miércoles, 23 de julio de 2014

ESCANDOLOSO RESCATE BANCARIO

El rescate bancario que está aconteciendo en España se ha convertido en un escándalo financiero de proporciones mayúsculas que le va a costar al contribuyente español un pico. La cantidad de dinero público empleada en el rescate oscila según las fuentes, hay una opacidad de datos oficiales impresionante, entre 61.000 y 160.000 M€. Después de las últimas adjudicaciones de cajas y bancos rescatados, ya vamos por más de 43.000 M€ que serán irrecuperables para los ciudadanos. Pero la fiesta continúa.

El desastre al que los políticos de todo signo han llevado a las otrora eficientes cajas de ahorro y montes de piedad, ha sido histórico y han conseguido dinamitar unas entidades que, hasta la llegada de estos buitres, eran un ejemplo para el ahorro familiar y para la financiación de inversiones en viviendas, del comercio y de las pequeñas y medianas empresas locales, favoreciendo también a los territorios a través de su obra social.

Rajoy y el ministro de Guindos, que pusieron en marcha el rescate bancario, aseguraron “orbi et orbi” en el verano del 2012 que éste no le costaría un euro al ciudadano español y, rizando el rizo, aseguraban que hasta se obtendrían beneficios. En cualquier país democrático, pero no en este de nuestros pecados, estarían en la calle. Por inútiles. Y ahí siguen. Y encima presumiendo de éxito.

Mientras se inyectaba dinero público a espuertas a unas entidades inviables, pues las fusiones lo único que hacían eran acrecentar su ya demostrada inviabilidad, a los ciudadanos se les ha sometido a una serie de drásticos recortes en políticas sociales, sanidad y educación que las han dejado hechas unos zorros. Y además a muchos de ellos les han atrapado sus ahorros, engañados con las participaciones preferentes y las de deuda subordinada puestas en marcha por esta cuadrilla de sinvergüenzas, con el fin de obtener capital para esas instituciones quebradas.

Al final con el dinero de todos los contribuyentes, los grandes bancos como el Santander y el BBVA, entre otros, se están haciendo con el pastel y se han quitado de en medio a coste cero para ellos y con expectativas de beneficios próximos, al conjunto de cajas de ahorro que hace sólo 10 o 15 años, eran un rival muy peligroso en el negocio bancario.

Así que en la banca al igual que en los carburantes o en el sistema eléctrico caminamos en España hacia un oligopolio de hecho, actualmente 6 entidades controlan el 80 % del mercado, que será estupendo para los banqueros y los grandes capitalistas pero nefasto para los ciudadanos que, además, hemos corrido con el coste de la fiesta pagando su importe.

Y se da el caso de que los que gestionaron la debacle de las cajas de ahorro, se encuentran en casa tan ricamente, forrados, después de haber recibido cuantiosas remuneraciones de millones de euros. En algún caso, que roza el esperpento, el presunto culpable está en la calle y el juez que intentó juzgarle y meterle en la cárcel, de donde nunca debió salir pues ya habrá destruido todas las pruebas que haya querido,  se encuentra en el banquillo con la espada de Damocles sobre su cabeza de la que cuelgan 30 o 40 años de inhabilitación para el cargo.

Y es que aunque parezca mentira en España tenemos una democracia formal pero no real. En cualquier país democrático serio de nuestro entorno, toda esta cuadrilla de facinerosos, sinvergüenzas y delincuentes que han originado esta situación escandalosa estarían en la cárcel o destituidos. Pero se irán de rositas. Pagará Juan Español.

Porque “Spain is different”.



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