miércoles, 23 de diciembre de 2015

TODOS GANAN, NINGUNO PIERDE.

Lo más sorprendente de un proceso electoral es que todos los partidos aseguran que han salido victoriosos en los comicios. Es asombrosa esta facilidad para proclamarse vencedor. Hay un dicho que sentencia: la victoria tiene múltiples padres, mientras que la derrota es huérfana.

Terminadas las recientes elecciones generales los jerarcas del PP están muy contentos porque han ganado. Y es una verdad incuestionable. En un balcón de Génova botaban de alegría. La realidad es que en la batalla electoral han perdido más de 3.651.000 votos, 63 escaños y un 15,91 % de los sufragios obtenidos en 2011. Es el peor resultado de los populares desde 1989. Su victoria puede calificarse como  pírrica. Con la composición resultante del Congreso van a tener muy difícil poder formar un gobierno estable. Como consuelo tiene mayoría absoluta en el Senado lo que le da posibilidad de bloqueo de modificaciones constitucionales. Las tropelías que durante cuatro años ha cometido esta formación contra la clase media y contra los trabajadores con sus reformas fiscal y laboral, así como la corrupción ampliamente extendida en su seno le han pasado una factura muy cara.

Al PSOE le ha ocurrido algo parecido pero más suave. Ha salvado los muebles y obtenido el segundo lugar pero a costa de perder más de 1.327.000 votos, 20 escaños y el 6,75 % de los sufragios obtenidos en 2011. Es el peor resultado de la historia socialista. Pues bien su líder sostiene que ha hecho historia. Será que tenía pensado perder todavía más. También le será prácticamente imposible formar un gobierno coherente con fuerzas de izquierda. Un pacto con PODEMOS puede ser de alto riesgo para el PSOE. La corrupción andaluza y la falta de apoyos explícitos a Pedro Sánchez por parte de destacados socialistas, junto a unos asesores nefastos ¿dónde los habrán buscado?, han traído estos lodos. Por cierto Susana Díaz ha sufrido un severo correctivo en Andalucía cediendo 3 escaños. Por lo tanto menos ínfulas. Los socialistas habrían de reflexionar seriamente sobre estos resultados y su desastrosa posición en Madrid y Cataluña.

A Izquierda Unida le ha pasado tres cuartos de lo mismo. Ha perdido más de 762.000 votos, 9 escaños y un 3,25 % de los sufragios. No podrá formar grupo parlamentario propio. Sólo tiene una atenuante: sus escaños son los más caros del mercado: más de 450.000 votos cada uno. Debería revisarse la ley electoral.  

UPyD injustamente, ha desaparecido del mapa político. Los ciudadanos no han valorado su decidida lucha contra la corrupción y su transparencia. Un protagonismo desmesurado de su fundadora puede que haya traído esta catástrofe. Una pena.

Y ahora vamos con los nuevos. PODEMOS con su marca individual ha fracasado en toda la línea aunque ellos lo venderán como un éxito. Bajo la piel de cordero de su líder han logrado 3.181.952 votos (por encima de 300.000 menos que Ciudadanos) traducidos en 42 escaños y el 12,7 % de los sufragios. Si se les suman los obtenidos en sus coaliciones hábilmente diseñadas en Galicia, Cataluña y País Vasco sumarían 69 escaños, bastante lejos del PSOE al que pretendían desbancar. No lo han logrado ni en votos ni en escaños. Con la desfachatez y la prepotencia que le caracterizan su líder se vendía en la noche electoral como el artífice del cambio. ¡Que Dios nos asista¡ Este líder iba para jefe de gobierno y ha quedado en tercer lugar, y eso teniendo en cuenta las coaliciones que se ha sacado de la manga, pero se proclama vencedor absoluto. Mucho ojo porque su objetivo puede ser que haya nuevas elecciones. De ahí las líneas rojas que le ha puesto al PSOE para hacer que el pacto entre estas formaciones sea imposible.

Y por último Ciudadanos ha sido víctima de su bisoñez. Llevaba una campaña bastante bien enfocada con gente joven y centrada: Rivera, Arrimadas, Begoña Villacís o Garicano que parecen valores sólidos. Algunas meteduras de pata en la última semana de campaña han echado por tierra parcialmente lo que podía haber sido un éxito notable. Me imagino que habrán sacado consecuencias de ello. Pero son un partido con ciertas posibilidades. Sus más de 3.500.000 votos (más de 300.000 votos que la marca PODEMOS) y sus 40 escaños que corresponden a un voto del 13,93 % así lo atestiguan.

Los partidos nacionalistas ERC, PNV o el nuevo de Más han perdido protagonismo y su actuación puede que ya no sea decisiva, aunque con el batiburrillo que hay y los posibles pactos, lo mismo en alguna combinación pueden ser necesarios.

Pero insisto lo que más me ha sorprendido es que todos se consideran ganadores. Así da gusto. De victoria en victoria hasta la derrota final.

Feliz Navidad y gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo. Volveré en 2016.


1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices sobre las últimas elecciones.

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