viernes, 27 de septiembre de 2019


CAMBIO CLIMÁTICO: DEJEMOS ACTUAR A LOS EXPERTOS

El cambio climático es un tema de una gran complejidad cuyo estudio tiene una indudable base científica y en consecuencia deberían ocuparse de él con exclusividad, expertos y científicos. Y voy más allá habrían de ser especialistas independientes no mediatizados por poderes de uno u otro signo los que diseñaran las pautas a seguir. Mucho menos deseable sería que el cambio climático pasase a ser una cuestión ideológica o de políticos. Y menos todavía que se convirtiese en negocio para algunos listos.

El cambio climático es un fenómeno de una gran complejidad ya que pudieran coexistir en el mismo no sólo causas directas inherentes a la actividad antrópica sobre el planeta Tierra, sino también procesos de variabilidad climática que han ocurrido a lo largo de los siglos y sobre los que el hombre tiene poca o ninguna influencia.

Una buena parte de la comunidad científica está convencida de que el cambio climático es debido en gran parte a la actividad humana. Especialmente al incremento de la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEIs) en la atmósfera, cuestión que se mide por la concentración de CO2 en la misma. Las últimas mediciones dan una cifra de 415 ppm (partes por millón o mg.l-1). El CO2 es el elemento que se toma como referencia pero existen otros gases de efecto invernadero de más actividad que éste: metano, óxido nitroso y fluorocarbonados entre otros. Adelanto que según mis informaciones sólo existen 5 estaciones homologadas a nivel mundial que midan el contenido de CO2 en la atmósfera.

Al parecer hay datos que demuestran con una probabilidad bastante elevada, que se está produciendo un calentamiento global de la atmósfera en la que se dan incrementos térmicos lentos pero sostenidos, que aunque existan algunas oscilaciones, dan como consecuencia una tendencia creciente al aumento de la temperatura. Este hecho trae consigo diversos efectos: disminución de las lluvias en determinadas áreas y en definitiva menos disponibilidad de recursos hídricos; destrucción de hielo en los casquetes polares y en glaciares; elevación del nivel del mar e incremento de la frecuencia de fenómenos extremos: lluvias torrenciales causantes de inundaciones y más períodos de sequía.

El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) un organismo de la ONU, en sus informes avalados por científicos de prestigio, viene advirtiendo desde hace tiempo de la presencia inexorable del cambio climático y de sus posibles consecuencias en los diferentes zonas de la Tierra y en los diversos sectores de la actividad económica.

Ha de subrayarse que no toda la comunidad científica admite el cambio climático. Hay especialistas que lo ponen en duda, los llamados “negacionistas”. Ellos aportan también sus argumentos, los cuales habríamos de contemplar y considerar, valorando si reflejan con acierto las situaciones climáticas que estamos viviendo y las posibles causas.

En todo caso el asunto del cambio climático habría que dejarlo en manos de los científicos especialistas en el tema. Nunca convertirlo en un instrumento de activismo o de discusión política llevada a cabo por personajes que son absolutamente legos en la materia y se mueven por ideologías de uno u otro signo. O por otro tipo de intereses inconfesables lo que sería aún peor.

Casos como el de la joven sueca Greta Thunberg son paradigmáticos de un activismo que no tiene fundamento. Una chica de 16 años, todavía sin formar, y me temo que con reducidos conocimientos sobre el tema, no puede convertirse en la figura más mediática en la lucha contra el cambio climático. Creo que no es serio.

Su actuación catastrofista y agresiva durante la Cumbre del Cambio Climático celebrada hace unos días en Nueva York, con afirmaciones hechas sin datos ni pruebas, no son el mejor camino para hacer frente al cambio climático. Sobre todo cuando la bandera la agita una menor inexperta en el tema y en la vida.

La lucha contra el cambio climático ha de estar en manos de expertos independientes e imparciales, que no estén movidos por intereses de uno u otro signo. Ellos son quienes tienen que marcar las líneas de actuación tanto en mitigación como en adaptación al mismo para que toda la sociedad las ponga en práctica.

Y a partir de aquí la reducción de los efectos del cambio climático ha de ser un consenso entre todos los países del mundo y con especial relevancia de los que más contaminan. En la búsqueda de este consenso es donde tienen que intervenir los políticos.

De nada vale que en la mencionada cumbre de Nueva York, 70 países se comprometan a tomar medidas si no son secundados por el resto de los estados. Y sobre todo cuando naciones con gran capacidad de emisión de GEIs como China, Rusia o Brasil ni siquiera acuden al evento y Estados Unidos se da una vuelta por el foro porque se celebraba en su casa, sin adquirir compromiso serio alguno.

Así que sería conveniente para la humanidad dejar el cambio climático en manos de expertos honrados. Los políticos y los activistas de uno y otro signo han de limitarse a apoyar y facilitar el cumplimiento de los acuerdos que adopten los científicos. Y si aquellos desde su ignorancia científica no opinan, mejor. Cada vez que lo hacen es para complicar la situación, ya de por si compleja.

viernes, 20 de septiembre de 2019


DANA CATASTRÓFICA

Una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es un fenómeno meteorológico que consiste en la presencia en altura de una masa aislada de aire polar frío, la cual confluye con masas de aire caliente y húmedo ubicadas en niveles más bajos, dando lugar a un régimen de precipitaciones de alta intensidad. Las DANAs suelen producirse con alguna frecuencia en España afectando con prioridad a zonas continentales contiguas al Mar Mediterráneo, un mar con el agua bastante cálida.

Este fenómeno atmosférico también conocido como gota fría es característico del Levante español en donde se presenta con cierta frecuencia y en el que las precipitaciones de alta torrencialidad ocasionan daños importantes en agricultura, infraestructuras y edificaciones de viviendas, comercios e instalaciones. Y lo más grave es que suele cobrarse vidas humanas: siete muertos en el episodio más reciente.

Especialistas en cambio climático, aseguran que la frecuencia de estos fenómenos irá en aumento, si dejamos que la temperatura de la atmósfera siga elevándose como consecuencia del incremento en la misma de la concentración de GEIs (Gases de Efecto Invernadero). No obstante hay otros expertos meteorólogos que no relacionan directamente la gota fría con el cambio climático ya que argumentan que se vienen produciendo desde mucho tiempo atrás.

Ha de considerarse que precipitaciones del orden de 300 o 500 mm en 48 horas y de 90 mm en una hora tienen una dimensión excepcional y los volúmenes de agua que aportan son de difícil control. Este nivel de pluviometría corresponde, teóricamente, a períodos de retorno muy altos o lo que es lo mismo a una baja probabilidad de ocurrencia.

Ha de advertirse que los efectos de estas DANAs son mucho más perniciosos si las estructuras terrestres que han de desaguar las avenidas no se encuentran en condiciones adecuadas para hacerlo.

La política que desde hace unos años aplican las confederaciones hidrográficas se traduce en no disponer de una planificación continuada de actuaciones de mantenimiento y limpieza en los cursos de agua. Y esta forma de actuar, que es apoyada por los ecologistas porque consideran que los cauces hay que dejarlos en su estado natural, en mi opinión es un error. Si se deja en su estado natural la zona inundable de un curso de agua tenderá a ser cada vez más extensa y, previsiblemente, los daños mayores.

La estructuras de drenaje del agua de lluvia: arroyos, ríos o ramblas, que en Levante la mayoría del tiempo se encuentran prácticamente secas, han de conservarse expeditas, con su sección hidráulica limpia de vegetación y sedimentos para que puedan cumplir su función al cien por cien cuando aparezca la lluvia torrencial inherente a las DANAs o gotas frías.

Por lo que se ha visto el estado actual de estas estructuras de drenaje deja mucho que desear. He podido contemplar ramblas, arroyos y ríos invadidos de vegetación y de sedimentos. En consecuencia la capacidad de evacuación de agua se encuentra muy restringida y los daños producidos por las riadas son máximos al ser aquellos incapaces de drenar los caudales de agua que se aportan.

Es evidente que unas precipitaciones de la magnitud de las ocurridas son muy difíciles de manejar. Por lo cual, aún se hace más necesario que los drenajes sean capaces de evacuar el máximo de agua para lo que es preciso que las secciones hidráulicas estén limpias .Porque de esta forma podremos reducir en todo lo posible los daños de la riada.

He podido contemplar atónito que en plena gota fría se encuentren máquinas limpiando cañas de los desagües. Esa labor preventiva ha de hacerse antes. El problema radica en que no se hace. Los ecologistas a base de presiones a la administración vuelven a salirse con la suya. Y nadie les contradice.

Es evidente que las actuaciones para mitigar los daños de las DANAs no han de terminar en solamente la adecuación de las estructuras de evacuación del agua. Hay que delimitar las zonas inundables, para impedir que se construya en estas áreas. Estas actuaciones ya se vienen realizando a partir de los Planes de Evaluación del Riesgo de Inundación. Pero hay que seguir actuando en esta línea. Es muy importante para evitar daños en los bienes de los ciudadanos y en las personas. Aunque seguirá habiendo muchas edificaciones antiguas que están en la zona inundable. Y estas siempre estarán en riesgo. Pero es necesario perseverar en la política de quedar libres de construcciones las zonas de inundación para evitar males mayores.

Otra línea de actuación es dimensionar -  en los casos de territorios con riesgo de gota fría - las estructuras de evacuación del agua, para avenidas de períodos de retorno más altos. Esto encarecerá las obras pero disminuirá el riesgo de daños. Han de llevarse a cabo análisis coste - beneficio para obrar en consecuencia.

Y por último diseñar estructuras de regulación, embalses, con vistas a laminar en lo posible las avenidas y disminuir sus efectos devastadores.

Es preciso perseverar en este tipo de políticas preventivas. Si el cambio climático comportará un aumento en la frecuencia de estos fenómenos extremos, es razón de más para poner desde ya manos a la obra y prevenir las consecuencias de futuros episodios de gota fría.

Esperemos que las autoridades tomen nota de todo esto. Pero me temo que volveremos a las andadas. Hasta la próxima DANA. Cuando tornaremos a  lamentarnos y rasgarnos las vestiduras. Pero es que en España somos así: poco previsores.

viernes, 13 de septiembre de 2019


LA ESPAÑA VACIADA Y ABANDONADA

Supongo que tras intensas cavilaciones y sesudas reflexiones nuestros políticos han puesto de moda hablar de la España vacía, vaciada o abandonada. Tratan el tema como si esta situación fuese cosa moderna, de hace unos días.

La llamada España vacía, vaciada o abandonada comprende básicamente las zonas rurales del interior de España: Castilla y León, Extremadura, Castilla la Mancha, Aragón, Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja y Andalucía.

El vaciado de la España interior no es un acontecimiento reciente ni mucho menos; es el resultado de un proceso ininterrumpido que se inició hace mucho tiempo.  Comenzó cuando los capitales financieros españoles se concentraron para industrializar el País Vasco y Cataluña a finales del siglo XIX y principios del XX. Este hecho dio lugar a las primeras emigraciones masivas a estas regiones, especialmente desde Extremadura y Andalucía. La miseria existente en las zonas sureñas cuya economía dependía exclusivamente de la tierra y sus latifundios, expulsaba de ellas a miles y miles de hombres y mujeres en busca de trabajo en las áreas industriales.  

Con Franco parecía que en España empezaba a amanecer, pero sólo salió el sol en parte de ella. Precisamente en aquellas regiones que habían sido más revolucionarias y en buena parte causantes del triste episodio de guerra civil que asoló España durante tres crueles años, rompiendo y devastando el país.

La dictadura franquista favoreció descaradamente a Cataluña y al País Vasco derivando allí ahorros y capitales estatales y privados, probablemente con la intención de tener contentas a estas regiones y que sus ansias independentistas se adormecieran. El resultado obtenido lo estamos viviendo ahora. ¡Menudas lumbreras¡

Esta forma de proceder dio lugar a emigraciones masivas desde la España interior, que comenzaron con inusitada intensidad a raíz del programa de estabilización de 1958 y que duraron en su período álgido hasta el final de la década de los 70.  Ingentes muchedumbres que buscaban su sustento se desplazaban a las regiones privilegiadas por el dictador, vaciando el interior de España.

Ayudas a la siderurgia y al sector industrial vasco, así como a los sectores textil y químico catalanes; ubicación en Barcelona de la SEAT y proteccionismo a estos sectores, dieron como resultado que, por ejemplo, en Extremadura alrededor de 500.000 personas se vieran obligadas a emigrar, privando a la región extremeña de un capital humano imprescindible para su futuro desarrollo.

No contentos con lo anterior, los jerarcas franquistas se inventaron despropósitos tales como el trasvase Tajo – Segura, mecanismo por el que se “robaba” a Castilla la Mancha, Madrid y Extremadura, un recurso básico para su desarrollo como es el agua. El pretexto para justificar esta engañifa fue que la huerta levantina era un vergel y producía mucho y se llegó a calificar el trasvase como de “supremo interés nacional”. En el anteproyecto de 1967 se retorcieron los datos de aportaciones de lluvia en la cabecera del Tajo para justificar un trasvase de 1.000 Hm3 /año. Como la barbaridad era de tal calibre que daba vergüenza ajena, lo dejaron en 600 Hm3/año. Luego no se superarían los 350 Hm3/año. No hay agua. Y la que hay se la llevan a Levante. 60 Hm3 este verano. Sólo tuvieron en cuenta en el balance hídrico entre la cuenca cedente y las cesionarias las aguas superficiales. Las aguas subterráneas de las que hay abundancia en Levante, las dejaron de lado. Increíble.

Modernamente y ya en período democrático, continúan los favoritismos a catalanes y vascos, estos últimos además gozan de fiscalidad especial, que cuentan con fuertes partidos nacionalistas y separatistas. Para tratar de frenar sus ansias soberanistas y sobre la falacia de que tienen más población se les construyen las mejores infraestructuras de todo tipo: hospitalarias, de carreteras, ferroviarias, aeroportuarias, y de telecomunicaciones, mientras que la España interior y especialmente las zonas más despobladas carecen de ellas y de unos servicios básicos dignos, comenzando por la sanidad o las infraestructuras.

Un ejemplo: el corredor mediterráneo que une Cataluña, Valencia, Murcia y el este de Andalucía se considera prioritario y se están desarrollando cuantiosas inversiones por parte de Adif, muñidas por un lobby de intereses poco claros.

Todas estas actuaciones, junto al bajo nivel de desarrollo del interior de España, todavía muy ligado al medio rural y sin industrialización importante, han originado la existencia de zonas españolas en las que la despoblación es muy acusada, junto a otras como Extremadura en donde el despoblamiento es de ritmo más lento, aunque se continúe perdiendo población año tras año.

Ahora, cuando ya tiene difícil solución, nuestros políticos caen en la cuenta de que en el interior de España, salvo Madrid - la excepción por ser capital de España, favorecida por todos los regímenes incluido el actual de la transición - se está gestando un desierto poblacional.

Todo el mundo habla ahora de la España vacía, vaciada y abandonada, y los políticos arrastrados por la corriente de opinión manipulada por los medios de lo políticamente correcto, corren presurosos a predicar que solucionarán el problema.

No hay autonomía de esa parte de la España abandonada secularmente que no haya creado una consejería o secretaría general contra el despoblamiento. Pero no se atisba ni un solo programa creíble que contenga las acciones y presupuestos necesarios para evitar la fuga de personas. Entretanto nuestra España interior se vacía, hartos sus habitantes de ser españoles de segunda o de tercera división. Aunque pagan los mismos impuestos que los de la división de honor, los cuales llevan años y años disfrutando de unos servicios incomparablemente mejores.

viernes, 6 de septiembre de 2019


GUATEQUES DE LOS 60

La televisión andaluza Canal Sur emite un programa que lleva por título El Legado y que presenta Enrique Romero. Trata temas diferentes cada semana.

Este mes de agosto, uno de los programas de El Legado estaba dedicado a los guateques que disfrutamos y en los que fuimos protagonistas los jóvenes de los años 60 del siglo pasado. Todos los que asistimos a aquellas saraos tenemos al día de hoy  una edad provecta. Por desgracia y dado el tiempo transcurrido algunos de los asistentes a aquellas fiestas ya no están entre nosotros.

Un guateque era una reunión de un grupo de jóvenes amigos (incluidas las chicas), que tenía lugar generalmente en las casas de los componentes de aquellas pandillas. Las celebraciones se iban rotando de un domicilio a otro a través del tiempo. Se llevaban a cabo los fines de semana, sábados y domingos. La fiesta consistía en bailes amenizados con melodías de la época. Se animaba la fiesta ingiriendo los participantes combinados de bajo o medio tenor alcohólico. La bebida estrella era el “cap” una especie de sangría fría de diferentes composiciones que se servía a todo el mundo. Poco a poco se fueron introduciendo los “whiskies” de fabricación española cuyo representante principal era la marca DYC, fabricado en Segovia, que se tomaba con soda o con coca-cola, los “gin tonics”  bautizados con una excelente ginebra malagueña de la marca Larios y los famosos “cuba libre” de ron Bacardí acompañados de la inevitable coca-cola.

Se bailaba música de la época. Estábamos en los albores del pop hispánico que tenía como ejemplo a seguir el de los Beatles y que en España produjo unos excelentes conjuntos musicales: Los Brincos, Los Bravos, Pekenikes, Micky y Los Tonis, Los Canarios, Duo Dinámico, Los Sirex, Los Surf y algunos otros, junto a cantantes solistas muy románticos como Adamo, Guigliola Cinquetti, Silvie Vartan o Francoise Hardy entre otros muchos.

Las canciones de estos grupos y solistas animaban unos bailes muy castos, el nacionalcatolicismo imperante en España y las costumbres patrias así lo dictaban, pero que permitía a los chicos tirar los tejos a las chicas que les gustaban y viceversa las chicas también elegían sus parejas favoritas. En esto les aseguro que la igualdad era absoluta.

Al principio había mucho baile “agarrado”, lo cual es un decir porque las chicas te impedían cualquier mínimo intento lascivo, mediante la colocación de su antebrazo derecho en tu hombro izquierdo y no había manera de intentar algo que superara la norma de decencia imperante. Luego la cosa evolucionó y la aparición del rock and roll y del twist animaban mucho más la fiesta, con lo que la situación era bastante más movida, cuando estas piezas se reproducían en los correspondientes tocadiscos que lanzaban al viento las canciones grabadas en los microsurcos de los discos de vinilo que giraban a 33 o 45 rpm (revoluciones por minuto).

El programa de la televisión andaluza, estuvo muy bien realizado con un presentador muy dinámico que entrevistó a diversos cantantes de la época y glosó con mucho acierto la historia de los principales grupos y solistas de entonces y llevó a la audiencia televisiva de hoy una imagen bastante exacta de los guateques de antaño.

Para mí el programa de El legado de los Guateques me retrotrajo a mi juventud y a una época muy diferente a la actual. A mis momentos de estudiante en Plasencia y Salamanca y luego en Madrid. Estábamos en una España autárquica, aunque ya por entonces se adivinaba la apertura del régimen franquista que presionado por las naciones desarrolladas y los organismos internacionales empezaba a dar señales de cierta “libertad” que luego alcanzaríamos de manera plena con la democracia. Libertad que actualmente se encuentra manipulada y teledirigida. Pero esta es otra historia.

La fiesta del guateque finalizaba sobre las 10 de la noche, había comenzado alrededor de las siete de la tarde, en el momento en que los dueños de la casa hacían acto de presencia, pues generalmente regresaban al hogar después de asistir a una sesión de cine. Una vez comprobado por los titulares de la vivienda que todo estaba en orden, los asistentes comenzábamos a abandonar el evento, con la mirada puesta en que llegara cuanto antes el siguiente guateque. Era una nueva oportunidad de estar cerca de la chica que nos gustaba. Supongo que a ellas les pasaría lo mismo.

Hoy día de aquellos miríficos y castos guateques queda nada o muy poco si es que queda algo. Los botellones y fiestas multitudinarias hasta altas horas de la madrugada o hasta la salida del sol han sustituido al discreto guateque de antaño que ha pasado a ser recuerdo de nostálgicos como yo.

Por eso el  programa andaluz de El legado de los guateques, trajo a mi memoria recuerdos muy agradables y la evocación de un buen número de amigos (y amigas) con los que pasé una feliz adolescencia y juventud.

Y para finalizar sólo me resta exclamar como hiciera Cicerón: ¡O tempora, O mores¡