obstante doctores tiene la iglesia y ellos decidirán.
Lo
que no es de recibo es que se acometa una obra de esta envergadura sin tener
previstas las soluciones para llevarla a cabo y hacerla viable y que cumpla los
fines para los que se construye. Y además se pongan en riesgo 50 Millones de
Euros de las arcas públicas. Claro que como según algunos políticos el dinero
público no es de nadie pues puede malgastarse sin tasa ni medida.
Asegura
el presidente de la CHT que si el trasvase de Portaje llega a terminarse
felizmente y se pone en servicio, el importe de las obras ha de repercutirse a
los usuarios en los términos que establecen el Texto Refundido de la Ley de
Aguas y sus Reglamentos. Pero eso es cosa sabida por todos los ciudadanos de
Cáceres y por los de los núcleos urbanos que utilizarán el trasvase. Nos
repercutirán los elevados costes de la obra una vez que funcione. Si es que
esto ocurre alguna vez.
Entretanto
seguiremos aguantando con el embalse del Guadiloba y con la elevación del
Almonte que se calificó como obra provisional y que lleva camino de convertirse
en definitiva “per saecula saeculorum”. Resistiremos
con este escenario mientras no tenga lugar una sequía importante. De la última
que se nos venía encima nos salvamos por los pelos con las abundantes lluvias
de los pasados meses de marzo y abril.
Y
todo este despropósito del trasvase de Portaje se produce por no haberse
construido la presa prevista en el río Almonte a la que se opusieron los
ecologistas, que lograron que se promulgara una DIA (Declaración de Impacto
Ambiental) desfavorable. El documento que avala la DIA es un auténtico
despropósito técnico y ambiental. Les invito a que lo echen un vistazo.
Como
alternativa se optó por un trasvase desde el embalse de Portaje que se
encuentra a 65 km de Cáceres y que precisa de dos elevaciones y una aducción
complementaria, por si falla Portaje, desde las infraestructuras de la zona
regable de Gabriel y Galán. Una obra mucho más cara que la presa del Almonte
tanto desde el punto de vista de la inversión como de los gastos de
explotación. Que tendremos que pagar los cacereños y asociados. Si es que
alguna vez se hace.
Todavía
no he visto el más mínimo movimiento en
el ayuntamiento cacereño – deben estar dedicados a cosas más importantes o
mirando al tendido ahora que son ferias - exigiendo dos cosas: una que se termine el
trasvase hoy empantanado para asegurar el abastecimiento a la ciudad y su
entorno y la segunda que el exceso de coste del trasvase de Portaje, sobre el
importe que hubiera supuesto el abastecimiento desde la presa del Almonte
desechada por razones ambientales, lo absorba el Estado. Los cacereños y
asociados no tienen por qué pagar la protección ambiental de un río. Eso es
cosa de todos: o sea del Estado.