LA VIEJA Y LA
NUEVA POLÍTICA
El debate mantenido por Rajoy y Pedro Sánchez
que, según los partidos emergentes, representan a la vieja política, fue
presenciado desde la barrera por los líderes de la nueva política Rivera e
Iglesias. Estos nuevos dirigentes actuando como comentaristas en la Sexta, al
unísono y de común acuerdo: dieron por enterrado al bipartidismo, mandaron al
ostracismo a lo que ellos denominan la vieja política y dieron por perdido el
debate a los dos contrincantes. Es decir se proclamaron vencedores del mismo
ellos solitos sin haber participado en la controversia. ¡Qué tíos¡
Estos
dos jóvenes, aunque todavía no han gobernado, se muestran bastante prepotentes
ambos, dando la impresión de que hablan “ex cathedra” y que lo que ellos dicen
es la verdad revelada sin posible contradicción.
La
irrupción en el panorama político de PODEMOS y Ciudadanos es consecuencia de la
incapacidad del PSOE y del PP para dar respuesta adecuada a una crisis durísima
que ha golpeado a España con especial virulencia. En la hipótesis de que
durante este período tan difícil hubieran estado en el gobierno estos partidos
de nuevo cuño ¿Habrían actuado mejor o peor que los viejos partidos? ¿Habrían
sido capaces de resolver la crisis? Me temo que no. Pero eso es indemostrable.
Sobre la base de esta imposibilidad metafísica de demostrarlo es desde la que
estos partidos nuevos tratan de coger fuerza.
Están
dedicados en cuerpo y alma a desprestigiar la vieja política que a pesar de sus
errores, defectos y corrupción latente ha conseguido que España llegue a altas
cotas de renta y bienestar. Entre otros objetivos se ha logrado que nuestro
país se integre en la UE y en el euro, asegurar nuestra defensa al formar parte
de la OTAN o llegar a ser miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso
los ciudadanos desde hace 36 años han venido votando a uno u otro de estos dos
partidos junto a la UCD en un breve período inicial. Porque con muchos más
aciertos que errores han conseguido llevar a España a cotas de progreso nunca
conocidas.
Mientras
esto ocurría algunos conspicuos representantes de partidos como PODEMOS se
dedicaban a asesorar, obteniendo suculentos ingresos, a regímenes tan
democráticos como la Venezuela chavista que como todo el mundo sabe es un
ejemplo de progreso y democracia para toda la humanidad. De ahí que Maduro mantenga
encarcelados a los líderes de la oposición. Un alumno aventajado.
Estos
dirigentes de PODEMOS ahora se disfrazan de moderados y centristas cuando son
radicales de izquierda pura y dura, casi antisistema. Se han puesto la piel de
cordero para engañar a un electorado del que una gran parte está desencantado
porque los partidos clásicos no han sido capaces de solucionar sus problemas ¿Los
resolverá PODEMOS? ¿Cómo? ¿Aplicando recetas chavistas a una nación integrada
en Europa? ¿O tal vez como Tsipras y Syriza en Grecia tragando con lo que les
exija la UE? Pues para ese viaje no se necesitan alforjas. Es política de la
vieja sólo que peor. Porque engañan.
Rivera
se ha encontrado con un caramelo que no se esperaba ni en sus mejores sueños.
Como es de derechas – éste si que no engaña a nadie - se ha beneficiado de la
nefasta gestión llevada a cabo por Rajoy en estos cuatro últimos años y está
sentado esperando que caiga la breva.
Su
partido al igual que PODEMOS está hecho a golpe de televisión principalmente desde
el grupo Atresmedia que promocionándolos, sobre todo a PODEMOS, trata de
cargarse al PSOE principal amenaza del PP y revitalizar a Don Mariano para que
como mal menor pueda gobernar con Ciudadanos.
Es
cierto que la corrupción ha sido un cáncer que ha desprestigiado la actuación
de los partidos clásicos. Pero no es menos cierto que en los partidos nuevos,
sin haber tocado poder, ya se atisban malos modos. Actuaciones de Errejón,
Monedero y algunos pagos del líder Iglesias no son precisamente ejemplo de
probidad.
En
el partido de Rivera se han colado gentes de toda clase y condición,
aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y ya han tenido que producirse
dimisiones en diferentes puntos por estar imputados. Y eso que no han tocado
pelo como dicen los toreros.
Por
eso en lugar de dar lecciones a la vieja política los nuevos deberían primero
ser honestos en sus ideas y no engañar al electorado y segundo luchar contra la
corrupción dando ejemplo. Y entonces podríamos creer en ellos.
Hasta
tanto sería aplicable a estos partidos lo que le espetó un parlamentario
navarro, creo recordar que se trataba de Jesús Aizpún, a Adolfo Suárez en un
debate parlamentario en el que el líder centrista prometía el oro y el moro: “usted
puede prometer y promete; nosotros podemos dudar y dudamos”.
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