miércoles, 31 de julio de 2019


EL AGUA DE VALDECAÑAS

Hace unos cuantos años yo ocupaba el cargo de Jefe de Servicio de Ordenación de Regadíos. Este servicio de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura tenía a su cargo la zona regable de Peraleda de la Mata que tiene una superficie de 1.434 ha. Una zona de riego por aspersión a la demanda, que fue pionera y modelo en su tiempo pues introducía en España la tecnología francesa de riego de la época. Esta zona regable se puso en servicio por el IRYDA en los primeros años de los 70 del siglo pasado. Dos excelentes profesionales, funcionarios de dicho organismo, fueron los autores de esta actuación: Antonio Garrote que redactó el proyecto y Valentín Batalla que junto al anterior dirigió las obras.

Su estación de bombeo está ubicada en un palafito de hormigón armado situado en el embalse de Valdecañas, desde donde 6 potentes bombas verticales, renovadas en el tiempo en el que ocupé dicho servicio, elevan el agua a un depósito de equilibrio situado en una torre de unos 60 m. de altura que da presión a la red.

Si el nivel del embalse de Valdecañas desciende de la cota creo, recordar 298,5, aunque no estoy seguro de la exactitud de esta cifra, las bombas quedan en vacío y no se puede elevar ni una sola gota de agua para el riego.

Por tanto es fundamental que el nivel del embalse no descienda en ningún momento de dicha cota límite para evitar problemas. Y esa situación ha de preverse con antelación pues los cultivos son elementos perecederos que en verano no pueden estar sin agua demasiado tiempo..

El embalse de Valdecañas fue construido hace ya muchos años por Hidroeléctrica Española (hoy Iberdrola) y forma parte de un sistema de embalses en cascada sobre el río Tajo, para producción de energía hidroeléctrica: Azután, Valdecañas, Torrejón Tajo y Torrejón Tiétar, Alcántara (Embalse José María de Oriol) y Cedillo, constituyen este rosario de embalses.

Durante mi época de jefe de servicio ocurrió un episodio de sequía y el nivel del embalse de Valdecañas comenzó a descender de forma continuada, de modo que su nivel se aproximaba al del límite del bombeo. Tuvimos que contactar con Iberdrola para darles cuenta del grave problema que se avecinaba y pedirles que no bajaran de la cota límite pues se vería afectado el regadío de Peraleda, cuestión que ellos conocían perfectamente. Fueron sensibles a nuestras peticiones y mantuvieron el embalse en una cota que no afectó al regadío, de modo que pudo terminarse sin problemas la campaña de riego.

Lo que ha ocurrido en estos días ha sido muy diferente de la experiencia que viví en su momento. Parece que el turbinado de agua para producción de energía hidroeléctrica  ha dejado las bombas del regadío al aire y la Junta de Extremadura desde el Servicio de Regadíos ha tenido que realizar obras de emergencia para resolver el problema.

Y yo me pregunto ¿ha perdido sensibilidad social Iberdrola en el transcurso del tiempo? ¿No ha realizado el Servicio de Regadíos la gestiones precisas? Creo que este último supuesto no se habrá dado pues los funcionarios y directivos del mismo son buenos profesionales que conocen el problema y habrán tratado de evitarlo.

Y a partir de aquí recuerdo que según lo establecido en la Ley de Aguas y en el Plan Hidrológico del Tajo, los usos de abastecimiento de aguas a poblaciones y de regadíos, son prioritarios al uso hidroeléctrico. ¿La Confederación Hidrográfica del Tajo, ha hecho algo al respecto para evitar esta situación de indefensión de regantes y abastecimientos? ¿Iberdrola, aunque sea la propietaria del embalse puede hacer de su capa un sayo y manejar el nivel del agua a su antojo cuando sabe positivamente que hay usos afectados?

Y ahora volvemos al despropósito del trasvase Tajo - Segura. Desde la cabecera del Tajo se han trasvasado entre junio y julio 40 Hm3 de agua a Murcia, y sólo hablo de los dos últimos trasvases. De no haberse realizado esta derivación de agua a Levante parte de la misma podría haber fluido por el Tajo hasta Valdecañas y tal vez no estaríamos hablando de la situación que se ha creado.

No se olvide que el consumo total en la campaña de riegos en la zona regable de Peraleda está en unos 10 Hm3, la cuarta parte del volumen de los dos últimos trasvases a Murcia, eso sí con el condicionante de mantener un nivel mínimo en la cota de las bombas.

Es inconcebible que este problema se haya producido. No se puede poner en riesgo la economía de unos modestos regantes de la zona de Peraleda, ni el abastecimiento a núcleos de población. El agua no es propiedad de Iberdrola, aunque lo sea el embalse y debería tener una cierta sensibilidad, aunque sólo sea porque está ocupando unas extensas superficies del territorio extremeño con sus instalaciones.

La Confederación Hidrográfica del Tajo, como casi siempre ni está ni se la espera. A este ente sólo le preocupa el agua de Madrid y pone el resto de usos en un segundo plano. Y cuando no se vigilan los aprovechamientos ocurren estas cosas.

Desde aquí hago un llamamiento a la Confederación para que de una vez por todas se tomen medidas en el sentido de definir una curva de hierro, como se ha hecho en otros embalses, de modo que se prohíba el turbinado hidroeléctrico si el nivel de almacenamiento del embalse afecta negativamente a otros usos preferentes.

Veremos si lo hacen. Me temo que no. Iberdrola tiene mucha fuerza y seguirá campando a sus anchas.

Como ustedes han de disfrutar de unas merecidas vacaciones, yo las tengo de modo permanente, suspendo las publicaciones en el blog hasta septiembre, agradeciéndoles el tiempo que dedican a su lectura.



viernes, 26 de julio de 2019


PELIGROSIDAD VIAL

Los recortes que desde el año 2008, cuando comenzó la fase más aguda de la crisis  en España, se han aplicado a las inversiones en infraestructuras viarias de carreteras, han dado como resultado un deterioro continuado e implacable en el estado de las mismas.

Se está llegando a unos límites, he podido comprobarlo en determinados tramos por los que suelo circular, en el que la carretera que debería ser un elemento que coadyuvase a la seguridad de la circulación se está convirtiendo en un elemento de peligrosidad vial.

Ya he escrito en este blog en diversas ocasiones sobre la importancia que las inversiones en conservación y mantenimiento de nuestras carreteras tienen para alargar la vida de las mismas, evitando costosos desembolsos en nuevas inversiones.

 Y también que son imprescindibles para mantener un grado de confort en la conducción y de seguridad vial altos, de modo que la accidentalidad se reduzca lo más posible. Una carretera con el firme en buen estado y con la señalización adecuada ayuda a la bajada de la accidentalidad en la misma, manteniendo su funcionalidad. Lo contrario constituye una disminución de su nivel de seguridad. Que es lo que está ocurriendo en estos momentos.

No se olvide que la seguridad vial es el resultado de la interacción de tres elementos: los conductores aplicando prudencia y pericia, el estado de los vehículos desde el punto de vista mecánico y de puesta a punto y el estado de la carretera por la que circulan estos últimos.

Es una acierto que al conductor se le eduque en hacerle comprender lo que es la seguridad vial, apelando a su prudencia, atención al volante y pericia. Así como las limitaciones de velocidad que establece la DGT, porque su exceso es uno de las más importantes causas de accidentes, como ya se ha demostrado.

Es también fundamental mantener los vehículos en buen estado y de ahí la conveniencia de pasar las ITV correspondientes en los plazos que se establecen según la edad del vehículo. Recientemente he pasado la inspección en un vehículo de mi propiedad y me han detectado un problema del que yo no era consciente: el estado de los amortiguadores traseros no era el más conveniente. A pesar del gasto para ponerlos en orden, yo he agradecido que esa inspección detectara el problema porque tal vez me ha evitado un accidente o un incidente.

Las carreteras en general están sufriendo un proceso de deterioro notable. No hay más que conducir por determinados tramos de algunas de ellas. En el trayecto de mi casa en Cáceres a la playa de Islantilla que recorro con bastante frecuencia, hay tramos con un elevado grado de desgaste y peligrosidad.

En la A 66 en las cercanías de Sevilla hay un tramo con mal estado del firme que presenta un alto grado de deterioro del mismo. La administración responsable que es la General del Estado, se limita a poner un cartel informando a los conductores del mal estado del firme y limitando la velocidad a 100 km/h. Esta situación es indigna de una autovía de reciente construcción como es la A 66.  El tramo lleva un largo tiempo en estas deplorables condiciones sin que se atisbe intención alguna de darle una solución definitiva.

En la autovía A 49 de Sevilla a Portugal, han mejorado con un carril más a la entrada y salida de Sevilla, cosa que es de aplaudir porque mejora la circulación grandemente. Pero entre la entrada a Huelva y el límite con Portugal, la A 49 presenta tramos que están en un lamentable estado de conservación y constituyen un peligro para la seguridad vial de la misma.Badenes, juntas abiertas, baches, firme cuarteado, en fin una sinfonía de despropósitos que nadie repara y que ponen en peligro la circulación de los vehículos.

Es inconcebible que con el alto grado de endeudamiento que tiene España - debemos casi el 100 % del PIB anual del país - tengamos tramos de carreteras en este lamentable y peligroso estado. ¿Dónde han ido todos esos fondos que adeudamos? ¿No han dado para mantener las carreteras en un estado digno?

Las administraciones deberían tomar conciencia urgente de la situación y empezar a destinar fondos para mejorar la conservación de nuestras carreteras y autovías. Son un patrimonio muy valioso cuyo deterioro afectará negativamente a nuestra economía y sobre todo pone en peligro las vidas de muchos españoles.

Con el estado de muchos tramos de nuestras carreteras, cuando se produzcan accidentes, comenzarán las reclamaciones a las administraciones titulares, ya que el deficiente estado en que están las vías, puede ser causa de los mismos. Un gasto más que puede evitarse si se llevan a cabo unas inversiones adecuadas para mantener en buen nivel de uso nuestras carreteras y mejorar su seguridad vial. Confiemos en que la sensatez se imponga.


viernes, 19 de julio de 2019


CONFEDERACIONES HIDROGRÁFICAS, ORGANISMOS A POTENCIAR

Las confederaciones hidrográficas son los organismos de cuenca que tienen a su cargo en España la administración pública del agua en las cuencas hidrográficas intercomunitarias. Estas cuencas son aquellas cuyo territorio se extiende por más de una comunidad autónoma. Cuando la cuenca de un río ocupa territorio de una comunidad autónoma solamente, se denomina intracomunitaria y su administración está encomendada a la comunidad autónoma de que se trate.

Las confederaciones hidrográficas nacieron en 1926 cuando se constituyó la Confederación Sindical del Ebro. A partir de esa fecha se fueron creando las diferentes confederaciones hidrográficas en los ríos principales de España. Las del Tajo y del Guadiana, que tienen a su cargo la administración del agua en las dos principales cuencas hidrográficas con territorio en Extremadura, nacieron en 1953.

El modelo de administración del agua por cuencas hidrográficas es tan clarividente y sensato en su concepción, que ha sido adoptado por la Unión Europea (UE) en la Directiva Marco del Agua (DMA). En Europa se denomina demarcación hidrográfica y se extiende a las aguas continentales (superficiales y subterráneas) las de transición y las costeras.

Las confederaciones hidrográficas han llevado a cabo en España una ingente labor en relación con el agua. Han sido y son las encargadas de construir las obras de regulación (embalses) que nos permiten, en climas como los que existen en España en los que la pluviometría tiene una distribución muy irregular en el espacio y en el tiempo, poder acumular agua en los períodos húmedos para utilizarla en los períodos secos. Gracias a estas obras de regulación se ha pasado de un 9 % de agua de lluvia regulada en régimen natural, a alrededor del 54 % de regulación con los embalses. Esto permite abastecer todos los usos actuales del agua que tenemos en España, ya que en régimen natural sería imposible atenderlos.

También han ejecutado las obras de abastecimiento y depuración en la mayoría de los núcleos de población más importantes.

De igual modo llevaron a cabo junto con el Instituto Nacional de Colonización (INC) y el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) una ingente labor de puesta en regadío y de colonización, que ha transformado el agro español en muchos territorios de España. Ahora lo siguen haciendo en colaboración con las comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura.

Asimismo a través de sus comisarías de agua ejercen la labor de control de concesiones, aprovechamientos y vertidos y de protección del dominio público hidráulico, así como del control de la calidad del agua.

Y por último redactan y controlan la aplicación de los planes hidrológicos y gestionan las sequías e inundaciones, fenómenos estos últimos cuya frecuencia se incrementará con el cambio climático.

Entre junio de 2004 y enero de 2006 el gobierno de España me concedió el alto honor  de presidir la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Esto me ha permitido conocer en profundidad a las personas que prestan servicio en ellas y también sus procedimientos de actuación.

Puedo decir que en esta confederación - y creo que en el resto de ellas por lo que pude conocer -  en todas las escalas: ingenieros, ayudantes, técnicos, letrados, administrativos y auxiliares hay funcionarios que son excelentes profesionales que además tienen una gran experiencia y que han realizado y siguen llevando a cabo una labor trascendental. El elogio también lo extiendo al personal laboral que realiza un trabajo encomiable en las presas y en las zonas regables o en las comisarías de aguas.

La situación actual de las confederaciones hidrográficas no es precisamente boyante. Notables recortes presupuestarios que les impiden llevar a cabo las inversiones precisas para que el agua tenga una mejor protección y también falta de medios personales y materiales que les impide un funcionamiento eficaz y eficiente. Son organismos que están languideciendo cuando debieran estar en auge.

Las confederaciones son entes imprescindibles debido a la importancia creciente que está adquiriendo el recurso agua, que es el oro incoloro, inodoro e insípido del siglo XXI. Todos sabemos que siendo un bien escaso el agua es un elemento indispensable para la vida de la biosfera y para el desarrollo territorial. Aparte de su escasez e importancia es además un bien con demanda creciente y por eso se necesitan organismos de cuenca bien dotados en medios materiales y personales, para que puedan cumplir su importante función de administradores de ella.

El principal obstáculo que percibí en mi estancia en la Confederación Hidrográfica del Guadiana, fue que los procedimientos de la Ley de Aguas y de sus reglamentos son complejos y lentos en su desarrollo. Por eso se necesita una modernización de estas instituciones y de la legislación para conseguir que los procedimientos sean más ligeros y ágiles, de modo que los usuarios vean satisfechas sus pretensiones en el menor plazo posible. Hay procesos como la concesión de aguas que, a veces, se hacen eternos para desesperación del administrado.

Espero que los nuevos gobernantes sean capaces de vislumbrar la importancia de estos organismos y procedan a la modernización de sus procedimientos y a una adecuada dotación en presupuestos, medios y personas para que puedan seguir cumpliendo su importante función. Será bueno para todos los españoles.

viernes, 12 de julio de 2019


LOS RECURSOS NATURALES Y EL SECTOR AGRARIO EN EL PROGRAMA DE GOBIERNO DE VARA.

Hace unos días fui invitado por el Punto de Encuentro de la Sociedad Civil de Extremadura a participar como ponente en un debate celebrado en Badajoz sobre el programa de gobierno del PSOE para la próxima legislatura. Éste fue expuesto por Fernández Vara en la Asamblea de Extremadura en la reciente sesión de su investidura como presidente.

 Moderaron el debate Cecilio Venegas presidente del Punto de Encuentro y José Julián Barriga, presidente del Club Senior de Extremadura del que formo parte.

También actuaron como ponentes en este debate dos destacadas personalidades extremeñas: Ricardo Hernández Mogollón, catedrático de la UEX y Alejandro Hernández Renner, director de la Fundación Maimona.

Me encomendaron que analizase los aspectos del programa relativos a los recursos naturales y al sector agrario y agroalimentario por su estrecha relación con ellos. A continuación les resumo lo tratado por mí en este encuentro.

El programa socialista trata con amplitud los aspectos relativos a los recursos naturales y al sector agrario y agroalimentario. Esto es importante en una región como Extremadura. En general los aborda con acierto pero tiene algunas debilidades que destacaré. Una de ellas, de base, es que se trata de una declaración de intenciones pero le falta una articulación de medios para conseguir los objetivos.

En lo concerniente a recursos naturales opta por tres ejes básicos: la economía verde y circular; el cambio climático y las energías renovables.

La apuesta por la economía verde y circular es un objetivo razonable, pero sus principios han de ser aplicados teniendo en cuenta la particularidad del bajo nivel de desarrollo en el que se encuentra Extremadura. Hay que armonizar desarrollo, medio ambiente y uso eficiente de los recursos naturales para sacar a nuestra región del pozo en el que se encuentra. En este sentido las políticas conservacionistas aplicadas hasta ahora por los gobiernos autonómicos extremeños se han demostrado ineficaces y hay que sustituirlas.

Respecto al cambio climático hemos de partir de la base de que Extremadura tiene poca o ninguna responsabilidad en el mismo. Creo que si se calculan la capacidad de Extremadura como sumidero de CO2 debido al carácter agrícola y forestal de la región y nuestras bajas emisiones de GEIs (Gases de Efecto Invernadero) el balance sería negativo: fijamos más que emitimos. Sí que seremos receptores de sus efectos, originados por otros países y regiones que son los que emiten GEIs en cantidades elevadas.

En este aspecto las consecuencias del cambio climático, si se confirman los extremos de predicción de la mayor parte de la comunidad científica, serán: menos disponibilidad de recursos hídricos al reducirse las lluvias, mayor consumo de agua por los cultivos debido al incremento térmico y aumento de las frecuencias de fenómenos extremos: precipitaciones de alta intensidad y sequías. Afectará principalmente a nuestros regadíos que ya se están preparando con sus programas de modernización para aumentar la eficiencia en el uso del agua de riego. Serían necesarias nuevas obras de regulación, que no se vislumbran en el programa, para adaptarnos a la nueva situación.

Respecto de las energías renovables hay buenas perspectivas sobre nuevas instalaciones. Pero este boom no ha de llevarnos a una nueva y tercera colonización energética. Para conseguirlo es preciso obligar a que las empresas de renovables tengan el domicilio fiscal en Extremadura, y lograr precios diferenciados reducidos para los usuarios extremeños: familias e industrias. De lo contrario volveremos a las andadas y para la instalación de los 10.000 MW nuevos previstos, unas 25.000 ha de nuestro territorio serán ocupadas sin beneficios sustanciosos para la región.

Los sectores agrario y agroalimentario, son tratados con amplitud en el programa socialista, declarándolos sectores estratégicos. Existen indudables aciertos en el programa de gobierno como son la apuesta por el regadío y la necesidad de fomentar nuestra industria agroalimentaria, para evitar la despoblación de parte de nuestro territorio.

Extremadura por su tipo de clima, suelos agrícolas adecuados y agua suficiente puede convertirse en una despensa de España y de Europa. Y hemos de explotar estos recursos endógenos. Pero transformando hasta su final el producto y comercializando desde Extremadura para retener aquí el máximo del valor añadido.

No obstante hay algunas debilidades.

El agua de nuestras cuencas sólo puede ser cedida cuando no existan sistemas deficitarios y se trate de agua excedentaria en una prospectiva de largo plazo. El agua es un elemento imprescindible para el desarrollo extremeño. No veo ni una sola protesta ni recurso extremeños por el trasvase Tajo – Segura. Los manchegos sí lo hacen.

Hay que incrementar el tamaño de las explotaciones para poderlas gestionar con criterios empresariales, así como el relevo generacional. El banco de tierras es un acierto del programa.

Es muy importante incidir sobre el problema de los precios agrarios. Llevan estancados mucho tiempo durante el cual los inputs se han revalorizado mucho más que aquellos.

Y como final ahí van mis recomendaciones principales: terminar con la mayor rapidez los regadíos en ejecución (Centro de Extremadura) y acometer de inmediato los nuevos regadíos (Monterrubio, Barros, Arroyo del Campo...etc) e industrializar, transformar y comercializar nuestros productos agrícolas y ganaderos desde Extremadura. Ahora perdemos una gran parte del valor añadido, que se lo llevan otros con mucho menos esfuerzo y riesgo.

viernes, 5 de julio de 2019


INDICIOS DE SEQUÍA

Parece que la lluvia se está resistiendo a caer en los últimos tiempos. El año 2018 se salvó de milagro gracias a las abundantes precipitaciones de primavera, pero en el año 2019 sólo ha habido lluvias de cierta importancia en el mes de abril,  lo que parece abocarnos a una nueva sequía hidrológica, que se confirmará si las lluvias de otoño – invierno no son copiosas.

El estado de sequía meteorológica ya se ha producido y sus efectos se notan en la reducción de cosechas, en la disminución de la cantidad de pastos y en el bajo nivel de llenado de las charcas para abrevadero de ganado en muchas áreas de España. Las consecuencias son pérdidas económicas importantes para agricultores y ganaderos.

Para examinar la situación acontecida y el posible futuro problema de escasez de agua, he analizado los datos de dos estaciones meteorológicas de REDAREX (Red de Asesoramiento al Regante de Extremadura) dependiente del Servicio de Regadíos. En la provincia de Badajoz he elegido la estación de La Orden y en la de Cáceres la estación de Coria.

Veamos los acontecimientos producidos:

En la estación pacense desde el inicio del año hidrológico el 1 de octubre de 2017, hasta el 1 de julio de 2018, las lluvias ascendieron a 401,7 mm.  En el año hidrológico actual desde el 1 de octubre de 2018 al 1 de julio de 2019, la precipitación ha sido de 279 mm. Es decir ha llovido un 30,6 % menos.

En la estación agroclimática cacereña los datos han sido para los períodos antedichos de 595,4 y 341,4 mm respectivamente. O sea que las precipitaciones han disminuido en un 42,6 %.

Con estos resultados podemos hablar de una sequía meteorológica en nuestra región con las consecuencias antes mencionadas.

Para completar la visión de la situación que vivimos he analizado el estado de los volúmenes de agua embalsada en las presas del Guadiana y del Tajo en Extremadura que dependen de las confederaciones hidrográficas respectivas.

En la cuenca del Guadiana a 1 de julio de 2018 había acumulados 4.688,8 Hm3 el 60,6 % de la capacidad total de sus embalses. A 1 de julio de 2019 la cantidad embalsada era de 3.679 Hm3, el 45,6 % de la capacidad total. La diferencia es que actualmente los embalses del Guadiana acumulan 1.009,8 Hm3 de agua menos que el año pasado por estas fechas.

En la de Tajo el día primero de julio de 2018 había retenidos 5.337 Hm3 el 84,4 % del máximo volumen de embalse. A día 1 de julio de 2019 la cantidad de agua acumulada ascendía a 3.483 Hm3 el 55.06 %. En la actualidad los embalses del Tajo acumulan 1.855 Hm3 de agua menos que el pasado año.

Como puede deducirse la disponibilidad de recursos hídricos se ha reducido considerablemente en ambas cuencas. Y todavía nos queda por delante la campaña de verano casi en su totalidad. Durante ella se incrementan sensiblemente los consumos tanto urbanos como de regadío, con la circunstancia de que las lluvias suelen brillar por su ausencia.

Para completar el panorama veamos el estado del seguimiento de sequías que llevan a cabo ambas confederaciones y que nos indica lo siguiente:

En la cuenca del Guadiana en Extremadura, a finales de junio de 2019 existen 6  sistemas de explotación con sequía meteorológica y hay 4 sistemas en situación de prealerta por escasez (sequía hidrológica en la que los usos pueden verse afectados).

En la del Tajo los sistemas del Tiétar y Árrago presentan sequía meteorológica y en los del Tiétar en grado de alerta y Trujillo en grado de prealerta se dan problemas de escasez.

Como puede verse aunque todavía no estamos en una situación de preocupación grave, sí que existen indicios de que la cosa puede complicarse por las razones antes expuestas: en verano llueve poco o nada y se produce un sensible incremento del consumo de agua.

Parece que lo sensato sería que los usuarios nos curemos en salud y empecemos ya mismo a tomar medidas de reducción del consumo, utilizando los recursos disponibles con la mayor eficiencia. Y esto tanto a nivel urbano (hogares, segundas viviendas, piscinas, jardines y baldeo de calles) como de regadíos (modernización de regadíos y riegos en déficit) uso este último que es el que más recursos hídricos utiliza.

De hecho en la zona regable del Árrago esta campaña sólo se regará un 70 % de la superficie total debido a la reducción de agua disponible.

La concienciación sobre el uso eficiente del agua es algo que la sociedad debe asumir y comprender. Tenemos un clima en el que las situaciones de sequía se presentan con cierta frecuencia y según las previsiones ligadas al cambio climático su incidencia será mayor en el futuro.

De modo que manos a la obra. El verano es muy largo y hemos de llegar al otoño, época en la que normalmente llueve, con el máximo nivel posible de recursos embalsados. Por si le da al otoño por ser seco. Y esto se consigue ahorrando agua desde ahora mismo.