viernes, 29 de septiembre de 2017

VIALIDAD INVERNAL EN LAS CARRETERAS

Como en un próximo futuro existe una elevada probabilidad de que el frío y la nieve vuelvan por nuestros lares, me permito reflexionar en esta entrada sobre la necesidad de estar preparados para cuando dichos fenómenos meteorológicos adversos se presenten.

Los antecedentes históricos demuestran que en época invernal en las mesetas sur y norte de España y en los sistemas montañosos de nuestro país la probabilidad de que se produzcan nevadas de mayor o menor intensidad o episodios de temperaturas por debajo de 0 ºC es muy alta.

Por eso con antelación suficiente las administraciones con competencia en carreteras preparan sus programas de vialidad invernal. Se coordinan en órganos en los que están presentes por parte de la administración general del Estado las delegaciones del gobierno, AEMET, demarcaciones de carreteras, las jefaturas provinciales de tráfico y agrupaciones de tráfico de la Guardia Civil, así como las consejerías autonómicas competentes en carreteras y emergencias (112), y las diputaciones provinciales con sus servicios de vías y obras. Esta coordinación y la comunicación fluida entre estos organismos entre sí y con los ciudadanos son claves para asegurar el éxito de la campaña invernal.

En el desarrollo del programa de vialidad invernal la unión de fuerzas es imprescindible para poder dar un mejor servicio al ciudadano y evitarle los inconvenientes que las nevadas u otros factores relacionados con el frío pueden ocasionarle cuando circule por la red de carreteras.

Pero en el proceso de vialidad invernal es fundamental adelantarse a los acontecimientos. No puedes ir arrastrado por ellos. Hay que anticiparse. Si no se hace así no está asegurado el éxito de las operaciones. Por muchos medios que se tengan.

Por tanto los protocolos de actuación en cada caso han de estar meridianamente claros y  los equipos humanos y mecánicos así como los medios auxiliares han de  permanecer dispuestos y prácticamente en estado de alerta en cuanto el invierno se adueñe de nuestro país.  

Es importante conocer lo más aproximadamente posible cómo será la nevada o episodio de baja térmica en cuanto a intensidad de la precipitación y distribución espacial y temporal. Aquí las previsiones de la AEMET, cada vez más afinadas, resultan imprescindibles. Y tener en cuenta que hay episodios excepcionales a los que es muy difícil hacer frente. Sobre todo si se producen nevadas en zonas en las que lo hace excepcionalmente o la nevada es de una gran intensidad por muy acostumbrado que se está a ella.

Hay que poner en conocimiento de los ciudadanos el riesgo que tienen si salen a la carretera en condiciones de nevada o de placas de hielo. He contemplado estupefacto como en episodios de nevadas familias con niños salen en sus vehículos “para ver la nieve” resultando posteriormente atrapados, con los problemas subsiguientes.

Hay que concienciar a la población de los riesgos que asume si circula innecesariamente en días de peligro. Y si lo hace por obligación ineludible los medios que ha de llevar en su vehículo por si vienen mal dadas: cadenas o neumáticos de invierno, combustible, teléfonos móviles, agua y alimentos o ropas de abrigo.

Y a partir de aquí hay que poner en acción el plan de vialidad invernal con todos los dispositivos bajo la coordinación más eficaz posible.

Cuando la conservación y la vialidad invernal estén contratadas con una empresa privada, lo que ocurre en determinados casos, los supervisores del contrato por parte de la administración han de exigir a las empresas lo prescrito en el pliego de condiciones que reguló la adjudicación del servicio. Y esto ha de hacerse a rajatabla. Si se duda o se es negligente en esta exigencia las empresas procurarán utilizar el menor número posible de medios humanos y mecánicos para ahorrar costes.

Cuando se produzcan los problemas las reclamaciones irán directamente a la administración responsable de la infraestructura y no a la empresa adjudicataria.  

Si los medios son públicos mi experiencia me dice que suelen aplicarse al máximo tanto en personal como en equipos mecánicos y medios auxiliares. El personal de los parques de maquinaria suele conocer muy bien su oficio y se aplica a él con entusiasmo y dedicación a veces muy por encima de lo exigible.

El año pasado algún episodio cogió desprevenidos a alguna administración o a las empresas que tienen a su cargo el servicio. Y eso que la AEMET lo avisó con anterioridad y con reiteración. No parece lógico que una autovía como la A3 que discurre por lugares de alto riesgo de nevadas, que se conocen de siempre, se llegue a cortar atrapando en la nieve a miles de personas en sus vehículos. Aunque la nevada fuera importante da la impresión de que se actuó con poca diligencia.

¿Pueden haber tenido algo que ver los recortes en conservación y vialidad habidos en las administraciones públicas? Si es así habrá que tomar nota para evitar futuros episodios como el habido.

Concluyo que a los planes de vialidad invernal de nuestra red de carreteras hay que darles la máxima importancia y sus actuaciones han de adelantarse en lo posible a los acontecimientos para evitar perjuicios a los ciudadanos.


lunes, 25 de septiembre de 2017

POR TIERRAS DE LOS CÁTAROS

Cuatro aventajadas alumnas de lengua francesa del Centro de Adultos de Cáceres: Felisa, Lola, María José y Victoria, como viaje de práctica lingüística decidieron visitar el territorio del Languedoc francés para incrementar sus conocimientos sobre este bello idioma. Hemos acompañado a estas infatigables estudiantes en este instructivo periplo sus respectivos cónyuges: Agapito, Pablo, Paco y el autor de este escrito.

El Languedoc es una región del sudeste de Francia. En parte de sus tierras se asentaron los cátaros. Algunos de ustedes se preguntarán ¿y quiénes eran los cátaros? Pues uno herejes como la copa de un pino, también conocidos como los albigenses.

Eran ascetas que aspiraban a la santidad, mediante un comportamiento modélico basado en la pureza. Recibido el “consolamentum“una especie de sacramento múltiple que se les administraba en las últimas horas de su existencia, podían alcanzar el paraíso y una futura reencarnación.

De base gnóstica dual en donde se contraponían el bien al mal, lo terrenal y lo espiritual, Dios y Satán, negaban la autoridad del Papa y no creían en el sacramento del Bautismo ya que argumentaban que era cosa de Juan el Bautista y no de Cristo.

Al principio de su aparición en el siglo X se les vio con buenos ojos y cierta comprensión por parte de la jerarquía eclesiástica, pero su persistencia obligó al papado a tomar medidas drásticas. En 1209 el papa Inocencio III harto de la contumacia y terquedad de los cátaros, que a pesar de la labor misionera llevada a cabo no se reintegraban al seno de la Santa Madre Iglesia, dictó la cruzada contra la herejía albigense, es decir contra los cátaros.

Simón de Monfort se puso al frente de las operaciones asediando la ciudadela medieval de Carcasona que fue tomada ese mismo año e hizo prisionero a Ramón Roger Trencavel, vizconde de Carcasona. Anexionada en 1226 por la corona de Francia en tiempos de Luis IX (San Luis, rey) hijo de Blanca de Castilla, transformó a la ciudad en fortaleza real y después en senescalía.

Los cátaros fueron dando tumbos y los últimos se refugiaron en Montsegur, un castillo prácticamente inexpugnable. Después de un asedio de casi un año y en la primavera de 1244 fueron vencidos por las tropas reales y papales siendo desalojados de la fortaleza y quemados en la hoguera.

El viaje nos ha permitido visitar los principales reductos cátaros.

Toulouse, la antigua Tolosa cabeza del condado del mismo nombre, unas veces sometido al rey de Aragón y otras al rey francés, es hoy la cuarta ciudad más poblada de Francia y centro neurálgico de la aeronáutica europea, sede del consorcio Airbus. Mantiene su historia en monumentos bellísimos como el Ayuntamiento o Capitolio y su plaza, la basílica de San Sernín, el convento de los Jacobinos y los bellos parajes del río Garona que baña la urbe y que es cruzado por hermosos puentes.

La deliciosa ciudad de Albi, que diera nombre a la herejía cátara acoge unos monumentos admirables. Su catedral dedicada a santa Cecilia está muy bien conservada y su grandiosidad da idea de la pujanza que ha tenido la ciudad a lo largo de la historia. En los aledaños del templo mayor, en el palacio de la Berbie se ubica el museo Toulouse – Lautrec que alberga una ingente cantidad de obras del pintor nacido en esta ciudad. Los paisajes del río Tarn que baña el casco urbano son de una belleza sin igual, ideales para calmar el espíritu.

Cordes sur ciel es un pequeño pueblecito que se utilizó como fortaleza de avanzadilla en la cruzada contra los cátaros. La armonía de su conjunto con sus estrechas, empedradas y empinadas calles consecuencia de la diferencia de cotas que oscila entre 159 y 320 m de altitud es lo más destacable. Todavía en las fachadas pueden verse banderas con las cruces cátaras.

Ciudades y sitios como Montauban, la abadía de Moissac, Rocamadour o Cahors con su puente de La Valentré sobre el río Lot, emblema de la ciudad, son lugares de una singular belleza dignos de contemplarse.

Y como remate del viaje la ciudadela de Carcasona, con vicisitudes guerreras y de asedios ya descritas presenta un conjunto muy homogéneo, visitado anualmente por millones de turistas. El ataque de las fuerzas papales a esta ciudadela fue el origen de la cruzada contra los cátaros por cuyas tierras hemos deambulado durante una semana.

El manejo del idioma durante toda la excursión ha permitido constatar el aprovechamiento de las cuatro alumnas que dominan el francés cada vez mejor. Cuando dudan emplean el lenguaje de signos que resulta al fin y a la postre un remedio infalible.

Los acompañantes hicimos lo que pudimos para que el viaje fuera agradable. Pero las protagonistas fueron ellas que se desenvolvieron estupendamente. Tan buenos resultados han obtenido en su aprendizaje del idioma galo, que Agapito ha decidido matricularse él también para el curso próximo. Y es que Agapito es un crack.

Regresamos a casa por Cataluña. La presencia frecuente de “esteladas” nos avisa del grave problema que existe en esta bella tierra generado por unos irresponsables. Pero esa es otra historia. Que ya contaré en su momento.


viernes, 15 de septiembre de 2017

FERROCARRIL EN EXTREMADURA: UN CAOS.

Aunque es un tema muy manido y recurrente, no quería dejar pasar la oportunidad de echar mi cuarto a espadas desde este blog, para reflexionar sobre la desastrosa situación del ferrocarril extremeño.

Extremadura una región tranquila y pacífica que busca salir del furgón de cola de la economía española, se encuentra maltratada en materia de infraestructuras ferroviarias las cuales son condición necesaria, aunque puede que no suficiente, para conseguirlo. Es la única región española que no dispone de una sola línea férrea de doble circulación ni tampoco electrificada. Por supuesto el AVE ni está ni se le espera. Al menos en un plazo razonable de tiempo.

La serie de peripecias que se están produciendo en los servicios ferroviarios en Extremadura, daría para escribir un libro con bastantes páginas. Nos movemos por el alambre, camino de que en cualquier momento pueda producirse un serio accidente.

Es raro el día que no ocurre algún incidente. El incumplimiento de los horarios es una situación de normalidad cuando habría de ser lo excepcional. Los retrasos es lo menos malo que le puede ocurrir al viajero. Averías constantes, trenes parados en medio del campo a temperaturas tórridas este verano, traslado de pasajeros a pie hasta la estación más cercana, puertas que no obedecen al mando, atropellos mortales de los que al menos tres han ocurrido en el último año.

Trenes que tienen parada en Plasencia los detienen en Monfragüe y desde allí trasladan a los viajeros en autobuses a la ciudad del Jerte. Todo ello avisando el revisor a los pasajeros sobre la marcha. Así que quien no se entera del recado, yo presencié  un caso, da con sus huesos en Cáceres con gran contento del afectado.

Hay una elevada probabilidad de que los usuarios vivan una odisea cada vez que se suben a unos de estos destartalados convoyes que dan servicio a Extremadura. En fin el ferrocarril en Extremadura es un auténtico caos.

Y lo curioso del caso es que la Junta de Extremadura ha de abonar a Adif y Renfe la módica cantidad de 4 millones de euros anuales para que mantenga en funcionamiento estas líneas. Supongo que no pagarán ni uno solo de esos euros, dada la deplorable calidad del servicio que esos organismos del ministerio de Fomento prestan a la región. Sería el acabose si encima se paga. Cornudos y apaleados.

Para acallar posibles protestas están construyendo una chapuza a la que denominan pomposamente Tren de Altas Prestaciones. Se trata de un tren diesel, ahora dicen que será el modelo Talgo, que aprovechará la infraestructura construida del AVE a Lisboa, para con una línea unidireccional tratar de taparnos la boca por un tiempo. Que podrá convertirse en otro porrón de años. Después dicen que electrificarán una sola línea entre Badajoz y Plasencia. Sin doble circulación, los tiempos serán, si acaso, sólo ligeramente mejores que los de ahora. En fin un despropósito que nuestras autoridades no debieran consentir.

El gobierno de Fernández Vara está absolutamente equivocado en este tema. No se puede admitir que nos coloquen un tren de segunda división. Hay que obligar al gobierno a la firma de un pacto con Extremadura para que en un horizonte máximo de 10 años, con plazos parciales fijados, la región pueda disponer de unas infraestructuras ferroviarias similares a las que existen en el resto de España.

Las resumo:

·         AVE si se enlaza con Lisboa o en su defecto doble línea electrificada para trenes tipo Alvia en el trayecto Madrid – Plasencia – Cáceres – Mérida – Badajoz.
·         Reactivar en las mismas condiciones técnicas de doble vía electrificada la Ruta de la Plata, en los tramos  Plasencia - Salamanca y  Mérida - Sevilla.
·         Y hacer lo mismo en el tramo Mérida – Brazatortas.

Este debería ser el Pacto del Ferrocarril. Podría financiarse como pago de la deuda histórica con Extremadura, una región abandonada secularmente del poder central. Ya va siendo hora de que nos resuelvan esta deplorable situación en la que nos encontramos.

Afortunadamente hay indicios de reacción en la región. Se han constituido varias plataformas que empiezan a reivindicar un trato para Extremadura que sea igual al que se da en el resto de España. No hay que cejar en el empeño. Si pagamos los mismos impuestos tenemos derecho a disponer de iguales servicios.

Hay que rechazar de plano este despropósito de tren de altas prestaciones que están construyendo y del que tan orgullosos se encuentran algunos dirigentes autonómicos, los de ahora y los de antes que lo consintieron.  

Eso sí directivos de Fomento, Renfe y Adif visitan con frecuencia la región para soltar la correspondiente milonga y hacerse la foto con las autoridades autonómicas. Y así años y años. La realidad ya la hemos descrito: un tren tercermundista.

Y por cierto el cometido de los dirigentes no es asistir a las manifestaciones. Su misión es trabajar infatigablemente en los despachos del Ministerio de Fomento, de Renfe y de Adif dejándose allí la piel. En el trabajo permanente en esos despachos y en la presidencia del Gobierno es donde se consiguen las cosas. Y no haciéndose la foto con las pancartas. Las manifestaciones han de ser cosa de la sociedad civil o sea de los ciudadanos de a pié.


jueves, 7 de septiembre de 2017

LA CALIDAD DEL AGUA: UN RETO PENDIENTE

En un reciente estudio recopilatorio de la situación mundial llevado a cabo por especialistas de la FAO (Food and Agriculture Organization) y del IWMI (International Water Management Institute) se llama la atención sobre el deterioro que la calidad del agua está sufriendo como consecuencia de la presión que ejercen sobre ella, la falta de depuración de aguas residuales urbanas e industriales, la agricultura y la ganadería, la acuicultura y otras actividades antrópicas.

El agua es un elemento indispensable para la vida de la biosfera. Siendo imprescindible disponer de ella tanto desde un punto de vista cuantitativo, como  cualitativo. Este último aspecto es que la hace apta para los diferentes usos.

Por eso hemos de cuidar sus niveles de calidad. Esta se ve amenazada por una utilización cada día más intensiva de ella por parte del hombre. El uso masivo e intenso del agua, si no se toman medidas eficaces, pueden elevar su grado de polución haciéndola inadecuada para su utilización o elevando los costes de su depuración previa antes de utilizarse.  

El primer elemento a considerar para poder acometer la resolución del problema es la necesidad de depurar las aguas residuales urbanas. En España se ha hecho mucho en esta materia. Pero todavía queda bastante por acometer. Por ejemplo en Extremadura prácticamente todos los núcleos de menos de 2.000 h.e. (habitantes equivalentes)[1] no cuentan con una depuración adecuada, vertiendo en bruto sus residuos a los cursos de agua. Esto se traduce en que aproximadamente el 20 % de la población extremeña carece de depuración de sus vertidos.

De igual modo es imprescindible que los vertidos industriales que adquieren gran importancia en determinadas zonas, sean devueltos depurados convenientemente a los cursos de agua.

El estudio incide principalmente en la situación en las áreas rurales. La agricultura y la ganadería aportan una presión de importancia sobre la calidad del agua. El incremento de los regadíos, ya se riegan más de 320 Millones de hectáreas a nivel mundial, junto con el del uso de fertilizantes es otro elemento de presión sobre el agua.

La existencia del regadío es imprescindible para conseguir el abastecimiento agroalimentario de la población mundial. En 2050 se estima que la población mundial alcanzará los 9.300 Millones de habitantes. Hoy día alrededor de 800 millones de personas carecen de una alimentación adecuada y suficiente.

Si no se lleva a cabo una fertilización racional y bien estudiada de los diferentes cultivos los nutrientes principales y especialmente el fósforo y el nitrógeno pasan a los sistemas de aguas superficiales y subterráneas elevando sus niveles de polución. Por eso cada día se establecen códigos de buenas prácticas agrarias en el abonado. Propugnan un mejor uso de los fertilizantes utilizándolos en la cantidad, época del desarrollo del cultivo y localización más adecuados. El resultado final es un ahorro para el agricultor ya que utilizando menos fertilizante obtendrá una producción igual o mayor que la alcanzada con dosis de abonado mayores y de paso contribuirá a mejorar sensiblemente la calidad del agua de los retornos del riego.

En relación con este estudio de FAO – IWMI que incide sobre los aspectos agrarios y rurales es preciso contemplar la influencia de los regadíos, el uso que más volumen de recurso utiliza, sobre la calidad del agua.

La única fórmula para poder dictaminar cual es el efecto real de los regadíos en la calidad del agua es la implementación de redes de control. La Junta de Extremadura  ha sido pionera en este aspecto al montar en el año 1998 dentro del Servicio de Ordenación de Regadíos el programa RECAREX (Red de Control de la Calidad del Agua de Riego en Extremadura).

Esta red analiza la calidad del agua con las normas FAO - ahora la Junta ha cambiado a las normas del USSL (United States Salinity Laboratory) que están obsoletas y son erróneas - primero a la entrada de las zonas regables y después a la salida, tanto hacia los sistemas de aguas superficiales (ríos y arroyos) como a los acuíferos subterráneos. De este modo podemos deducir el grado en el que influyen los regadíos en la conformación de la calidad de sus aguas de retorno. Y a partir de esos datos de la red de control mejorar las condiciones de la fertilización para así devolver un agua de mejor calidad a los sistemas superficiales o subterráneos.

De igual modo la ganadería está incrementando sensiblemente su actividad. Ello lleva consigo el aumento de residuos: purines, elemento patógenos, que si no se tratan adecuadamente constituyen otro importante elemento de presión sobre la calidad del agua.

Es preciso diseñar programas de buenas prácticas de las actividades antrópicas de todo tipo y llevar a cabo un control de las mismas a fin evitar un deterioro de la calidad del agua y las posibles consecuencias negativas para las poblaciones. Es un reto pendiente que debe acometerse de inmediato.





[1] Se define como 1 habitante equivalente (h.e.) la carga orgánica biodegradable con una demanda bioquímica de oxígeno (DBO5) de 60 g de oxígeno por día.

viernes, 1 de septiembre de 2017

EL TURISMO ES UN GRAN INVENTO

Con este título, protagonizada por Paco Martínez Soria y dirigida por Pedro Lazaga se rodó una película a finales de los años 60 de la anterior centuria, cuando los turistas comenzaban a invadir masivamente nuestro país. En ella se representaba un turismo de sol y playa, suecas en bikini y ligones hispanos bajitos y morenos. Todo un muestrario de estereotipos y costumbres de la época.

Comenzaba por entonces en España el imparable avance de un sector que a la postre se convertiría en uno de los punteros de nuestra economía. Se empezó ofreciendo al visitante sol y playa a raudales. Los principales núcleos turísticos eran: Benidorm un disparate urbanístico con torres de apartamentos de decenas de pisos, lo que confiere a su “skyline” el aspecto de un Manhattan cualquiera. Al proyectarse los turistas que los habitan sobre la playa no caben en ella. Junto al reducto alicantino, destacó la Costa del Sol con Torremolinos en primera línea de turismo masivo y Marbella en la que sentó sus reales la “jet society”.

Nos encontrábamos en una España que salía de la autarquía, que había superado el aislamiento internacional y que olvidada la posguerra comenzaba a modernizarse en sus modos y comportamientos. A ello contribuyó decisivamente la entrada masiva de turistas con ideas y costumbres nuevas que fueron asimiladas de inmediato y puestas en práctica por los españolitos.

Se daba tanta importancia al turismo que en los primeros años se otorgó un premio al turista dos millones (realmente fue al 1.999.999) Incluso a este hito le fue dedicada una canción.

El turismo evolucionó velozmente y las principales cadenas hoteleras se instalaron en el país. El sector se convirtió en uno de los más dinámicos de nuestra economía y España fue reconocida como un destino de primer orden para el turismo internacional.

La variedad de paisajes y de climas, una original gastronomía basada en productos agroalimentarios de excelente calidad obtenidos en España, el patrimonio cultural e histórico, la belleza de las costas peninsulares e insulares, excesivamente urbanizadas en algunos casos y la buena calidad de nuestros servicios, se han convertido en atractivos irresistibles para el turista. Su número ha ido aumentando en progresión imparable y en la actualidad - hemos tenido suerte con las secuelas de la “primavera árabe” - nos visitan alrededor de 75 millones de foráneos, lo que muestra el crecimiento de este sector, que hoy es clave en la generación de beneficios y empleos en nuestro país.

A la par se ha producido una mayor diversificación de la oferta turística. Turismo de nieve y de montaña, turismo rural y ecológico, turismo de embalses, enoturismo o turismo ornitológico entre otras especialidades, junto al tradicional de sol y playa, han abierto amplias posibilidades de elección tanto para los nativos como para los extranjeros.

Pero junto a un turismo de calidad se nos ha colado un turismo de “low cost”, parte del cual a su vez lo es de borrachera, sexo y gamberrismo. Alcanza sus exponentes máximos en el Salou Fest en la Costa Dorada de Tarragona o en Magaluf en Mallorca y se extiende cual mancha de aceite a otras zonas.

Son intolerables los comportamientos incívicos que se observan año tras año en estas localidades y que deberían ser desterrados cuanto antes. Se producen sucesos de alcohol, droga y sexo que están prohibidos en los países de origen de los practicantes y que se consienten en estos lugares con el pretexto de no ahuyentar a los turistas. Pero se logra el efecto contrario. Se van los turistas de alto nivel y se queda esta chusma de indeseables que viene a hacer en España lo que no les dejan llevar a cabo en su país.

Este turismo de bajos instintos es el que ha de prohibirse. Las autoridades competentes han de actualizar las leyes si es necesario, y las policías y los jueces han de aplicarlas hasta conseguir la expulsión de estos indeseables de nuestra tierra. Como se hace en otros lugares. Exactamente igual. Este tipo de turismo no le interesa a España que debe optar por uno de calidad en los comportamientos.

Lo que no es de recibo es arremeter contra el turismo en general sin discriminación, como ha comenzado a hacer en Barcelona y ya lo ha extendido a Palma y otros sitios, Arram la organización juvenil de la CUP. La CUP es la organización en la que se refugian los anti sistema de Cataluña en su mayoría identificados con el anarquismo. La cuna española de los libertarios fue y sigue siendo Barcelona. Desde su origen los anarquistas ha hecho un gran daño a España. Al parecer tratan de seguir haciéndolo bajo la mirada permisiva de algunas autoridades catalanas.

La CUP no es nadie para decidir sobre el turismo español. Solamente las autoridades tienen potestad para perseguir el turismo de baja estofa que se está metiendo en España y erradicarlo.

Por lo demás el sector ha de ser promocionado dentro y fuera de nuestro país ya que  aporta más del 11 % de nuestro PIB, generando una considerable cantidad de empleo. Por eso ha de seguir siendo uno de los pilares, por supuesto no el único, de nuestra economía. Y hay que protegerlo. Pero no cargarse la gallina de los huevos de oro como pretenden la CUP y sus cachorros. Cuyo objetivo último es la destrucción de España como país. Lo vienen intentando desde comienzos del siglo XX. Sin conseguirlo. Hasta ahora.