viernes, 24 de marzo de 2017

EN EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA

LA IMPORTANCIA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS

Como todos los años el día 22 de marzo se ha conmemorado el Día Mundial del Agua auspiciado por la ONU. Es una efeméride muy destacada ya que el agua es un recurso fundamental para la vida humana y para la de la biosfera. Pero a la vez es un bien limitado y por ello todos los habitantes del planeta debemos cuidarlo y respetarlo.

El agua es un elemento básico que además de para el mantenimiento de la vida es imprescindible para asegurar el desarrollo de los territorios. Por eso es necesario poder disponer de ella tanto en cantidad como en calidad. Y que sea accesible a los seres humanos. Desafortunadamente hoy día unos 700 millones de habitantes de la tierra no tienen un acceso al agua en condiciones suficientes. Y es uno de los objetivos que trata de conseguir la ONU: un adecuado suministro de ella a todos los habitantes de nuestro planeta.

Como paradigma de la importancia del agua, el hombre mantiene en su cuerpo una cantidad de ella que, según la edad, varía entre el 60 y el 75 % de su peso.

De igual modo nuestro planeta está compuesto aproximadamente por el 75 % de agua la cual se encuentra contenida en: océanos, mares, glaciares, hielos polares, lagos, ríos, acuíferos subterráneos, en la humedad del suelo y en la atmósfera.

Profundicemos un poco en cómo se distribuye el líquido elemento en la Tierra.

De acuerdo con las estimaciones del Geological Survey de USA, del total del agua existente en nuestro planeta (unos 1.360 Millones de Km3) aproximadamente el 97,2 % (unos 1.321 Millones de Km3) se encuentra contenida en los mares y océanos en forma de agua salada y el resto, el 2,8 % (alrededor de 38 Millones de Km3) en otras ubicaciones.

De esta última cantidad casi el 22 % (0,61 % del total) lo que equivale a unos 8,34 Millones de Km3 pertenece al dominio de las aguas subterráneas y más de un 77 % (2,15 % del total) es decir 29,304 Millones de Km3 está contenida en hielos polares, glaciares y mares interiores. El resto un 0,54 % (el 0,015 % del total) alrededor de 205.850 Km3, se encuentra en los ríos y sus embalses, lagos de agua dulce y en la humedad del suelo y de la atmósfera.

De los datos anteriores se deduce que sólo un volumen reducido del agua existente, el agua dulce, puede ser aprovechado directamente para cubrir las necesidades humanas tanto de vida como de desarrollo. Habría que añadir las aguas subterráneas dulces explotables y la posibilidad, aplicando nuevas tecnologías, de poder utilizar las aguas desaladas de mares y océanos o de algunos acuíferos.

La relativamente escasa cantidad disponible de agua para el hombre y su condición de elemento imprescindible para la vida lleva a la conclusión de que la misma ha de tener la condición de bien público y su titularidad ha de recaer en el conjunto de los ciudadanos y ser gestionado por las administraciones públicas que los representan.

Además de su utilización para abastecimiento humano el agua es imprescindible para asegurar las necesidades agroalimentarias de la población mundial. El regadío en el mundo con más de 320 Millones de ha regadas es el uso que más agua utiliza, siendo el sistema productivo que puede asegurar niveles adecuados de alimentos para los habitantes de nuestro planeta.

La utilización del agua presenta una distribución aproximada a nivel mundial de un 10 % para abastecimiento humano, un 20 % para usos industriales y otros y un 70 % para regadío. Son cifras medias que pueden sufrir variaciones a nivel nacional o regional.

El consumo mundial de agua se sitúa alrededor de los 4.500 Km3.año-1, cifra que representa en torno al 30 % del agua renovable mundial.

En España se utilizan en torno a 21.000 Hm3.año-1 lo que supone un 18,7 % de los recursos renovables (111.200 Hm3.año-1). De aquella cantidad un 17 % se usa para abastecimiento urbano, un 76 % se utiliza para riego y un 7 % se destina a usos industriales. Los procesos de modernización que se están llevando a cabo en nuestros regadíos marcarán en el futuro, a la baja, la utilización del agua en los mismos.

Al lado del aspecto cuantitativo del agua surge la necesidad de preservar su calidad de modo que no se ponga en peligro la vida de los ecosistemas acuáticos, especialmente los de agua dulce que son los que menos posibilidad de depuración natural presentan.

Para ello ha de procederse a una adecuada purificación de las aguas residuales urbanas e industriales y también a usar de manera racional los fertilizantes, especialmente nitratos y fosfatos en los regadíos. La depuración de nuestras aguas es el aspecto en el que este año trata de incidir la ONU. Es imprescindible que el agua una vez utilizada, sea devuelta en un grado suficiente de pureza de modo que la vida en los ecosistemas acuáticos y los relacionados con ellos no se pongan en peligro.

Y un último mensaje. Utilicemos el agua racionalmente. No olvidemos que es un recurso limitado. Y que en climas como el de España se produce una irregular distribución de las aportaciones de agua en el espacio y en el tiempo. Recordemos las sequías que nos asolan con cierta frecuencia. Y actuemos en consecuencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario