UN
TREN A MEDIAS
Por
fin, con mucho ruido y pocas nueces, fue inaugurado el nuevo tramo ferroviario
entre Badajoz y Plasencia, de la denominada Línea de Alta de Velocidad de
Extremadura, tras largos retrasos en su puesta en servicio. En el tramo
inaugurado todavía quedan obras pendientes de terminar, entre otras las
entradas a las estaciones de Cáceres y de Mérida. En realidad, es un tren a
medias como veremos a continuación.
Este
tren que pomposamente en sus inicios iba a ser el AVE Madrid – Lisboa, parece
que, de momento, ni va a ser un AVE ni va a llegar a Lisboa. De verdad que yo
no sé cómo denominar a este tren cuyo trayecto inaugural oficial ha tenido
lugar el día de ayer. No es AVE en el
sentido que conocemos y que circula en líneas como las de Madrid – Sevilla, o
Madrid – Barcelona. Oficialmente se la denomina Línea de Alta Velocidad de
Extremadura, otros lo definen como de velocidad alta, algunos lo califican como
tren de altas prestaciones y varios como tren digno.
Yo
creo que, de momento, será una línea de velocidad 200 km/h como máximo y que a
día de hoy será diésel en el tramo recién inaugurado entre Badajoz y Plasencia,
ya que la electrificación no estará operativa hasta al menos el año 2023.
Los
retrasos que está sufriendo el transporte ferroviario en Extremadura son
notables. De la línea de alta velocidad Madrid – Badajoz prometida para el año
2010, todavía resta por ejecutar todo el tramo que discurre entre Plasencia y
Madrid (unos 230 km), que es de mayor longitud que el recién inaugurado (207
km) y que, según cálculos de mis compañeros del Club Senior de Extremadura
expertos en el tema, como mínimo no estará operativo hasta 2030. Como dijera Don Quijote a Sancho, muy largo
me lo fiais. Y pueden producirse retrasos y más retrasos como los sucedidos en
el tramo extremeño recién inaugurado.
Es
evidente que el nuevo trayecto entre Badajoz y Plasencia, debiera suponer una
mejora sobre el deplorable servicio que en la actualidad padecemos entre
Badajoz y Madrid. Faltaría más. Supongo que se acabarán, al menos en ese tramo,
espectáculos tan poco edificantes como convoyes detenidos en medio del campo,
con peregrinación de los viajeros maleta al hombro buscando desesperadamente un
autobús; incendios de vagones y huida de usuarios; retrasos continuados por las
causas más peregrinas: averías del sistema de comunicaciones, falta de
coordinación entre los maquinistas y otras lindezas. Supongo que todas estas
peripecias desaparecerán a partir de ahora en el nuevo tramo. Aunque tengo mis
dudas de que los incidentes anteriores no puedan seguir repitiéndose en el trayecto
no mejorado entre la capital del Jerte y Madrid.
Extremadura
cuyos habitantes pagan los mismos impuestos que los del resto de comunidades
autónomas y, en consecuencia, tendrían que recibir un trato similar en materia
ferroviaria, parece que no son merecedores de un mínimo respeto por parte del
Gobierno y de los directivos de ADIF y RENFE.
Lo
digo porque los nuevos convoyes que prestarán servicio en la nueva línea son
material rodante procedente de Galicia, trenes ALVIA S-730 desechados allí, al
ser sustituidos por trenes AVE. En definitiva, en lugar de destinar material
ferroviario nuevo para esta nueva línea, nos adjudican un material antiguo al
que le han realizado un lavado de cara en los talleres de Talgo.
Por
lo que dada la vejez del mismo no descarto que puedan seguir ocurriendo nuevos
episodios de averías e incidentes incluso en el tramo nuevo. Pero el tiempo nos
lo dirá.
Aquí
en Extremadura, algunos medios de comunicación y organizaciones afines empiezan
su labor de turiferarios, elogiando la bondad de los nuevos trenes y el ahorro
de tiempo, relativamente poco, que se producirá en la nueva situación. El tren
tardará dos horas y cuarto en realizar el nuevo trayecto entre Plasencia y
Badajoz: velocidad media 92 km/h.
En
esta primera etapa todo será diésel y a partir de 2023 (esperemos que haya
suerte) habrá electricidad entre Badajoz y Plasencia y diésel entre Plasencia y
la capital de España. Y así hasta 2030 en que, si todo va bien y todavía
quedamos extremeños, circulará un tren que no será AVE, pero será digno al
decir de los políticos que nos gobiernan. Aunque tal vez para entonces estos
convoyes y líneas férreas extremeñas es posible que hayan quedado obsoletos si
los comparamos con el resto de España.
Y
es que somos pobres hasta para pedir. En cualquier autonomía de las de primera
velocidad (catalanes y vascos, por ejemplo), estos trenes hubieran sido
nuevecitos y sus gobiernos no habrían consentido esta tomadura de pelo. Aquí
no, aquí en Extremadura nos tragamos lo que nos echen. Como somos tan pocos, y
además cada vez menos, y nuestro número de diputados es reducido (pero recuerdo
que tenemos un número de diputados parecido al que tiene el PNV, bendecido por
el gobierno) pues hemos de apechugar con todo: retrasos en la infraestructura
con años y años para ejecutar las obras y, cuando estas terminan, nos colocan
convoyes de desecho de tienta y defectuosos (como se dice de los novillos en
los carteles taurinos)
Según
se ha anunciado, sólo habrá a partir del 19 de julio un servicio al día en cada
sentido con el Alvia nuevo. ¿Y para ese viaje tanto alboroto inaugural?
Para
rematar el penoso escenario en el que se mueve Extremadura en materia de
ferrocarriles, se mantiene cerrada y desmantelada una vía férrea crucial para el
desarrollo extremeño como es el Corredor Oeste Ruta de la Plata. Cuando debería
ser integrada en la Red Transeuropea de Transportes y reconstruida con toda
urgencia ya que es el camino más corto de salida de nuestros productos hacia
Europa y vertebra todo el oeste de España. Pues ahí sigue, cerrada. Y la Junta
presumiendo de que se ha convertido en una vía verde. ¡Qué cosas, con el verde
que sobra en Extremadura ¡
Lamentable, José Ignacio. Lamentable y bochornoso el trato que recibe Extremadura y los extremeños por parte de los gobiernos centrales, sea cual sea su signo. El corredor mediterráneo avanza a buen ritmo. claro, hay catalanes por medio y los votos de los catalanes (que no los catalanes en sí) pesan mucho más que los votos de los extremeños. Porque no porque esté gordo y orondo D. Guillermo pesa más ante Madrid que el canijo Aragonés. Lástima de región.
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