ALBRICIAS: LA CRISIS ES COSA DEL
PASADO
Ante
la inminencia de un proceso electoral con triple vertiente que tendrá lugar en
España en el año 2015: en mayo elecciones municipales y autonómicas y en
noviembre generales, el presidente Rajoy
ha decretado, junto con su gobierno que hemos llegado al final de la crisis y
que esto ya es otra cosa. Somos la Alemania del Sur ¡qué más quisiéramos¡
crecemos más que nadie y las barras de las cafeterías, deben de ser las que
frecuenta el presidente, están a tope.
Dicho
y hecho los medios turiferarios del poder han recogido el mensaje y éste se
extiende por el éter de uno a otro confín de la piel de toro y de las islas,
para gozo de un tercio escaso de la población a la que la crisis le ha afectado
de soslayo cuando no le ha favorecido, para preocupación de algo más de otro
tercio, la clase media, que estupefacta con el anuncio no ve los avances por
ningún lado y para desesperación del tercio restante que no sólo no atisba
mejoría alguna, sino que constata que la situación le ahoga más cada día que
pasa.
Yo
no sé en qué universo irreal se mueven los políticos que nos gobiernan. En
cuanto acceden al poder, dejan de pisar la calle y se sumergen en un mundo de
ensoñaciones que les impide ver la realidad que casi siempre le sirven deformada
los asesores de turno que les rodean. Su ambición por conservar y perpetuarse
en el mando les hace ver lo que no es. También pudiera darse el caso de que
conociendo los datos reales mintieran, cosa mucho más grave porque eso sería
engañar a los ciudadanos.
Parece
un atrevimiento revestido de una gran frivolidad que el presidente de un país
en donde existen 5,24 Millones de desempleados (datos de la última EPA), de los
cuáles más de la mitad no recibe prestación alguna, y en el que hay más de un
50 % de paro juvenil y como consecuencia del mismo lo más selecto de nuestros
jóvenes, nuestro futuro talento, se ve compelido a emigrar, pueda entrar en
estos fervorines tan optimistas.
Soportando
España una deuda pública de casi el 100 % del PIB alcanzando una cifra superior
a 1 Billón (sí con B) de Euros, además en incremento creciente e imparable, la
cual ya veremos cómo y cuándo se paga, el argumentar tan a la ligera que estamos
saliendo de la crisis es, cuando menos, un despropósito y si se hace siendo
consciente de la situación real es un pecado electoral imperdonable.
Cuando
se manipulan los datos para hacer ver a los futuros electores que creamos
empleo cuando lo que en realidad estamos haciendo es repartir el poco trabajo
que existe, de modo que al hacerlo se bajan los sueldos y se sustituyen empleos
fijos por temporales lo que da lugar a que un 34 % de los trabajadores perciba
salarios que les hacen estar sumidos en la pobreza, la afirmación de que la
situación es boyante y que la crisis es un recuerdo del pasado entra de lleno
en la falta de ética política.
Tal
vez el presidente junto con sus adláteres y corifeos mediáticos, deberían
cambiar sus visitas a las barras de las cafeterías y a los restaurantes de lujo
que frecuentan, por otras a los comedores sociales en los que los Bancos de
Alimentos, Cáritas, Cruz Roja y otras muchas ONGs se las ven y se las desean
para poder conseguir que numerosas familias, en número creciente según sus
propias manifestaciones, puedan alimentarse adecuadamente que es el primero de
los derechos humanos.
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