La huella hídrica (water footprint) concepto de
reciente introducción en los ámbitos científicos relacionados con el agua,
puede llegar a convertirse en una nueva vía de concienciación ciudadana respecto
de su consumo, además de revelarse como un elemento válido de comparación
respecto de su uso, entre países, regiones y también entre personas.
El término huella hídrica, fue acuñado por
primera vez en el año 2002 por Arjen
Hoekstra. La huella hídrica la definió Hoekstra como el volumen de agua
necesario para la obtención de los productos y servicios consumidos por los
habitantes de un país (o de una región o por una persona). Relacionado con este
concepto y necesario para poder obtener su valor, está el de agua virtual
(virtual water) introducido por Allan en
1993, que se define como el volumen de agua necesario para obtener un producto
o facilitar un servicio determinado. En resumen la huella hídrica sería un
sumatorio de aguas virtuales al nivel que se establezca (país, región o
individuo).
En el ámbito de un país, la huella hídrica se
obtiene sumando, con su signo, los valores de la Huella Hídrica
Interna y de la Huella
Hídrica Externa. La primera comprendería la adición del
volumen de agua necesario para obtener los productos agrícolas, el que demandan
los usos industriales y el correspondiente a los usos domésticos, de la que se
deduciría el agua virtual exportada a otros países. La segunda reflejaría el
balance entre el agua importada del exterior por el país (productos agrícolas,
industriales o servicios) y la reexportada por éste una vez importada.
Examinemos algunos valores
destacados de la huella hídrica. Su cuantía a nivel mundial se estima en 7.450
Gm3 por año, lo que supone un valor medio de 1.240 m3 por persona y
año. En Estados Unidos, el país del mundo con mayor huella hídrica, alcanza los 2.480 m3 por persona y
año. En los países del sur de Europa su valor oscila entre 2.300 y 2.400 m3 por habitante y
año. Se da una correlación positiva entre el valor de la huella hídrica y el
PIB de un país, debido al mayor nivel de consumo de productos y servicios de
una nación desarrollada.
Veamos datos del agua virtual de algunos
productos: 1 Kg .
de maíz necesita 900 l
de agua para su producción, 1 Kg .
de carne de vacuno 16.000 l
de agua, 1 l
de leche 1.000 l
de agua, 1 hoja de papel A4 (80 g/m2) 10 l . Una taza de café o un vaso de vino de
(125 ml) necesitan 140 l
y 120 l .
de agua respectivamente para su obtención.
La conclusión más importante a obtener en
relación con este nuevo concepto, es que deberíamos tratar de reducir el valor
de nuestra huella hídrica todo lo posible, dado que el agua es un recurso
limitado y muchas veces escaso. Por ello hemos de concienciarnos, todos los ciudadanos,
de la necesidad de realizar un consumo racional y eficiente del agua en todos
los usos y momentos de nuestra vida, con objeto de disminuir todo lo posible el
montante de nuestra huella hídrica o lo que es igual el de nuestro consumo de
agua.
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