domingo, 2 de noviembre de 2014

QUÉ ES EN REALIDAD PODEMOS

He leído un reciente artículo de Luis Arroyo en el diario digital InfoLibre, en el que por primera vez he podido observar un análisis muy interesante de lo que es en realidad PODEMOS y de las argucias que está desplegando este movimiento para convencer al cabreado e indignado ciudadano español, de modo que éste otorgue su voto a dicha formación en las próximas elecciones.

La primera característica de PODEMOS es que no tiene pasado como organización política y por tanto no tiene experiencia, ni antecedentes buenos o malos, de cómo se gobierna un país como España en el contexto geopolítico en el que se mueve nuestra nación. Por tanto podemos y debemos dudar antes de depositar el voto sobre si este movimiento es el adecuado para sacar a España del atolladero económico y social en el que nos encontramos.  Siguiendo el hilo argumental como no han tenido el poder tampoco tienen antecedentes de corrupción.  

Pero este movimiento no evoluciona porque sí, lo hace porque a sus mandos tiene una serie de dirigentes, que al contrario que el movimiento como tal, sí que tienen pasado y presente. Su pasado nace en la facultad de Ciencias Políticas en la que se han formado y de la que muchos de ellos son profesores. Y su presente reside en la aplicación de técnicas políticas y demoscópicas, aplicadas en otros países, para aprovechar la situación de descontento de muchos españoles con el sistema y atraer hacia este movimiento a un sinfín de ciudadanos indignados y zaheridos por la crisis que están desencantados de los partidos clásicos, en una especie de experimento de laboratorio.

Sin poner en duda el tirón que están teniendo hay algunas preguntas que habría que hacerse. La primera es la facilidad con la que acceden a los medios de comunicación. Partidos minoritarios como UPyD e IU nunca han tenido un acceso tan fácil a pesar de que llevan varios años y obteniendo en torno al 5 % de los sufragios siendo mucho más representativos de lo que era en sus principios PODEMOS.

Lo segundo que es que parece que hay un argumentario de PODEMOS que circula por las tertulias. Hay una cantinela que sueltan día tras día muchos tertulianos en el sentido de que esta formación no dice al votante lo que quiere oír, sino que dice lo que piensan los ciudadanos. La diferencia es nula porque precisamente lo que quieren oír los ciudadanos es lo que piensan.

La tercera cuestión muy bien tratada por Luis Arroyo en su artículo es que la estrategia la basan en que no hay izquierdas ni derechas, ricos ni pobres, pacifistas o belicistas, ecologistas o desarrollistas, creyentes o ateos. Ellos acogen a todos. Pretenden adaptarse a todas las situaciones. Y escamotear sus verdaderas intenciones. Luego habrá que ver los programas que aplican. Porque aquí no se aclaran y cuando llegue el momento tendrán que hacerlo. Y entonces veremos qué pasa.

No creo que España se encuentre en una situación idónea para empezar a hacer experimentos políticos de laboratorio. Los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Lo que España necesita es que los mejores de sus ciudadanos pasen a representarnos y barrer toda la inmundicia y corrupción que hoy día anida en los partidos políticos. Y eso exige listas abiertas, transparencia y una normativa que persiga la corrupción  y haga pagar a los corruptos.

Estos movimientos sin experiencia de gobierno si llegaran al poder en una nación como es la española, pretendiendo arreglar la situación es probable que la empeorasen. Pues muchas de sus propuestas, que cada día que pasa matizan, parecen utópicas e irrealizables. Les he visto revisar a la baja cuestiones como la auditoría y pago de la deuda,  la jubilación a los sesenta años, la renta básica, posibles nacionalizaciones de sectores básicos o la propiedad de los medios de comunicación. Cada día que pasa rebajan el tono porque no quieren asustar a los poderes establecidos, con los que pretenden llevarse bien. Podríamos decir que son lobos con piel de cordero. Aunque otras propuestas de esta formación sí son acertadas y deberían tomar buena nota de ellas lo partidos clásicos. Para convencer a los ciudadanos de que se juegan su futuro y el de España. 

Respecto a su inexperiencia hay quien usa el argumento de que cuando, por ejemplo, llegó al poder Felipe González tampoco tenía experiencia de gobierno como le pasa a PODEMOS. En efecto, Felipe no había gobernado, pero contaba además de con la tradición histórica del socialismo español que sí lo había hecho, con todo el apoyo y la asesoría del socialismo europeo también experto en gobiernos. Y le echaron una mano. ¿O no?

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