viernes, 24 de mayo de 2019


CEREZAS Y PICOTAS

Hace unos pocos días ha comenzado la campaña de recolección de cerezas en el valle del Jerte. Esta zona extremeña es la de más producción en la región, pero el cerezo también se cultiva, cada vez en mayor superficie, en otros territorios de Extremadura como: La Vera, el valle del Ambroz, la sierra de Gata y Las Hurdes.

La cereza es un fruto muy atractivo para el consumidor por su color (rojo cereza) y por sus características organolépticas especialmente por su sabor de suave dulzura y su textura. Además presenta una peculiaridad que la hace ser distinta de otras frutas: su tamaño permite dosificar con la mayor exactitud el número de ellas que decidas comerte.

El valle del Jerte es el territorio de Extremadura donde la cereza se cultiva en más superficie y se obtiene mayor producción y esto ocurre desde hace muchos años. Es el cultivo típico de esta área del norte de Cáceres cuyo centro es Plasencia.

La configuración geomorfológica del valle del río Jerte - un valle de erosión en V que va cogiendo altura desde Plasencia hasta Tornavacas - junto a la existencia de las dos laderas con pendiente ascendente desde el río que discurre por el fondo del valle y a las orientaciones de solana y de umbría de las mismas, permiten una maduración escalonada del fruto según los ciclos de las variedades tempranas, de media estación o tardías.

Dentro de la misma variedad la maduración es progresiva según altitud y orientación. Maduran antes los cerezos ubicados a menor altitud y en solana que los de mayor altitud y en umbría. Esto permite una gradación en la recolección de manera que impide la saturación del mercado y es una gran ventaja de cara a la comercialización del fruto por parte de las importantes cooperativas que existen en la zona.

Se cultivan en Extremadura y especialmente en el valle del Jerte, unas 100 variedades de cereza. Algunas de ellas son autóctonas y se caracterizan por una gran calidad. Especialmente el grupo de las conocidas como picotas constituidas por unas  pocas  variedades. Se caracterizan porque se recogen sin el pedúnculo. Las picotas presentan un bello color rojo granate y un sabor de gran dulzura al tener, por su ciclo tardío, más tiempo de maduración al sol extremeño.

La principal variedad de picota es la Ambrunés que a su vez es la más conocida y abundante en superficie y producción. Otras picotas son la Pico Negro, Pico Limón Negro y Pico Colorado. El grupo de las picotas junto con la Navalinda, que son variedades autóctonas del Jerte, cuentan con la Denominación de Origen Protegida Cerezas del Jerte.

Pero también se cultivan un amplio abanico de variedades que no son originarias de Extremadura pero que poseen una excelente calidad y precocidad lo que les permite alcanzar unos buenos precios en los mercados. Destacan la Burlat que es muy temprana, las Bings de origen estadounidense o la Lapin de procedencia canadiense, así como el grupo de las Californias o la Summit.

La producción de cereza extremeña es variable pues a veces le afectan las condiciones climatológicas. En la campaña 2018 de produjeron alrededor de 35 millones de kilos.

La comercialización de la cereza se lleva a cabo a través de cooperativas que existen desde hace mucho tiempo en la zona. El Servicio de Extensión Agraria, ya desaparecido, tuvo una decisiva participación en la creación de este movimiento cooperativo. Otro importante organismo también suprimido como fue el IRYDA, construyó una notable infraestructura de caminos rurales, que han permitido sacar el producto de las fincas con una mayor facilidad y menor coste.

La Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte que agrupa 16 cooperativas es la organización que dispone de las instalaciones de mayor dimensión, contando con unas modernas plantas para la manipulación, tratamiento y comercialización de las cerezas. La industria se ubica  en el término municipal de Valdastillas muy próxima a la carretera N -110.

Trata las cerezas con las más modernas técnicas de selección, calibración y comercialización entre las que están el hidrocooling y la refrigeración. Estos tratamientos permiten una mayor resistencia al transporte y mejor conservación de la cereza lo que le permite llegar a los mercados en óptimas condiciones para su consumo.

También se fabrican otros productos derivados de la cereza como son las mermeladas y los licores y aguardientes. Todos ellos de excelente calidad.

Un tiempo antes de que se produzcan las cerezas ya ha tenido lugar un espectáculo bellísimo en la primavera extremeña: la floración de los cerezos. Más de millón y medio de árboles se visten de flores en lo que pareciera una nevada de las tierras jerteñas. Es una manifestación de la naturaleza digna de verse. Como el colorido del valle del Jerte en todo tiempo.

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