HEPATITIS C: EL
ENFERMO ES LO PRIMERO
Parece
que según los hepatólogos (médicos especialistas en enfermedades del hígado)
unos 30.000 enfermos de hepatitis C, precisan ser tratados con un nuevo fármaco
denominado Sovaldi fabricado por la empresa farmacéutica Gilead Sciences.
La
efectividad del tratamiento con este medicamento es muy elevada. He visto
cifras que oscilan entre el 80 y el 95 % de porcentajes de curación. Esta alta
capacidad de sanar ha despertado entre los afectados de hepatitis C una gran
esperanza y la consiguiente demanda del medicamento para obtener su curación ya
que existe una alta probabilidad de lograrla.
El
coste de este tratamiento para países desarrollados, tipo España, alcanzaba los
60.000 € por persona y el Gobierno español en negociaciones mantenidas con la
productora del fármaco parece que lo ha rebajado hasta 25.000 €. En la India
por ejemplo costará alrededor de 1.000 €.
El
presupuesto necesario para tratar a los 30.000 enfermos que los médicos
especialistas consideran han de ser medicados con el fármaco, ascendería a unos
750 Millones de Euros. Para hacernos una idea, material y presupuestaria,
equivaldría al coste de construir unos 75 km de línea de AVE en un terreno de
orografía media al que se estima un coste de entre 10 – 12 Millones de Euros
por kilómetro.
La
exministra de Sanidad, Ana Mato, prometió a los enfermos que a primeros de
octubre de 2014, se dispensaría el nuevo medicamento. Pero transcurrió
largamente dicha fecha sin que se hiciese efectivo, más que a cuentagotas. El
cambio de ministro y de sus adláteres supone un frenazo en las expectativas de
los afectados, que además ven frustrados sus sueños cuando el Secretario del
ministerio cifra en unos 6.000 enfermos lo que podrán ser tratados, dadas las
dificultades presupuestarias. Paralelamente el nuevo ministro no se digna
recibir a las asociaciones de afectados que se han encerrado en el hospital
madrileño del 12 de Octubre.
La
primera pregunta que se plantea es ¿aquí quien decide los tratamientos, los
médicos hepatólogos o los médicamente indocumentados políticos que gestionan el
ministerio?
Si
los médicos estiman que son 30.000 pacientes los que han de ser tratados, lo
que han de hacer el ministro de Sanidad y sus adláteres es gestionar de manera
inmediata ante el ministro de Hacienda las correspondientes modificaciones
presupuestarias, mediante la transferencia desde partidas no prioritarias, hay
muchas, que asegure la disponibilidad por la vía de urgencia de los fondos
necesarios. Porque la vida de los españoles enfermos que es lo que está en
juego es lo primero.
Lo
segundo sería que los burócratas del ministerio de Sanidad en lugar de marear
la perdiz, se dedicaran a estudiar y estimar los costes de producción del
fármaco Sovaldi y una vez fijados los mismos, establecer un beneficio razonable
para la farmacéutica productora y como consecuencia un precio también razonable
para el medicamento, de modo que no fuera tan lesivo para el presupuesto
patrio.
Y
si se niegan, en Estados Unidos y otros países, a pesar de la gran influencia
de los lobbies farmacéuticos, se ha llegado a expropiar patentes de algunos
medicamentos por razones de emergencia social e interés nacional. Y esto
también puede hacerse en España. Según expertos es perfectamente legal.
Porque
aquí alguien se está forrando y poniendo en peligro la vida de muchas personas.
Y esto es inadmisible. Los enfermos son prioritarios y hay que dejar de lado
las consideraciones economicistas. Que bastante dinero ganan ya los laboratorios
farmacéuticos. Y si no miren los beneficios de Gilead Sciences productora del
famoso Sovaldi: se lo están llevando a espuertas que decía mi abuela.
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