martes, 29 de abril de 2014

DIRIGENTES EMPRESARIALES MANIFIESTAMENTE MEJORABLES

Los empresarios españoles parece que últimamente no están muy acertados que digamos en la elección de los dirigentes de sus organizaciones más representativas. Hay ejemplos como el de Díaz Ferrán en la CEOE o el reelegido Arturo Fernández en la CEIM que producen sonrojo. Pero hay otros que también lo producen, más abajo lo verán.

Sería muy conveniente que los directivos de esas organizaciones fueran un reflejo lo más exacto posible de lo que es el conjunto de empresas y empresarios y no personajes extremos, fuera de rango, que estoy seguro de que no son la representación de lo que es y de lo que piensa la mayoría del colectivo empresarial. Si no fuese así, apañados estábamos.

Parto de dos premisas básicas: una que los empresarios y emprendedores españoles son una de las locomotoras del desarrollo de nuestra nación, junto con los trabajadores, no se olvide, y la otra que un emprendedor que arriesga su capital o tiene ideas que otros no tienen, ha de ganar dinero y ser adecuadamente retribuido. Pero todo ello dentro de un orden y de una normas mínimas de ética y comportamiento.

Tuve oportunidad de ver y oír por televisión las declaraciones efectuadas por Mónica Oriol, Presidenta del Círculo de Empresarios y no salía de mi asombro al escucharlas. Me parecía imposible lo que estaba oyendo por boca de una de las principales dirigentes de los empresarios españoles.

Calificar a los parados de parásitos como hizo ella es una falta de respeto, de solidaridad y de caridad si se me apura, para con este colectivo. Esta dirigente parece olvidar varias cosas: la primera que es una burda mentira que los subsidios de desempleo españoles sean los más elevados del mundo mundial (sic), la segunda es que parece que no se ha enterado de que más del 50% de los parados no cobra subsidio de desempleo alguno.

No dudo de que entre los desempleados, igual que entre los empresarios, habrá un porcentaje que trate de defraudar y de engañar, por lo que deberían ser perseguidos sin piedad. Pero culpar a un colectivo de que los subsidios invitan al parasitismo social es cuando menos una frivolidad y una falta de respeto a quienes lo están pasando muy mal y no paran de buscar trabajo día tras día sin encontrarlo ¡Qué más quisieran ellos¡ Eso sin tener en cuenta los que han tenido que irse de España en su busca.

La alusión a los jóvenes es absolutamente desafortunada. Si parte de los jóvenes no tienen formación y no saben hacer nada, según ella ¿por qué hay que reducirles el sueldo, para que los exploten empresarios sin escrúpulos? En todo caso habría que formarles previamente por parte del Estado y luego las empresas contratarlos a un precio justo y con un salario mínimo fijado en las normas. Tratar de disponer de mano de obra a precio de ganga parece propio de épocas pretéritas, afortunadamente superadas y no de empresas modernas con una mínima componente de responsabilidad social. Aunque parece que con las reformas laborales vamos camino de la esclavitud pasando primero por el modelo chino o indonesio.


Las disculpas posteriores no son de recibo. Un dirigente tiene que saber controlarse y medir mucho sus palabras pues representa a un colectivo y no a sí mismo. Y si no se controla porque se le va la pinza, debe irse a su casa. Es donde mejor está.

1 comentario:

  1. Es como el chino que se presenta a una oferta de trabajo. Le dicen las condiciones y al llegar al horario, son doce horas. Él todo contento responde: "eso, eso es lo que quiero yo, media jornada"!...

    ResponderEliminar