sábado, 22 de noviembre de 2014

TRANSPARENCIA ”MA NON TROPPO”

El episodio de los viajes canarios de Monago ha permitido poner de manifiesto la opacidad existente tanto en el Congreso como en el Senado a la hora de conocer la utilización de dineros públicos por los padres de la patria en sus desplazamientos.

Da la impresión de que una vez elegidos, cosa que ocurre cada cuatro años, los diputados y senadores adquieren un status que les hace intocables y les permite una total opacidad de sus actividades como si éstas constituyesen altos secretos de estado que han de permanecer ocultas al conocimiento de los ciudadanos.

Por otra parte estos próceres entran en un estado de extravío mental que les impide ver y apreciar la realidad de lo que ocurre más allá de sus personas y ámbitos de actividad, así como valorar las necesidades y exigencias de los ciudadanos a los que dicen representar.

De otro modo no se explica la falta de control existente sobre sus actividades que, entre otras cosas, dan lugar a viajes sin cuento que pagamos los contribuyentes con nuestros impuestos. Y por el mero hecho de ser dinero público y no privado procedente de los bolsillos de sus señorías, los ciudadanos tenemos perfecto derecho a conocer en qué, cómo y por qué se gastan nuestras aportaciones.

Cuando se han visto presionados por la opinión pública a consecuencia del escándalo Monago, que por cierto todavía no ha justificado adecuadamente sus viajes, como si nos hicieran un gran favor a los españolitos de a pie, para acreditar sus idas y venidas publicarán cada tres meses las cantidades globales gastadas en viajes, que ni siquiera estarán individualizadas.

Por supuesto los ciudadanos tenemos vedado el conocer qué tipo de actividades realizan los padres de la patria en esos desplazamientos gratis total. Intentan dar la impresión de que las reuniones que llevan a cabo son todas “top secret” y que en ellas se tratan asuntos de trascendencia vital para el país.

A este acuerdo de publicación trimestral del importe global de los viajes han llegado el PP y el PSOE, ellos solitos, al parecer sin participación de los otros grupos parlamentarios. Y además han acordado que serán válidos los viajes que sus señorías realicen para actos de partido. Otro disparate. Los viajes de partido han de correr de cuenta de éstos que ya perciben cuantiosas subvenciones públicas y no de las cámaras.

Y yo me pregunto. ¿Si no quieren ser transparentes, será que tienen algo que ocultar? Estas actitudes tan opacas hacen sospechar a los ciudadanos que puede haber gato encerrado y cosas más gordas e inconfesables. De lo contrario no tiene explicación tanto misterio.

En todo caso estas posiciones de oscurantismo en el uso del dinero público le están dando alas a partidos como PODEMOS, que está a verlas venir sin desgastarse un ápice, y es posible que cuando los partidos clásicos se quieran dar cuenta la cosa ya no tenga remedio. Pero ellos se lo han buscado. Están ciegos.

Es sorprendente la posición adoptada por los diputados socialistas, un partido que comienza a dar signos de una nueva manera de actuar, por lo que su nuevo líder debería tomar cartas en el asunto cuanto antes e impedir la firma de este acuerdo con los populares porque es un despropósito manifiesto.

Los socialistas han de exigir la máxima transparencia a las actividades de sus señorías y hacerlas públicas. Porque si no se hace así se puede echar por tierra el buen trabajo que se está haciendo en muchos territorios. Y si alguien tiene que caer porque ha metido la pata, pues que caiga. De lo contrario quien va a caer es el partido. Ahora que empieza a remontar.

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