viernes, 27 de noviembre de 2020

 

INÉS SUÁREZ DE PLASENCIA

La serie de televisión “Inés del alma mía” basada en la novela histórica del mismo título de la chilena Isabel Allende, ha puesto de actualidad la figura de una mujer excepcional, que fue una adelantada a su época: Inés Suárez.

Nacida en 1507 en Plasencia, la ciudad del Jerte, en el seno de una familia de rancias costumbres y de no muchos posibles, chocó desde el principio con la figura de su abuelo un hombre de severas costumbres y rígido proceder, aspectos que contrastaban con las ansias de libertad que desde la adolescencia mostró nuestra heroína Inés.

Experta costurera y cocinera, oficios que aprendió en su casa, también adquirió conocimientos de enfermería en el hospital de monjas placentino. A todas estas habilidades unía el tener la sensibilidad suficiente para ser zahorí. Esta capacidad para descubrir la existencia de agua le salvaría la vida en el desierto chileno. A ella y también a los compañeros de fatigas que la acompañaron en el descubrimiento y conquista de Chile.

En Plasencia, en 1526, conoció al que sería su primer marido Juan de Málaga, un seductor, vividor, pendenciero y jugador que le enseñó los secretos del amor y de la coyunda, y más tarde la dejó compuesta y sin novio, para irse al Nuevo Mundo en busca de aventuras y de El Dorado metal.

Inés mujer valiente, después de un tiempo de espera, se lanzó a la búsqueda de su marido tras pasar por Sevilla y Cádiz y sufrir las peripecias de un viaje oceánico en el que sólo iban en el barco como mujeres ella y su sobrina Constanza, las cuales tuvieron que defender su honra frente al acoso de los hombres de la tripulación que navegaba hacia las Indias Occidentales.

Llegada a Lima, la Ciudad de los Reyes, y posteriormente a Cuzco comprobó que su marido había muerto en la batalla de Las Salinas, una contienda entre seguidores de Pizarro y Almagro. En Cuzco, Inés conoció a otro extremeño de Castuera, Pedro de Valdivia un gran militar que había intervenido en diversos episodios guerreros de la época de Carlos V, entre otros el saco de Roma en 1527, y que, dejando en Extremadura a su familia, estaba casado con Marina Ortiz de Gaete, se había embarcado a la conquista del Nuevo Mundo en busca sobre todo de fama y honores más que de dinero.

Inés se convirtió en la amante de Pedro de Valdivia y en su consejera en la soledad del tálamo y con él acometió la epopeya de la conquista de Chile, participando en la segunda expedición que se montó desde Cuzco. La primera, que resultó fallida, la había llevado a cabo Diego de Almagro rival de Pizarro que, aunque no consiguió su objetivo, facilitó información cartográfica relevante a Valdivia y a Inés Suárez para emprender el segundo intento.

La expedición a Chile de los dos amantes, después de una travesía complicadísima desde Cuzco y tras grandes sufrimientos, logró rebasar la zona desértica conocida como el Despoblado y llegar a zonas más fértiles en el río Mapocho. Durante la travesía del desierto de Atacama las habilidades de zahorí de Inés Suárez, lograron dar con yacimientos de agua subterránea que salvaron la vida de los soldados españoles, los conocidos como viracochas o huincas por los indígenas, y de los indios que los auxiliaban en la expedición, los yanaconas. Sin el agua descubierta por Inés, todos ellos habrían muerto de sed.

En las inmediaciones del río Mapocho, Pedro e Inés fundaron Santiago de la Nueva Extremadura (Santiago de Chile, hoy) desde donde Valdivia hizo diferentes salidas hacia el sur a fin de conquistar nuevos territorios para la corona española y someter a los indígenas.

En 1541 Inés defendió del asalto de los indios la nueva capital de Santiago logrando salvar la ciudad del ataque mapuche, hasta el retorno de Pedro de Valdivia que se hallaba en una de sus salidas para conquistar nuevos territorios. Durante el asedio, Inés arengó a la guarnición, atendió y curó a los heridos, suministró agua y provisiones a los soldados y llevó el mando de la defensa de la ciudad. Ordenó ejecutar hasta siete caciques indios que tenía prisioneros lo cual frenó y desarboló las embestidas de los incaicos.

Separada sentimentalmente de Pedro de Valdivia por una decisión del virrey que no permitió la continuidad de su amancebamiento, terminó casada con otro gran militar Rodrigo de Quiroga, que llegó a ser gobernador de Chile y ella gobernadora en su calidad de consorte, aunque ya lo había sido cuando estaba con Valdivia.

Inés Suárez fue una luchadora y para las generaciones de mujeres que la sucedieron un espejo en el que mirarse para conseguir el respeto a sus personas, afianzar sus derechos y superar el machismo imperante.

Valiente y arriesgada, tenaz, inteligente y luchadora fue un ejemplo de liberación de la mujer y una hembra especial en el contexto social del siglo XVI.

Isabel Allende desliza en su libro una sentencia muy interesante: El hombre hace lo que puede y la mujer lo que el hombre no puede. Inés Suárez logró que Valdivia hiciera todo lo que pudo y ella completó lo que aquel no pudo hacer.

Murió en Chile en 1580. Su ciudad natal, Plasencia, ha reconocido sus valores dedicándola una calle, y dando su nombre a un grupo escolar. Quizás es poco premio para sus méritos y la fama que dio a Plasencia en su época, más tarde a través de la historia española y chilena y la que le ha dado ahora por medio de la reciente serie televisiva.

Sugiero a las autoridades placentinas el dar su nombre a un centro cultural de nuevo cuño, que se encargue del estudio de nuestra presencia en América, para poner en sus justos términos la labor de España y de Extremadura en el Nuevo Mundo y desenmascarar la leyenda negra que existe sobre el particular y además fortalecer y estrechar el hermanamiento iniciado en el año 2007, de Plasencia con la ciudad de Santiago de Chile que ella fundara. Serían merecidos homenajes a la figura de una mujer que fue excepcional y adelantada a su tiempo.

 

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

 

1000 PROPUESTAS PARA LA EXTREMADURA DEL FUTURO

Con este sugestivo título, el Club Senior de Extremadura ha editado un libro que recoge las propuestas que socios y colaboradores del club, han aportado a través de una encuesta llevada a cabo durante el confinamiento por la pandemia en la primavera pasada.

La consulta se hizo en referencia a cuatro sectores de la economía y sociología extremeñas: sector agrario y alimentario, sector industrial, políticas sociales y administraciones públicas y sociedad civil. Cada uno de estos apartados fue coordinado por un miembro del Club Senior que se encargó como relator de ordenar y resumir las propuestas recibidas.

El libro contiene además una presentación del presidente del Club Senior José Julián Barriga, un prólogo de Antonio Huertas, extremeño, presidente de Mapfre y de su fundación y un prólogo a las encuestas, que se recogen con su tenor literal en el libro, de Cecilio Venegas, directivo del club y presidente del Punto de Encuentro de la Sociedad Civil de Extremadura.

Un resumen de las más interesantes propuestas aportadas se recoge a continuación.

Una de las conclusiones básicas apuntada en el prólogo es que los extremeños hemos de abandonar nuestra posición conformista con la precaria situación que padecemos y convencernos de que con nuestro esfuerzo podemos lograr mejorar el desarrollo de Extremadura para acercarnos a la media española.

El sector agrario y alimentario se revela como de gran fortaleza, pues Extremadura dispone de condiciones de clima, suelos y disponibilidad de agua que nos hacen ser una potencia agroalimentaria. El regadío se considera de fundamental importancia y se propone continuar su modernización y terminar las zonas regables pendientes. Pero tenemos que pasar de ser una unidad de producción a transformar y comercializar nuestros recursos agrarios desde Extremadura para retener aquí el valor añadido y hacerlo a través de empresas y cooperativas de dimensión suficiente para poder acceder no solo al mercado nacional sino al internacional, eliminando intermediarios. Se propone intensificar la venta “on line”.

Se sugiere la creación de polígonos industriales agroalimentarios en las ciudades principales próximas a las zonas de producción con incentivos para la implantación de empresas y la utilización de Marca Extremadura para la comercialización de los productos resaltando su calidad y el hecho de que se producen en un marco de sostenibilidad y ecológico.

En el área industrial se constata que tendremos en el futuro una superproducción de energía renovable muy por encima de la que necesitamos. Esto podría desembocar en un abaratamiento del coste de la energía en Extremadura para facilitar la venida de industrias a la región. También podrían instalarse aquí empresas de fabricación de elementos para las renovables o industrias ligadas a las nuevas tecnologías. Se propugna la creación de polos de desarrollo industrial.

Se estima conveniente reconsiderar la normativa de protección ambiental existente que es un corsé para el desarrollo extremeño.

Aunque está pasando una mala racha por la pandemia, el turismo ha de ser promocionado mediante un Plan de Turismo que ponga en valor modalidades de turismo tan especiales como el de agua dulce o el de los descubridores del Nuevo Mundo.

Todo ello enmarcado en la necesidad de disponer de las infraestructuras de comunicación (TICs, fibra óptica y redes 4G y 5G) y en la adaptación de la Universidad a la formación de titulados acorde con lo que demandan las empresas. Se destaca la urgencia de que se termine el AVE cuanto antes, se reconstruya la vía férrea Ruta de la Plata y se mantenga y complete la red de autovías (Cáceres – Badajoz y terminación de la EX - A1 hasta Portugal).

En políticas sociales se reflexiona sobra la dignidad de los mayores y la necesidad de que puedan optar por vivir en sus domicilios adaptados y accesibles con atención asistencial suficiente o hacerlo voluntariamente en residencias bien dotadas en medios de atención al mayor y sanitariamente.

En cuanto al empleo se opta por mantener los que generan nuestros recursos naturales, los creados en las nuevas tecnologías y los que pueden producirse en sectores como el sociosanitario y en el autoempleo. El empleo es la forma de lucha contra la pobreza y ayudas como el IMV (Ingreso Mínimo Vital) se propugna concederla a hogares y no a personas, por tiempo limitado y con medidas adicionales que lleven al empleo.

Los fondos europeos han de utilizarse de forma coordinada y hay que dotar al medio rural de servicios adecuados e industrias para evitar la despoblación de estas áreas.

Los encuestados consideran que la sociedad civil extremeña es prácticamente inexistente. Hay que construir una sociedad civil activa, crítica, independiente de los políticos y no subvencionada.

En la iniciativa privada está la clave del desarrollo extremeño y la administración ha de ayudar y mantener los servicios públicos. Ha de abandonarse la postura conservadora de que la aspiración de un extremeño sea la de convertirse en funcionario.

La administración ha de tener ventanilla única para la tramitación de expedientes y estar servida por políticos competentes y con formación en las áreas que dirigen y funcionarios de carrera acreditados por sus méritos y cualificación. Debe excluirse el clientelismo político. El número de funcionarios debería estar en torno a la media nacional, pero teniendo en cuenta la extensión y dispersión poblacional de Extremadura.

Ha de fomentarse la cohesión regional abandonando agravios por sentimentalismo y equilibrando actuaciones en ambas provincias.

Como se dan numerosas propuestas, que no se pueden recoger en la extensión de este artículo, les recomiendo la compra del libro. Creo que les gustará y les será de utilidad.

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

 

EL ESPAÑOL ES PROSCRITO EN ESPAÑA

Se producen algunos hechos en España, que son inexplicables a la par que increíbles, por no calificarlos de grotescos.

Resulta que el idioma español, hablado por 570 millones de personas en todo el mundo, un idioma universal, el segundo más extendido por el planeta, es atacado con saña y proscrito en el país que ha sido su cuna, en la propia España.

El grado de degeneración política al que ha llegado el sanchismo - redondismo (el PSOE yo quiero creer que es otra cosa), ha permitido que una enmienda en la nueva Ley de Educación, que será aprobada hoy, establezca que el español, deje de ser lengua vehicular en todo el territorio nacional.

El concepto lengua vehicular significa que cuando se hablan varias lenguas en un territorio, la lengua vehicular es la preferente sobre las otras.

La Constitución Española establece en su artículo 3.1 que el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. El apartado 2 del mismo artículo dispone que las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos.

 Conclusiones que extraigo de las disposiciones constitucionales:

1 – El castellano es el idioma español, porque es la lengua oficial de España, de toda ella sin excluir ningún territorio.

2 – Aunque no lo diga explícitamente la Carta Magna el español (castellano) es la lengua vehicular en todo el territorio del Estado. Porque es la lengua oficial de España. De toda España, incluida Cataluña, el País Vasco, Galicia, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.

3 – Ningún idioma autonómico puede prevalecer sobre el idioma español. Como mucho podrá igualarse con él, pero sólo en el territorio en el que sea cooficial. Por lo tanto, el idioma español tiene que ser vehicular obligatoriamente.

Además de lo que dispone la Constitución habrá de tenerse en cuenta lo que dictan la lógica y el sentido común, ése que está tan ausente en muchos políticos españoles. Y el sentido común nos dice que es mejor para un alumno estudiar en español porque es un idioma que tiene infinitamente más posibilidades y le abre unas perspectivas culturales al discente mucho mayores que las que pueda otorgarle un idioma local, con un alto grado de endogamia, al hablarse solamente en un territorio limitado de España.

Es decir, es mucho más conveniente para un alumno formarse en español porque es un idioma hablado por 570 millones de habitantes en un elevado número de países y siendo uno de los idiomas básicos de la cultura universal. Eso no quiere decir que también pueda adquirir el conocimiento del idioma autonómico porque será un plus para su formación. Pero esa es otra historia. No es lógico la prevalencia del idioma local sobre el español por las razones expuestas.

Entre los años 1987 y 1989 impartí clases en un máster de ingeniería de regadíos que desarrolló el IRYDA en Brasil, para formar en técnicas de regadíos a 450 ingenieros brasileños. Mi sorpresa fue que el español, por delante del inglés, era considerado el segundo idioma en Brasil una nación de habla portuguesa, pero en la que el conocimiento de la lengua española era muy demandado. De modo y manera que las bibliotecas de las universidades en las que se impartió el máster, albergaban un gran número de títulos en lengua española que eran utilizados profusamente por los alumnos para su formación.

El interés por nuestro idioma era tal que las clases las impartíamos en una mezcla de español y portugués que se denomina en Brasil “portuñol”. Los alumnos entendían perfectamente esta mezcla de los dos idiomas porque les atraía y les interesaba el uso del español y nuestra cultura.

Así que ante estos ataques que se le infligen al idioma español en la propia España, por unos políticos medio analfabetos, que sólo piensan en mantener sus cargos y poltronas al precio que sea, las Academias de la Lengua y los ciudadanos hispano parlantes de los países de nuestra cultura deben de estar haciéndose cruces sobre los desatinos que estamos cometiendo en España contra nuestra lengua materna que se habla en varios continentes de la Tierra.

Esta nueva Ley de Educación ha de ser recurrida de inmediato ante el Tribunal Constitucional Español, que ya veremos cómo actúa debido a su politización, Montesquieu hace algún tiempo que desapareció de España, y en todo caso ante Tribunales europeos.

Y también sería muy positivo que 47 millones de borregos en lugar de callarse hicieran ver su protesta contra los políticos que permiten estos desmanes perjudiciales para nuestra lengua común. Todavía no he visto posicionarse a la Real Academia Española de la Lengua, esa que limpia, fija y da esplendor. Esperemos que se pronuncien al respecto.

No se puede consentir que para conservar el poder se atente contra principios básicos de un Estado. Y todo ello en contra de la opinión de una gran parte de los habitantes de esos territorios con idioma propio que prefieren que el español sea la lengua vehicular para la formación de los alumnos.

Aunque algunos sostienen que la frase es apócrifa, parece que el canciller de hierro Otto von Bismarck sentenció: La nación más fuerte del mundo es sin duda España. Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo” Pues eso.

 

 

viernes, 6 de noviembre de 2020

 

REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA EN EL SECTOR AGRARIO

El sector agrario que para los legos en la materia he de aclarar que está constituido por la agricultura, la ganadería y el sector forestal, a los que ha de añadirse la industria agroalimentaria directamente ligada a sus producciones, está experimentando una revolución tecnológica que, en mi opinión, es de magnitud superior a la que se produjo en el sector con la aparición del tractor y de la maquinaria agrícola.

Esta revolución basada en las nuevas tecnologías comenzó hace ya algunos años con la denominada agricultura de precisión. Tuve ocasión de visitar en Alemania en el año 1996 un viñedo en las riberas del río Mosela, cerca de Tréveris (Trier) explotado mediante dichas técnicas que por entonces suponían un gran avance. Los tractores y máquinas de la explotación dotados de GPS y programas informáticos, fertilizaban en función de los distintos tipos de suelos que se habían analizado previamente y reflejadas sus propiedades en un mapa de la explotación y aplicaban tratamientos fitosanitarios según el estado de los cultivos.

25 años después las nuevas tecnologías que se desarrollan a velocidad de vértigo están poniendo a disposición del sector agrario una serie de herramientas que van a permitir poder aumentar su productividad, al tiempo que lo hacen más sostenible y menos agresivo con el medio ambiente.

De hecho, ya se aplican en el agro español tecnologías de vanguardia. En el regadío es común el uso de datos de estaciones agrometeorológicas y de imágenes obtenidas por teledetección espacial mediante satélites (Landsat, Spot, Sentinel entre otros) para determinar la evapotranspiración de los cultivos y sus necesidades diarias de agua de modo que se aplique justamente la que consumen las plantas. De este modo se hace un uso más eficiente del agua y se evitan percolaciones de posibles excesos que lixivian principalmente nitratos causando la contaminación difusa de los acuíferos subterráneos. De igual modo se están utilizando sensores que detectan la humedad del suelo y avisan al agricultor de cuándo hay que regar. El riego puede llevarse a cabo mediante telecontrol sin presencia directa del regante en el campo. La Comunidad de Regantes del Zújar en Extremadura ha sido pionera en la aplicación del telecontrol para el riego en grandes superficies (alrededor de 21.000 ha).

Los anteriores son ejemplos de utilización de las nuevas tecnologías en el sector agrario, en donde además de la agricultura de precisión, existen otras herramientas como los robots o los drones, que se usan para vigilar el estado de las plantaciones o los movimientos del ganado y aplicaciones informáticas para la determinación de las raciones de alimentación de la ganadería.

La introducción de los análisis de Big Data mediante aplicación de técnicas de inteligencia artificial (IA), es otro paso más en la modernización del sector agrario buscando una mayor productividad, usando la menor cantidad de tierra y agua para obtener las producciones y mejorando por tanto la sostenibilidad de los sistemas en un contexto de cambio climático en que estamos inmersos y, en consecuencia, produciendo una menor agresividad al medio ambiente. Todo ello buscando el objetivo fundamental de poder alimentar adecuadamente a una población mundial estimada para el año 2050 en alrededor de 10.000 millones de habitantes. Hoy día cerca de 1.000 Millones de personas no tienen asegurada su alimentación.

El último estadio de estos avances tecnológicos lo constituye la agricultura computacional con el programa Mineral, un proyecto desarrollado por Google a través de su matriz Alphabet y que se propone revolucionar la agricultura tal y como la conocemos hoy día.

Se trata del diseño y aplicación de robots, que monitorizan los campos examinando una a una las plantas cultivadas de modo que conociendo su situación poder determinar si es necesaria la aplicación de fertilizantes, si el estado vegetativo aconseja la aplicación de fitosanitarios o qué cantidad de agua es preciso aportar a la planta si esta se encuentra en regadío.

Las posibilidades del sistema son muy amplias, permitirá incluso la adopción de cultivos intercalados y la introducción de nuevas especies de cultivos mejor adaptadas a las condiciones ambientales existentes. Esto facilitará que las plantas puedan ser menos vulnerables a plagas y enfermedades.

El sistema Mineral se basa en unos robots buggies, energizados mediante paneles solares y dotados de GPS, que recorren el campo y determinan el estado de cada planta. Esto supone el manejo de un elevado número de datos (Big Data) que se tratan por el software del robot y en ordenadores mediante técnicas de inteligencia artificial. El robot toma imágenes de alta resolución de cada planta, de modo que el agricultor puede conocer en cada momento su estado vegetativo, su nivel sanitario, su estado de humedad e incluso poder determinar el momento óptimo de recolectar el cultivo.

Aunque el sistema Mineral está en sus comienzos no cabe duda de que su desarrollo que ya ha empezado en Canadá, USA, Argentina o Sudáfrica constituirá una auténtica revolución para el sector agrario y su aplicación llevará a una optimización de recursos para los agricultores que lo apliquen y a una mejora de la productividad de los cultivos.

Todo ello exigirá un proceso de formación tanto de los empresarios agrarios como de la pléyade de científicos e ingenieros que serán necesarios para extender, generalizar y mejorar la aplicación de estas nuevas técnicas al campo.