miércoles, 22 de octubre de 2014

LA CRUDA REALIDAD DEL DESEMPLEO

Un análisis pormenorizado de los últimos datos del desempleo en España arroja como resultado que unas 840.000 personas trabajan 1 hora a la semana y otras 400.000 lo hacen como máximo 10 horas semanales. En ambos casos estas personas figuran como si fueran ocupados con igual importancia que un trabajador que curre sus 40 horas semanales y tenga un contrato indefinido. Cuentan exactamente lo mismo de cara a los datos del desempleo.

La realidad que se deriva de este hecho es que ahora el trabajo de los ocupados supone 4 millones de horas menos que antes.

Para que los datos del paro fueran veraces y no se engañara al ciudadano habría de crearse la figura del “ocupado tipo” que es aquel que trabaja 40 horas semanales y sería el “standard” para medir el  grado de empleo.

Si se aplicara el baremo anterior a los datos de empleo arriba mencionados, en lugar de 840.000 ocupados que trabajan 1 hora semanal habría que contabilizar realmente 21.000, 40 veces menos, y en relación con los 400.000 que trabajan 10 horas a la semana los empleados reales serían 100.000, cuatro veces menos. En resumen lo que realmente ocurriría es que habría 1.119.000 parados más de los que se contabilizan.

Claro que si se hiciera esta cuenta, que yo creo que es la real, al Gobierno se le caerían los palos del sombrajo y se le vendría abajo toda su teoría de que estamos creando empleo y que cuando se termine la legislatura habrá menos parados que cuando ellos llegaron. Midiendo como ellos lo hacen se obtiene el éxito seguro Y todo eso sin contar la disminución de la población activa por traslado a otros países.

Si se observa la calidad del empleo desde el punto de vista de la remuneración, aparte del descenso salarial generalizado que ha experimentado la mayoría de los trabajadores ocupados, nos encontramos con que lo que se está creando es un tipo de empleo que es incapaz de mantener una vida digna, pues con la remuneración que se percibe por 10 y mucho menos por 1 hora de trabajo semanal es imposible sostener a una familia.

De ahí que el 14 % de los trabajadores con empleo se encuentra sumido en la pobreza, debido a su reducida remuneración, según datos que aportan organizaciones tan poco sospechosas como Cáritas, refrendado por otro estudio de CC.OO.

Y para completar el panorama de trampantojos que se nos ofrecen, en las afiliaciones a la Seguridad Social se da la paradoja de que si una persona trabaja en uno o más sitios figura una o más veces como inscrito. Ya me dirán el tongo y la inexactitud de las cifras de alistados a la misma.

Estas realidades justifican la discrepancia que hay entre la situación oficial de “raíces vigorosas” que pregona Rajoy y la situación auténtica de los trabajadores y desempleados. Hay 2.600.000 parados de larga duración que no perciben ya ningún tipo de prestación de desempleo y además para otro 14 % de los ocupados su remuneración es tan reducida que se encuentran sumidos en la pobreza. Son trabajadores pobres.

Así que por muchos esfuerzos propagandísticos que haga el Gobierno sobre crecimiento y mejora de nuestra economía, la realidad en la que se encuentra la población desmiente un día tras otro las ensoñaciones gubernamentales.


Esperemos que haya mejoría de verdad. Cuanto antes.

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