viernes, 15 de noviembre de 2019


HUELLA HÍDRICA (AGUA VIRTUAL) Y ALIMENTACIÓN

De acuerdo con estimaciones realizadas por la ONU el número de habitantes de la Tierra asciende actualmente a unos 7.500 Millones. En este conjunto se estima que unos 820 millones de personas pasan hambre y unos 2.000 millones tienen una dieta de baja calidad.

Estimaciones de dicho organismo dan para el año 2040 una población en nuestro planeta de 9.100 Millones de habitantes y de 9.700 Millones para 2050. Población a la que necesariamente habrá que suministrar una dieta adecuada.

Para poder alimentar a esta población creciente será necesario incrementar las tierras destinadas a la agricultura, especialmente de regadío por su mayor productividad. Ya la FAO hace unos años estimaba que en relación a la situación del año 1998 y en el horizonte del año 2030, el nivel de alimentos en los regadíos mundiales debería crecer un 81 %, pero con la condición de aumentar las tierras de regadío nada más que en un 23 %, mientras que el agua utilizada sólo podría incrementarse en un 14 %. En consecuencia se hacen precisas una mejora notable de la eficiencia en el uso del agua y de la productividad en los regadíos mundiales.

Hoy día existe una controversia que se generaliza poco a poco sobre la necesidad de revisar nuestra dieta en vistas a las consecuencias del cambio climático que nos acecha. La tendencia que se propugna es la de aumentar el consumo de vegetales (frutas, hortalizas, leguminosas y cereales), en detrimento del consumo de carnes especialmente de carnes rojas.

Para hacernos una idea de la situación voy a darles algunos datos de la huella hídrica o del agua virtual de algunos alimentos. Antes la definición de ambos conceptos.

La huella hídrica (water footprint) la definió Hoekstra como el volumen de agua necesario para la obtención de los productos y servicios consumidos por los habitantes de un país (o de una región o por una persona). Relacionado con este concepto y necesario para poder obtener su valor, está el de agua virtual (virtual water) introducido por Allan en 1993, que se define como el volumen de agua necesario para obtener un producto o facilitar un servicio determinado. En resumen la huella hídrica sería un sumatorio de aguas virtuales al nivel que se establezca (país, región o individuo).

Veamos algunos valores del agua virtual y del aporte calórico para algunos alimentos.

PRODUCTO
UD
Agua Virtual (l)
Kcal
Agua Virtual l/Kcal
Maiz
Kg
900
4.190
0,21
Arroz
Kg
2.291
3.540
0,65
Manzana
Kg
700
520
1,35
Cítricos
Kg
1.000
450
2,22
Carne Vacuno
Kg
16.000
2.120
7,55
Carne Ovino
Kg
6.143
1.780
3,45
Carne Pollo
Kg
3.918
750
5,22
Leche
Kg
990
470
2,11
Queso
Kg
5.000
3.820
1,31
Huevos
Kg
3.340
1.550
2,15
Legumbres y Tubérculos
Kg
1.000
3.500
0,29

Cereales junto con legumbres y tubérculos son los alimentos con más bajas necesidades de agua virtual para producirlos y también necesitan menos agua virtual por kilocaloría aportada. Después se sitúan frutas, lácteos y huevos y por último las carnes destacando por sus altas necesidades de agua virtual la carne de vacuno.

Como ejemplo una dieta de carne supone un agua virtual del orden de 4.000 l mientras que una dieta vegetal comporta un agua virtual de alrededor de 1.500 l. El 75 % de la huella hídrica de una persona corresponde a su dieta alimenticia.

Es decir desde el punto de vista del ahorro de agua sería más eficiente una dieta rica en cereales, frutas y legumbres sobre una en la que predominaran las carnes. Pero la dieta alimenticia ha de ser equilibrada y en ella han de estar presentes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y oligoelementos, para que el organismo pueda disponer de todos ellos en las cantidades precisas.

En consecuencia de todo lo anterior hay que ser muy prudentes en el seguimiento de dietas desequilibradas. De un tiempo a esta parte se ven propuestas hechas con cierta ligereza en el sentido de que hay que eliminar las carnes rojas de la dieta. En mi opinión esto no es acertado ya que hay que mantener dietas alimenticias variadas y equilibradas. Una cosa es reducir algo el consumo de carnes rojas si su presencia fuese excesiva y otra eliminarlas de la dieta.

En este tema de la dieta alimenticia yo sigo la recomendación que siempre hacía mi padre que fue médico especialista en aparato digestivo: ha de comerse de todo en cantidades moderadas. Que es muy parecida a la que hoy propugna Carlos Arguiñano en su programa de cocina: comer poco de todo y mucho de nada.

Con una dieta variada, con predominio de los cereales, frutas y legumbres pero con presencia de lácteos, huevos, pescado y carne, contribuiremos a mejorar el medio ambiente, ahorrando agua y a mantener nuestro cuerpo en un estado saludable.

Por último, para ahorrar agua y ser más sostenibles es muy importante reducir el porcentaje de alimentos que tiramos a la basura: el 20 % de la carne de vacuno, el 35 % del pescado y el 45 % de las frutas terminan en el contenedor. Tendríamos que reflexionar seriamente sobre este aspecto y tomar medidas urgentes. Es fácil de conseguir.






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