miércoles, 29 de mayo de 2019


AMANCIO Y PABLO

Amancio es Amancio Ortega. Un hombre de edad provecta pues ya tiene 82 años. Multimillonario. Leonés de nacimiento, empezó de la nada en Galicia confeccionando batas y albornoces. Hoy día es el dueño de un vasto imperio empresarial que se extiende por diferentes países del mundo. Zara e Inditex son sus empresas punteras.

Viste a un sinnúmero de mujeres y también de hombres. Su estrategia: dar calidad y diseño a buen precio y rodearse de buenos profesionales. Hombre discreto y poco dado a aparecer en los medios de comunicación, ha trabajado infatigablemente toda su vida para emprender y gestionar con sus directivos los múltiples negocios de los que ahora es titular.

Sus empresas dan ocupación a unos 175.000 trabajadores en todo el mundo. En países desarrollados, emergentes y en vías de desarrollo.  

Estoy seguro de que paga religiosamente sus impuestos. De lo contrario Hacienda habría caído implacablemente sobre él y sus empresas. No se le conoce expediente fiscal alguno ni delito relacionado con la hacienda pública. En principio es un ciudadano ejemplar en este sentido.

Como tiene dinero de sobra - que no ha de olvidarse ha obtenido con su infatigable trabajo durante muchos años, arriesgando su capital y expuesto a posibles quiebras, que afortunadamente para él no han tenido lugar – ha decidido contribuir con la aportación de una elevada suma de dinero (unos 320 Millones de Euros) a mejorar la sanidad pública española dotándola de instrumentos de última generación para la lucha contra el cáncer. Ignoro si estos donativos altruistas tendrán deducciones fiscales. Si existen serán legales. Y, por cierto, pueden acogerse a ellas todos los españoles que se decidan a hacer las donaciones que ha hecho Amancio.

Pablo es Pablo Iglesias Turrión. Joven aunque ya maduro. Político de nuevo cuño, salido de las aulas universitarias españolas. Comunista y marxista. De Carlos Marx no de Groucho, aunque también parece que sigue los consejos de éste, por aquello de cambiar de principios según convenga.

Su ocupación principal es la de haber sido profesor titular en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, en donde contribuía junto a otros profesores a generar un caldo de cultivo de extrema izquierda, adoctrinando a los alumnos en las bondades y éxitos del comunismo ¡Pobre Universidad¡

Él y su equipo han asesorado a Chaves y Maduro. Con sus brillantes consejos han convertido Venezuela en un desastre político y social patente.  

Cuando estalló la crisis de 2008 en España, Pablo tuvo la habilidad de - aprovechando el descontento de muchas capas de la población con la situación de desigualdad y desempleo existentes - apropiarse del movimiento 15 M del que surgió Podemos. Este partido era el que iba a salvar a la clase trabajadora española aplicando la dosis de demagogia y populismo, correspondientes. El líder moraba en un piso de 60 m2 situado en Vallecas. Un ejemplo para el personal.  

Algunos millones de ingenuos electores picaron en el anzuelo y le otorgaron 71 escaños en el Congreso, cosa que ni él ni sus adláteres habrían soñado en el mejor de sus sueños.

Y cuando se vio sentado en la poltrona se dio cuenta de los beneficios tan sustanciosos que iba a recibir. Que los sumaría a la oscura financiación de su partido que todavía no sabemos cómo salió de la nada, aunque nos lo maliciamos.  

Pero Pablo es un comunista dictadorzuelo, y una vez tomado el poder en su partido, comenzó a tratar de imponer sus ideas, aplicando el conocido principio: o estás conmigo o estás contra mí. Esto ha producido una desbandada general de muchos de los fundadores de Podemos: Errejón, Bescansa y otros más que dejaron la formación.  

El resultado es que en las últimas elecciones generales tan sólo ha conseguido 42 diputados. A pesar de este estrepitoso fracaso quizá toque pelo, como los toreros, ya que el PSOE lo necesita. En las europeas, municipales y autonómicas ha sufrido un  desastre mayúsculo.

Antes se había ha comprado un casoplón en Galapagar que le ha costado un pastón, y que será el tipo de vivienda que utilizará a partir de ahora la clase obrera a la que él va a redimir. Ha comenzado la redención por sí mismo y por su pareja que son los que hoy mandan en Podemos. De los principios en este partido y del 15 M, sólo queda la coleta de Pablo.

Y ahora ha ido predicando por ahí que no puede consentirse que Amancio Ortega dé limosnas a la sanidad pública española. Ignora que el mecenazgo y las donaciones existen en todos los países democráticos del mundo. Como es natural no da soluciones alternativas. Yo le brindo una: bajarse el sueldo de parlamentario él y sus conmilitones al SMI y renunciar a todas las canonjías y sinecuras del cargo y del partido. Y dedicar esos fondos a la sanidad pública. Esperen sentados.

Así que entre Amancio y Pablo yo me quedo con Amancio. Este ha sido un trabajador infatigable a lo largo de toda su vida y creado miles de puestos de trabajo y el otro no ha dado un palo al agua en la suya ni creado empleo alguno. Así que desde aquí animo al empresario a que siga haciendo aportaciones para mejorar nuestra sanidad pública. Por la parte que pueda tocarme. Y también darle las gracias. Porque el agradecimiento es de bien nacidos.

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