viernes, 18 de diciembre de 2015

LA VIEJA Y LA NUEVA POLÍTICA

 El debate mantenido por Rajoy y Pedro Sánchez que, según los partidos emergentes, representan a la vieja política, fue presenciado desde la barrera por los líderes de la nueva política Rivera e Iglesias. Estos nuevos dirigentes actuando como comentaristas en la Sexta, al unísono y de común acuerdo: dieron por enterrado al bipartidismo, mandaron al ostracismo a lo que ellos denominan la vieja política y dieron por perdido el debate a los dos contrincantes. Es decir se proclamaron vencedores del mismo ellos solitos sin haber participado en la controversia. ¡Qué tíos¡

Estos dos jóvenes, aunque todavía no han gobernado, se muestran bastante prepotentes ambos, dando la impresión de que hablan “ex cathedra” y que lo que ellos dicen es la verdad revelada sin posible contradicción.

La irrupción en el panorama político de PODEMOS y Ciudadanos es consecuencia de la incapacidad del PSOE y del PP para dar respuesta adecuada a una crisis durísima que ha golpeado a España con especial virulencia. En la hipótesis de que durante este período tan difícil hubieran estado en el gobierno estos partidos de nuevo cuño ¿Habrían actuado mejor o peor que los viejos partidos? ¿Habrían sido capaces de resolver la crisis? Me temo que no. Pero eso es indemostrable. Sobre la base de esta imposibilidad metafísica de demostrarlo es desde la que estos partidos nuevos tratan de coger fuerza.

Están dedicados en cuerpo y alma a desprestigiar la vieja política que a pesar de sus errores, defectos y corrupción latente ha conseguido que España llegue a altas cotas de renta y bienestar. Entre otros objetivos se ha logrado que nuestro país se integre en la UE y en el euro, asegurar nuestra defensa al formar parte de la OTAN o llegar a ser miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso los ciudadanos desde hace 36 años han venido votando a uno u otro de estos dos partidos junto a la UCD en un breve período inicial. Porque con muchos más aciertos que errores han conseguido llevar a España a cotas de progreso nunca conocidas.

Mientras esto ocurría algunos conspicuos representantes de partidos como PODEMOS se dedicaban a asesorar, obteniendo suculentos ingresos, a regímenes tan democráticos como la Venezuela chavista que como todo el mundo sabe es un ejemplo de progreso y democracia para toda la humanidad. De ahí que Maduro mantenga encarcelados a los líderes de la oposición. Un alumno aventajado.

Estos dirigentes de PODEMOS ahora se disfrazan de moderados y centristas cuando son radicales de izquierda pura y dura, casi antisistema. Se han puesto la piel de cordero para engañar a un electorado del que una gran parte está desencantado porque los partidos clásicos no han sido capaces de solucionar sus problemas ¿Los resolverá PODEMOS? ¿Cómo? ¿Aplicando recetas chavistas a una nación integrada en Europa? ¿O tal vez como Tsipras y Syriza en Grecia tragando con lo que les exija la UE? Pues para ese viaje no se necesitan alforjas. Es política de la vieja sólo que peor. Porque engañan.

Rivera se ha encontrado con un caramelo que no se esperaba ni en sus mejores sueños. Como es de derechas – éste si que no engaña a nadie - se ha beneficiado de la nefasta gestión llevada a cabo por Rajoy en estos cuatro últimos años y está sentado esperando que caiga la breva.

Su partido al igual que PODEMOS está hecho a golpe de televisión principalmente desde el grupo Atresmedia que promocionándolos, sobre todo a PODEMOS, trata de cargarse al PSOE principal amenaza del PP y revitalizar a Don Mariano para que como mal menor pueda gobernar con Ciudadanos.

Es cierto que la corrupción ha sido un cáncer que ha desprestigiado la actuación de los partidos clásicos. Pero no es menos cierto que en los partidos nuevos, sin haber tocado poder, ya se atisban malos modos. Actuaciones de Errejón, Monedero y algunos pagos del líder Iglesias no son precisamente ejemplo de probidad.

En el partido de Rivera se han colado gentes de toda clase y condición, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y ya han tenido que producirse dimisiones en diferentes puntos por estar imputados. Y eso que no han tocado pelo como dicen los toreros.

Por eso en lugar de dar lecciones a la vieja política los nuevos deberían primero ser honestos en sus ideas y no engañar al electorado y segundo luchar contra la corrupción dando ejemplo. Y entonces podríamos creer en ellos.

Hasta tanto sería aplicable a estos partidos lo que le espetó un parlamentario navarro, creo recordar que se trataba de Jesús Aizpún, a Adolfo Suárez en un debate parlamentario en el que el líder centrista prometía el oro y el moro: “usted puede prometer y promete; nosotros podemos dudar y dudamos”.



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