MOCIÓN DE
CENSURA EN EXTREMADURA
La
moción de censura es una acción política totalmente legal y el partido que
reúna las condiciones para hacerlo, si concurren causas justificadas como es el
caso de Extremadura, está en su perfecto derecho de presentarla. Aunque la
pierda como va a ocurrir con la que ha interpuesto el PSOE en el Parlamento Extremeño.
El
Gobierno del PP, apoyado en la abstención de IU, legítima pero
incomprensible en un partido que se dice de izquierdas, lleva gobernando
Extremadura desde julio de 2011, va para casi tres años y los resultados
obtenidos han dejado a la región en peores condiciones de las que había cuando
abandonaron el poder los socialistas.
Más
desempleo, más deuda total y per cápita, emigración de jóvenes y pérdida de población, y
recortes muy importantes en inversión pública con práctica inactividad de las
Consejerías inversoras, en educación con despido de profesores y aumento de las
ratios por aula, cierre de urgencias de varios PAC rurales y listas de espera
“in crescendo” en sanidad, lentitud desesperante en la tramitación de las
ayudas a la dependencia y en la renta básica, determinan que el principal partido de la oposición haya
encontrado razones justificadas para poner en marcha este mecanismo
parlamentario.
Eso
sí el Gobierno de Extremadura ha utilizado con profusión la propaganda y el
marketing para vender su actuación a los extremeños, dirigido el tinglado por
un tal Iván, fichado por Monago para la campaña electoral que le dio la
victoria en julio de 2011 y elevado a la dignidad de Consejero valido. Todo
ello con la complacencia de IU y con la deserción de última hora del PREX-CREX
que obtuvo sus diputados en las listas del PSOE y con el programa electoral de
este partido. Sin esas premisas los dos diputados tránsfugas del PREX-CREX
jamás hubieran resultado elegidos.
El
último episodio protagonizado por el PP ha sido la negociación con el Gobierno
de Rajoy de la deuda histórica de Extremadura. Esta deuda ha de ser entendida
como la compensación por la dejadez histórica que, por razones varias, el
Estado ha tenido con la región, originada por
acontecimientos diversos: predominio de la nobleza, de las órdenes
militares y de los terratenientes, que dejaron a Extremadura sin burguesía, lo
que trajo consigo la pérdida del tren del desarrollo acontecido en el siglo XX
y además padecer una importante emigración y consecuente pérdida de población.
Consecuencia
de esta falta de atención es que Extremadura dispone hoy de un peor nivel de
servicios que la media nacional; el ferrocarril y las comunicaciones aéreas son
un ejemplo paradigmático, pero la falta de industrias, porque la región no
disfrutó de ningún polo de desarrollo industrial, y el menor grado de servicio
asistencial en nuestras instalaciones sanitarias que no alcanzan la cota de la
media nacional, también lo serían. La nivelación de estos y otros servicios son
los que habrían de corregirse con la deuda histórica que un equipo de docentes
de la Universidad de Extremadura evaluó en 14.000 Millones de Euros. Monago la
cerrará con Rajoy en 430 Millones de Euros. ¡Ya me dirán¡
El
intento de evitar tamaño perjuicio para Extremadura justificaría por sí mismo
la moción de censura. Pero como se ha visto antes existen suficientes razones
además de esta para presentarla. Cuando además el partido gobernante apoyado en
dos extrañas fuerzas políticas se niega al pacto y al diálogo. Aunque la moción
se pierda que va a ser el caso del PSOE en Extremadura. Pero había que hacerlo.
Es un inesperado golpe político que el partido gobernante ha acusado de
inmediato. Dentro de un año los extremeños, en las urnas, decidirán a quien le
asistió la razón. Esa es la democracia.
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