¿HAY
SOLUCIONES PARA EL TRASVASE TAJO – SEGURA?
Adelanto
que siempre he sido contrario al trasvase Tajo – Segura porque se gestó en una
época de ordeno y mando franquista, perjudicando a unas regiones y favoreciendo
a otras, porque el anteproyecto que sirvió de base a la toma de decisiones
contiene algunas anomalías, por no utilizar otro calificativo más fuerte y
porque a lo largo de la ejecución y explotación se han llevado a cabo
actuaciones que en mi opinión no son legales.
Voy
a enumerar las más importantes:
Se
inflaron las aportaciones al sistema de cabecera Entrepeñas – Buendía para
justificar que había recursos de agua a trasvasar. La realidad demostró con
posterioridad que las aportaciones reales eran un 30 % inferiores a las
previstas en el anteproyecto.
En
el balance hídrico entre la cuenca cedente y la cesionaria sólo se tuvieron en
cuenta las aguas superficiales y se dejaron de lado las subterráneas de gran
importancia en el Levante español.
Y
una vez ejecutado el trasvase y durante la explotación se consintió la
ejecución de regadíos nuevos que estaban prohibidos desde 1986.
Es
insólito y en mi opinión no es legal, que existiendo sistemas deficitarios en
la cuenca del Tajo como son los del Henares, Alberche, Tiétar y Árrago, se
pueda transferir agua al Segura, cuando la ley del Plan Hidrológico establece
claramente que sólo pueden trasvasarse aguas excedentarias de la cuenca
cedente.
Pero
la realidad es que el trasvase funciona desde 1979, hace ya 43 años y ha
generado en Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía oriental unas
explotaciones de regadío e industria agroalimentaria asociada cuyos intereses
entiendo han de tenerse en cuenta a la hora de tomar ciertas decisiones.
El
reciente Plan Hidrológico del Tajo (2022 – 2027) cuyo informe favorable ha sido
aprobado recientemente por el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica
del Tajo, ha incrementado sensiblemente los valores de los caudales ecológicos
que han de circular por el eje del río en Aranjuez, Toledo y Talavera de la
Reina. Este fuerte incremento puede condicionar, reduciendo, las posibles
cantidades a derivar al trasvase Tajo – Segura.
En
el actual Plan Hidrológico del Tajo (2016 – 2021) el caudal a mantener se
establecía en 6 m3/s (189,2 Hm3/año) en Aranjuez, y 10 m3/s (315,3 Hm3/año) en
Toledo y Talavera de la Reina.
En
el nuevo Plan Hidrológico 2022 – 2027, los volúmenes anuales se incrementan
sensiblemente en el eje del Tajo. Los valores nuevos son 273 Hm3/año en
Aranjuez, 544,1 Hm3/año en Toledo y 583,7 Hm3 / año en Talavera de la Reina.
Los
regantes del trasvase Tajo – Segura ya han anunciado recurso contencioso –
administrativo si se aprueba el Plan del Tajo 22 – 27 con el incremento notable
de caudales ecológicos que se ha experimentado en el eje del río y que puede
afectar negativamente a las cantidades a trasvasar.
Un
estudio llevado a cabo por la cátedra de Hidráulica de la Escuela de Ingenieros
de Caminos de Madrid, dirigido por el catedrático Luis Garrote ha determinado
que el caudal que se había fijado en el plan 16 – 21 en el tramo de Aranjuez de
6 m3/s podría ser suficiente para mantener el buen estado de las masas de agua.
Quizás
fuese razonable, dada la realidad existente en Levante, intentar mantener las
cantidades medias trasvasadas, en el entorno de 325 Hm3 /año, para lo cual
habría que partir de principios de generosidad y amplitud de miras de todas las
partes.
Habrían
de actuarse en diferentes aspectos para tratar de salvar el problema que se
avizora si se reduce el volumen de aguas a trasvasar. Hay que tocar varias
teclas, pero tal vez podrían encontrase soluciones.
Veamos
algunas actuaciones a llevar a cabo:
·
Proyectar
en el plan hidrológico 22-27 las actuaciones necesarias para resolver la
situación de los sistemas deficitarios del Tajo. Existen soluciones que pueden
llevarse a cabo si hay voluntad de hacerlo. Pueden ser modernizaciones potentes,
incrementos de la capacidad de regulación o conexiones entre sistemas.
·
Retocar
a la baja los caudales ecológicos fijados en el Plan 22 – 27 que han de
circular por el eje del río en Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina,
teniendo en cuenta los estudios de la cátedra de Hidráulica antes mencionados y
la necesidad de mantener el buen estado de las masas de agua.
·
Hacer
intervenir también la posibilidad de utilizar aguas desaladas del mar
Mediterráneo para atender algunos usos en Levante, sustituyendo a aguas
trasvasadas.
·
Mejorar
la depuración en la conurbación de Madrid para que los efluentes tengan la
calidad suficiente aguas abajo y que afectan a Castilla la Mancha y
Extremadura.
·
Hacer
que la contribución al convenio de Albufeira con Portugal, 2.750 Hm3/año, se
produzca desde la totalidad de la cuenca.
·
Prohibir
nuevos regadíos en el Levante español salvo que se utilicen nuevos recursos
locales y especialmente los procedentes de aguas desaladas y nunca aguas
trasvasadas.
Como
puede deducirse el asunto es complejo y habría que abordar una serie de
actuaciones que permitieran dejar resueltos los diferentes aspectos de la
cuestión en las dos cuencas. Pero en mi opinión podría ser factible, aunque no
fácil.
El
incremento de caudales ecológicos en el eje del Tajo que se da en el nuevo plan
alcanza unos porcentajes muy importantes: 44,29 % de aumento en Aranjuez, 72,56
% en Toledo y 85,1 % en Talavera. Parecen cifras muy fuertes teniendo en cuenta
que no existe un método de determinación perfectamente homologado para
determinar estos caudales y existen estudios que ponen en cuestión el método
aplicado.
Habría
que determinar primero cuáles son los caudales ecológicos idóneos en el eje del
río para mantener el buen estado de las masas de agua e ir actuando sobre las
cuestiones antes apuntadas, para buscar una solución de consenso que beneficie
a todas las partes y no a algunas solamente.
Aunque
como en la película Casablanca, siempre nos quedará el trasvase del Ebro si se
estudia racionalmente. Aunque en este caso también hay división de opiniones.
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