CATALUÑA,
REFÉRENDUM SIN DEMOCRACIA
Aprovechando
la crisis y el descontento de una buena parte de la población, los partidos
separatistas catalanes dirigidos por ERC que ha llevado al huerto a Más y a
CiU, están jugando fuerte para conseguir la secesión de Cataluña del resto de
España.
Utilizando
torticeramente los medios de comunicación, casi todos en sus manos, llevan machacando
a los catalanes desde hace al menos tres años, con el mantra de la
independencia, prometiéndoles que con la misma alcanzarán el paraíso terrenal
para Cataluña. Peroran que tiene que hablar la democracia y por ello hay que
dejarles votar la secesión, cuando el absoluto control de los medios de
comunicación que mantienen es el primer signo de que allí ni hay democracia ni
se la espera.
ERC
que nunca ha negado sus objetivos secesionistas, ha metido en el lío a CiU, que
encantada de la vida ha entrado al juego de la independencia para tapar su
ineficaz gestión, sus despilfarros, su galopante deuda pública, y su corrupción
con el jefe máximo a la cabeza, acudiendo a una insistente propaganda
utilizando sus serviles medios de comunicación y con el aparato administrativo
entregado a la causa y organizando las manifestaciones. Con una persistencia
mendaz, están consiguiendo modificar la percepción de bastantes catalanes de
buena fe, que ingenuamente empiezan a creer que la independencia traerá consigo
de inmediato la prosperidad tal y como les bombardean machaconamente en sus
cerebros.
Olvidan
que Cataluña lleva siglos siendo parte fundamental del Estado Español y en
consecuencia ha habido una ósmosis de recursos, cultura y población en ambos
sentidos que hace que Cataluña forme parte integral de España, junto al resto
de territorios.
Y
eso no se puede destruir de la noche a la mañana, propugnando tan sólo el voto
de los que viven en Cataluña pues el problema afecta también al resto de los
españoles.
No
se está explicando con honestidad a los ciudadanos cómo sería esa
independencia, proceso muy complejo que comportaría alteraciones muy importantes
que nadie tiene la valentía de exponer a los catalanes, ni ellas ni sus
consecuencias, de modo que el pueblo pudiera votar libremente después de recibir
una información objetiva e imparcial.
De
esta forma, mediante mensajes sesgados e interesados, estos irresponsables están
lanzando a los catalanes a la vorágine de una votación ilegal el próximo 9 de
noviembre, para solicitar la independencia y la secesión del territorio. Sólo
venden las posibles bondades y no los inconvenientes: fronteras, exclusión de
la UE y del euro, fuga de capitales y empresas, cómo se pagará la deuda
catalana, en fin aspectos muy importantes que habrían de explicarse claramente
a los catalanes, para que puedan decidir a partir de una información veraz y no
sesgada.
No
se puede jugar con los sentimientos y con las banderas arrastrando a la
población hacia lo desconocido sin un proceso previo de información clara y no
manipulada por unos medios de comunicación y por una administración que están
al servicio de los secesionistas.
El
proceso de secesión es una decisión de gran trascendencia, no es una votación
más que se pueda rectificar a los cuatro años, es una apuesta de futuro que una
vez adoptada no podrá cambiarse y que al afectar a una parte muy importante de
España también implica al resto de los españoles que hemos puesto algo nuestro
en Cataluña.
Ponen como ejemplo a Escocia en donde a la
postre ha ganado con claridad el “no”. Olvidan que hay sensibles diferencias
entre Escocia y Cataluña. Los dos aspectos diferenciales más importantes son por
un lado que hasta el año 1707 Escocia era un reino que se integró por su
voluntad en el Reino Unido de la Gran Bretaña y por otro que Escocia disfruta
hoy día de una democracia real. Cataluña nunca ha sido un reino y a día de hoy
allí no hay democracia real, sólo existe manipulación. Y así no hay referéndum
que valga. Sería un referéndum sin democracia y sin libertad de expresión.
Pero
hay que buscar soluciones ya que Cataluña y España tienen un grave
problema. Rajoy con su “tancredismo” característico no hace nada por
solucionarlo y pretende que la situación se pudra con el paso del tiempo. Como
siempre hace. Pero hay que explorar terceras vías cuanto antes. Habría que
estudiar una federalización de España modificando la Constitución. Y luego
hacer un referéndum, pero legal y con información imparcial al ciudadano. No la
chapuza que estamos viviendo.
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