PLASENCIA Y LAS
EDADES DEL HOMBRE
La
diócesis de Plasencia es muy antigua. Data de más de 800 años. Fue instituida
por el papa Clemente III en el año 1189 bajo el reinado de Alfonso VIII que
había fundado la ciudad en 1186 y de la que fue su rey protector. Su primer
obispo fue Don Bricio en el que se daba la doble faceta de ser “mitad monje,
mitad soldado” y por ello prestó con sus mesnadas una eficaz ayuda al rey
castellano en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa en 1212. El triunfo
cristiano en dicha contienda supondría un impulso decisivo para la Reconquista.
El
territorio de la diócesis placentina es muy extenso, abarcando una superficie
de 10.000 Km2. Ocupa parte de tres provincias españolas: dos en
Extremadura, Cáceres y Badajoz y una en Castilla y León, el sur de Salamanca,
perteneciendo a ella 22 pueblos castellano – leoneses. Existe un arciprestazgo
de la diócesis en Béjar, la segunda ciudad más poblada de la provincia
salmantina.
La
muestra de arte sacro denominada las Edades del Hombre, es un magno acontecimiento
que lleva 21 ediciones, contando la actual que se celebra en la ciudad zamorana
de Toro. Todas las exposiciones se han desarrollado en poblaciones ubicadas en
Castilla y León en donde tiene su asiento la Fundación que la organiza.
Plasencia
solicitó ser sede de este magnífico evento para el año 2016 sin conseguirlo. La
aspiración placentina para acoger la muestra está fundamentada en que parte del
territorio de su diócesis se ubica en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Quedó excluida su solicitud para organizar la muestra en este año ya que se le
otorgó a Toro en la diócesis de Zamora.
Al
parecer Plasencia ha reiterado su solicitud para ser sede de esta muestra de
arte sacro en el año 2020. Esperemos que la Fundación Edades del Hombre de
raíces castellano – leonesas sea sensible a la nueva petición placentina. Sería
un honor para Plasencia y para Extremadura poder acoger tan importante
exposición.
Plasencia
tiene suficientes recintos sacros para poder ubicar este evento. Su sede
catedralicia es un marco incomparable para situar esta muestra de arte
religioso. Tiene amplitud y espacio suficientes en su Catedral Vieja para
acoger con cumplida holgura un evento de considerables dimensiones sin
necesidad de interrumpir el culto en la Catedral Nueva.
La
Seo placentina presenta unas condiciones inigualables que además están
realzadas por la reciente restauración de que ha sido objeto este templo mayor
de la ciudad y sede de la diócesis.
También
Plasencia dispone de otras iglesias que podrían recibir en su seno alguna parte
específica de la exposición. Me refiero, por ejemplo, a la iglesia de San
Martín en pleno centro de la ciudad que luce un magnífico retablo de Luis
Morales “El Divino”.
Incluso
existen otros templos y conventos que podrían albergar este evento. Hay donde
elegir.
Para
los visitantes Plasencia proporcionaría otra serie de alicientes
complementarios. Su casco histórico en el interior del recinto amurallado
alberga una amplia gama de iglesias, conventos, palacios, casas solariegas, edificios
y museos de gran valor que merece la pena visitar.
Y
en el exterior su campiña regada por el río Jerte exhibe paisajes de llano y sierra
de gran belleza para ser contemplados por los asistentes.
Su
historia también avala este evento. Plasencia fue la ciudad en la que se
casaron Juana la Beltraneja y el rey Alfonso V de Portugal en mayo de 1475 y llegó
a ser corte real de Fernando el Católico en 1515 durante un corto período de
tiempo antes de su muerte.
Como
aliciente adicional desde la ciudad puede girarse visita a otros enclaves
turísticos de gran valor: el valle del Jerte, la Vera o el parque nacional de
Monfragüe, están a menos de 40 km de la urbe y ciudades de tan rancio sabor
histórico como Cáceres o Trujillo se encuentran en un radio de 80 kilómetros de
Plasencia.
La
diócesis placentina debe apostar fuerte por lograr traer esta muestra sacra a
la ciudad. Y presentar una oferta digna de ser considerada por la Fundación
Edades del Hombre. Sería un acontecimiento histórico para la ciudad del Jerte y
una sustanciosa fuente de ingresos por la importante atracción de visitantes
que genera.
Por
eso sería muy conveniente articular una actuación conjunta del Obispado y el
Ayuntamiento de Plasencia, junto a la gestión y apoyo de la Junta de
Extremadura para conseguir que la sede de las Edades del Hombre del año 2020
recaiga en la ciudad de Plasencia.
La
Perla del Valle lo merece.
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