martes, 17 de marzo de 2015

LAS CONSECUENCIAS DE SER MÁS QUE UN CLUB

Como todo el mundo sabe y la entidad no deja de ponerlo de manifiesto en cuanto la ocasión lo requiere, el F.C. Barcelona, o sea el Barça, es más que un club deportivo.

A esta entidad la han convertido en el mascarón de proa del catalanismo, sobre todo de unos años a esta parte cuando para engañar a los ciudadanos catalanes sobre los efectos de la crisis y de su mala gestión por los gobernantes autonómicos, se ha aireado todavía más si cabe la bandera del independentismo en Cataluña poniendo al club al frente de la manifestación.

El hecho de ser más que un club supone que la entidad en base a esa propiedad adquirida de manera gratuita, sin ningún referéndum que lo acredite, goza de toda clase de privilegios deportivos. Ha habido momentos del “Villarato” en los que ha sido manifiesta la parcialidad del estamento arbitral en favor de este súper club.

Esta facultad espiritual de ser más que un club ha traído consigo que sus directivos y la misma entidad llevan haciendo, desde hace mucho tiempo, lo que les ha venido en gana, cobijados por esa armadura de impunidad que les ha conferido el hecho de ser el lábaro del catalanismo.

Como ejemplo acciones tan punibles como arrojar al terreno de juego una cabeza de cochinillo al ex jugador Figo o retirarse de la Copa del Rey han quedado prácticamente sin sanción y rozando la impunidad. La razón estribaba en que si se les sancionaba levantaban a la afición contra el elemento sancionador y se liaba la de Dios es Cristo. Como los Comités de Competición sabían de esta actitud miraban para otro lado y se dedicaban a masacrar a otros clubes de menos tronío.

Hasta que el Barça en su prepotencia, se ha creído que todo el campo es orégano y ha topado con Hacienda. Y ya se sabe que Hacienda somos todos incluido Montoro.

Presuntamente, el club amañó el fichaje de Neymar, un excelente jugador por cierto, quedando la operación en 83 M€, sabiamente troceada, cuando en realidad había costado 95 M€, dejándose en el tintero sin declarar al fisco 12 M€ del ala. Para pagar menos impuestos, claro. De esos cuyo importe se destina una vez recaudado a la construcción de hospitales, escuelas o carreteras.

Hacienda se dio cuenta de la jugada maestra del club y denunció los hechos por lo que el juez Ruz después de imputar a los dirigentes y tras la oportuna instrucción va a sentar en el banquillo por delito fiscal: al presidente actual, al anterior y al F.C.Barcelona como persona jurídica y titular fiscal.

De inmediato y cual niño caprichoso al que se le reprende por una trastada, este club, que, no se olvide, es más que un club, se ha cogido la correspondiente pataleta y está poniendo como no digan dueñas, al magistrado instructor y a la justicia española, puesto que el sumario se ha instruido en Madrid, que como todo el mundo sabe es un ente malévolo cuyo único objetivo es hundir a Cataluña, robándoles previamente la cartera a los catalanes.

Su argumento es de una contundencia que deja desarmado a cualquiera. Se quejan de que la instrucción ha ido muy rápida. Increíble. Todo el mundo quejándose de que la justicia española es muy lenta y para una vez que se hacen las cosas a velocidad de crucero, al juez Ruz lo cambian a final de marzo, los encausados también se quejan.

La solución radicaría en que el Barça volviera a ser solamente un club. Y dedicarse a eso, a dar los mejores partidos posibles a su afición con el magnífico equipo que tienen. Y dejarse de monsergas y de convertirse en un trampantojo del independentismo en manos de unos políticos desaprensivos. Los directivos que representan a toda la afición no deberían consentirlo. Porque a su pesar el Barça es sólo un club. Con un gran equipo de fútbol por cierto. Y lo dice uno que es del Real Madrid.

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