viernes, 4 de marzo de 2022

 

UTILIZACIÓN DE LOS FONDOS EUROPEOS NEXT GENERATION

Da la impresión de que existe bastante opacidad con los fondos Next Generation que por importe de 140.000 Millones de euros han sido adjudicados a España por la Unión Europea.  La mitad de ellos vendrán en forma de subvención a fondo perdido y el resto será un préstamo a devolver en cómodos plazos.

No se sabe a ciencia cierta, ni qué cantidades de esos fondos han llegado hasta ahora a España, ni su distribución real, ni qué tipos de proyectos se financian con ellos, ni el ritmo de ejecución de las inversiones. Da la impresión de que la ingente cantidad de dinero concedida nos está superando. Y que tendremos dificultades para invertir los fondos a tiempo y en proyectos racionales.

Esta enorme cantidad de dinero que ha puesto a nuestra disposición la UE, es una especie de Plan Marshall  - que se aplicó en Europa una vez finalizada la II Guerra Mundial, no participando España en sus beneficios por su aislamiento internacional tras nuestra Guerra Civil - que han de servir para recuperarnos de esta pandemia que ha degradado fuertemente nuestra economía -  España en 2020 perdió un 10,8 % del PIB y ha recuperado solamente el 5 % en 2021 – así como para modernizar nuestro modelo productivo adaptándolo a las nuevas tecnologías y a la digitalización.

En varios países se ha optado, con acierto en mi opinión, porque los fondos sean distribuidos por un órgano independiente creado al efecto y del que forman parte expertos que aseguran que, por lo menos, habrá imparcialidad en el reparto y en la selección de las inversiones a financiar por los mismos.

En España no ha sido así y se ha dejado en manos del gobierno la selección y distribución de estos cuantiosos fondos. Esto tiene el alto riesgo de que se politice el reparto, buscando los votos para próximas elecciones en lugar de que sea el interés general el que guíe las actuaciones.

Estos fondos deberían destinarse, además de a reforzar nuestro sistema de salud y modernizarlo, a cuestiones vitales para nuestro desarrollo como pueden ser la modernización de infraestructuras de transporte especialmente los ferrocarriles que es el tipo de locomoción menos contaminante; las de telecomunicación que faciliten la digitalización de nuestras actividades y la introducción de las nuevas tecnologías y, paralelamente la formación de especialistas en inteligencia artificial o uso de big data y de aplicación de las nuevas tecnologías en general.

De igual modo aspectos como las energías renovables han de ser abordados con estas inversiones, buscando mejorar los procesos de descarbonización de la sociedad, apostando por nuevos tipos de energía como el hidrógeno verde o la utilización de biocombustibles para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

El buen uso de estos fondos es una oportunidad única para España con vistas a modernizar y digitalizar nuestra agricultura y mejorar la eficiencia y tecnología de nuestros regadíos, remozar y renovar nuestra industria introduciendo nuevos tipos como los vehículos eléctricos y sus componentes, el hidrógeno verde y la biotecnología o la nanotecnología, que den un vuelco a la misma y la sitúen en vanguardia.

Nuestro turismo también se beneficiaría de estas inversiones para mejorar y modernizar sus infraestructuras hoteleras, de restauración y las de ocio de modo que se aumente la calidad de la oferta a los usuarios para hacerla más atractiva.

Sería un gran fracaso el volver a utilizar mal estos cuantiosos fondos en inversiones absurdas (rotondas, carriles bici y estupideces similares) que ni generarán empleo estable ni servirán para poner nuestra economía en línea con las otras de Europa, mejorando nuestra productividad para poder competir en condiciones de igualdad con el resto de países de la Unión Europea.

Puede ser que haya razones de política al medio, pero hay partidos que están denunciando un reparto sectario de los fondos. Y contra esta denuncia sólo hay un camino: transparencia absoluta para que los ciudadanos podamos conocer exactamente en qué tipos de proyectos y a qué comunidades autónomas y en qué cuantías se destinan estos fondos.

En su distribución habría de tenerse en cuenta la situación de las distintas comunidades autónomas, impulsando inversiones de los fondos en aquellas que están en peor situación relativa, que en general se corresponde con la España vaciada, para impulsar su desarrollo mejorando en todo lo posible sus infraestructuras de todo tipo de modo que las industrias puedan instalarse en ellas y aprovechar para industrializar sus recursos naturales de modo que el valor añadido se quede en el territorio.

Hemos de organizarnos para ser capaces de invertir esos fondos en el tiempo marcado y no tener que devolver parte de ellos por incapacidad para gastarlos. Pero hay que gastarlos bien y no en acciones no productivas o marcadas por el sectarismo político.

España tiene una oportunidad única, si se utilizan racionalmente estos fondos, de actualizar su modelo productivo, y no podemos permitirnos el lujo de desaprovechar esta circunstancia que tenemos al alcance de la mano. Es muy difícil que se vuelva a presentar otra ocasión tan propicia como la actual. España se juega mucho en la aplicación de estos fondos. No sólo ante los españoles sino ante la UE.

1 comentario:

  1. Me parece muy buen tu comentario de hot sobre fondis UE NEXT GENERATION. Q hay una, falta, de transoarencia es evidente. Twnemos en Extremadura una gran oportunidad. De hecho hay mas proyectos q nunca. Aver su cuajan la mayoria. Dinero hay, y mucho.

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