viernes, 5 de febrero de 2016

UN SOCIO POCO FIABLE

Cuando contemplé por televisión la rueda de prensa de Pablo Iglesias posterior a su primer despacho con el Rey con vistas a la formación de un nuevo gobierno, me quedé perplejo y estupefacto.

Con un bagaje de 42 diputados suyos y 27 añadidos de sus coaliciones y la prepotencia que le caracteriza, Iglesias ninguneó y perdonó la vida a Pedro Sánchez designándolo presidente de un futuro gobierno PSOE – Podemos – IU,  se nombró a sí mismo vicepresidente - copresidente, y además se asignó cuatro carteras ministeriales, las más importantes por supuesto, cediendo cinco al PSOE y regalando una a IU. Y se quedó tan pancho el tío.

En la escenificación de la rueda de prensa estuvo presente toda la parafernalia que lleva aparejada este líder, el cual aparecía rodeado de los ministrables de su formación. Un cuadro digno de verse. Aunque no estaban todos. Se echó en falta al niño de la Bescansa.

Pedro Sánchez se enteró por el Rey de la maniobra que urdía el líder de Podemos la cual lo cogió, como es natural, con el paso cambiado. Como a todos. Iglesias se había hartado de decir que él nunca entraría en un gobierno del PSOE. Justificó su súbito cambio de postura argumentando que formando parte del ejecutivo podría vigilar al PSOE partido del que no se fiaba. Fantástico.

Ante este panorama de prepotencia y malas artes parece complicado que el PSOE pueda llegar a acuerdos con Podemos. Hay diversas razones que en mi opinión desaconsejan esa posible alianza. Y voy a explicitarlas.

Podemos es un partido de izquierda radical como se deduce del origen, procedencia y actividades de sus dirigentes más conspicuos, pero pretende a toda costa ocupar el espacio del PSOE y asumir para sí la socialdemocracia española. Disfraza sus principios que son en realidad los de una izquierda leninista, chavista y syriziana, la cual ahora trata de olvidarse de Chaves, de Maduro y de Tsipras al que han enviado al baúl de los recuerdos.

Es un partido que al poco de irrumpir en política ya tuvo como objetivo principal desestabilizar al PSOE. Sus líderes han hurgado en las posibles disensiones o debates internos del partido socialista para hacer ver a la opinión pública la debilidad de su líder Pedro Sánchez. Y se han permitido clasificar a los socialistas en sensatos e insensatos en función de su propensión al pacto con Podemos.

Han aprovechado el descontento de muchas capas de la sociedad española agredidas por la crisis para a partir de él exigir unas reivindicaciones extremas cuyo coste nunca han valorado ni han explicado cómo financiarlas. Están dispuestos a decir al electorado lo que quiere oír. Esto se llama demagogia y populismo.

Son activistas que pretenden dinamitar los logros conseguidos por España en lo que concierne a su pertenencia a la OTAN, a la UE o al euro. Aunque en estos momentos y por tactismo electoral estas reivindicaciones las mantengan difusas en un segundo plano.

De democracia interna andan bastante escasos. El aparato maneja los círculos a su antojo y el que discrepa ya sabe lo que le ocurre. Hay ejemplos variados de ello.

Son opacos en su financiación. Nadie puede creer que vivan del crowdfunding. No han acreditado cómo hacen frente a sus gastos. Hay informes policiales que si se confirman tal vez arrojarán luz sobre este asunto.

Mientras que el PSOE es un partido que promueve la unidad de España y niega el derecho de autodeterminación, que es un derecho propio de países colonizados, Podemos y sus coaliciones apoyan el derecho a decidir, tanto en Cataluña como en otros territorios.

Y de honradez, para el poco tiempo que llevan ya han vivido algunos episodios que demuestran que en esa faceta andan bastante escasos.

 Por todas esas razones creo que el pacto del PSOE con Podemos será contraproducente para la formación socialista.

Pedro Sánchez debería reflexionar seriamente sobre la conveniencia de llevarlo a cabo. Sería bueno que el líder socialista echara una ojeada al artículo publicado por Antonio Elorza en El País bajo el título “Rara vez con tigres” Tal vez le aclare las ideas.

La nueva rueda de prensa de Iglesias posterior a la segunda entrevista con el Rey confirma todo lo anterior. En un sermón típico de cura prepotente le espetó a Pedro Sánchez que Podemos en su propuesta de gobierno conjunto había sido muy generoso con el PSOE, puesto que este partido había hecho lo contrario a lo que pregonaba. ¡Chúpate esa¡ ¿Y todavía el socialista quiere negociar con este espécimen?

Ahora que Pedro Sánchez tiene el encargo de formar gobierno, difícil tarea, la solución podría encontrarse en una alianza PSOE y Ciudadanos con la abstención del PP y consensuando con esta formación temas de Estado como Cataluña ¿Tendrá el PP altura de miras y generosidad suficiente para ceder el gobierno, mientras limpia su corrupción en la oposición? Creo que no.


1 comentario:

  1. Si Pablo Iglesias ha ninguneado al PSOE no le quiero contar, porque lo sabe, lo que ha hecho Pedro Sánchez con el PP. ¿Y ahora quiere que se abstenga el PP para gobernar él? ¿Por qué? ¿Porque es más guapo que Rajoy?. ¿Se le olvida que el PP ha ganado las elecciones? ¿Habría que recordarle que ese PP con Mariano Rajoy al frente, ha sacado 123 escaños y que el PSOE con él al frente ha sacado 90? Altura de miras podría haberla tenido Pedro Sanchez cuando Mariano Rajoy lo llamó para negociar y su respuesta fué No, No y No. Toda España recuerda la imagen de Pedro Sánchez diciendo a los medios de comunicación: "No quiere decir No". Y sobre la corrupción es mejor no hablar porque ya estamos hartos los ciudadanos de ver cómo se utiliza políticamente. Los que tenemos ya una cierta edad y hemos visto gobiernos del PP y del PSOE sabemos que a ese respecto no tienen mucho de lo que presumir ninguno de los dos. Los únicos partidos que no tienen corrupción son los que no han gobernado. Es más, yo soy de lo que piensan que la corrupción es una cuestión más de la condición humana que de los partidos. Aún así, creo que el PP no la ha gestionado bien, así como también creo que los medios de comunicación magnifican y repiten hasta la saciedad los casos de corrupción del PP y pasan de puntillas, e incluso silencian, los casos de corrupción del PSOE. La corrupción es un mal que hay que erradicar, pero ni PP ni PSOE pueden presumir de inocencia. En cuanto a la formación de gobierno me da la sensación que Pedro Sánchez está haciendo el paripé con Ciudadanos para justificar, posteriormente, bien un pacto con Podemos bien ir a nuevas elecciones echándole la culpa de ello al PP.

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