LA
REFORMA FISCAL: UN LAVADO DE CARA
Como
la economía española va sobre ruedas, somos el pasmo de Europa a causa de
nuestro imparable crecimiento y sobre todo porque hay elecciones en 2015, el Gobierno
ha pergeñado una reforma fiscal que hará más ricos a algunos españoles. Sobre
todo a los que tengan una base imponible de más de 60.000 € al año.
De
todos modos los ricos de verdad no pagan prácticamente impuestos, pues
permanecen refugiados en las SICAV y en otras obras de ingeniería financiera
que les permiten eludir sus obligaciones fiscales o reducirlas al mínimo. Y si
se llevan el dinero a Suiza ilegalmente, de pronto aparece una amnistía fiscal
que les permite repatriar los dineros escaqueados con un impuesto del 10 %.
Como ven un chollo.
Por
otra parte también se verán beneficiadas las rentas del capital. Aquellos que
obtienen por este concepto más de 1 millón de euros, haberlos haylos, pagarán
como una renta del trabajo de 50.000 €. Una bicoca.
Así
buscando votos a base de machacona propaganda, el Gobierno lleva un par de
meses aireando a los cuatro vientos que ellos bajan impuestos y por tanto
cumplen su programa electoral. Se callan que después de la reforma y al final
de la legislatura el IRPF seguirá más alto o como mucho igual que cuando entraron.
O sea que de bajar impuestos nada.
Para
un ciudadano de un tramo medio de base imponible, pongamos que 36.000 € anuales,
aplicando los tipos medios de gravamen de 2015 y 2012 el ahorro sería de 780,18
€ anuales (2,1 % de la base imponible) o sea 65 € al mes, o lo que es lo mismo
2,16 € al día. Da para un par de cañas. De pie, en la barra, claro. Si consumes
sentado a una mesa sólo da para una.
En
el caso de una base imponible de 200.000 € el ahorro es bastante más
significativo, 3.831,7 € al año (1,9 % de la base imponible), es decir 319,3 €
al mes o algo más de 10 € diarios. Para cenar aceptablemente el fin de semana
la pareja, vamos. O para 15 días de un buen apartamento en primera línea en la
playa.
Como
ven nuestros clarividentes gobernantes nos acaban de hacer ricos en un abrir y
cerrar de BOE. Por tanto podemos estar contentos ya que una o dos cervecitas al
día correrán a cargo del Estado y en el caso de los más pudientes tienen para
cenar el fin de semana. ¡Loado sea Dios, que nos permite tener unos gobernantes
tan preocupados de nosotros¡
Los más beneficiados, como siempre son las
rentas altas y cuanto más mejor. El tipo marginal de una persona con base
imponible de 60.000 € será el mismo que uno cuya base sea 1.000.000 €. A eso se
le llama progresividad.
Pero
los de la clase media que no se tomen las cañas todavía ya que ahora viene la
segunda parte. Como esta rebaja del IRPF generará una reducción en la
recaudación de, al parecer, 9.000 M€ en
dos años, esta cantidad la tendrán que sacar de algún sitio, porque de lo
contrario no cumplirán el déficit y nos regañará Europa.
Pues
ya saben lo que tocará, más recortes y más copagos. Es decir pagaremos un poco
menos de IRPF pero en algún sitio recortarán. Y habrá paganos. ¿Quiénes serán?
Pues los de siempre. Fundamentalmente los de nóminas de tramos medios. No lo
duden. Porque de perseguir a los defraudadores nada de nada. En ese grupo están
muchos poderosos y con esos este Gobierno no se mete. Trabaja para ellos.
Bueno
lo anterior es lo gordo. Esperen a la letra pequeña. Entre otras lindezas,
aunque esto puede ser un globo sonda que al final no se lleve a cabo, los
despedidos en una empresa tendrán que cotizar por el importe de su
indemnización con pequeñas cantidades exentas. Como ven nuestros gobernantes
están seguros de que continuarán los despidos. Si lo sabrán ellos. Los altos
ejecutivos con millonarios contratos blindados, a los que sí debería aplicarse
este gravamen, ya verán cómo se escapan de esta norma del fisco. Al tiempo.
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