lunes, 24 de febrero de 2014

EL TARIFAZO ELÉCTRICO EN LOS REGADÍOS

 La publicación de la Orden ITC 1857/2008 de 26 de junio (BOE de 28 de junio de 2008) supuso la liberalización del mercado eléctrico en los regadíos y la desaparición, a partir de su entrada en vigor, de las tarifas especiales para riegos agrícolas (R0, R1, R2 y R3) vigentes hasta entonces.

En contra de las promesas de la Administración de que se producirían bajadas en las tarifas eléctricas como consecuencia del proceso de la liberalización, la realidad ha supuesto unos desmesurados incrementos en los precios de la energía eléctrica en nuestros regadíos.

Como ejemplo en la tarifa 6.1 el importe del Término de Potencia ha experimentado un incremento del 1.255 % entre 2007 en que estaban vigentes las tarifas especiales de riego y el 2013. Para las tarifas 6.2 y 6.3 estos incrementos han sido del 707 y del 627 % respectivamente. Con los aumentos de coste que ha experimentado el Término de Energía, la realidad es que la tarifa eléctrica del riego ha aumentado al menos en un 80 %.

Todo esto ha producido que el margen de rentabilidad de las explotaciones de riego cuando estos son presurizados o por gravedad con elevación previa, se haya reducido drásticamente de modo que muchas de ellas están dejando de ser viables.

La Administración y especialmente el Ministerio de Industria, artífice del disparate eléctrico que padecemos, están haciendo oídos sordos a las justas peticiones de los regantes de que se busquen soluciones, que las hay, para reducir el importe de las tarifas. Ante esta actitud de sordera permanente, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) ha convocado para el día 26 de febrero concentraciones en las Delegaciones del Gobierno donde se ubican las Confederaciones Hidrográficas y en otras con regadíos importantes.

El Gobierno debería ser consciente de la necesidad incuestionable del regadío para nuestra nación. Sin él se vería seriamente en entredicho nuestro abastecimiento alimentario que en cualquier país es considerado un tema estratégico, así como nuestro sector exterior, pues nuestras exportaciones agroalimentarias son unas de los más importantes en la configuración de nuestras ventas exteriores.

Hay soluciones que pasan por tener en cuenta las especificidades eléctricas del regadío, que sólo utiliza la potencia durante 6 o 7 meses, con lo que se podían hacer contratos temporales sin penalización, adaptar la potencia pues de esos meses en sólo dos de ellos se utiliza la potencia máxima, bajar el IVA al 10 % porque la tarifa eléctrica ya está gravada con un impuesto eléctrico y considerar como P6 el consumo en julio (mes de máximo consumo).

Y si no que se vuelvan a poner en marcha las tarifas especiales de riego, que por algo existían. Los regantes fueron engañados con su desaparición y no se merecen este maltrato, que les ha llevado a manifestarse, cosa que suelen hacer sólo en ocasiones excepcionales. Y esta es una de ellas.


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