ANDALUCES
POBRES VERGONZANTES
Lo
que nos faltaba. También desde Madrid arremeten contra Andalucía. Bueno contra
esta bella comunidad autónoma y por extensión contra todas las otras - entre
ellas Extremadura mi tierra - que reciben fondos compensatorios.
Estos
ataques se producen debido a que, salvo honrosas excepciones que haberlas
haylas, nuestros políticos se caracterizan por atesorar en sus exiguas mentes
un profundo analfabetismo histórico de lo que ha sido y es España, lo cual
resulta preocupante.
No
teníamos bastante con el “España nos roba” de Cataluña cantinela que se ha
demostrado con números y hasta la saciedad que es una inmensa falacia. Ahora se
nos descuelga la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes con
el mantra de que su Comunidad Autónoma otorga anualmente 3.000 Millones de € a
Andalucía para financiar su sanidad, su educación y su dependencia.
A
esta señora que hasta ahora daba la impresión de ser persona prudente y modosita
parece que se le ha ido la pinza. En lugar de rectificar sus bochornosas,
mendaces y lesivas manifestaciones ha querido quitar hierro al asunto,
aludiendo al contexto (como hacen casi todos) tomándonos por tontos a los que
hemos podido escuchar repetidas veces sus argumentos.
Alexander
Pope un poeta inglés acuñó la frase “errar es humano, perdonar es divino y
rectificar es de sabios” La mandataria madrileña ha hecho caso omiso a la
sentencia del vate inglés y sigue en sus trece. Con el fin de suavizar su metedura
de pata se ha limitado a asegurar, con una risita nerviosa, que ella quiere
mucho a los andaluces. Y a las andaluzas, claro, faltaría más.
Alguno
de nuestros políticos autonómicos como se sienten dueños y señores feudales de
sus territorios, en cuanto tienen oportunidad ponen sobre la mesa las balanzas
fiscales territoriales. Olvidan que la fiscalidad es un aspecto personal de
cada contribuyente. Y no tiene nada que ver con los territorios.
Cifuentes
debería saber que un andaluz contribuye por igual a las arcas públicas que un
madrileño. Su IRPF es idéntico a igualdad de ingresos y de circunstancias
personales. Y se paga el mismo IVA en unos territorios que en otros. Los
impuestos que gravan los hidrocarburos, el tabaco o las bebidas alcohólicas son
iguales en todas las regiones de España.
Madrid
recauda más que Andalucía entre otras razones porque debido a su condición de
capital de la nación allí tienen su sede la mayor parte de los organismos
públicos del Estado que costeamos todos los españoles. A lo que se añade un
elevado número de entidades financieras o de empresas que operan en el resto de
España en donde obtienen buena parte de sus beneficios, pero que contribuyen en
Madrid.
En
otro orden de cosas la población madrileña está compuesta en buena parte por
emigrantes procedentes de Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y otras
regiones que vieron y ven vaciadas sus poblaciones al verse sus habitantes
obligados a emigrar ante la falta de horizontes laborales adecuados en las
mismas. Esta población que debería haber contribuido fiscalmente en sus lugares
de origen, si no se hubiera visto compelida a emigrar, lo hace ahora en Madrid,
en Cataluña o en el País Vasco. Es decir en las regiones favorecidas por el
poder central desde tiempos inmemoriales y en donde se invirtieron con
preferencia los ahorros del resto de España.
Yo
creo que a la señora Cifuentes le conviene leer algo más sobre lo que es la
historia española y cómo el poder central ha sido tacaño con esas regiones que
aportaron mano de obra barata y capitales para que otro conjunto de regiones
privilegiadas tuvieran un desarrollo más intenso que aquellas.
Las
consecuencias son que ahora en estas áreas desarrolladas se recauda más en
valor absoluto que en las otras. Y al ser la fiscalidad un asunto individual y
con objeto de tratar de nivelar servicios, el Estado tiene que compensar a esas
regiones menos favorecidas. Y eso no es solidaridad ni nada que se le parezca.
Eso es un acto de estricta justicia distributiva. La solidaridad ya la tuvieron
esas comunidades autónomas ahora más atrasadas cuando prestaron su población y
sus dineros ahorrados para favorecer el desarrollo de las regiones ahora
potentes en detrimento del suyo propio.
Así
que señora Cifuentes debería usted saber que los andaluces y por extensión los
habitantes de otras regiones menos favorecidas, no son pobres vergonzantes, ni
unos menesterosos que viven de la caridad de los madrileños. Son contribuyentes
que tienen los mismos derechos a disfrutar de iguales servicios que el resto
del país, porque pechan con sus
impuestos exactamente igual que los madrileños.
Otro
día le demostraré que los habitantes de Madrid disfrutan de mejores servicios
que el resto. Si quiere comprobarlo véngase un día en tren a Plasencia,
Cáceres, Mérida o Badajoz y luego me lo cuenta.
Y
ponga inmediatamente en práctica la máxima de Pope: rectificar es de sabios. Y
de buenos políticos. Por nuestra parte si enmienda la plana la perdonaremos.
Como sentenció Pope: perdonar es divino. Amén.