LAS
MOTOCICLETAS DE VIETNAM
Circulan
a miríadas. En Hanói la capital de la nación están matriculadas más de 4 millones
de ellas. En la antigua Saigón (hoy Ho Chi Minh City), la ciudad más poblada de
Vietnam, más de 5 millones. Se mueven en bandadas en todas direcciones, de
norte a sur y de este a oeste.
Van
cargadas con todo tipo de pasajeros: hombres, mujeres y niños así como con cachivaches
de toda condición. Son como ejércitos que caen sobre el sorprendido peatón que
trata de cruzar la calle. Para ellas no hay semáforos y los pasos de cebra son
un simple dibujo a trazos blancos y negros sobre el asfalto.
Than
nuestro guía vietnamita de habla hispana formado en Cuba, nos agrupaba en las
confluencias de vías y nos aconsejaba: hay que cruzar con decisión sin dar un
paso atrás. Ellos nos esquivarán pues son expertos en el arte. Y nos animaba al
grito de ¡vamos al suicidio¡ Afortunadamente no se ha producido el más mínimo
incidente entre el grupo que hemos viajado a este bellísimo país.
Los
amigos viajeros del grupo “los Indochinos” hemos visitado Vietnam. Esta vez han
faltado a la cita Julia y Carlos además de Joan a los que hemos echado mucho de
menos. Pero volverán en el próximo viaje.
Vietnam
es un país con forma de arco alargado con ensanchamientos en sus extremos norte
y sur y una larga faja central, que en el punto más estrecho sólo tiene 55
kilómetros de anchura. El territorio vietnamita se abre al Océano Pacífico en
la próxima confluencia con el Océano Índico con más de 3.400 km de costa. Tiene
una superficie total de 331.210 km2 y una población de 91 millones de
habitantes.
Su
posición estratégica lo ha situado en las rutas entre Oriente y Occidente desde
la de la seda hasta la de las especias.
Esta preeminente ubicación y sus recursos naturales propios de un clima en el
que se obtienen productos muy demandados como: caucho, café, té, cacao y todo
tipo de frutas subtropicales, siendo además el reino del cultivo del arroz - del
que en el sur del país se obtienen hasta tres cosechas anuales - un cereal
básico en la alimentación de la población, han hecho a este territorio objeto
del deseo de las potencias depredadoras correspondientes.
Por
aquí estuvieron los chinos más de 10 siglos, los japoneses y también lo
hicieron los franceses para expoliar durante casi un siglo los recursos
naturales del país. La última potencia que trató de influir en la historia
vietnamita fueron los americanos.
Los
franceses estuvieron presentes en el actual Vietnam, al que ellos llamaron
Indochina, desde 1858 hasta 1954. Dividieron el país en tres sectores al norte
Tonkín, en el centro Annam y al sur la Cochinchina. Su dominio concluyó cuando
fueron derrotados por las fuerzas vietnamitas de Ho Chi Minh en la cruenta batalla
de Dien Bien Phu. Tuvieron que salir por la puerta de atrás abandonando a toda
prisa lo que había sido una importante parte de su imperio lejos de la
metrópoli parisina. Dejaron edificios de una gran belleza de esta época
colonial que hoy día se utilizan por diversos organismos e instituciones.
Después
de la división del país por el paralelo 17 llevada a cabo en la Conferencia de
Ginebra en 1954, se produjo un forcejeo entre comunismo y capitalismo por
hacerse con el poder. Esta lucha terminó en la guerra del Vietnam que se
desarrolló entre 1955 y 1975. Los americanos apoyaron al régimen capitalista
del Sur desplazando un ejército de 500.000 hombres y el armamento más moderno y
sofisticado conocido hasta entonces, entre otros los bombarderos B-52.
Los
comunistas del Norte con menos apoyo explícito de Rusia y China, desarrollaron
una guerra de guerrillas a las que los americanos no supieron hacer frente pues
trataban de matar pulgas a cañonazos.
Los
vietcong agazapados en la selva frondosa y en túneles subterráneos como ocurrió
en Cu Chi, infligieron a los americanos una derrota en toda la línea que
constituyó para ellos un desastre bélico, económico y psicológico del que
todavía no se han recuperado. Trump es un ejemplo de ello.
Unificado
en 1976 Vietnam es hoy día un país emergente en lo económico que crece con
fuerza en el contexto mundial. Aunque ideológicamente está gobernado por un
potente partido comunista su apertura a los modos de vida occidental es muy
clara. Puede apreciarse en todas sus ciudades, especialmente la más importantes:
Saigón, Hanói, Da Nang o Hué en donde coexisten la tradición oriental con los
modos occidentales y en las que pueden verse las tiendas de las marcas más
afamadas, junto a las cadenas hoteleras más punteras y oficinas de empresas
multinacionales de todo tipo.
Han
hecho del turismo una de las bases de su futuro desarrollo. Tienen muchas
bellezas naturales que mostrar a los visitantes aparte de sus grandes ciudades:
la bahía de Halong un espectáculo de la naturaleza, la antigua capital de Hué o
las ruinas de la dinastía Cham en Hoi An, así como el delta del Mekong en las
cercanías de Saigón son preciosos lugares para visitar.
Dispensan
una extraordinaria acogida y amabilidad para con el viajero. Basan en ellas el
éxito de su turismo. Están en lo cierto. El trato que nos han dispensado ha
sido excelente.
Por
eso aunque quede un poco lejos de España, merece la pena visitar Vietnam. La
amabilidad y el buen hacer de sus gentes, junto a la belleza de los paisajes
vietnamitas lo justifican.
No hay comentarios:
Publicar un comentario