EL CUARTO REY
MAGO
A los tres Reyes Magos clásicos se les ha
unido Don Mariano. Este se ha presentado en Cataluña y allí sin presencia de
autoridad alguna de la Generalitat ha obsequiado a los catalanes con una lluvia
de millones en inversiones para infraestructuras: 4.200 millones de Euros hasta
2020 (una pasta). Los dineros irán destinados a las infraestructuras ferroviarias
de los trenes de cercanías de Barcelona.
Además
les caerá la inversión en el corredor ferroviario mediterráneo de carácter transeuropeo.
Esa infraestructura aparte de a Cataluña beneficiará a otras comunidades
autónomas especialmente a la Comunidad Valenciana pero también a Murcia y en
parte a Andalucía.
La
administración independentista catalana ha resultado vencedora en el proceso de
tensión institucional planteada contra el Estado Español. Como consecuencia ha
recogido un cuantioso donativo que es el pago que Don Mariano concede
graciosamente a Cataluña y a sus políticos separatistas por transgredir la ley
de modo continuado, pasarse por el arco de triunfo la Constitución Española y
un montón de sentencias de los tribunales y denigrar de manera continuada al
Estado Español tanto en el extranjero como en nuestro país.
Ya
tienen su premio. Don Mariano y sus adláteres del gobierno en lugar de aplicar
los preceptos de la Constitución Española entre otros el artículo 155 a una
autonomía que pretende desgajarse unilateralmente de España y en cuyo Parlament
se adoptan un día sí y otro también resoluciones a todas luces ilegales, premia
a los díscolos con un chorro de millones. Esta inversión que se hará en
Cataluña lo será en detrimento de las que habrían de llevarse a cabo en la
España interior, la cual se muere a
chorros día tras día, sin elevar la más mínima protesta.
Una
vez más la España del centro es la sacrificada para alimentar e incrementar un
desequilibrio inconcebible entre regiones del mismo Estado. Antaño tuvo que
aportar población a Cataluña y País Vasco principalmente y sus dineros
ahorrados se invirtieron con preferencia en estas zonas prósperas; se llevaron
el agua del Tajo a Levante basándose en unos estudios tramposos que son una
mentira desde su primera página a la última y ahora se llevan la inversión
pública para callar bocas de unos independentistas de tres al cuarto que además
forman parte de una administración corrupta hasta las trancas. Claro que de
corrupción qué le van a hablar a Rajoy que él no sepa.
Hay
un desvío desequilibrado de fondos hacia el arco mediterráneo sin justificación
alguna. El eje ferroviario Atlántico tiene la misma importancia para España que
el eje Mediterráneo. Y sin embargo se prioriza este último. La fuerza
centrífuga hacia el este español vuelva a imponerse una vez más sin razones que
lo justifiquen.
En
tanto que a Cataluña se la rocía de millones para callar sus bocas
independentistas, en Extremadura, por ejemplo, no contamos con un solo
kilómetro de vía férrea electrificada, ni siquiera con uno de vía doble.
Nos
obsequian con trenes tercermundistas utilizando convoyes desechados de otras
regiones prósperas lo que da lugar a viajes que nunca cumplen sus horarios y
que son una tomadura de pelo para el viajero. Cuando te hallas en la estación
de Monfragüe el indicador del vagón señala que te encuentras en la de Montijo o
en la de Talavera. Con lo cual un foráneo puede volverse loco y los nativos
casi ya lo estamos. Si llevan retraso los trenes que deben entrar en Plasencia
(41.000 habitantes más sus comarcas) suprimen la escala y llevan a los viajeros
en autobús desde la estación de Monfragüe. La Junta de Extremadura y el alcalde
de Plasencia no han dicho ni media palabra sobre el asunto.
De
la situación de nuestros hospitales y de otras minucias ni hablamos. Eso sí se pagan
los mismos impuestos en todas la regiones. Pura justicia distributiva.
Pero
Rajoy se equivoca. Esta lluvia de millones no callará las bocas separatistas.
Seguirán tensando la cuerda con su mantra independentista. Es la táctica que
han utilizado a lo largo de la historia. Empezaron con Felipe V y continúan con
Felipe VI y mira que han pasado siglos. Y esa postura cerril sólo puede
frenarse aplicando nuestra ley de leyes que es la Constitución. Lo demás son
cuentos. Ellos no quieren diálogo. Quieren la independencia con todas las
ventajas al precio que sea. Hasta el de dividir y enfrentar a la sociedad
catalana llevándola a la ruptura y a la ruina.
Así
que las regiones centrales tendremos que hacernos independentistas. Quizás nuestra
unión con Portugal sea la solución. Tal vez entonces Don Mariano viniese a
Extremadura a inaugurar el AVE a toda prisa, rociándonos de millones por una
vez en la vida.