ANDALUCÍA ¿NUEVAS ELECCIONES?

Lo que se vislumbraba se está produciendo en el proceso de investidura de Susana Díaz en el parlamento andaluz.

La falta de una mayoría absoluta, ya que el PSOE se quedó con sus 47 escaños lejos de ella, le faltan 8 para alcanzarla, está poniendo de manifiesto la carencia de experiencia, cintura política y altura de miras de unos políticos bastante mediocres, todos sin distinción, sin visión de estado ni respeto alguno a los ciudadanos. Es sorprendente además que algunos partidos de nuevo cuño estén imbuidos de un tactismo electoral absurdo esperando los próximos comicios del 24 M.

El guirigay que se ha formado en el parlamento andaluz es el preludio de lo que puede suceder en breve plazo en otros muchos parlamentos de España, si la distribución de los votos responde a lo que anuncian las encuestas.

Empezando por el principio la lideresa socialista que se las prometía muy felices no parece darse cuenta de que si quiere gobernar va a tener que pactar y negociar duro. Y pactar es ceder. Comprobada por los hechos acaecidos la innegable responsabilidad política de Chaves y Griñán en los escandalosos casos de los EREs y de los cursos de formación -  la  penal ya la determinarán los tribunales -  estos dos jerarcas deberían haber abandonado el partido hace tiempo. Y lo tendrían que haber hecho por propia iniciativa. Para no hacer más daño a la formación a la que tanto dicen querer.

Si no abandonan “motu proprio” el partido habrían de ser expulsados pues la situación de ambos es insostenible. Actuando así el socialismo andaluz se quitaría una costosa rémora y empezaría a recorrer el camino de la regeneración y de la lucha pertinaz contra la corrupción.

Respecto a las cuestiones programáticas hay muchos puntos en común en el programa del PSOE tanto con PODEMOS, después de la poda acomodaticia que estos han hecho a sus posiciones radicales iniciales, como con CIUDADANOS y sobre esas coincidencias habría que negociar un programa de actuaciones que beneficien a los andaluces, que deben de estar asistiendo atónitos al desmadre parlamentario existente.

PODEMOS y CIUDADANOS si quieren empezar con buen pie su andadura política a nivel andaluz y también nacional habrían de colaborar para facilitar las cosas y evitar por todos los medios unas nuevas elecciones en Andalucía. Les sería muy difícil explicar a sus votantes y a los andaluces en general su contribución a la celebración de unos nuevos comicios. Por eso deben poner en la mesa los puntos en común, que son bastantes y facilitar el gobierno de Susana Díaz. La composición de la cámara les haría tener en sus manos la corrección de posibles desviaciones si es que se producen.

El PP, el partido que obtuvo los peores resultados en las recientes elecciones, perdió 17 de sus 50 escaños, que se pasa perorando en toda España que ha de gobernar la lista más votada, menos en Andalucía, claro, ahora se dedica a atizar el fuego buscando un nuevo proceso electoral, sin atisbar que lo único que puede conseguir es una derrota mayor de la que sufrió en marzo.

Y por último está IU otro partido derrotado en toda la línea que le niega el pan y la sal a la socialista, cuando fueron ellos con su intransigencia, aprovechada por el tactismo  de Susana Díaz, quienes propiciaron el adelanto electoral.

En resumen ni se deja gobernar a la socialista, ni se propone una alternativa de gobierno por parte de los otros partidos.

Así que esto es lo que hay, una colección de políticos de vía estrecha, donde predomina la mediocridad, que se permite jugar con los ciudadanos y con los intereses de Andalucía , retrasando la toma de decisiones de un gobierno nuevo que sirvan para tratar de resolver los graves problemas que padece esa bella región sureña.

Con sus enredos electoralistas van a conseguir desprestigiar aún más de lo que está la acción política y que los ciudadanos demos la espalda a las urnas y a una democracia que tanto costó alcanzar.