lunes, 7 de julio de 2014

ENCRUCIJADA  SOCIALISTA

El socialismo español puede estar en peligro de mantenerse como partido destacado en la política nacional, si en el próximo congreso no acierta con la elección de un líder consistente, y lo que es más importante, con la confección de un programa que devuelva al partido a sus principios socialdemócratas, de modo que ofrezca nuevamente, desde el centro izquierda, esperanzas a los ciudadanos de convertirse en una alternativa real para cambiar las cosas.

Para conseguirlo tendrá que tomar decisiones trascendentes y llegar, si es necesario, a sustituir dirigentes que llevan años y años en el partido, que todavía pretenden seguir en las poltronas y que han sido en buena parte los causantes del deterioro al que se ha llegado, al cambiar de principios, puede que con buena intención, pensando que con ello se arreglaba la problemática producida por la crisis. Han actuado en plan Groucho Marx que pregonaba: estos son mis principios, si no le gustan tengo otros. Esa incoherencia ideológica se termina pagando en las urnas. Tal y como ha ocurrido.

 Hay una serie de preceptos básicos, que llevaron a los socialistas a lo más alto del favor y la confianza de los ciudadanos que han de ser retomados, actualizados y cumplidos.

El primero de ellos es hacer de la ética, la honestidad, la transparencia y de la participación ciudadana la bandera del partido.  Y exigir un comportamiento personal que tiene que ser acorde con los principios de la izquierda. Los “socialistas conservadores” que predican unas cosas y viven tan ricamente no debieran tener cabida. Se trata de dar ejemplo de austeridad y sencillez en los comportamientos. En este orden de cosas resulta imprescindible que los dineros públicos se gestionen de forma honesta, racional y eficaz evitando los despilfarros en festejos y las inversiones públicas megalómanas, absurdas e innecesarias.

En el aspecto ético la persecución del fraude fiscal y de los defraudadores ha de ser una actuación prioritaria. Y poner los medios precisos para que todo el mundo contribuya de una manera progresiva según las rentas de todo tipo que perciba. Esa es la  directriz de solidaridad que ha de abanderar el socialismo.

La segunda cuestión a clarificar es que las decisiones que se adopten han de estar dirigidas indefectiblemente a conseguir el bien común y no el beneficio de grupos de privilegiados como en algún momento se ha hecho. Hay que decantarse por políticas económicas, fiscales, sociales y ambientales que favorezcan a la mayoría de la población y busquen la igualdad y el bienestar de los ciudadanos, aplicándolas de manera eficaz y eficiente. Y eso a pesar de consignas contrarias de la UE o de otros organismos como el FMI. Hay margen de maniobra en la aplicación de políticas nacionales para conseguirlo.

La tercera derivada es que el discurso ha de ser igual en toda España. No se puede predicar lo que quieren oír en cada sitio. Y si alguna facción regional del partido en su deriva autonómica o nacionalista no está dispuesta a seguir las directrices que se acuerden hay que separarse de ella y refundar otro nuevo PSOE en el territorio de que se trate.

Por último hay que tener muy claro en qué se quiere convertir España desde el punto de vista territorial. Aquí han de seguir mandando las políticas de solidaridad interterritorial, con independencia de que existan comunidades autónomas con peculiaridades de lengua y costumbres que hayan de ser reconocidas. Pero dentro de la cohesión de España como nación. Y si hay que sustituir el Estado de las Autonomías por modelos federales, estúdiense primero estos y óbrese en consecuencia, pero sin ventajas para nadie.

El colofón de todo el proceso ha de ser que estos principios y la aplicación de las medidas políticas derivadas de ellos tienen que explicarse de modo que queden meridianamente claros para los dirigentes, los militantes, los simpatizantes y los ciudadanos. Sólo así el PSOE se salvará de la quema. El inmediato congreso yo creo que es el último cartucho. Deberían aprovecharlo. Es una gran oportunidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario