viernes, 26 de enero de 2018

CIENTIFICOS CATALANES INDEPENDENTISTAS

Uno lee algunas manifestaciones en los medios de comunicación sobre las razones que justificarían una posible independencia de Cataluña, que le dejan helado.

Una de ellas que he tenido la oportunidad de contemplar en la prensa digital es la de un grupo de científicos catalanes pertenecientes al colectivo “Científicos por la República” de la ANC (Asamblea Nacional Catalana). Justifican la independencia catalana con el contundente y riguroso argumento de que “España (salvo Cataluña, claro) es un país agrícola y de caza”. Chúpate esa.

Parece que de unos 45.000 científicos e investigadores que según el diario digital desarrollan su labor en Cataluña, unos 1.000 apoyan la independencia. Menos mal. Sólo suponen el 2,22 % del total. 44.000 no parecen entrar en el juego. Aunque el colectivo de científicos soberanistas, sin datos que puedan demostrarlo, asegura que la mayoría de los científicos catalanes apoyan la independencia. Como puede verse puro rigor.

Los argumentos que esgrime este grupo de sabios soberanistas, entre los que se encuentran destacados catedráticos e investigadores, lo dejan a uno atónito y con muchas dudas sobre el nivel cultural de estos adalides de la ciencia.

Diera la impresión de que están inmersos en una burbuja provinciana mirándose allí el ombligo y encantados de ser tan inteligentes y tan avanzados investigadores. Es un ejemplo de colectivo defensor de un pretendido supremacismo catalán sobre el resto de España. Que por cierto no se sustenta en base alguna.

Estos científicos se ve que están inmersos en sus trabajos, están en la introspección más absoluta y, ensimismados, no se enteran de nada. Ni siquiera se molestan en conocer los datos estadísticos. Ellos en su inmensa soberbia y prepotencia no necesitan esa información. Su opinión es irrefutable.

Calificar al resto de España como un país agrícola y de caza es cuando menos una temeridad. Los últimos datos disponibles en el INE de la distribución del PIB por sectores de actividad dan para el sector de agricultura, ganadería y pesca en España una aportación al mismo del 2,65 %. Si con este valor se califica a España como un país agrícola que venga Dios y lo vea. Cataluña aporta el 1,42 % menos de la media pero no tan lejos de ella. Claro que si se compara con la Comunidad de Madrid que aporta el 0,15 % Cataluña podría considerarse como una comunidad de tipo silvo pastoril.

Dos regiones tan denostadas por los catalanes secesionistas como Andalucía (4,31%) y Extremadura (8,30 %) con aportaciones respectivas de la agricultura al PIB, son algo más agrarias pero no predomina en ninguna de ellas el sector primario. Así que la principal razón que argumentan estos científicos para abrazar la independencia carece de toda consistencia.

Como el primer argumento empleado no resiste el menor análisis utilizan otros con tintes más políticos y de todavía más complicada demostración con hechos o datos.

Consideran que España es un país "monolítico y oligarca" que "asfixia el libre pensamiento y la libertad creadora". Y que desprecia a la ciencia.

 Están seguros de que la república catalana les permitiría aumentar la inversión en investigación y situarles como un país puntero. Estos Científicos por la República  también consideran que la clase política catalana es infinitamente más abierta y avanzada que la española y por eso creen a pies juntillas que con un estado propio el presupuesto para I+D en relación al PIB sería muy superior al que se da en España.

Parecen ignorar las tropelías que los políticos catalanistas han cometido hasta llegar a la declaración unilateral de independencia, saltándose a la torera las leyes y sentencias judiciales e incluso los informes de los asesores legales de su parlamento. Curiosa opinión la que tiene este colectivo sobre los que significa ser un político avanzado y abierto.

Como se ve este grupo de científicos separatistas también cree en la taumaturgia de la nueva república catalana. Piensan que al instante siguiente de estar en su nuevo estado aquello será como el País de las Maravillas, una Arcadia feliz. Se dedicarán montañas de dinero a la ciencia y a la investigación. Naturalmente no cuantifican qué dinero destinará a este fin el nuevo estado ni de dónde se obtendrán los cuantiosos fondos que se supone se necesitarán para llevar a cabo sus programas científicos. Eso como en la rima asonante lo dejan al arbitrio del poeta.

Para rematar entran en terrenos aún más pantanosos, los cuáles están tomados del argumentario que manejan los independentistas. Es el mantra de que el franquismo sigue gobernando España.

Esta afirmación es indicadora de que o no vivieron el franquismo o que si lo vivieron tienen bastante mala memoria. En este último supuesto ha de subrayarse que para llevar a cabo programas de investigación de excelencia la buena memoria es condición necesaria, aunque no sea suficiente. Si España fuese hoy día franquista y no un país democrático, ellos estarían calladitos o investigando allende nuestras fronteras. Si es que daban la talla para hacerlo.

Por descontado gracias a que España es una democracia consolidada que respeta los derechos humanos ellos pueden exponer libremente sus ideas y apoyar al independentismo. Con el “generalito” y sus adláteres a los mandos no se les habría ocurrido hacerlo. Seguro que pertenecerían al grupo de los que le hacían la pelota al dictador. Como tantos de ellos que, después durante la transición, han presumido de que en tiempos dictatoriales eran furibundos demócratas.

viernes, 19 de enero de 2018

LA ORQUESTA QUE VENCIÓ AL FRÍO

La Orquesta de Extremadura (OEX) posee un sonido excelente si se tiene en cuenta que en principio se trata de una formación modesta. Pero a la hora de la verdad los sucesivos directores principales (Amigo, Albiach) y los profesores con su buen trabajo han puesto a la orquesta en un alto nivel pese a esa humildad teórica.

A lo largo de la temporada musical extremeña la orquesta alterna sus actuaciones entre Badajoz y Cáceres y en ocasiones tocan en Mérida o Plasencia.

Hasta esta temporada el lugar habitual en el que tenían lugar sus conciertos en Cáceres era el Gran Teatro. Un recinto clásico, recoleto, acogedor y céntrico pero con algunos problemas de espacio en el escenario para la orquesta completa. Esta circunstancia aconsejó el traslado de los conciertos de la nueva temporada al Palacio de Congresos de Cáceres con más amplitud de escenario y un superior aforo.

El Palacio de Congresos es una construcción mucho más moderna, pero no tiene la solera del Gran Teatro, sus materiales constructivos son mucho menos acogedores y está situado un poco a trasmano en el dibujo urbano. Pero en teoría puede ser considerado como un marco adecuado para las actuaciones de la OEX.

Este inmueble fue construido hace ya algún tiempo, no mucho. Se detectaron algunos errores graves de diseño en los accesos sobre todo y se remodeló y amplió unos años después. Creo que el arquitecto fue el mismo en ambos casos. La Junta de Extremadura que es su titular se ha gastado un porrón de millones de euros en dicho recinto, la última remodelación creo que 10, con vistas a dotar a la capital cacereña de un edificio apropiado para celebrar eventos congresuales.

La verdad es que congresos lo que se dice congresos, en Cáceres no se celebran muchos a lo largo del año. Por esa razón y para mejorar su índice de utilización el Palacio también acoge actuaciones de espectáculos diversos que pasan por la ciudad. Y desde este otoño será sede cacereña de la Orquesta de Extremadura.

La temporada de conciertos de la OEX ha comenzado ya y en principio todo parecía transcurrir con normalidad. Hasta que llegó el frío.

Hace unos días la orquesta tocaba en un programa en el que participaba también el actor Pepe Viyuela. El espectáculo llevaba por título: Bestiario de circo.

Los espectadores se mostraron sorprendidos y perplejos cuando al inicio del concierto varios de los profesores aparecieron con sus abrigos, bufandas y gorros puestos. Otros mantenían sus gabanes en el respaldo de sus sillas - me imagino que se trataría de los profesores originarios de países del centro y este de Europa más acostumbrados al frío - pero hasta estos fueron tirando de sus tabardos a medida que el tiempo transcurría.

Los asistentes que al comienzo se las prometían muy felices empezaron a notar que la temperatura en la sala tampoco era la adecuada para prestar atención al espectáculo por lo que también terminaron embutidos en sus prendas de abrigo.

La orquesta con sus sobretodos puestos junto a Pepe Viyuela, logró vencer al frío reinante en el Palacio terminando felizmente el concierto.

La verdad es que en Cáceres por esos días hacía frío. Pero resulta sorprendente que la calefacción del Palacio de Congresos no tenga la potencia y eficacia suficientes para impedir la congelación de los músicos y de los espectadores. Y eso que Cáceres en cuanto a frío no es León o Soria por poner dos ejemplos de ciudades gélidas en invierno. Si se hubieran alcanzado las temperaturas que en época invernal se dan en estas dos bellas ciudades, los cacereños asistentes al concierto habrían perecido de hipotermia.

Tras este episodio de frío la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura ha reconocido que el inmueble presenta defectos estructurales (al parecer el escenario está comunicado con el exterior por paneles penetrables por el frío) de modo que si la temperatura de la calle es soportable la calefacción más o menos mantiene aquello en adecuadas condiciones. Pero si la temperatura afuera desciende, en el escenario no hay quien pare y el frío se va extendiendo paulatinamente al resto de la sala.

Esa era la explicación de la presencia de los profesores convenientemente abrigados al inicio del concierto porque el frío en el escenario era considerable.

A vista de este episodio habría que preguntarse ¿Cómo es posible que después de una segunda remodelación del inmueble y del chorro de millones de euros gastados, todavía persistan defectos tan importantes como el descrito? ¿El arquitecto que primero proyectó y después remodeló el recinto ha sido advertido de este mayúsculo error? Después de diseñar esta chapuza ¿Ha percibido todos sus honorarios completos?

Sería conveniente que la Junta de Extremadura diese cumplida respuesta a estas sencillas preguntas y aclarase a los cacereños la situación. Creemos que el dinero público, que pertenece a todos los ciudadanos, debiera ser utilizado con algo más de control del que se ha aplicado en la construcción de este Palacio de Congresos.

Confiemos en que los problemas surgidos tengan una pronta solución, para que los melómanos cacereños puedan escuchar en un ambiente confortable a la OEX esta excelente orquesta que logró vencer al frío.

viernes, 12 de enero de 2018

ATRAPADOS EN LA NIEVE

Antes de que comenzara el invierno ya advertí sobre la importancia de mantener la vialidad invernal en nuestra red de carreteras y la conveniencia de adelantarse a los acontecimientos para evitar problemas en la red viaria.

En parte de la geografía española el invierno suele ser duro y frío y antes o después  se producen fenómenos meteorológicos típicos de esta época (nevadas, hielo, lluvia) que afectan a la seguridad vial de nuestras carreteras y en ocasiones atrapan a miles de conductores en ellas con los riesgos que esto conlleva.

El fin de semana de Reyes del nuevo año ya ha tenido lugar uno de estos episodios de intensas nevadas. Miles de vehículos han resultado bloqueados por la nieve especialmente en tres autovías cuya gestión la llevan a cabo empresas concesionarias privadas: AP 6, AP 51 y AP 61 las tres en el norte de la provincia de Madrid en sus límites con Castilla y León.

La llegada de un frente de nieve fue ampliamente difundida por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y los conductores tenían la posibilidad de haberse informado suficientemente antes de acometer un viaje en época invernal para adoptar las precauciones típicas de estas situaciones: cadenas o neumáticos de invierno, mantas, bebidas, teléfonos y el máximo de combustible en sus vehículos.

Las empresas concesionarias de estas autovías responsables de la vialidad invernal de las mismas también eran conocedoras del elevado riesgo de que se produjeran intensas precipitaciones en forma de nieve. Se dejaron sorprender por los acontecimientos sin poner en marcha con la antelación debida los medios suficientes para anular o disminuir al máximo las consecuencias de tan copiosas nevadas.

Esta historia ya se repitió el año pasado en la A3 y no parece ni que la Dirección General de Tráfico (DGT) ni el Ministerio de Fomento hayan sacado conclusión alguna de aquellos episodios para mejorar el servicio a los ciudadanos.

A pesar de las nuevas tecnologías o del teletrabajo y aunque sean fiestas muy familiares, es conveniente que los responsables máximos de las administraciones competentes, cuando se producen estas circunstancias climáticas adversas, se encuentren en sus puestos de mando asistidos por sus equipos técnicos.

Eso permite coordinarse mejor para tomar decisiones rápidas que minimicen el riesgo que corren los conductores y evitar que queden atrapados en la nieve como ha ocurrido. Ellos son los responsables últimos de la vialidad invernal en nuestras carreteras.

Una vez más la imprevisión y la improvisación tan típicas de la idiosincrasia española han hecho su aparición y los resultados no han podido ser más nefastos.  

Ahora hay que exigir responsabilidades a los que realmente las tienen y no a quienes con su esfuerzo han contribuido a minimizar las consecuencias del atrapamiento como la Guardia Civil o la Unidad Militar de Emergencias (UME) que han vuelto a llevar a cabo una actuación destacada. Siempre les toca bailar con la más fea.

La máxima responsabilidad hay que buscarla en el Ministerio de Fomento y en el de Interior a través de la DGT.

La obligación del Ministerio de Fomento es supervisar y exigir a las empresas el cumplimiento exacto de los protocolos de concesión y especialmente en aquello que se refiere a la seguridad vial en episodios meteorológicos como el que nos ocupa.

Debe exigir que con la suficiente antelación  las empresas concesionarias habiliten los medios necesarios y los pongan en marcha con eficacia y no cuando ya se ha producido el problema. Me da la impresión de que el Ministerio ha pasado olímpicamente del tema. Pues no encuentro otra explicación racional a lo que se ha producido. Hay que vigilar y exigir a las concesionarias y en su caso penalizarlas si no cumplen o rescindir los contratos de concesión si es preciso. No se pueden obtener sustanciosos beneficios escatimando medios materiales y personales y encima elevando los peajes.

Porque Fomento como titular es el responsable de lo que ocurre en la carretera. Las concesionarias sólo son un medio al que la administración ha de exigir una actuación eficaz acorde con el protocolo de concesión.

La DGT tiene una misión especialmente informativa y de control del tráfico y ha de facilitar a las concesionarias esta información para que sea transmitida a través de los paneles correspondientes o hacerlo ella directamente. Muchos conductores se han quejado de que la información suministrada no advertía ni con mucho de la gravedad del problema. Y eso es un fallo muy importante que debería llevar a la revisión de los protocolos de actuación en estos casos.

Por último es conveniente insistir con campañas informativas en las cercanías del invierno para que los conductores sepan cómo hay que actuar en estos casos, qué tipo de conducción hay que realizar y los riesgos que se asumen cuando se acomete un viaje en condiciones meteorológicas adversas. Creo que un gran número de conductores ignoran la mayoría de estos aspectos y se ponen en marcha alegremente sin tomar las precauciones necesarias.

La ridícula ocurrencia de la DGT sobre exigir un kit de supervivencia, mejor ni comentarlo.

A ver si esta vez entre todos sacamos las conclusiones adecuadas para evitar que en próximos episodios meteorológicos invernales haya ciudadanos que vuelvan a quedar atrapados por la nieve. Pero me temo que se repetirá la función.

jueves, 4 de enero de 2018

LA GUERRA DEL CAVA

Como me temía y así lo expuse en una reciente entrada de este blog, la decisión del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, sobre el cava contenida en la Resolución de 27 de diciembre de 2017, de la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios publicada en el BOE nº 316 de fecha 29 de diciembre de 2017, ha sido desfavorable para los intereses extremeños.

La primera batalla de la guerra del cava la han perdido los agricultores e industriales del ramo ubicados en Requena (Valencia)  y Almendralejo (Extremadura). Confiemos en que al final ganen la guerra. Pero esa victoria, si se produce, me temo que resultará harto difícil conseguirla.

El Ministerio ha cedido a la presión de la Denominación de Origen Cava que tiene su sede en Cataluña y en la que la mayoría de sus componentes y votos son catalanes.

Como casi siempre ocurre la administración española ha claudicado ante el chalaneo catalán. El Ministerio ha tratado de disfrazar su resolución en un intento de dar la impresión de que sólo atendía parcialmente las pretensiones catalanas – la D.O Cava pedía congelación de superficies hasta el año 2020 inclusive - adoptando una decisión salomónica y cediendo una ridícula extensión de plantación nueva: 57,4 has. El resto hasta 172,2 ha corresponde a replantaciones y sustitución de derechos. Lo ha limitado sólo al año 2018, otra cesión sin trascendencia. En próximos años los catalanes seguirán mangoneando y haciendo lo que más les convenga con el sector, siempre en su beneficio.

Una vez más Cataluña sale ganando en perjuicio de los intereses de otras regiones. Esto es posible que ocurra porque en las comunidades autónomas perjudicadas todavía no hay movimientos soberanistas. En España se premia al díscolo y al sedicente y se castiga a las regiones leales y resignadas sin prestarles la más mínima ayuda. Pero esto explotará por algún lado más tarde o más temprano.

La Junta de Extremadura ha criticado la decisión ministerial por considerar que atenta contra los intereses del sector del cava en su territorio y ha anunciado recursos varios por las vías administrativa y judicial. Es una postura coherente en defensa de la expansión del sector del cava en nuestra región. Esperemos que dé frutos aunque tengo mis dudas. La presión catalana se deja sentir en todos los estamentos nacionales.

Y es que Cataluña quiere cercenar el desarrollo del sector del espumoso fuera de su territorio. No quieren competencia y una de las vías es impedir o reducir el máximo la ubicación de nuevas plantaciones de variedades productoras de cava fuera de Cataluña. Para poder monopolizar ellos el mercado de este vino espumoso tan demandado.

El crecimiento de la producción del cava en Extremadura o Valencia es una amenaza para los productores de cava catalanes. Aunque sigan dominando en superficie y en producción el sector. Pero actualmente más de 6.000 ha se cultivan fuera de Cataluña con éxito creciente y por ahora imparable. Y les empieza a afectar a su negocio monopolístico.

En Extremadura la región de nuestro interés, la producción y las ventas se incrementan de año en año. En la actual campaña se espera producir y comercializar cerca de 6 millones de botellas. Además la calidad que se obtiene es muy alta. Al menos igual que la que se da en la región catalana. Esto les empieza a hacer pupa. Y no quieren competencia.

Parece lógico que al tratarse de un producto específico amparado por la Denominación de Origen Cava esta organización y el Ministerio velen porque no se produzca un desmadre de producciones, bajada de la calidad y caídas de precios. Eso sería razonable pero no es el caso.

Bodegueros fabricantes de cava extremeños han manifestado reiteradamente que el sector puede crecer en Extremadura hasta al menos el doble de la superficie actual, ésta asciende a unas 1.400 ha, pues hay mercado para nuestro cava. Extremadura o Valencia no son responsables de que el cava catalán esté en recesión, probablemente porque exista un boicot a este producto por razones diversas entre otras el fanatismo separatista que anida en esa región.

Si el cava catalán considera que existe mucha superficie productiva y se pone en peligro el sector, pueden congelar o reducir su superficie regional, pero no cercenar el desarrollo del cava en otras regiones. Y lo que no es de recibo es utilizar a la Denominación de Origen Cava, en la que son mayoritarios, con la complicidad del Ministerio para conseguirlo.

Nos encontramos en una economía de mercado y no se deben poner restricciones al mismo salvo que existan causas justificadas que al menos para las regiones nuevas en producción como Valencia o Extremadura no se dan.

Y el Ministerio que es de todos los españoles y no sólo de los catalanes, no debiera consentir este despropósito. Pues en lugar de regionalizar la cuestión, una vez más ha defendido las tesis de Cataluña. Como siempre. Habrá que tomar medidas judiciales y de las otras. Para hacernos oír.

Que los Reyes Magos sean muy generosos con los lectores de este blog. Feliz Año 2018.