sábado, 15 de noviembre de 2014

DESIGUALDAD IMPÚDICA

Hace unos cuantos días la ONG Intermon Oxfam ha hecho público un informe sobre desigualdad y pobreza en el mundo que contiene cifras escalofriantes sobre la distribución de la riqueza en nuestro planeta. En el mismo también se dan datos sobre la estructura y reparto de las fortunas en nuestro país.

Desigualdades sociales siempre las ha habido pues son consecuencia de las distintas capacidades y oportunidades de los seres humanos que permiten que unos superen a otros en función de su origen, de su inteligencia, de sus aptitudes, de su osadía o de su capacidad para eludir las normas de convivencia que las sociedades se dan y aprovecharse de ello.

Pero algunas de las cifras del informe son insultantes y dan idea de la enorme desigualdad que existe en la distribución de la riqueza. Los Estados deberían tomar medidas para evitar estos lacerantes desequilibrios. En resumen, la conclusión que puede extraerse del informe es la de que unos pocos viven holgadamente a costa de otros muchos sumidos en la pobreza.

Así las 85 personas más ricas de la Tierra suman la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad. 85 personas acumulan más bienes que 3.500 millones de seres humanos juntos.

Si descendemos a nuestro país las 20 personas más pudientes atesoran igual fortuna que el tercio más pobre de la población española. Es decir 20 personas disponen de igual  patrimonio que los 14 millones de españoles menos afortunados.

¿Es esta situación lógica y razonable? ¿Estas grandes fortunas han pagado impuestos en relación con lo que atesoran? Seguro que no. Tienen subterfugios legales y asesores para evitarlo. Y también paraísos fiscales para esconder sus caudales.

Si profundizamos en los datos que aporta Intermon Oxfam, las veinte fortunas más importantes de España aumentaron en un año su peculio en 12.231 Millones de Euros, más del 1% del PIB español, para ellos solitos. O si prefieren una media de más de 611 Millones de Euros para cada uno.

La crisis está produciendo un doble efecto. Los ricos son cada día más ricos y los pobres más pobres. Y es que el dominio de los poderosos se mantiene tanto en las épocas de vacas gordas como en las de vacas flacas. Porque ellos manejan los resortes financieros, económicos y políticos que les permiten ganar siempre. Y en ocasiones como en esta crisis con desvergüenza e impudicia.

Es insólito que las tres personas más ricas de España acumulen una fortuna que es el doble de lo que poseen los 9 millones de españoles más pobres (un 20 % de la población).

Y como contraste un tercio de la población española, 15 Millones de personas, está inmersa en la pobreza, 2.600.000 niños se encuentran malnutridos a causa de la situación económica de sus padres, más de 5,4 Millones de españoles están en el paro y 1,7 millones de hogares no reciben prestación de desempleo alguna.

La necesidad de que estas grandes fortunas contribuyan fiscalmente de manera progresiva al interés general pagando los impuestos correspondientes, se revela como una actuación indispensable, junto a la desaparición de los paraísos fiscales en los que estos agraciados guardan sus capitales a buen recaudo.

El panorama actual de abismales diferencias entre ricos y pobres es insostenible y los poderes públicos han de hacer algo por reducir esta desigualdad a límites razonables. La presión social se está volviendo insoportable. Y un estallido social se sabe cómo empieza pero no cómo termina. Los políticos de todo signo deberían tomar buena nota de ello. Y los muy ricos también.


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