sábado, 10 de enero de 2015

HEPATITIS C: EL ENFERMO ES LO PRIMERO

Parece que según los hepatólogos (médicos especialistas en enfermedades del hígado) unos 30.000 enfermos de hepatitis C, precisan ser tratados con un nuevo fármaco denominado Sovaldi fabricado por la empresa farmacéutica Gilead Sciences.

La efectividad del tratamiento con este medicamento es muy elevada. He visto cifras que oscilan entre el 80 y el 95 % de porcentajes de curación. Esta alta capacidad de sanar ha despertado entre los afectados de hepatitis C una gran esperanza y la consiguiente demanda del medicamento para obtener su curación ya que existe una alta probabilidad de lograrla.

El coste de este tratamiento para países desarrollados, tipo España, alcanzaba los 60.000 € por persona y el Gobierno español en negociaciones mantenidas con la productora del fármaco parece que lo ha rebajado hasta 25.000 €. En la India por ejemplo costará alrededor de 1.000 €.

El presupuesto necesario para tratar a los 30.000 enfermos que los médicos especialistas consideran han de ser medicados con el fármaco, ascendería a unos 750 Millones de Euros. Para hacernos una idea, material y presupuestaria, equivaldría al coste de construir unos 75 km de línea de AVE en un terreno de orografía media al que se estima un coste de entre 10 – 12 Millones de Euros por kilómetro.

La exministra de Sanidad, Ana Mato, prometió a los enfermos que a primeros de octubre de 2014, se dispensaría el nuevo medicamento. Pero transcurrió largamente dicha fecha sin que se hiciese efectivo, más que a cuentagotas. El cambio de ministro y de sus adláteres supone un frenazo en las expectativas de los afectados, que además ven frustrados sus sueños cuando el Secretario del ministerio cifra en unos 6.000 enfermos lo que podrán ser tratados, dadas las dificultades presupuestarias. Paralelamente el nuevo ministro no se digna recibir a las asociaciones de afectados que se han encerrado en el hospital madrileño del 12 de Octubre.

La primera pregunta que se plantea es ¿aquí quien decide los tratamientos, los médicos hepatólogos o los médicamente indocumentados políticos que gestionan el ministerio?

Si los médicos estiman que son 30.000 pacientes los que han de ser tratados, lo que han de hacer el ministro de Sanidad y sus adláteres es gestionar de manera inmediata ante el ministro de Hacienda las correspondientes modificaciones presupuestarias, mediante la transferencia desde partidas no prioritarias, hay muchas, que asegure la disponibilidad por la vía de urgencia de los fondos necesarios. Porque la vida de los españoles enfermos que es lo que está en juego es lo primero.

Lo segundo sería que los burócratas del ministerio de Sanidad en lugar de marear la perdiz, se dedicaran a estudiar y estimar los costes de producción del fármaco Sovaldi y una vez fijados los mismos, establecer un beneficio razonable para la farmacéutica productora y como consecuencia un precio también razonable para el medicamento, de modo que no fuera tan lesivo para el presupuesto patrio.

Y si se niegan, en Estados Unidos y otros países, a pesar de la gran influencia de los lobbies farmacéuticos, se ha llegado a expropiar patentes de algunos medicamentos por razones de emergencia social e interés nacional. Y esto también puede hacerse en España. Según expertos es perfectamente legal.

Porque aquí alguien se está forrando y poniendo en peligro la vida de muchas personas. Y esto es inadmisible. Los enfermos son prioritarios y hay que dejar de lado las consideraciones economicistas. Que bastante dinero ganan ya los laboratorios farmacéuticos. Y si no miren los beneficios de Gilead Sciences productora del famoso Sovaldi: se lo están llevando a espuertas que decía mi abuela.

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