viernes, 24 de julio de 2015

 ¡HASTA EL TREN NOS QUITAN¡

Extremadura parece que está sentenciada. No sé quién, en no sé dónde, ha decidido que nuestra región ha de ser una reserva natural que debe permanecer como reliquia de lo que un día fue la naturaleza en su estado prístino. Y así andamos. Sin industria, sin empresarios ni empresas, reduciendo población y aumentando el paro, con débiles infraestructuras -  sólo se han salvado, parcialmente, las autovías -  y en manos de unos políticos que lo único que les preocupa es el “tótem”  del medio ambiente al cual someten y condicionan cualquier tipo de iniciativa por temor a posibles protestas ecologistas.

La culpa de este estado de cosas la tenemos única y exclusivamente los extremeños. Somos un pueblo atemorizado, servil y resignado, con unos políticos de corto alcance sin visión alguna del futuro regional, que se aprovechan de la falta de respuesta de la población, la cual está representada casi exclusivamente por unos grupos de visionarios ecologistas que son los únicos que protestan en cuanto se promueve la más mínima iniciativa. Esta es la imagen visible de un pueblo sumido en la resignación que nunca ha reivindicado nada, ni se ha movilizado y que por eso ocupa el último lugar en casi todos los indicadores económicos y sociales que analicemos.  

Hay ejemplos a porrillo de iniciativas yuguladas. La Marina de Valdecañas un emporio de riqueza que se viene abajo para conservar un espacio sin valor ambiental alguno pero que a base de lápiz sobre un mapa se había declarado como ZEPA.

La refinería que se cargaron entre unos y otros y que en el colmo de la desvergüenza le dio la puntilla un ministro del PP con intereses en empresas petrolíferas bajo cuyo mandato se firma la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) negativa, cuyo documento es un ejemplo de disparate técnico y ambiental, después de haber estado dándole vueltas y más vueltas al tema los socialistas de aquí de Extremadura y los de allí de Madrid durante seis o siete años.

Instalaciones de energías renovables languideciendo para beneficiar a un oligopolio eléctrico que además tiene explotados los cursos de agua extremeños sin casi beneficio para la región.

Infraestructuras hidráulicas paradas años y años por temas ambientales: regulación del Tiétar, presa del Golondrón, canal de Barros, sin que se dé solución alternativa alguna y sin que los diferentes  gobiernos extremeños reivindiquen nada de nada ante Madrid.

Regadíos congelados en Tierra de Barros, Monterrubio, la Serena (D.Benito – Villanueva- La Haba), Ortiga - Guádamez y Alcollarin, en los que siguen mareando la perdiz tanto los socialistas como los populares, porque a los ecologistas no les gustan los regadíos. Sin valorar que la industria agroalimentaria derivada de ellos puede ser una de las patas principales de un desarrollo sostenible de Extremadura.

El colmo de los despropósitos, y siento de verdad tener que señalarlo, se encuentra en el reciente formado gabinete de Fernández Vara. La Consejería de Agricultura, sector que, insisto, a través de la industria agroalimentaria puede ser uno de los ejes de nuestro desarrollo, pasa a denominarse de Medio Ambiente y Políticas Agrarias. Es el nuevo ecologismo de vía estrecha de nuestros políticos. Ya me contarán el panorama que se avecina. Las primeras reuniones serias del consejero han sido con ecologistas y no con agricultores o industriales ¿Dónde están las organizaciones agrarias?

Líneas férreas cerradas sin la menor contestación ciudadana. En 1984 suprimieron la línea de la Ruta de la Plata, eje fundamental de unión del norte y sur de España a través de Extremadura, sin que nadie elevara la más mínima protesta. Se hizo una manifestación en Cáceres y no acudimos a ella ni 100 personas.

Y ahora nos dejan sin AVE, la electrificación de la línea ni está ni se la espera, para colocarnos unos trenes diésel desechados de otras regiones y así callarnos la boca. Hace unos días una amiga mía tardó 8 horas en recorrer el trayecto ferroviario Madrid – Cáceres.

Para rematar la faena el tren Lusitania Madrid – Lisboa que ya lo eliminaron por Valencia de Alcántara, que es el trayecto más corto entre ambas capitales, lo llevan ahora por Salamanca - vean en un mapa la vuelta que hay que dar -  en lugar de por Badajoz que es el segundo trayecto más corto y por donde iría el futuro AVE, si es que se termina de construir que en todo caso será “ad calendas graecas”.

En fin que con estos políticos y la resignación de los extremeños el porvenir regional no parece ser muy halagüeño. Esperemos que cambien las cosas. Pero sólo lo harán si los extremeños protestamos, reivindicamos y nos movilizamos. Cosa difícil.


Después de esta filípica les dejaré por unos días, para respetar sus merecidas vacaciones. Y las mías. La última semana de agosto volveré a abusar de su amabilidad. Muchas gracias por el tiempo que me dedican.

1 comentario:

  1. Mi querido hermano: ya dice el proverbio que : "no hay peor ciego que el que no quiere ver". Los extremeños, para nuetra desgracia, somos "ciegos" de nacimiento y de historia. Tenemos nuestra geografía plagada de facultades, más o menos universitarias, de todo tipo. Nos gastamos lo que no está en lo escritos de "formar" a nuestra juventud; total pa qué; pa na. Pa seguir siendo pesebristas; pa seguir siendo aspirantes impenitentes a funcionarios. A pedir que los demás nos subsidien: nos dá lo mismo quien; el caso es que lo hagan. Queremos pajarillos en el campo; avutardas por miles; cigüeñas ni cuento; aguas cristalinas en nuestras gargantas; pero... queremos tener el mismo nivel de renta per capita que los demás. Pero... ¿arriesgar creando empresas? de eso nada. Renunciar a nuestra comoda vida subvencionada?, de eso ni hablar . Aunque pocos extremeños hayan leido a Miguel de Unamuno, parece que la frase lapidaria " Que inventen ellos", sí ha calado entre nosotros.
    Angel Sánchez Sanchez-Mora

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