viernes, 11 de mayo de 2018


¿QUÉ NOS PASA A LOS EXTREMEÑOS PARA ESTAR DONDE ESTAMOS?  [1]

Este es el título de un interesante libro editado por el Club Senior de Extremadura en el que un equipo multidisciplinar formado por destacados autores analiza las posibles causas de la situación actual de Extremadura y apunta algunas soluciones para mejorar nuestra precaria posición en el ranking español y europeo.

El libro se inicia con tres proemios desarrollados por sobresalientes personas de la vida extremeña. Una presentación de María Ángeles Durán destacada doctora en Ciencias Políticas con amplio periplo por universidades españolas y extranjeras; un prólogo de Diego Hidalgo Schnur poseedor de varios másteres y doctorados, al que se añaden sus trabajos en el Banco Mundial y una introducción del presidente del Club Senior de Extremadura José Julián Barriga, notable periodista en diversos medios de comunicación y director general de Relaciones Informativas en el gobierno de Adolfo Suárez.

Les recomiendo encarecidamente su lectura. Sacarán conclusiones precisas de las causas de la situación de postración que sufre nuestra región. Desde la posición geográfica y de frontera como un limitante para las comunicaciones y la estabilidad del territorio, la ausencia de burguesía que nos hubiera permitido participar del desarrollo industrial, al quedar Extremadura en manos de la nobleza, las órdenes militares, el clero y los latifundistas absentistas, la fuerte emigración de población extremeña hacia el exterior especialmente a partir de finales de los 50 del siglo pasado, el despoblamiento y la falta de actividad económica y de industria son algunos de los factores que explican nuestra situación.

Pero dichas las causas yo me pregunto ¿y cómo podemos salir de nuestra penuria?

Voy a apuntar algunas líneas que a mi juicio pudieran contribuir a que Extremadura comience a salir de la postración en la que se encuentra. Creo que son adecuadas todas las que enumero, pero es posible que no estén todas las que pudieran ser.

Sería importante aprovechar y explotar nuestros recursos endógenos.

Tenemos un potencial agrícola y ganadero envidiable. Un clima de bastante potencialidad agronómica, suelos adecuados y agua regulada en cantidad suficiente para nuestros regadíos actuales y futuros, nos permiten constituirnos como un foco agroalimentario de primer nivel español y europeo. Pero es preciso transformar los productos en Extremadura y comercializarlos desde aquí para retener en la región el valor añadido. Yo creo que se ha empezado a andar el camino. Ya hay cooperativas y empresarios agroalimentarios que lo hacen pero hay que insistir en esa línea. Destaca el bajo nivel de ganado sacrificado en Extremadura cuando disponemos de censos ganaderos muy importantes. Hay que incrementar sensiblemente el porcentaje de sacrificio en la región llevando a cabo también el despiece y la comercialización desde aquí.

Nuestro patrimonio paisajístico, histórico, monumental, cultural y gastronómico hace que el turismo pueda ser un segundo pilar para salir de este marasmo. Pero hay que introducirse en las grandes rutas internacionales. Para ello Portugal y en particular Lisboa pueden formar parte de esta estrategia. Pero necesitamos mejores infraestructuras especialmente ferroviarias, el AVE o trenes de alta velocidad se hacen imprescindibles. Aunque pueda parecer una osadía habría que intentar un aeropuerto estatal de AENA en la región estratégicamente situado. Y ese punto óptimo se encuentra entre Cáceres y Mérida. El aeropuerto de Badajoz es geográficamente excéntrico y se trata de una base militar con las limitaciones que ello conlleva. Sería lógico comenzar con un aeropuerto modesto sin un gran coste, susceptible de ampliaciones futuras si todo se desarrolla bien.

Las energías renovables han de ser otro elemento para favorecer nuestra industrialización. Somos en la actualidad productores de energía hidroeléctrica y nuclear muy por encima de nuestro actual consumo. Pero se trata de aumentar nuestra producción. Tenemos sol, viento y biomasa y hemos de obtener de estos recursos naturales más energía para venderla aunque no la consumamos.

Hay que apostar por la industria derivada de las nuevas tecnologías: industrias de la biotecnología, biosanidad, nanotecnología, informática, comunicación. Si tenemos infraestructuras de transporte y comunicación adecuadas es probable que haya empresas que apuesten por nuestra región para su instalación. Para ello la Universidad y los centros de investigación han de orientar la formación y las titulaciones en esta dirección.

Hay que desabrochar el corsé medioambiental que nos agobia. No es de recibo que las zonas protegidas se conviertan en un obstáculo para el desarrollo. Tienen que ser una fortaleza más para salir de la crisis. Si no es así hay que abandonar la política medioambiental seguida hasta ahora. Nos convertiremos en un desierto poblacional y en un parque natural.

La administración tiene que disminuir su protagonismo en beneficio de la iniciativa privada que es la que crea empleo y desarrollo. Y su misión ha de consistir en facilitar las cosas a los emprendedores y especialmente a los jóvenes para que se queden aquí.

El límite de espacio para esta entrada me obliga a detenerme aquí. Por eso les invito a que adquieran y lean el libro cuyo título encabeza esta entrada. Encontrarán en él mucha luz para comprender la situación de Extremadura y posibles salidas para escapar del pozo en el que nos encontramos.
  


[1] El titular del blog y autor de esta entrada es miembro del Club Senior de Extremadura.

2 comentarios:

  1. Buenos días:

    Atendiendo a su recomendación, agradecería por favor, me pudiese informar acerca de donde puedo adquirir un ejemplar u obtener una versión electrónica para su lectura en e-reader.

    Saludos.

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