¡ALBRICIAS¡ YA
TENEMOS SOLUCIÓN PARA LA REGENERACIÓN POLÍTICA.
¡Albricias
y albórbola¡ Ya hay solución para la regeneración política y para erradicar la
corrupción que campa a sus anchas entre la clase política y que tiene a España
hecha unos zorros.
Ustedes
pensarán que el remedio radica en exigir a nuestros políticos un comportamiento
intachable y ético en sus actuaciones que sirva como ejemplo al resto de los
ciudadanos. Pues no, esta no parece ser la solución.
O
tal vez el dedicarse en cuerpo y alma, con un calendario lectivo similar al del
resto de trabajadores, a sus tareas legislativas para dar a luz medidas que
resuelvan los problemas de los ciudadanos, razón por la que fueron elegidos.
Pues tampoco es esto.
Podría
ser la medicina adecuada articular un sistema normativo que impidiera o hiciera
harto difícil la corrupción y que en caso de que ésta tuviera lugar, la ley
arbitrara mecanismos que impidieran que
los políticos corruptos se fueran impunes como ocurre ahora. Tampoco esto sería
el remedio.
Quizás
la clave pudiera radicar en un cambio de la ley electoral de modo que el
proceso se realice con listas abiertas, para que los ciudadanos podamos elegir
a los mejores sean del partido que sean. Y de paso este modo de elección
obligaría a los partidos a presentar en sus listas a los mejores y no a los
mediocres amigos de quien manda en el partido. Pues ¡noor¡ que diría Chiquito
de la Calzada. Tampoco esta es la solución del asunto.
El
Sr. Pendás presidente del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,
dependiente del Ministerio de Presidencia, citado como experto por la Comisión
Constitucional del Congreso, para reflexionar sobre la regeneración democrática
y la corrupción, ha dado con la piedra filosofal para solucionar el problema:
Subirle ampliamente el sueldo a los políticos en activo y cuando abandonen la
cosa pública facilitarles con alfombra roja el paso a la actividad privada. Y se
ha quedado tan pancho. Más privilegios sobre los ya existentes para una clase
privilegiada. ¡Ésa es la solución¡
En
plena crisis, con casi 6 millones de parados y cerca del 60 % de paro juvenil,
con más de 1,8 millones de hogares con todo sus miembros en paro, con el 29,9 %
de niños sumidos en la pobreza, con los comedores sociales de Cáritas, Cruz
Roja y otras ONGs llenos a rebosar, con la juventud emigrando en busca de un
mundo mejor, con los salarios de la mayoría de los que tienen trabajo en claro
descenso, con los pensionistas perdiendo poder adquisitivo en sus pensiones, en
el colmo de la desfachatez y de la desvergüenza, este experto, político por
cierto, en lugar de proponer la reducción de sueldos a nuestros próceres y así
equipararse al resto de la población para repartir entre todos los costes de la
crisis, considera que han de ser retribuidos con mayor largueza. ¡Qué falta de
respeto al ciudadano¡
A pregunta de Manolo Santos a un amigo común en el Goya de Plasencia, que graduación tenía en el Ejército, se había reenganchado cuando era cabo primero. Este dijo: !! Soy brigada !!
ResponderEliminarManolo contesto: !! Quién pudiera !!.
Totalmente de acuerdo.
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