INCOHERENCIAS EN PODEMOS

Una vez pasado el efecto inicial de su irrupción en la política, en el movimiento PODEMOS comienzan a observarse algunas incoherencias y contradicciones que pudieran limitar seriamente el efecto arrasador que, teóricamente, parecía que esta formación iba a producir en la vida política española.

Las personas que están al mando del partido son en su mayor parte profesores universitarios que imparten clase en materias relacionadas con la ciencia política. Da la impresión de que teniendo un buen bagaje teórico, no sean tan duchos en la práctica como tantas veces ocurre en el ámbito universitario y menos aún aporten experiencia política y de gestión de la cosa pública. Han asesorado a algunos gobiernos sudamericanos, aunque en países que por sus dimensiones, nivel de desarrollo o potencial democrático poco o nada tienen que ver con España.

Funcionan como un grupo corporativo que al igual que ocurre en la universidad, aunque allí haya rivalidad académica, se protegen unos a otros para conservar su status. Como conocen bien las técnicas demoscópicas y de manejo de masas han sido capaces de captar el desencanto y la indignación de muchos españoles y, llevando el agua a su molino, montar el movimiento que ya tiene categoría de partido político.

Entre sus seguidores son mayoría los ciudadanos que han sido agredidos por la crisis y sufren sus consecuencias. Jóvenes que están soportando un paro de un nivel jamás conocido en España y cuyo horizonte más esperanzador es lograr un puesto de trabajo mal remunerado o la emigración, junto a desempleados de larga duración, muchos de ellos profesionales que antes se integraban en la clase media, o trabajadores que han perdido su empleo y que ven pasar los años sin atisbar una solución a su problema. Asimismo simpatizan con PODEMOS muchos españoles que están hartos de contribuir con sus impuestos a la ceremonia de privilegios y corrupción que día tras día le ofrecen los políticos de los partidos clásicos. Todos ellos buscan de buena fe, en su desesperación, algo distinto en política, sin calibrar si ese movimiento nuevo puede ser la solución de sus problemas y de los de España o empeorar la situación.

La mayoría de los dirigentes de PODEMOS provienen de la izquierda radical cuestión que es fácil de comprobar. Pero se han puesto la piel de cordero para tratar de pescar en el caladero de votos socialdemócratas del PSOE, al que intentan hundir por todos los medios. Actúan como hacia Catón en Roma que remataba todos sus discursos con la siguiente frase: “en cuanto al resto, Cartago ha de ser destruida”.

Pero se dan más contradicciones además de las ideológicas antedichas. Las nuevas incoherencias atañen al comportamiento ético de sus dirigentes.

Tras su participación inicial en las elecciones europeas el crecimiento de PODEMOS ha sido imparable. Hasta que la opinión pública y la publicada han empezado a examinar a sus dirigentes con el mismo rasero que ellos han aplicado a los otros políticos. Es algo que podía esperarse cuando te conviertes en un partido azote de los otros, que imparte lecciones de ética a diestro y siniestro.

Así los números 2 y 3 están metidos en sendos líos que son incapaces de explicar. El primero de ellos teniendo que realizar un trabajo en Málaga con 40 horas semanales presenciales se ha llevado un sueldo de 1.800 €/mes sin pisar la capital de la Costa del Sol. El segundo ha tratado de engañar a Hacienda liquidando con el fisco un sustancioso trabajo de consultoría a través de una sociedad pantalla creada después de realizar el trabajo en lugar de declarar por IRPF. Cuando lo han pillado ha tenido que presentar deprisa y corriendo una declaración complementaria. Ni dan explicaciones ni presentan papeles.

Al líder parece que también empiezan a investigarle algún que otro asunto con el fisco.

Es evidente que el grado de corrupción que se conoce hasta ahora en PODEMOS no es comparable con el de otros partidos que han tocado poder y llevan muchos años en el panorama político español. Pero estos nuevos dirigentes ya empiezan a enseñar la oreja y da la impresión de que no son tan puros y castos como aparentan.

Tampoco justifican la financiación de este partido ni aclaran de donde sale los fondos para implantarse como tal. Como son tan éticos deberían dar las explicaciones precisas para sacar de la duda a sus seguidores. A aquellos que de buena fe apoyan a una formación a la que parece que le empiezan a fallar las costuras morales.