CEREZAS Y PICOTAS
Hace
unos pocos días ha comenzado la campaña de recolección de cerezas en el valle
del Jerte. Esta zona extremeña es la de más producción en la región, pero el
cerezo también se cultiva, cada vez en mayor superficie, en otros territorios
de Extremadura como: La Vera, el valle del Ambroz, la sierra de Gata y Las
Hurdes.
La
cereza es un fruto muy atractivo para el consumidor por su color (rojo cereza)
y por sus características organolépticas especialmente por su sabor de suave
dulzura y su textura. Además presenta una peculiaridad que la hace ser distinta
de otras frutas: su tamaño permite dosificar con la mayor exactitud el número
de ellas que decidas comerte.
El
valle del Jerte es el territorio de Extremadura donde la cereza se cultiva en
más superficie y se obtiene mayor producción y esto ocurre desde hace muchos
años. Es el cultivo típico de esta área del norte de Cáceres cuyo centro es
Plasencia.
La
configuración geomorfológica del valle del río Jerte - un valle de erosión en V
que va cogiendo altura desde Plasencia hasta Tornavacas - junto a la existencia
de las dos laderas con pendiente ascendente desde el río que discurre por el
fondo del valle y a las orientaciones de solana y de umbría de las mismas,
permiten una maduración escalonada del fruto según los ciclos de las variedades
tempranas, de media estación o tardías.
Dentro
de la misma variedad la maduración es progresiva según altitud y orientación.
Maduran antes los cerezos ubicados a menor altitud y en solana que los de mayor
altitud y en umbría. Esto permite una gradación en la recolección de manera que
impide la saturación del mercado y es una gran ventaja de cara a la
comercialización del fruto por parte de las importantes cooperativas que
existen en la zona.
Se
cultivan en Extremadura y especialmente en el valle del Jerte, unas 100
variedades de cereza. Algunas de ellas son autóctonas y se caracterizan por una
gran calidad. Especialmente el grupo de las conocidas como picotas constituidas
por unas pocas variedades. Se caracterizan porque se recogen
sin el pedúnculo. Las picotas presentan un bello color rojo granate y un sabor
de gran dulzura al tener, por su ciclo tardío, más tiempo de maduración al sol
extremeño.
La
principal variedad de picota es la Ambrunés que a su vez es la más conocida y
abundante en superficie y producción. Otras picotas son la Pico Negro, Pico
Limón Negro y Pico Colorado. El grupo de las picotas junto con la Navalinda,
que son variedades autóctonas del Jerte, cuentan con la Denominación de Origen
Protegida Cerezas del Jerte.
Pero
también se cultivan un amplio abanico de variedades que no son originarias de
Extremadura pero que poseen una excelente calidad y precocidad lo que les
permite alcanzar unos buenos precios en los mercados. Destacan la Burlat que es
muy temprana, las Bings de origen estadounidense o la Lapin de procedencia
canadiense, así como el grupo de las Californias o la Summit.
La
producción de cereza extremeña es variable pues a veces le afectan las condiciones
climatológicas. En la campaña 2018 de produjeron alrededor de 35 millones de
kilos.
La
comercialización de la cereza se lleva a cabo a través de cooperativas que
existen desde hace mucho tiempo en la zona. El Servicio de Extensión Agraria,
ya desaparecido, tuvo una decisiva participación en la creación de este
movimiento cooperativo. Otro importante organismo también suprimido como fue el
IRYDA, construyó una notable infraestructura de caminos rurales, que han
permitido sacar el producto de las fincas con una mayor facilidad y menor
coste.
La
Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte que agrupa 16 cooperativas es la
organización que dispone de las instalaciones de mayor dimensión, contando con
unas modernas plantas para la manipulación, tratamiento y comercialización de
las cerezas. La industria se ubica en el
término municipal de Valdastillas muy próxima a la carretera N -110.
Trata
las cerezas con las más modernas técnicas de selección, calibración y
comercialización entre las que están el hidrocooling y la refrigeración. Estos
tratamientos permiten una mayor resistencia al transporte y mejor conservación
de la cereza lo que le permite llegar a los mercados en óptimas condiciones
para su consumo.
También
se fabrican otros productos derivados de la cereza como son las mermeladas y los
licores y aguardientes. Todos ellos de excelente calidad.
Un
tiempo antes de que se produzcan las cerezas ya ha tenido lugar un espectáculo
bellísimo en la primavera extremeña: la floración de los cerezos. Más de millón
y medio de árboles se visten de flores en lo que pareciera una nevada de las
tierras jerteñas. Es una manifestación de la naturaleza digna de verse. Como el
colorido del valle del Jerte en todo tiempo.
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