miércoles, 31 de julio de 2019


EL AGUA DE VALDECAÑAS

Hace unos cuantos años yo ocupaba el cargo de Jefe de Servicio de Ordenación de Regadíos. Este servicio de la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura tenía a su cargo la zona regable de Peraleda de la Mata que tiene una superficie de 1.434 ha. Una zona de riego por aspersión a la demanda, que fue pionera y modelo en su tiempo pues introducía en España la tecnología francesa de riego de la época. Esta zona regable se puso en servicio por el IRYDA en los primeros años de los 70 del siglo pasado. Dos excelentes profesionales, funcionarios de dicho organismo, fueron los autores de esta actuación: Antonio Garrote que redactó el proyecto y Valentín Batalla que junto al anterior dirigió las obras.

Su estación de bombeo está ubicada en un palafito de hormigón armado situado en el embalse de Valdecañas, desde donde 6 potentes bombas verticales, renovadas en el tiempo en el que ocupé dicho servicio, elevan el agua a un depósito de equilibrio situado en una torre de unos 60 m. de altura que da presión a la red.

Si el nivel del embalse de Valdecañas desciende de la cota creo, recordar 298,5, aunque no estoy seguro de la exactitud de esta cifra, las bombas quedan en vacío y no se puede elevar ni una sola gota de agua para el riego.

Por tanto es fundamental que el nivel del embalse no descienda en ningún momento de dicha cota límite para evitar problemas. Y esa situación ha de preverse con antelación pues los cultivos son elementos perecederos que en verano no pueden estar sin agua demasiado tiempo..

El embalse de Valdecañas fue construido hace ya muchos años por Hidroeléctrica Española (hoy Iberdrola) y forma parte de un sistema de embalses en cascada sobre el río Tajo, para producción de energía hidroeléctrica: Azután, Valdecañas, Torrejón Tajo y Torrejón Tiétar, Alcántara (Embalse José María de Oriol) y Cedillo, constituyen este rosario de embalses.

Durante mi época de jefe de servicio ocurrió un episodio de sequía y el nivel del embalse de Valdecañas comenzó a descender de forma continuada, de modo que su nivel se aproximaba al del límite del bombeo. Tuvimos que contactar con Iberdrola para darles cuenta del grave problema que se avecinaba y pedirles que no bajaran de la cota límite pues se vería afectado el regadío de Peraleda, cuestión que ellos conocían perfectamente. Fueron sensibles a nuestras peticiones y mantuvieron el embalse en una cota que no afectó al regadío, de modo que pudo terminarse sin problemas la campaña de riego.

Lo que ha ocurrido en estos días ha sido muy diferente de la experiencia que viví en su momento. Parece que el turbinado de agua para producción de energía hidroeléctrica  ha dejado las bombas del regadío al aire y la Junta de Extremadura desde el Servicio de Regadíos ha tenido que realizar obras de emergencia para resolver el problema.

Y yo me pregunto ¿ha perdido sensibilidad social Iberdrola en el transcurso del tiempo? ¿No ha realizado el Servicio de Regadíos la gestiones precisas? Creo que este último supuesto no se habrá dado pues los funcionarios y directivos del mismo son buenos profesionales que conocen el problema y habrán tratado de evitarlo.

Y a partir de aquí recuerdo que según lo establecido en la Ley de Aguas y en el Plan Hidrológico del Tajo, los usos de abastecimiento de aguas a poblaciones y de regadíos, son prioritarios al uso hidroeléctrico. ¿La Confederación Hidrográfica del Tajo, ha hecho algo al respecto para evitar esta situación de indefensión de regantes y abastecimientos? ¿Iberdrola, aunque sea la propietaria del embalse puede hacer de su capa un sayo y manejar el nivel del agua a su antojo cuando sabe positivamente que hay usos afectados?

Y ahora volvemos al despropósito del trasvase Tajo - Segura. Desde la cabecera del Tajo se han trasvasado entre junio y julio 40 Hm3 de agua a Murcia, y sólo hablo de los dos últimos trasvases. De no haberse realizado esta derivación de agua a Levante parte de la misma podría haber fluido por el Tajo hasta Valdecañas y tal vez no estaríamos hablando de la situación que se ha creado.

No se olvide que el consumo total en la campaña de riegos en la zona regable de Peraleda está en unos 10 Hm3, la cuarta parte del volumen de los dos últimos trasvases a Murcia, eso sí con el condicionante de mantener un nivel mínimo en la cota de las bombas.

Es inconcebible que este problema se haya producido. No se puede poner en riesgo la economía de unos modestos regantes de la zona de Peraleda, ni el abastecimiento a núcleos de población. El agua no es propiedad de Iberdrola, aunque lo sea el embalse y debería tener una cierta sensibilidad, aunque sólo sea porque está ocupando unas extensas superficies del territorio extremeño con sus instalaciones.

La Confederación Hidrográfica del Tajo, como casi siempre ni está ni se la espera. A este ente sólo le preocupa el agua de Madrid y pone el resto de usos en un segundo plano. Y cuando no se vigilan los aprovechamientos ocurren estas cosas.

Desde aquí hago un llamamiento a la Confederación para que de una vez por todas se tomen medidas en el sentido de definir una curva de hierro, como se ha hecho en otros embalses, de modo que se prohíba el turbinado hidroeléctrico si el nivel de almacenamiento del embalse afecta negativamente a otros usos preferentes.

Veremos si lo hacen. Me temo que no. Iberdrola tiene mucha fuerza y seguirá campando a sus anchas.

Como ustedes han de disfrutar de unas merecidas vacaciones, yo las tengo de modo permanente, suspendo las publicaciones en el blog hasta septiembre, agradeciéndoles el tiempo que dedican a su lectura.



1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, solo con sentido común y de la responsabilidad para planificar no deberían producirse situaciones como esta.

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